El Cartero. Capítulo 6
Continua el trama ahora se complica la investigación.
Nota de autor: antes que nada quiero darles las gracias por sus palabras, a veces de donde menos piensas surge el apoyo y la fortaleza para sobre llevar y superar los momentos dificiles, de verdad muchas gracias. Continuo con esta historia, como siempre terminé exediendome en el tamaño del capítulo, así que lo dividí en dos partes, espero disfruten leerlo, tanto como yo escribirlo.
Saludos, besos y abrazos
Atte adalberto1979
Capítulo 6
Estaba tan profundamente dormido que ni cuenta me di cuando ya era de día, por suerte ese día mis hijos no iban a la escuela, así que pude levantarme tarde, sentí mi verga dura como roca, pero recibía estímulo, un estímulo muy placentero, miré hacia abajo y vi un bulto a nivel de mi entrepierna, levanté las sábanas y ahí estaba Sonia mamándome la verga, me volteo a ver y me sonrió sacando mi verga.
- Hola mi amor, buenos días—me dijo mostrando su sonrisa.
- Hola bebé ¿Qué haces?
- Despertarte con placer, como tu prometida es mi deber tenerte siempre contento, mamá me pidió que te despertara para ir a desayunar, ¿te gusta cómo te estoy despertando?
- Mucho ¿Y tú ya desayunaste?
- No—dijo sacando mi verga para después volver a metérsela y seguir mamándomela como un pequeño becerro.
- Bueno, entonces te doy tu primera dosis de desayuno—le dije sonriendo maliciosamente y sosteniéndola de la cabeza, ella asintió, ya sabía lo que venía.
La sujete con ambas manos y me moví metiéndole mi verga muy dentro de ella, a veces se asfixiaba, le lloraban los ojos, pero dejaba que me la cogiera por la boca de esa forma tan brusca.
Le estuve metiendo mi verga en la boca, incluso la cambié de posición poniéndola boca arriba y yo arriba de ella, ahí la sujete de la nuca y me cogí tan fuerte como pude, ya no pude evitar soltar mi leche.
- Aaahhh, mi bebé, te doy tu leche… aaahhh.
Descargué mucha leche en su boquita, ella la tragó toda como el desayuno más nutritivo del mundo, me desacoplé de ella, al retirarme miré como ella tenía su manita dentro de su pantaleta infantil, se había estado masturbando mientras yo me la cogía por la boca.
- ¿Te gustó tu desayuno bebé?—dije recogiendo el semen de su comisura con mi dedo y dándole a comer, ella lo chupó como una gatita mimosa.
- Mucho mi amor, eres el mejor padre, novio, prometido y futuro esposo que una niña pueda tener, tengo todo contigo—me dijo besándome.
- Te amo bebe
- Y yo a ti mi amor—me dijo abrazada a mí.
- Me voy a bañar ¿Te bañas conmigo?—le pregunté sosteniéndola tiernamente de su mentón con mi pulgar e índice.
- ¡Si papi! Si mi amor—dijo autocorrigiéndose y despojándose de su blusa.
Cerca de media hora después Lorena subió a mi habitación a buscarme, pues ya me había tardado, escuchó ruidos en el baño, entró y nos miró.
Tenía a Sonia recargada en los azulejos, la sostenía con mi mano izquierda de su cuello asfixiándola y mi mano derecha en su cintura, sus nalgas estaban rojas por las nalgadas que le había dado, se le metía por el culo, lo hacía fuerte y profundo, el chasquido que hacía al golpear sus nalga con mi pubis asemejaba un aplauso muy efusivo, el jabón había servido como lubricante.
- Te voy a partir como a una vil puta—le dije yo apretando mis dientes.
- Sí, chíngame el culo con tu verga, pártemelo, aaahhh… aaahhh—su florido y vulgar lenguaje aumentaba durante el sexo y se incrementaba aún más durante sus orgasmos.
- Te lo voy a partir.
Plaf… plaf… plaf. 3 nuevas nalgadas le propiné a mi hija.
