El Cartero. Capítulo 2

Continua este hombre comprometido en su trabajo.
Nota del autor: hola a todos, entrego esta segunda parte, no quiero que crean que descuido las otras historias, solo que me gusta alternar. Pues bien aquí les entrego la segundo parte, esperando que disfruten leerla, tanto como yo escribirla. saludos, besos y abrazos.

adalberto1979

Capítulo 2

Ahí estaba yo, con mi mano en mi verga, mirando la pantalla y a mi hija, la pequeña minifalda apenas cubría sus nalgas y su coño, cuando se inclinó un poco hacia mí para darme un beso en los labios, pude apreciar sus hermosos senos.

• Papá, déjame ayudarte, podemos ver esto juntos; bueno, tu miras y yo te ayudo con esto—dijo señalando mi verga— para que tú te concentres.

Con esto, la adolescente metió la mano entre mis piernas, agarró mi verga hinchada con una mano y la frotó de arriba abajo, se acomodó hincada a mi lado y me besó mientras me masturbaba, no me dejaba ver la pantalla, se lo hice saber.

• Bebé, mi amor, no puedo ver la pantalla y necesito mirar—dije mientras ella me besaba con mucha pasión, podía sentir su lengua hurgando mi boca, sus labios eran suaves, muy deliciosos, a mí me encantaba besarla, pero era tiempo de análisis.
• Si papi, perdón—dijo dándome una última lamida sensual—me voy agachar a mamarte la verga, ¿así estaría mejor tu análisis?
• Si bebé, mámame la verga, necesito tu boca.

Se agachó sensualmente sobre mi pecho y abdomen besándolos y pasando su lengua hasta llegar a mi verga, la metió a su boca y me mamó con maestría, desde muy pequeña su madre le enseñó cómo hacerlo, a sus 13 años era mejor mamadora de vergas que muchas prostitutas veteranas.

En la pantalla la niña seguía gritando de dolor, el papá la seguía azotando, vi cómo le escupió una enorme cantidad de saliva en una nalga, para después golpear ahí y con esto lograr más dolor en la pequeña, que gritó muy fuerte, el tipo se relamió los labios por el pervertido placer que sentía maltratando a su hija, que gritaba horrores de dolor y no contento con lo que le hacía a su pequeña cambió el cinto por la tabla tipo raqueta de pin pon y con esta le dio.

Karimi escuchaba lo que pasaba en la pantalla, pero no podía mirar, sentía como movía su cabeza, trataba de ver la pantalla sin éxito, pues yo la sostenía con ambas manos empujándola lo más fuerte que podía para meterle mi verga hasta su garganta.

Karimí quería mirar, ayudarme con mi verga, pero no estorbarme, así que con mucho cuidado de no estorbar a mi vista, se levantó y se acomodó empinada frente a mí, tomó mi varga y la frotó contra su propio sexo, hasta que ambos estuvimos resbaladizos con mi líquido pre seminal y sus jugos. Luego se sentó tomando mi polla dentro de ella, con una larga penetración que provocó un gran suspiro de satisfacción de ambos.

• Vaya papá, estas bien duro, ¿es por la película verdad?
• Si mi amor, me dijeron que prometía mucho.
• Bueno, entonces me quedo aquí para ayudarte con tu verga, te dije que te ayudaría–dijo mí niña, mientras se retorció un poco para asentar mi polla más cómodamente dentro de ella.

Apoyó ambas manos en la mesa de centro para agacharse lo más posible y no estorbarme, yo tenía mis piernas totalmente abiertas con mi hija entre ellas, que estaba empinada de tal forma que yo podía ver su desfigurado culo, me la había cogido tantas veces por ahí y se lo hice tan fuerte, haciéndola gritar mucho,  que ya había perdido su forma original.

• Ahora puedes disfrutar analizar la película sin tener que preocuparte, yo me muevo… aaahhh… para ti… aaahhh… aaahhh—mi hija subía y bajaba rebotando sobre mi verga

Por un momento casi cerré mis ojos, por la satisfacción de tener mi verga siendo masajeada por la vagina de mi niña, era un buen comienzo y esto apenas empezaba.

