El Burdel Familiar capitulo 4
El sr. y la sra. Romero solicitan nuestra ayuda para iniciar a su pequeña Ana María….
Una de las fantasías más pedidas por las mujeres es ser cogida como a una prostituta, esa era la fantasía de la señora Romero, acompañada por su marido ella era cogida por varios clientes del burdel hasta dejarla exausta y muy satisfecha, pero en esta ocasión su visita no era para cumplir sus fantasías, sino para llevar a cabo la tan esperada tradición familiar, iniciar a su pequeña Ana María en el sexo familiar y obviamente entregarla a su padre y posteriormente a otras familiares.
Cómo lo he descrito en relatos anteriores la edad perfecta para iniciar a las niñas es entre 8 y 10 años, ya que así los padres las pueden disfrutar antes de que les llegue la mestruación y así no hay riesgo de embarazo.
La petición de la señora Romero, era que su niña vistiera de prostituta el día de su iniciación, ya que a su marido le gustaban las prostitutas, ya habían intentado iniciarla en su hogar, pero el señor Romero no había podido consumar el acto, ya que sentía un poco de lastima y temor de lastimar a la pequeña.
Así que en el ambiente del burdel ella dudaba que se negara y por fin se podría consumar el acto sexual, el día elegido para la cita, fue el sábado por la noche, puntuales llegó la familia Romero, la pequeña Ana María, un poco desconcertada al llegar al lugar, no entendía y menos se imaginaba a lo que la llevaban.
Mi hija y mi esposa recibieron a la familia y llevaron a la niña a prepararla, a la pareja la pasamos al bar para ofrecerles una bebidas para entrar en calor, ordene traer a mi nieta para que atendiera al señor Romero, la señora exclamó, excelente atención, mi nieta devoraba la verga del señor Romero, en lo que el bebía su copa de coñac, la señora Romero elogiaba a mi nieta por su manera de usar la boca, así deseo que mi pequeña aprenda a dar placer.
Minutos más tarde, llegó mi hija para invitarnos a pasar al reservado, ahí estaba la pequeña Ana María, vestida con un babydoll rojo transparente y maquillada como una prostituta profesional, reconozco que al verla a mí me provocó una terrible erección y sentí un poco de envidia, el señor Romero, solo dijo unas palabras, ahora sí vas a ser mi puta consentida, se acercó a la orilla de la cama en dónde esperaba la inocente niña, la tomo entre los brazos y la beso apasionadamente en la boca, la señora Romero observaba sentada en un sofá de descanso, disfrutando de su coñac, vamos esposo, ya es hora.
La recostó en la cama y quitó la tanga que apenas y tapaba su capullo rosita, en ese momento yo decidí retirarme de la habitación, a lo que la señora me pidió que me quedara para que aconsejará a sus esposo, por mi extensa experiencia en iniciación de pequeñas.
El sr. Romero se inco en el piso y abrió las piernas de su pequeña, sin esperar nada, lamió y lamió la vagina de la niña, chupaba y mordía los bordes de la entrada, es una delicia exclamó, Pero es muy estrecha, no creo que me pueda aguantar, si podrá, opine yo, con un buen lubricante y paciencia podrá penetrar.
La señora Romero se levantó del sofá y se sentó en la cama acomodando a su pequeña entre sus piernas, tomo el lubricante y lo desparramó en la vagina de Ana María, con suaves movimientos lo aplicaba, metía sus dedos para lograr que lubricarla lo más adentro posible, la pequeña preguntaba que estaban haciendo, tu papá te va hacer mujer y tú te tienes que dejar, así como tu abuelo lo hizo conmigo y todas tus tías.
Vamos esposo, entra en ella, el hombre ansioso, puso su verga en la entrada y tallaba con su glande los labios inferiores que apenas y se abrían ante tremendo trozo de carne, la madre la tomo de los brazos y le ordenó al marido, yaaa penetrala como las putas que tanto te gustan, logro introducir la cabeza de su miembro, la niña se movía como tratando de evitar lo que ya no tenía remedio.
Un grito que se escuchó por todo el burdel dió inicio a la violación de aquel padre a su propia hija, la pequeña sollozaba ante las embestidas que le daba el miembro de su padre a su pequeña vagina que sangraba cada vez más, en cada embestida su pene entraba más y más, asta llegar al tope y eso provocó un desmayo en la pequeña que ya no pudo soportar más tan terrible violación.
Sudor y sangre era el aroma que invadía la habitación, el padre ya estaba a punto de correrse y con un suspiro descargo el primer semen de muchos que depositaria dentro de su niña, un largo orgasmo termino con aquella bestial cogida, un dulce beso en la boca de su pequeña que aún seguía en el desmayo, y otro beso a la madre agradeciendo tan anhelada fantasía.
Salimos de la habítacion dejando a la niña como a cualquier prostituta que se le pago por dar placer, ya que mi hija y mi esposa se encargarían de bañarla y darle algunos sedantes para que durmiera y descansará de lo que le habían echo sus padres.
Los señores Romero, muy agradecidos me propusieron que querían dejar unos días a la niña en el burdel, querían que fuera una experta en el arte del placer, ya que en las próximas navidades vendría su abuelo paterno y se la querían ofrecer como su mujer durante su estancia, y que mejor que quede en las manos del mejor maestro que es usted, yo estaba muy halagado y obviamente acepte, solo que a mí edad yo ya no podría darle mucha verga, así que les propuse si mi hijo podría darme apoyo en la tarea encomendada, a lo que ellos no tuvieron problema, de echo comentó la señora Romero, queremos que también de servicio en le Burdel, obviamente a sus clientes más exclusivos y con total discreción.
El trato ya estaba echo, los señores Romero se retiraron muy satisfechos de nuestro servicio, esa noche la pequeña Ana María durmió como un bebé, al otro día empezamos con el entrenamiento y gustosa me chupo la verga por la mañana, y por la tarde a mi hijo, fue como a la semana que la cogí por varios días para luego dársela a mi hijo por otro días más.
Ya casi el mes en el burdel, la pequeña Ana María dió su primer servicio en le burdel, varios hombres al verla no dudaron en pedirla, pero solo tres fueron los afortunados, así comprobando que la niña había nacido para ser una excelente prostituta y que en su familia estarían muy orgullosos de ella.
Aquí les entrego otro relato más del Burdel Familiar, espero sea de su agrado, y recuerden que no deseo ofender a nadie, si no te gusta el tema que trato, no lo leas…
Gracias…..
Delicioso