- Puta madre—decía Sonia toda excitada por la cogida que le daba—sí, párteme como a una pinche puta, dame fuerte, hazme venir como una cerda con tu verga en mi culo, trátame como a una cerda, trátame… aaahhh… aaahhh… aaahhh
Plaf… plaf… plaf… sonaron las 3 nalgadas que le asenté, ella gimió sin poder evitarlo, al mismo tiempo que la sodomicé salvajemente y nalgueé le apreté el cuello asfixiándola un poco más.
- Sí, dame fuerte—dijo con voz ronca, pero infantil—maltrátame todo lo que quieras, que para eso voy a ser tu esposa, para que se sacies conmigo como una vil puta.
- Me vengo—solo pude decir, sus palabras detonaron mi eyaculación.
- Mete tu verga en mi panocha, métela rápido, recuerda que me tienes que embarazar, emputéceme más preñándome como una vil vaca.
- Te la meto en la panocha—dije fúrico.
Se la saqué y metí rápidamente en su raja que estaba más que mojada, eso facilitó la rápida penetración, me moví como loco sosteniéndola con ambas manos del cuello.
- Si papi, si mi amor, en la pinche panocha… emputéceme, trátame como una vil puta, como una cerda, préñame con tu verga… aaahhh… aaahhh… Mmmggghhh
Apreté con fuerza con ambas manos, Sonia puso sus ojos en blanco y abrió su boca babeando teniendo la placentera sensación de mis chorros en su raja y la hipoxia por el ahorcamiento que le hacía.
Levante mi cara mirando al cielo, mi boca estaba abierta, apretaba muy fuerte el cuello de Sonia loco de placer sintiendo como la iba llenando de leche, terminé de eyacular, no la solté, me seguí moviendo, sentí como Sonia se fue aflojando hasta terminar con los brazos colgando, la había desmayado.
La solté del cuello y Sonia recuperó la conciencia, pero casi se cae desacoplándose de mi verga, así que la atrapé sosteniéndola del tórax.
- Perdón mi amor, te hice desmayar—le dije abrazándola, ella se volteo y se colgó de mi cuello
- Mi amor, ya soy tu prometida y futura esposa, así que puedes hacer conmigo lo que quieras—me jaló poniéndose de puntitas para besarme—puedes desmayarme todas las veces que quieras y si un día necesitas no soltar mi cuello, pues no lo hagas, aprieta mi cuello todo lo que necesites, te daría mi vida para que tu sintieras todo el placer del mundo.
- Te amo mi amor—le dije abrazándola con fuerza.
- Y yo a ti—nos fundimos en un apasionado beso, acarició mi verga que seguía dura.
- Bueno, par de tortolitos—dijo Lorena interrumpiéndonos, aunque no interrumpió mi cogida con Sonia a pesar de que por poco y me sobrepasó con ella—subí porque supuse que se habían entretenido y los estamos esperando para el desayuno.
- Si mami, perdón, es que nos emocionamos—dijo Sonia a mi esposa mientras se quitaba el resto del jabón y se lavaba sus huecos.
- Si mi amor, nos entretuvimos y una cosa llevó a la otra, pero ya vamos—dije yo caminando de la mano con Sonia fuera de la regadera.
Lorena nos tenía una toalla a Sonia y a mí, nos secamos, nos vestimos y bajamos, Sonia se puso una toalla sanitaria para no chorrear mi leche, desayunamos en familia.
- ¿Papá, hoy terminaremos de analizar tu video?—pregunto Karimi llevando un bocado de hot cake a su boca.
- No mi amor, tengo que ir al trabajo—había olvidado que estaba analizando el video, pero tenía que revisar el caso de “nuestro hombre”, no había tendido una trampa y no se podía quedar así.
- ¿Y te iras todo el día?—ahora la que pregunto fue Sonia, mi hija, novia-prometida y futura esposa.
- No lo sé mi amor, tengo que resolver algo importante.
- Ya niñas, dejen a su papá en paz, saben que si él está en su trabajo, es porque tiene pendientes por resolver—dijo mi esposa Lorena, como siempre interviniendo para que no me molestaran en mis asuntos laborales.