Me sentí tan bien metiéndole la verga a mi hija, que apenas podía pensar en otra cosa. Karimi tiene la raja más dulce y apretada en la que he estado; bueno, he estado en muchas muy apretadas, pero la de Karimi es especial y el hecho de que a ella no parecía importarle ayudarme con mi trabajo viendo a las niñas follar, para analizar mis videos, la hacía más especial aún.

*****

En el fondo ella sabe que necesito de ella, desde pequeña sabía que si no me la cogía a ella, no estaría satisfecho de niña y podría ir por ahí buscando alguna niña para follar y con eso me arriesgaba a acabar en prisión, fue tan estimulante el pensar que mi propia hija me dejara usarla y abusar de ella, como ahora, para poder proteger a los demás, me enorgullecí tanto de ella que casi estallo en su rajita adolescente.

*****

En la pantalla el papá dejó de azotar a la niña, la mamá estaba esperando a que acabara solo miraba la sádica escena, no se interpuso en ningún momento. Al terminar la tortura, la cámara fue a enfocar al a pequeña, que tenía toda la espalda, nalgas y piernas marcadas por el cinto y tabla, había parte moradas, unas rojas y otras brillaban por gotas de sangre al abrírsele la piel. La mamá la desató y la puso boca arriba.

• “mi amor, tú solo recuéstate en la cama y abre tus piernas como ya sabes hacerlo—dijo la mujer, mientras retiraba las sábanas de la cama para permitir que la pequeña se acostara en la cama–Tu padre va a meter su pene dentro de ti y te enseñara a tener un bebé. ¿Quieres aprender cómo?
• «Sí mamá—dijo la niña, mientras se limpiaba las lágrimas de los ojos y se recostaba obedientemente con las piernas levantadas y abiertas. El coño desnudo de la niña estaba abierto invitando a su padre.”

Mi hija rebotaba sobre mi verga subiendo y bajando sus caderas, haciéndome sentir el padre más feliz del mundo.

• ¿De verdad la va a embarazar?—preguntó mi pequeña mientras daba un fuerte empujón hacia abajo gimiendo de placer—aaahhh.
• Si mi amor, eso quiere él, embarazarla.
• Aaahhh, ¿lo logra?—dijo mi hija excitada por la idea—¿logra embarazar a la putita?
• Tendrás que verla para averiguarlo.
• Si papi, que rico siento, ¿sabes algo?… aaahhh… aaahhh.
• ¿qué mi amor?
• Me imagino tu a mi embarazándome con tu verga, llenándome de tu leche, aaahhh… aaahhh… aaahhh—se movió con más intensidad sobre mí.

Para mi hija karimí ese era un concepto nuevo, no había visto como embarazaban a una niña tan pequeña, menos por su propio padre, sentí como su raja se mojó más imaginando eso.

• ¿Quieres eso bebé?—dije sosteniéndola de la nalgas para guiar su movimiento–¿quieres que haga un bebé dentro de ti?
• Si quisiera… ¿me lo harías?—el juego de preguntas había empezado.
• Aaahhh—gemí de placer—si bebé, pero tendríamos que pedirle permiso a tu mamá.
• Yo la convenzo de que me embaraces como a la niña de la película, aaahhh… por lo pronto, tú sigue metiéndome la verga y llenándome de leche la raja.
• ¿Y hacerte todo lo que le hacen a ella? aaahhh
• Si papi, aaahhh, eso me excita mucho, que me cojas para hacerme un bebé, que me ates, que me azotes, aaahhh… que me llenes de esperma mi útero y tu semen fertilice mi óvulo, que después me cojas muy fuerte mientras tus manos se apoyan en mi vientre redondo y abultado por tu bebé, tu hijo que hiciste en mí, en tu propia hija, como la mas vil de la putas… aaahhh… aaahhh… aaahhh… más fuerte papi, más fuerte, necesito más fuerte… aaahhh… aaahhh

Gimió fuerte, pues ahora la tomé con ambas manos y la moví como loco.

• Aaahhh… aaahhh… aaahhh

Jadeé, cuando en la pantalla, un brillo rosado dentro de la raja de la niña se hizo visible por un instante, antes de ser cubierto por la sombra de su padre subiéndose a la cama.

El papá se fue acomodando y sosteniendo su verga con su mano al acomodó dentro de la niña, que respiraba agitada sabiendo que le dolería la ruptura de su nuevo himen.

