El Burdel familiar
Cecilia fue mamá de una hermosa niña, otra más para el negocio familiar….
Cecilia preñada a sus 12 años, era un bendición, y los únicos que la follamos sin preservativo fuimos su hermano y yo, su padre. Eso no importa, lo importante es que fuera niña para poder seguir con la tradición familiar.
Cecilia siguió trabajando asta los 6 meses de embarazo, eso nos trajo muchas ganancias por el echo de que los clientes les gustaba más embarazada y la pedían para toda la noche.
Yo la seguí follando asta los 8 meses, era demaciado satisfactorio tanto para ella como para mí, mi hijo ya no la quiso follar porque le daban asco las mujeres embarazadas.
Y así fue, Cecilia parió a una sana y hermosa niña, todo indicaba que sería pelirroja al igual que la bisabuela paterna, Cecilia al pasar los 40 días de la dieta, regreso de puta al burdel y mi mujer se hizo cargo de la bebé.
Pasaron 8 años, Cecilia ya tenía 20 y atendía a más de 10 clientes por noche, era una de las putas más solicitadas, la niña llevaba el nombre de Dania y ya tenía 8 años, la edad exacta para empezar con su preparación, Cecilia sabía perfectamente el destino de su hija y estaba completamente de acuerdo, yo siempre seguí follando a Cecilia en presencia de la niña, al igual que hicimos con ella para que se acostumbrara y fuera algo normal el sexo familiar.
Yo ya tenía 53 años y mi desempeño sexual ya no era el mejor, pero mi hijo tenía 23 y estaba como un semental, su madre lo tenía muy satisfecho dándole el ano dos o tres días por semana y todas las noches se follaba a una chica o dos del burdel, el abuelo ya tenía casi 80 y solo se le paraba para que se la chupara Cecilia o alguna puta del burdel.
Dania estaba hermosa, su cabellera peliroja y sus pecas en la cara la hacían una tentación, Cecilia quería que la iniciaramos asta los 10 años, pero yo insistía que ya estaba lista, ya había examinado su vagina y era muy grande y carnosa, claramente se veía que podía aguantar un buen trozo de verga.
Una tarde, puse a Cecilia a chuparmela la verga delante de la niña, la niña miraba detenidamente, para, le dije a Cecilia, que me la chupe tu hija, ya debe probar, Cecilia se paró y trajo a la niña, vamos cariño vas a hacer lo que te diga mamá, tomo mi verga de la base y le dijo a la niña, dale un besito. Ese besito fue el paraíso, su carita tan hermosa se movía de arriba abajo ayudada por su mamá y me verga en su boquita, me sentía el hombre más afortunado, a mi hija la inicie a los 10 años, pero mi nieta tenía 8 años y ya la tenía mamando mi verga.
Así pasaron los días y el burdel en todo su esplendor, esa noche Cecilia fue invitada a una orgía a la casa del presidente municipal de la ciudad en la que nos encontrábamos en esa ocasión, la mujer del presidente disfrutaba ver a sus dos hijos y a su marido follar con prostitutas, para luego unirse ella a la orgía, después del servicio, Cecilia llegó muy cansada, yo tenía ganas de follar con ella y ella se negó.
Ve con las otras putas me dijo, a lo que yo le contesté, tú eres la mejor puta. Ella sonrió y me dijo, estoy segura que mi hija me va superar, así como yo supere a mi madre.
Muy seria me dijo, sabes papá yo creo que ya es tiempo que inicies a mi pequeña o le dejamos el honor a mi hermano, me dió mucho gusto, como creés ese honor solo es mío, o no recuerdas cómo fue la primera vez que te hice mujer.
Pues adelante papá, mi niña está dormida. La voy a despertar para prepararla para ti, yo no podía con la emoción, está bien hija, solo voy al burdel a dar unas instrucciones, esa noche tenía que ser inolvidable, ya que a mis 53, era la última vez que estrenaria una vagina tiernita, obviamente tendría que disfrutar al máximo, así que tome una pastilla Viagra para poder durar más y de una vez romper esa vagina que se me estaba regalando.
Después de unos minutos, ya estaba como un tronco mi erección, al entrar a la habitación en dónde esperaba mi hija y mi nieta, mi nieta estaba como una princesa de cuento de hadas, su pelo recogido con una peineta y completamente desnuda, yo me desnude y me pare en la orilla de la cama, vamos cariño, dile a tu hija que le de placer al abuelo, sus pequeños labios rodearon la punta de mi pene, con suaves movimientos la metía y la sacaba, mi hija recostada en la cama mirando como follaba la boca de su bebé, la recosté en la cama y abrí sus piernitas, hay estaba ese capullito carnudo, pase mi lengua desde su ano asta su vagina y me atasque a mamar esa vagina tan deliciosa, la ensalibaba bastante, chupaba, mordía suavemente, ya estaba lista para recibir su primera verga, volteo y miro a mi hija, ya te puedes salir, voy a follar a tu hija y no puedes ver su sufrimiento, mi hija se levantó de la cama y me dijo, se lindo papá, así como fuiste conmigo. Se paró en la puerta y me dijo, que disfrutes papá, asla una gran puta…
Continuará…
Ricooo