Terminamos el desayuno, mi hijo tomó de la mano a azucena y se la llevó a su recámara, lo dicho estos dos estaban enamorados el uno del otro, mi esposa se dispuso a realizar sus actividades domésticas y mis otras hijas a sus pendientes escolares.
Cuando llegué a la puerta sentí pasitos atrás de mí, voltee y ahí estaba Karimi, vestía un short de algodón muy ajustado, tanto que se dibujaba su vulva en la entrepierna, también traía un top con generoso escote, se colgó de mi cuello y me besó metiendo lengua, una de sus manos bajo a mi entrepierna y por encima del pantalón acarició mi verga que se empezó a poner dura.
La sacó de mi pantalón y se volteó recargándose en el mueble de las llaves, me volteó a ver, tomó mi verga la llevó a su raja.
- Tú no te vas hoy sin darme mi ración de verga… aaahhh—gimió mirando al frente cuando se sintió toda empalada por mí.
La tomé con ambas manos de su cintura y me empecé a mover, se la metía y sacaba, su vagina estaba lubricada, ella se retorcía de placer al sentirse penetrada por mí, mi mano derecha se fue por debajo de su top y la acaricie una teta, sentí el pezón y se lo pellizqué.
- Aaahhh… papi—de gimiendo de agónico placer.
Miré su maltrecho y desfigurado culo, sin dejar de mover mis caderas escupí, un espeso chorro de saliva cayó en el centro, se la saqué y apunté a su culo, mi verga se atoró y solo empuje más, miré como Karimi apretó sus manitas resistiendo mi sodomización.
- Aaahhh… aaahhh… papi—volteo a verme, tenía fruncido el entrecejo y la boca abierta.
Mi esposa Lorena recogía los paltos de la mesa, nos miró un instante y continuó en lo suyo. Yo apretaba mis dientes al hacer más esfuerzo para vencer la resistencia del esfínter anal de Karimi; me encantaba encular a mis hijas, todas tenían sus particularidades, Karimi no era la excepción, creo que a ojos cerrados podría adivinar que culo estaba profanando.
- Karimi, mi amor, me vengo—dije yo acelerando.
- En mi raja papi, en mi rajita… aaahhh… aaahhh—gimió cuando sintió como rápidamente cambié de agujero y me descargue en su rajita—sí, ahí. Recuerda que prometiste embarazarme… aaahhh… aaahhh.
- Aaahhh—gemí yo también descargándome en ella.
Me quedé dentro de ella, empujé mucho para mi leche se fuera a su cérvix, sentía como le temblaban las piernas a mi hija, se fue relajando y quedó completamente recargada en el mueble de las llaves, mi verga seguía dura, podría estar así por horas, pero tenía que ir a la oficina.
- Ya bebé, ya me tengo que ir—dije sacándole mi verga, un chorro de semen quedó como puente, pero se rompió, Karimi se volteó y se puso en cuclillas, metió mi verga su boca y me la mamó hasta dejarla limpia, mi verga continuaba erecta.
- ¿Seguro que no te puedes quedar papi?—dijo masturbándome—ando bien cachonda, no sabes cómo me pone caliente el hecho de que me vas a embarazar… aaahhh—gimió tenido un orgasmo hincada frente a mí con solo pensarlo.
- Nada me gustaría más bebé, pero debo ir a mi trabajo, cuando llegue te lo compensaré ¿Si bebé?
- Si papi, ve y atrapa a los malos—dijo sonriendo y dándole una última lamida a mi verga y guiñándome un ojo me dijo por último—ve y atrapa a esos pervertidos coge niños.
Se colgó de mi cuello y me besó, su boca sabía a mi leche, pero eso nunca me dio asco, al contrario, me excitaba sentirla desde la boca de las mujeres o las niñas.
Llegué a la oficina, pasé con Jo que revisaba unos expedientes, toqué la puerta con los nudillos, ella me volteó a ver, traía sus lentes de lectura que la hacían ver sensual, me miró y continuó mirando sus documentos.
- Pasa—me dijo en forma seria.
- Supongo que te contaron del operativo de ayer—dije sentándome frente a ella.