• ¡Ay!—gritó la niña arañando la espalda de su padre.
• “Bebé, que orgullosa estoy de ti, papá acaba de romperte por segunda vez en tu vida, ¿no estás orgullosa tú de ello?”
• “si mami, Puff, Puff”—la niña hacía un esfuerzo sobre humano para aguantar la penetración paterna que recibía rompiéndola por segunda vez en su vida.
• «Mira Lisa, la verga de papá esta ya casi toda dentro de ti»—dijo la madre. La niña asintió, sus ojos clavados en el gran cilindro lentamente entrando y saliendo de ella.
• «Bueno, papá la va a poner dentro de ti muy fuerte y arrojará su esperma dentro, para que puedas quedar embarazada «– explicó la depravada mujer.

Los ojos de la niña se agrandaron ante esta información, pero ella no negó con la cabeza ni dijo «no». Animada por la aquiescencia de su hija, la mujer continuó con sus instrucciones.

• «Así que dile a papá que lo haga«—dijo, la niña volteo a ver a su papá que se movía muy intenso sobre ella—“insístalo a que lo haga, sabes que eso le excita y pídele que te lo haga fuerte, eso lo excita más, anda hazlo, pídeselo”
• «Hazlo, papá»--dijo la niña, obediente, pero poniendo cara de dolor–«chorrea tus cosas dentro de mí, chorrearte todo, así sabré cómo hacer un bebé como Mami, hazlo por favor, hazlo cuantas veces necesites hasta que lograr hacerme un bebé, hazlo fuerte, muy fuerte, no importa si grito de dolor, hazlo tan fuerte como necesites para dejarme mucha leche dentro… aaahhh… aaahhh… aaahhh»

La niña gritaba que la embarazara, el papá se movía como loco, la pequeña se seguía el movimiento con sus caderitas.

• Le duele a la niña ¿verdad?
• Mucho mi amor, es pequeña y el papá le da como si fuera adulta—sentí como Karimi se mojó más–¿eso te excita?
• Si papi, quiero que la parta, que la desgarre con su verga hasta dejarla… aaahhh… aaahhh… embarazada… aaahhh… aaahhh.

Karimi miraba la pantalla, sabía inglés por lo que entendía lo que decían, rebotaba sobre mí, estaba excitada con lo que veía en la pantalla, era una película diferente, pues era relativamente consensuada, ella disfrutaba ver esas escenas fuertes, cargadas de violencia.

• Papi, papi… aaahhh—gemía Karimi subiendo y bajando con mucha intensidad—dame tu leche, la quiero sentirla, quiero imaginar que me embarazas, pícame el culo papá, pícamelo, aaahhh—gritó desesperada, a ella le encantaba que la sodomizara, la tenía tan acostumbrada que ya el estímulo anal era parte de sus orgasmos.
• Si mi amor, te meto dos dedos—le dije introduciéndolos en su culo, previa ensalivada.
• Méteme tres, anda papi, hazlo, aaahhh… aaahhh… quiero que me abras, quiero que me duela… aaahhh… aaahhh—gimió sintiendo el tercer intruso en su dedo.

Le saqué los dedos y la jalé hacia arriba, pegándola a mí, le giré la cara y la besé metiéndole lengua, quería besarla, necesitaba besarla, mi verga explotó dentro de ella.

• Me vengo mi amor, me vengo—le dije yo ya no aguantando y dejándole mucha leche dentro de su raja.
• Si, papi, lo siento dentro, siento tus chorros, aaahhh… embarázame, aaahhh… aaahhh… aaahhh, dime que me estas embarazando, dímelo, necesito oírlo.
• Si bebé, te estoy embarazando, vas a tener un hijo mío—le dije mientras una mano machacaba su pezón y la otra su clítoris hinchado de excitación.
• Aaahhh… aaahhh… aaahhh.

La cámara se acercó, mientras su padre comenzaba a aumentar sus estocadas como si eso fuera posible.

• Papá, siento muy rico—dijo Karimi, mientras sentía mi polla aun dura dentro de ella–¿No es sexy?—ella dijo—Me pregunto si de verdad lo va a hacer y dejarla embarazada.

