El abuelo voyerista
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por oscareduardo.
Zoraida regresaba de la universidad pues no habían tenido clase por un paro de profesores, los estudiantes habían aprovechado para reunirse en grupos y charlar de temas intrascendentes…las amigas de Zoraida habían preferido temas más picantes que habían desembocado en el tema del sexo, se habló de todas las parafilias más conocidas, algunas de sus compañeras parecían muy versadas en temas que ella no tenía ni idea, le tocaba aparentar delante de sus amigas pues le daría pena confesar que a sus 18 años era virgen, sin embargo algunos temas le habían impactado y la tenían pensativa y muy excitada… lluvia dorada, voyerismo, sexo anal, cunnilingus… esas palabras pasaban por su mente pero ella no podía asociarlos a situaciones reales y tangibles, sus padres se habían separado y su abuela que la había criado sólo sabía lo básico del sexo, su abuelo casi no le hablaba pero a toda hora la miraba muy socarronamente y a veces sentía una morbosidad en esa mirada incisiva que prácticamente la desvestía.
Ensimismada en esos pensamientos llegó al apartamento donde vivía y que según sus cuentas debía estar solo pues su abuela tenía que cumplir una cita médica, lo que ignoraba Zoraida era que su abuelo Mario no había querido acompañar a la abuela a la cita médica…la razón era muy simple y muy justificadora…el viejo zorro había descubierto que una vecina acostumbraba broncearse en la azotea del edificio vecino en prendas muy íntimas, solo usaba un delgado hilo dental que se metía en un par de nalgas carnosas y grandes y omitía el brasier pues le gustaba broncearse sus portentosas tetas para después lucirlas con sus blusas muy escotadas, la escultural hembra antes de acostarse en una toalla sobre el piso se aplicaba un bronceador que embadurnaba en sus senos y en sus piernas masajeándose de una manera sensual y provocadora… don Mario le había hecho inteligencia y ya sabía el horario y los días de la semana de ese espectáculo tan libidinoso … el día elegido por la mujer para su bronceado don Mario llevaba una silla y un par de binóculos para no perderse cualquier movimiento que le diera la satisfacción de ver el culo y ese hermoso coño de su vecina, en esas estaba don Mario cuando Zoraida llegó al apartamento, estaba en una pijama de calzón corto y masturbándose con la mano derecha mientras con la mano izquierda sostenía un par de binóculos…cuando Zoraida vio al abuelo estaba emocionado dándose un pajazo, su pene se veía nítidamente era largo y cabezón, al principio a Zoraida le causo hilaridad pero luego le dio afán de que su abuelo fuera pillado en una situación comprometedora y salió donde estaba el viejo preguntándole qué estaba haciendo…el viejo en lugar de asustarse la volteó a mirar con una sonrisa libidinosa y con unos ojos salpicados de lascivia, admiró a su nieta lo bonita que era, debajo de esa minifalda de jean estaba un trasero pequeño pero bien paradito, y bajo su blusa un par de senos como para chupar y degustar, sus pezones estaban erectos y se notaban nítidamente bajo la blusa…don Mario excitado como estaba cambió su objetivo y en lugar de seguir contemplando su vecina se acercó a su nieta con la verga en la mano y su pantaloneta a medio caer, cuando Zoraida vio las intenciones del abuelo trató de salir corriendo pero era tarde porque don Mario se había ubicado estratégicamente y la tenía acorralada.
Zoraida asustada sabía que el viejo la deseaba y ahora tenía todo a su favor, estaba sola y arrinconada, don Mario la inmovilizó rápidamente y empezó a tratar de besarla en la boca pero la chica se resistía, entonces le dio la media vuelta y la apretó contra su cuerpo, alzó la pequeña minifalda y le empezó a refregar su verga parada en las nalgas de la chica mientras con su mano trataba de bajar la pequeña tanga, Zoraida se defendía pero el abuelo se agachó y empezó a morderle sus piernas mientras buscaba desesperado el coño de la joven, empezó a lamerla con su lengua pero no podía llegar a su objetivo…bruscamente le pegó un tirón al diminuto panti y pudo llegar a la vagina de la chica…su inquieta lengua al fin pudo llegar a la parte baja de la vagina, la chica en su forcejeo en lugar de bloquear le entrada permitió un acceso mejor que le permitió al viejo meter más su lengua, allí en esa gruta de placer encontró un pozo de efluvios que lo pusieron más arrecho, su nieta estaba más mojada de lo que él creía, era un néctar para su boca que hacía tiempo no podía probar , menos el de una chica virgen como era Zoraida, el viejo subió más su lengua hasta que encontró el clítoris de la joven, ahí fue el punto de quiebre para la nieta pues la deliciosa caricia empezó a excitar demasiado a Zoraida que empezó a bajar la guardia, el viejo sabía manejar esa lengua a la perfección y los lametazos prolongados en ese “gallito” empezaron a enloquecer a Zoraida, ella empezó a tocarse sus senos y a pellizcar sus pezones para calmar esa excitación, el viejo seguía su demoledora caricia y la chica en vez de apartar el abuelo lo cogió de la cabeza y lo apretó contra su vulva, quería meter a su abuelo de cabeza e ese coño anegado…no aguantando más la excitación se dejó deslizar por la pared hasta quedar sentada en el suelo, el viejo aprovechó para enfilar su verga en la boca de Zoraida que no ofreció ningún reparo en recibir la herramienta de su abuelo, con ese glande en su boca Zoraida empezó a manejar la cabezota rosada y brillante de esa verga erecta…el viejo con esa felación tan esperada empezó a gemir y gritar pidiéndole a su nieta que se lo mamara más y más…