- Sí, supones bien, pero hubiera preferido que tú me lo contaras—dijo volteándome a ver para después regresar a sus papeles.
- Tuve que ir con el agente Segoviano a tomar una copa y platicar del asunto, me pasó información muy interesante.
- ¿Qué te dijo?—ahora mostraba interés.
- Al parecer tenemos un topo—dije volteando hacia atrás para asegurarme que estábamos solos.
- ¿Nosotros?—ahora sí soltó los papeles que traía y centro toda su atención en mí.
- Sí, pero esto debe quedar entre tú y yo porque voy a investigarlos a todos.
- Autorizado, no quiero infiltrados que estén buscando nuestro maleficio, manejamos información y métodos que pueden ser mal interpretados.
- Lo sé.
- ¿Cómo los vas a investigar?—dijo poniendo sus manos juntas una sobre otra en el escritorio.
- Segoviano me va a pasar una lista de IP´s, empezaré por eso.
- De acuerdo—me dijo en tono convencida, ella era la que menos quería difusión de nuestro sistema de trabajo.
Me levanté y me pare a su lado, la tomé del mentón
- Y no te enojes, ya sabes que si no me reporto es porque surgió algo.
- Está bien, aunque creo que ese “algo” fue más que solo ver a Segoviano.
- Jajaja, no se te escapa una—me agaché y le di un beso, ella me correspondió con su lengua dentro de mi boca y su mano en mi verga que me masturbó por encima del pantalón—bueno deja me pongo a trabajar.
- Atrapa a ese topo para darle su merecido—sentí su tono amenazante, ella no titubeaba cuando de cuidar nuestro departamento se trataba.
- Cuenta con ello—le dije acariciando su teta por encima de su ropa.
- Aaahhh—gimió cuando le pellizqué su pezón, no traía sostén, no batalle para ubicarlo y maltratarlo.
Entré a mi oficina y me dispuse a revisar mis pendientes, revisé un paquete grande y hubo un punto brillante. Nuestro hombre nos había enviado un paquete completo de pornografía de niños. Pude distinguir que era de él por su alias. Eran de revistas que no había visto en años, que muestran a los niños involucrados en más actividades sexuales de las que normalmente aparecen. Niños con niños. Niños con adultos. Niños solos. Incluso los niños con animales.
Las revisé y eran revistas originales, no eran fáciles de conseguir, tampoco baratas, miré al fondo del paquete y había un sobre, lo miré por un momento sin tocarlo, no quería caer en una trampa y aspirar ántrax o algo peor, llevé el paquete a laboratorio e hice que los expertos en materiales peligrosos lo manipularan.
Lo revisaron y le hicieron las pruebas de rutina, el sobre estaba limpio, me lo entregaron en la mano, lo llevé a mi oficina y ahí en la privacidad lo abrí.
Se me heló la sangre cuando vi el contenido, estaba escrito en máquina de escribir antigua un mensaje que decía “disfrútalas Jaime, sé que te van a gustar. Es en disculpa por las molestias de ayer”.
- Maldición—casi grité, ahora no solo nos había burlado, sino que sabía perfectamente que yo llevaba el caso.
Miré las revistas y el muy maldito tenía razón, eran las que les gustaba a mi familia y a mí, ni modo, la copiadora a color consiguió un trabajo minucioso, dejé en resguardo las originales para buscar huellas, cabellos o algo que nos llevara a nuestro hombre.
En eso estaba cuando mi móvil sonó, miré el identificador y era el agente Segoviano, contesté.
- Hola enrique ¿Qué novedades me tienes?—le dije a modo de saludo.
- Tengo lo que te prometí ¿Dónde nos vemos?
- En la plaza donde nos tendieron la trampa, creo que ese es el mejor lugar, estoy ahí en 15 minutos.
- De acuerdo, ahí te veo
Colgamos y tomé mis llaves y salí de la oficina, llegué a la plaza y esperé cerca de 5 minutos, miré a Enrique que tranquilo caminaba, llevaba un traje color oscuro, camisa blanca y corbata negra, típico de los agentes federales, en su mano izquierda llevaba un sobre amarillo, iba bajo protocolo oficial, la mano derecha debe estar siempre libre en caso de necesitar usar su arma.