Mi polla saltó de nuevo en el exprimido joven coño de mi niña. Apenas podía aguantar, pero quería sentir mi esperma chorreando en el útero de mi hija, al mismo tiempo que el hombre en la pantalla se lo hizo a su pequeña, apreté los dientes y logré no salpicar de nuevo de jugo de bebé por todo el interior de mi hija.

• Oh Dios, eso espero—respondí al lascivo moviendo de mi hija con sus caderas para penetrarla más.
• Papi ¿quieres otra vez?—dijo sintiendo mi dureza dentro de ella.
• Si bebé. Quiero joderte otra vez.
• ¿hasta que me embaraces como a la chica de la pantalla?
• Si mi amor, hasta que te haga un hermoso bebé dentro de ti.
• ¿Y me lo vas hacer fuerte?—no dejaba de menearse mientras me hablaba.
• Hasta que grites de dolor.
• Aaahhh… aaahhh… papi, te amo
• Y yo a ti mi amor—le dije lamiendo su cuello mientras mis manos seguían machacando su pezón y clítoris al mismo tiempo—pero antes quiero tu culo.

La levante sacándosela y la guie a su culo, ella colaboró apoyándose con sus piernas en el piso y sus manos en mis muslos, la penetración fue rápida, su culo estaba dilatado ya de tanto uso.

• Papi, la siento toda dentro, aaahhh… aaahhh… como me encanta tu verga en el culo… aaahhh.
• Si bebé, te la metí toda de un solo empujón.
• Dame papi, dámela, aaahhh—moviéndose con mi verga en su culo—dámela fuerte y todo lo que quieras, pero no eyacules ahí, no avientes tu leche en mi culo, me tienes que dejar la leche en la vagina ¿sí?
• Si mi amor, solo será un ratito, deseo tu culo.
• Tómalo, es tuyo aaahhh

Los dos volteamos al a pantalla donde la niña gritó.

• «¡Duele!«–dijo la niña en la pantalla, estaba toda sudada y con cara de dolor, el papá ya le daba muy fuerte, ni en la otra escena le había dado tan despiadadamente.
• «Se supone que duele, se supone que te debe de doler, pues tu papi te lo hace muy fuerte y te acaba de desvirgar por segunda ocasión con su verga que es grande, pero debes aguantar para que papi deje su semilla dentro de ti»–dijo su madre como lo más natural.

Esto no pareció tranquilizar a su hija, por lo que la mujer continuó,

• «tienes que dejar que papá te rompa toda, si quieres que te deje embarazada».
• «¿TIENE que hacerlo así, mamá?»–dijo la niña respirando agitada, toda sudada y con cara de angustia; en su carita había desesperación.
• «si mi amor«–dijo su madre– «si quieres ser una niña grande como yo, tendrás que dejar que papi te rompa la cereza, para que puedas tener un bebé también”.
• «Está bien, mamá. Si tú lo dices«—dijo la niña con valentía.
• «Dile a tu padre, díselo tu misma«—respondió ella–«Él no quiere lastimarte, si no estás de acuerdo”—dijo como si fuera un argumento válido después de haberla azotado y golpeado con una tabla
• «Hazlo papá«–dijo la pequeña de 10 años–«rompe mi vagina, destrózala si así lo quieres, pero dame un bebe. ¿Por favor Papá?”–La niña miró a su padre con lágrimas en los ojos por el dolor que sentía–«¿Por favor papi?–repitió.

La cámara cambió de ángulo hacia la coyuntura del incestuoso acoplamiento, donde la verga del papá entraba y salía, cuando se acercó se apreció algo de sangre de la nueva desfloración.

• Papá, eso te gusta ¿verdad?–Dijo Karimi apretando mi polla hinchada mientras se deslizaba hacia arriba y hacia abajo—El pensar que él la va embarazar, a su propia hija ¿verdad?
• Si mi amor, me excita mucho, más imaginar que yo te embarazo a ti.
• Hazlo papi, hazlo de verdad, ya no solo lo digas, házmelo, aaahhh—los dos estábamos muy excitados con el nuevo tema que nos motivaba a experimentar—embarázame, aaahhh.

Sentí que quería explotar de nuevo, así que en un movimiento rápido se la saqué del culo y se la metí en la raja, Karimí brincó de una forma tan intensa que no pude más y descargué más leche en ella.