mientras Zoraida a dos manos sostenía el pene del abuelo empezó a sentir un fuego uterino que la quemaba por dentro, sacó el pene de la boca y acostando al abuelo se montó a horcajadas sobre esa herramienta parada y Zoraida empezó a meterse el falo de manera lenta mientras adecuaba su vagina al diámetro de la verga, lentamente el pene fue deslizando por esa estrecha gruta hasta que llegó al fondo, Zoraida sintió un estremecimiento cuando el glande tocó la parte más profunda de su vagina…Zoraida empezó a mover su cadera en forma lenta para gozar con más vehemencia del cilindro de carne que tenía clavado…sintió que su cuerpo temblaba y un estremecimiento le recorrió el cuerpo, sus ojos se le cerraron y sintió una sensación indescriptible, el viejo sin saberlo le había hecho tener su primer orgasmo…Zoraida se bajó y se tendió a un lado del viejo que rápido se incorporó y abriéndola de piernas se le montó y con su verga erecta nuevamente la penetró , ahora fue el viejo que empezó a meter y sacar su miembro en una serie de embates para encontrar el mayor goce de esa cuquita virgen…la estrechas paredes vaginales de Zoraida le aprisionaban el cuerpo de su pene en una forma tan agradable que sentía como si le apretaran la verga con la mano…el viejo aceleró sus movimientos y Zoraida empezó a excitarse mucho más cuando sentía el roce de esa verga entrando y saliendo rozando su gallito …era la locura …de nuevo sintió que perdía la noción del tiempo, se sintió levitar y un arco de luces multicolores pasó por su cabeza…era su segundo orgasmo…al mismo tiempo sintió que algo caliente inundaba su vagina, don Ramón acababa de eyacular y una porción de semen blanco se alojó en su vagina dándole una baño de esperma tibia…los dos quedaron acostados y exhaustos…
Zoraida pensó para sus adentros que esa mañana había conocido de primera mano algo que no estaba en sus cuentas, ahora comprendía a sus compañeras cuando hablaban con tanta satisfacción de sus devaneos sexuales… quería saber más y empezó a chuparle la flácida verga al viejo para restaurar esa erección que necesitaba…ahora deseaba probar el sexo anal…mientras chupaba la verga de don Ramón empezó a masturbarse frenéticamente…su vagina empezó a lubricar y esos efluvios los canalizó hacia su culito virgen…con su dedo lubricado empezó a darse dedo por el culo para ir acondicionando el estrecho orificio a recibir el falo del abuelo…el viejo acostado no sabía lo que hacía la nieta…cuando Zoraida pudo acomodar no uno sino dos dedos en su ojete creyó que era suficiente para iniciar su deseada penetración anal…de soslayo miro la erección del abuelo , estaba perfecta en cuanto a rigidez para poder penetrar por la diminuta puerta, el abuelo acostado vio como su nieta nuevamente se subía encima de él, esta vez dándole la espalda no entendía que quería hacer su nieta…
Zoraida se incorporó un poco y puso todo su culo encima de la boca del abuelo que vio como ese diminuto culo ahora se había expandido y presentaba un diámetro suficiente para mostrar las paredes de ese recto , el viejo empezó a besar ese rico agujero y se sintió en la gloria , nunca en su vida había tenido la oportunidad de besar un culito tan exquisito, Zoraida al sentir la lengua del viejo metiéndose en su esfínter sintió una sensación extraña, quería algo más solido que la penetrara, deseaba tener una verga erecta en su culo, alzó su cadera y buscando la verga del viejo la acomodó en la puerta de su culito y empezó a sentarse muy despacio para que la herramienta del viejo penetrara, al principio sintió un poco de escozor pero luego el cilindro macizo de carne fue deslizándose por su recto proporcionándole emociones inenarrables…entre más adentro estaba esa verga más placer sentía, cuando los testículos de don Ramón encontraron su tope natural en las nalgas de su trasero, Zoraida estuvo segura que estaba clavada hasta el fondo y ahí en ese momento empezó a subir y bajar para que la verga le acariciara todo su recto… desesperada por la excitación que sentía bajó su mano y empezó a masturbarse frenéticamente, de ahí en adelante el subibaja de su cuerpo aumentó y ella sintió como su vagina empezaba a contraerse y expandirse mientras la verga del viejo la penetraba, el tercer orgasmo llegó y ella se sintió casi morir , era un placer sin límites, era escalar hasta la cima más alta de la lujuria , arqueaba su cuerpo y se estremecía dando gritos de placer y dolor…el viejo también sintió que se iba a derramar y como pudo incrementó su penetración hasta que su eyaculación le prodigó al recto de Zoraida una tibia lechada de semen…fue el epílogo de ese ardiente encuentro entre al abuelo voyerista y su nieta …Zoraida estaba hecha una maestra del sexo, ahora sus amigas no la podían descrestar…se había graduado con todos los honores en las artes amatorias…y todo gracias al lujurioso abuelo que se las sabía todas y sin querer le había hecho conocer los secretos del sexo sin límites…
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