- Hola Jaime—dijo cuando estuvo cerca.
- Hola Enrique—le dije estrechando su mano.
- Aquí está la información, espero sea de ayuda y recuerda, me debes informar de todo.
- Claro, estamos en lo acordado.
Se despidió de mí tocando su cien con su mano derecha con los dedos índice y medio alineados a modo de saludo militar informal, yo correspondí de igual forma, me dirigí de nuevo a la oficina, entré y me senté, la lista de IP´s era larga, encontré las de alta seguridad y localicé la de mi departamento, cuando vi el número de IP, casi golpeo el tablero de coraje, era la IP de mi computadora, alguien se había metido en ella y desde ahí contactó a los federales.
El caso era más grave, me hacía parecer como culpable, había entrado a mi PC, pero estas no podían ser hackeadas desde fuera, el muy sin vergüenza había entrado personalmente a mi oficina y desde ahí mando sus mensajes.
Necesitaba pensar, el caso era más serio de lo que había creído, de momento no pensaba decírselo a nadie, ni siquiera a Jo, tendría que manejarlo y resolverlo yo solo.
- Jo tengo que salir—le dije desde el marco de la puerta.
- ¿Es referente al caso?—preguntó ella mientras miraba una película en su PC, un niño era salvajemente sodomizado por un hombre afroamericano, otro esperaba turno masturbándose obscenamente.
Jo se metía dedos mirando la escena. Los sacó para ponerle pausa al video, estaban todos mojados y le temblaban, hasta donde yo estaba olía a sexo y orina de ella.
- Sí—dije mirando su mano llena de moco vaginal y toda temblorosa por la intensa masturbación.
- Entonces adelante—dijo secando sus dedos en la falda—me informas de tus avances.
- Así lo haré—dije retirándome.
Iba en mi vehículo y me detuve en el parque que estaba próximo a mi casa, aún no podía llegar, salí y me senté en una banca bajo la sombra de un roble, miraba la tranquilidad con la que los niños jugaban siendo vigilados por sus padres, algunos platicaban amenamente entre ellos.
Estaba en un callejón sin salida, debía empezar de nuevo, todos en la oficina eran sospechosos, pensaba en quien querría perjudicar a nuestro sistema de trabajo, nuestro hombre había entrado descaradamente y se sentó en mi máquina y de ahí se burló de mí, él sabía que hablaría con el agente Segoviano, que Segoviano mencionaría los IP´s involucrados, que yo se los pediría y que me golpearía la cabeza al saber que era mi máquina la que estaba involucrada. Estaba seguro que nuestro hombre en ese momento se estaba carcajeando, burlándose de nosotros.
Tenía la fecha en la que fue usada, pero no podía saber quién era, por protocolo y dadas las actividades que se desarrollaban dentro del departamento, Jo y yo habíamos decidido, desde hace mucho, quitar las cámaras de seguridad; esto facilitaba nuestro desarrollo, ya que no queríamos dejar evidencia de nuestra forma de trabajo, al parecer nuestro hombre también sabía eso.
Pensaba en los integrantes de nuestro equipo, estaba el Oficial Juárez, Jo lo había reclutado hace 5 años, venía del ejército nacional, era recomendado de mandos superiores y nos lo enviaron para evitar que fuera enjuiciado, pues al parecer había violado a unas niñas aldeanas, él no podía ser, porque necesitaba nuestra protección.
El oficial Rodríguez estaba como pez en el agua, nunca había tenido un trabajo como este, había reprobado todas las pruebas psicométricas, pero por alguna razón conocía perfectamente sobre el tema que vigilábamos, conocía actrices del cine prohibido y fue él quien nos ayudó a atrapar a muchos pervertidos, se sabía mover en ese medio, él tampoco podía perder la agencia tal y como la teníamos.
El oficial López se especializó en violencia grave a menores, él era el encargado de los videos violentos o de asesinato, era conocido a nivel nacional, había dado conferencias de sus conocimientos, incluso capacitaba a los federales en desarrollo y descripción del perfil del asesino, esta era su guarida, tenía mucho que perder también si esta agencia se cerraba o cambiaba de dirección.