• Te amo papá, te amo de verdad y quiero darte un hijo, aaahhh, siento tus chorros otra vez; si, que rico siento, no descansaré hasta darte un bebé, aaahhh… aaahhh… aaahhh.

No podía hablar más que el hombre de la pantalla. La sugerencia obscena de mi hija me hizo apretar los dientes mientras eyaculaba en ella por segunda vez, observando la emocionante escena que se desarrollaba en la televisión frente a mí.

A estas alturas, el hombre estaba deslizando su enorme polla dentro y fuera del agujero de su pequeña niña. Solo pudo obtener un poco más de la mitad de su miembro dentro de la niña, pero era obvio que él estaba disfrutando cada centímetro que cabía dentro de ella. Tal como era disfrutando del cálido coñito de MI hija.

• Papi—dijo Karimí—siento que si me estas embarazando. Siento tu verga muy dura dentro de mí. Apuesto a que te gustaría tener un bebé en mí, al igual que él—dijo mirando la pantalla, viendo como el padre se movía dentro y fuera de su pequeña hija.

Agarré a mi hija por las caderas y la mantuve quieta mientras me estremecí con solo pensarlo. Si le hubiera permitido moverse, yo hubiera eyaculado nuevamente en ese momento, y quería seguir sintiendo a Karimí, a su pequeño y apretado coño ordeñando mi verga al menos hasta que esta escena se terminara.

Voltee a ver la pantalla y la pareja incestuosa había cambiado de posición, y el hombre estaba detrás de la niña conduciendo su polla dentro de ella para que pudieras ver el abultamiento de la barriga de la niña, cada vez que la polla de su padre se deslizaba dentro de ella.

A estas alturas, ella fue capaz de tomar todo menos las últimas dos pulgadas de la verga paterna. Me pregunté cuánto tiempo pasaría antes de que la pequeña niña pudiera tomar toda la polla gruesa de su padre dentro de ella.

Mi pene saltó de nuevo, con solo pensarlo. Karimí tomó eso como un estímulo y agarró más valor para lo que queríamos los dos.

• Papá, voy a pregúntale a mamá si puedo dejar la píldora, para que puedas dejarme embarazada, ahora si lo digo de verdad… aaahhh… aaahhh—lo dijo recargando su nuca en mí hombro, mientras movía sus caderas sensualmente.

Fue demasiado. El pensamiento de que mi hermosa hija estaba dispuesta, más allá de una fantasía, a sacrificarse por mí, lo suficiente como para dejarme embarazarla, fue como un golpe en la cabeza. Perdí completamente control y comenzaron a salir de mi verga espesas y pesadas gotas de esperma incestuoso justo en el interior del apretado arrebato de mi hija, por tercera vez.

Pensar en embarazar a mi propia hija era demasiado y emocionante para creer. Mi semen Salió por los lados de mi verga mientras la seguía deslizando dentro y fuera de la muy llena vagina de mi hija, después de un espeso y pegajoso chorro de esperma escupido en el acogedor vientre de ella. Eso me hizo sentir tan bien que seguí dejando ir los chorros de semen en su vientre muy abultado por mi hijo.

• Gracias papi—dijo Karimi moviéndose lentamente mientras sentía como mi verga iba escupiendo chorro tras chorro.

¿ME estaba agradeciendo? Me sentí casi abrumado por el amor y un poco de vergüenza cuando me di cuenta cómo mi pequeña se estaba dejando embarazar por mí, dispuesta a llevar a mi bebé.

• Voy a preguntarle a mamá, tan pronto como terminemos aquí—continuó moviéndose, pero ahora girando su cabeza para besarme.
• ¿Preguntarme qué?—dijo mi esposa, asomando momentáneamente la cabeza en la sala de estar.

Las palabras de su hija habían llamado su atención, por lo que Lorena entró secándose las manos con un paño de cocina, mientras me seguía corriendo dentro de mi hija pellizcándole los pezones para arrancar gemidos de placer en ella.

• ¿Preguntarme qué?—dijo nuevamente mi esposa.

Mi hija se seguía moviendo encima de mí, su movimiento era obsceno, se levantaba hasta dejar el glande en su introito y de ahí bajaba hasta tenerla toda dentro de ella.