Me fui mentalmente analizando uno a uno de los 12 miembros de nuestro departamento, mi cabeza quería estallar a ninguno nos convenía un cambio de dirección, así trabajábamos a la perfección.
Tenía mis manos en el rostro, casi lo cubría todo, tenía los dedos índices y medio separados para poder dejar libres mis ojos, pero en realidad no miraba, solo pensaba y así sumergido una voz me sacó de mi trance.
- Hola Jimmy—dijo una voz infantil.
Voltee en dirección de la voz y ahí estaba Seleste, era una niña amiga mía, tenía 11 años, iba pronto a cumplir los 12, la conocía desde hace poco menos de dos años, la casualidad nos hizo un día conocernos, ella se había caído de un columpio intentando hacer una pirueta, nadie fue a socorrerla, me acerqué y fui yo quien la levantó, la lleve a un lugar donde había una toma de agua y ahí le lavé la herida.
Nos hicimos amigos, ella se quedaba casi todas las tardes sola y se salía al parque a jugar, le comenté que eso era peligroso, había muchos pervertidos por la zona y pues alguien podría abusar de ella, secuestrarla y quien sabe cuántas cosas más, cuando miré que estaba asustada la tranquilicé diciéndole que yo la cuidaría.
Y así fue, la cuidé y la protegí de todo lo malo que hay en este sucio mundo y una semana después nos besábamos dentro de mi furgoneta, para unos días después meterle dedo en su rajita y culito, le hice su primero oral dos semanas después de conocernos, su orgasmo fue intenso y se hizo viciosilla de que le chupara su raja.
Tres semanas después, dentro de mi furgoneta, me hizo la primera mamada de su vida, termine en su boca, obvio que antes ese mismo día le había besado, masturbado, el cunnilingus no faltó.
Ella me había convencido de que le enseñara los juegos sexuales adultos y yo accedí. Nos besábamos y manoseábamos, solo que no había penetración, ella me había masturbado hasta hacerme acabar y yo le había hecho lo mismo, tuvo su orgasmo titiritando de placer cuando por primera vez usé mi lengua con ella, se hizo adicta al sexo oral, apenas me veía corría a mí y se colgaba de mi cuello besando mi mejilla, casi inmediato después me pedía ir a mi furgoneta, donde con mi lengua le hacía ver el cielo.
*****
Lo recuerdo como si fuera ayer. Ese día en mi camioneta quiso probar mi verga por primera vez.
- Si así Seleste—le decía yo acariciándome el cabello y guiándola en su primera mamada—chupa fuerte. Si así, aaahhh… pasa tu lengua por el frenillo. Sí, que bien lo haces… aaahhh.
Ella me acariciaba los huevos como le había enseñado, yo estaba acostado en los asientos traseros de mi furgoneta, ella estaba hincada perpendicular a mí y me mamaba la verga por primera vez, había sido un acuerdo mutuo.
Una revista estaba abierta a mi lado, en ella había niños teniendo sexo con adultos, niños y niñas siendo penetrados por sus culos por ancianos con sus vergas arrugadas y canosas, niñas siendo penetrada por adultos con diálogos de padre e hija y mujeres montando niños con sus pequeñas verguitas dentro de sus agujeros, con diálogos de madre e hijos. La estuvimos leyendo juntos, nos habíamos excitados, nos empezamos a besar y acariciar, yo acabé con mis pantalones abajo y ella practicándome la primera mamada de su vida.
- Seleste, que rico me lo haces, sigue mamando mi verga, pero siéntate en mi cara—le dije jalándola hacia mí—quiero chuparte tu panochita.
Seleste levantó su pierna y la pasó por encima de mi cara, sus muslos quedaron a cada lado de mi rostro, miré su entrepierna y su pantaleta estaba mojada a nivel se su introito, ella tenía eso, cuando se excitaba segregaba mucho flujo, a veces sin que la tocara ya tenía la pantaleta mojada.