• Mami, quiero pedirte algo, es algo muy importante y que quiero me permitas—dijo sin dejar de moverse, su voz era rápida y ronca, aún estaba muy excitada.
• ¿Qué mi amor?—dijo mi esposa parándose atrás del sillón acariciando sus cabellos, mientras veía como movía obscenamente sus cadera con mi verga dentro de ella.
• Quiero preguntarte si puedo dejar de tomar la píldora, así papá puede dejarme embarazada al igual que la chica de la pantalla—explicó Karimi volteando hacía arriba para ver a su madre.

Lorena miró con interés a la televisión, donde el la pequeña de 10 años ahora estaba encima de su padre deslizándose hacia arriba y abajo en la verga  de su papá. Lo hacía con maestría como si montara un caballo.

• «Oh papi, papi… Papá”—balbuceó la niña sin dejar de mover sus caderas a pesar del dolor que sentía.

Me asombró la capacidad de actuación de la niña. Jurarías que la niña estaba disfrutando ser follada por su padre.

Por supuesto, eso no puede ser cierto. Quiero decir, no hay forma de que una niña de 10 años le pudiera gustar el sexo. Aun así, la chica de la pantalla casi te hace creer esos hechos que los pervertidos aseguran, que algunos niños y niñas no solo les puede gustar el sexo, sino que a algunos de ellos desean ser follados.

¡Qué actriz! Pensé para mí mismo. Si no supiera de mi negocio, como lo sabía, juraría que la niña de la pantalla estaba acercándose a un orgasmo, mientras le rogaba a su propio padre que le plantara un bebé en su linda barriguita.

• Dios mío—dijo mi esposa—sí que han llegado lejos ustedes dos, ¿verdad? Pero ¿por qué o cómo llegaron a esa idea de que te embarazara?
• Ay mami, es que no sabes cómo me moje de la raja imaginando que papá me embarazaba, y deberías sentir lo dura que esta la verga de papá, nunca nos habíamos venido tan intenso, ni siquiera cuando nos tortura.

Bueno, supongo que sus palabras fueron la única referencia al hecho que todos estábamos de acuerdo, en que todo lo que hicieran en los videos que analizábamos debíamos recrearlo entre nosotros.

Lorena o las chicas me servirían para recrearlos; mientras nadie fuera herido todo estaba permitido. Y con esto, estuvimos de acuerdo en que «herir» significaba REALMENTE herir.

Las chicas habían acordado que podían aguantar un poco de nalgadas, cintarazos, estar atadas por horas, lluvia dorada, scat leve o el dolor que viene con la pérdida de la virginidad o la follada en el culo.

Todo lo que vimos fue recreado, solo el snuff no, incluso, no había permitido que mis hijos presenciaras esas escenas tan despiadadas, esos videos solo los analizábamos mi esposa Lorena y yo en la intimidad de nuestra recámara.

Sin embargo, a veces me excedía con la tortura, por eso acordamos que siempre habría un testigo neutral para asegurar que me detuviera.

Pero, nunca habíamos esperado ver a una chica embarazada por alguien, de una forma tan pervertida y menos por su propio padre, por eso Karimi estaba tomando la píldora anticonceptiva, pues era la única que por edad, podía quedar embarazada.

Me sentí muy orgulloso de mi familia. Para hacer esto por mí y todos esos niños inocentes ahí afuera. Sacrificando su inocencia para otros. Aun así, una cosa era que mis hijas cogieran conmigo, Incluso Azucena. Pero dejar embarazada a una de ellas, eso no había pasado por nuestra mente, al menos no hasta ese momento.

Aun así, nosotros no lo habíamos descartado, y por la mirada decidida de mi esposa era demasiado tarde para cambiar las reglas. Oh Dios, me estaba poniendo más duro con solo pensar en la barriguita sexy de Karimi tan maravillosamente hinchada.

Ahora que mi esposa había visto a la niña en la película iba a quedar embarazada de su propio padre, sabía que Lorena aceptaría que le hiciera lo mismo a Karimi, que sintió mi emoción.

• Mamá—dijo meneándose suavemente—papá se está poniendo duro otra vez, de hecho no ha perdido erección y ya se vino 3 veces, ¿ves lo que te digo como nos calienta esta idea?
• Hija, ¿pero sabes lo que significa tener un bebé?—dijo mirando como mi hija intensifico sus movimientos, mientras yo la sostenía con mis manos de ambas caderas para poder entrar y salir de ella.
• No sé qué signifique, solo sé que deberías tocar mi raja para que veas como esta de mojada, escurre jugo tras jugo… aaahhh—puso los ojos en blanco cuando se auto estimuló su clítoris. Mi hija ordeñaba gotas de mi esperma hacía el interior su vagina.

Solo la idea de que mi esperma esté dentro de mi propia hija, en su útero joven y fértil, me hizo ponerme aún más duro. Yo estaba en el séptimo cielo mientras a lo lejos, como si viniera el sonido de otra dimensión, escuchaba a mi esposa que trataba de explicarle lo que significaba quedar embarazada.

• Pues significa muchas cosas.

Primera: tu cuerpo va a cambiar, ya no será como lo tienes ahora, puede cambiar para bien o puede cambiar para mal, pero de que cambia, cambia.

Segunda: tendrás más responsabilidades al cuidar a ese bebé, serás madre y él dependerá totalmente de ti.

Tercera: te van a doler tus tetas porque seguramente no solo amamantarás a tu bebé, también a toda la familia, lo digo por experiencia—lo dijo como recordando que me encantaba que me diera leche de sus tetas

Y cuarta y más grave: solo servirás de ejemplo para que tus hermanas también quieran un bebé y nos llenaremos de hijos en esta casa.

• Aaahhh… aaahhh… aaahhh—mi hija tuvo un orgasmo escuchando las cosas que pasarían si tenía un bebé, creo que eso sólo la excitó y motivó más.
• Déjame ver ese desastre allá abajo—dijo Lorena, su voz apenas audible sobre los gruñidos y gemidos provenientes de mi hija y de la televisión, porque la acción en el la pantalla se aceleró.

A estas alturas, el hombre se estaba de nuevo follando a su pequeña estilo perrito, ya la trabajaba cada vez más rápido y a fondo. El hombre todavía no podía meter toda su polla enorme en la niña, aunque eso no limitaba la fuerza con la que le daba.

Mi hija se calmó poco a poco, aunque aún titiritaba, su raja más que encharcada hacía ruidos al tener mi verga dentro, que seguía dura como una roca, mi esposa la vio, sabía que había llegado a su punto máximo.

• Mi amor, ya levántate de tu padre, sé que les excita mucho la idea de que te embarace, aunque realmente no creo que hayas pensado todo lo que conlleva—mi esposa respiró hondo y continuó hablando—pero aun así te daré permiso de que te embarace, creo que ya estás lista para probar esa etapa de tu vida.
• ¿De verdad mami? ¿No me engañas?—mi hija volteo hacia arriba y atrás para ver a su madre con mucha emoción.
• No mi amor, pero ya debes descansar, ya levántate de tu pobre padre.
• Aun puedo seguir—dijo mi hija con una sonrisa de felicidad, moviendo sus caderas con mi verga dentro.
• Lo sé, pero no puedes acaparar toda la leche de tu padre, ya se vino 3 veces en ti, creo que con eso es suficiente para ti por hoy, anda hazme caso y levántate.

Obedientemente, en respuesta a su madre, Karimi se levantó, mostrando mi polla manchada de semen, un hilo de semen unió mi glande con el introito de mi hija mientras se levantaba.

• Caramba, mamá—dijo ella mirando el grueso hilo que nos unía— ¿Qué hago ahora?—preguntó ella quedando semi empinada sobre mí.

Esta fue la tercera vez que me corría dentro de ella en ese momento y todavía conservaba la erección, cómo les dije, mi deficiencia enzimática era una bendición; bueno, la mayor parte de las veces.

• Obviamente hay que limpiarte y no es suficiente para tu padre—dijo Lorena—Sonia acércate y limpia ese desastre.
• Si mami.

Voltee a mi derecha y ahí estaba mi hija Sonia de 12 años, traía un camisón casi transparente que dejaba ver que solo llevaba una sexy tanguita, tenía un estampado de dos persona haciendo un 69, podía verse a la mujer con la verga dentro y la lengua de él entrando en el introito de ella.

Esto se incrementaba.

Continuará.