- Aaahhh si Jaime, así, mámame mi panocha… aaahhh—dijo sacando mi verga de su boca y volteando a verme cuando sintió como desplace su suave pantaleta a un lado, le metí un dedo en el culo y mi boca se prendió de su clítoris.
- Sigue mamándome la verga—le dije guiándola a meterse de nuevo mi verga.
Fue un momento hermoso cuando juntos llegas al clímax, sentí como su vagina chorreo como nunca y mi verga escupió su leche en la garganta de mi nueva e infantil novia, la sostuve de la nuca para que se tragara toda mi leche empujando mis caderas hacia arriba, ella lo hizo. Sentí como movió su boca para tragar toda mi leche.
A partir de ahí nuestra relación se compenetró más, la iba a ver una o dos veces a la semana, ella jugaba con los niños, pero en cuanto me veía a lo lejos, se despedía de ellos diciendo que se iba a su casa, pero en realidad se venía conmigo a mi furgoneta, apenas ella entraba a la furgoneta se desnudaba toda y se abalanzaba sobre mi verga, nos dábamos placer oral por horas. Algunas veces pudimos entrar a su casa cuando estaba completamente segura que nadie vendría. Fueron encuentros hermosos, ella solita se metía mi glande a su introito y de dejaba caer sobre mí para que la punteara con mi verga, sus orgasmos eran cada vez más intensos.
Un mes después la penetré por todos sus agujeros; nuestros encuentros, después de venirme en su boca, fueron cada vez más intensos, nos amábamos por horas.
El día que la penetré por primera vez se lo hice saber.
- Bebé, llegó la hora de que te meta mi verga
- ¿Me la vas a meter?—preguntó acostada en los asientos traseros de mi furgoneta, con sus piernas abiertas, su vulva estaba brillosa por la chupada que le había dado.
Había algo de miedo en su mirar, miraba mi verga que ansiosa brincaba y escurría jugos deseando reventarle todos sus agujeres.
- Si Seleste, ya estás lista—le dije mientras vertía lubricante en mi mano.
- Pero tienes la verga muy grande—decía mirando mi verga dura como roca—no me va a entrar.
- Trataré de hacértelo con cuidado y despacio para que no sientas tanto dolor, después todo será placer, ¿Confías en mí?
- Si Jaime, confío en ti—dijo con convicción.
- ¿Me amas?—pregunté retándola más.
- Sí, sabes que te amo.
- Entonces deja que te penetre con mi verga y te haga mía.
- Está bien—dijo acomodándose mejor en los asientos—pero despacito, por favor.
Me hinqué entre sus piernas y le aplique bastante lubricante, después me puse más en mi verga y tallé el glande en su introito de arriba abajo y viceversa, la miraba a los ojos y ella a mí, se excitaba con esa maniobra, ya lo habíamos hecho muchas veces, así que deduje que ya podía ser penetrada.
Atoré el glande en su introito y me acosté sobre ella, sentí como ella abrió más sus piernas, pero tenso su vagina.
- Tranquila mi amor, tienes que relajarte—le dije mientras la afianzaba con mis brazos.
- Si Jaime—dijo respirando hondo tratando de relajarse—eso intento… aaahhh.
No había vuelta atrás, era el momento y tenía que suceder, empujé mi glande un poco y sentí como ella movió su cabeza hacia atrás, le besé en la boca, ella me correspondió, pero sentí tensión en su beso.
- Relájate—le dije dando otro empujón, sentí como mi verga llegó a su himen.
- ¡Ay!—gritó con cara de miedo–¿Ya entró?
Reí enternecido, ella creía que ya le había entrado, pero solo empujé su himen, era tan inocente que le besé la frente y sus ojitos.
- No mi amor, llegue a donde está tu barrera virginal, ya habíamos hablado de eso, esto será lo más difícil, lo demás será más placentero—la afiancé fuerte para que no se moviera–¿Estás lista?
Seleste solo asintió, su cara de miedo no desaparecía.
- Bueno, ahí te va mi verga—me preparé y empujé, sentí como la desgarré.
- ¡Ay Jaime! ¡Ay! ¡Me duele!—su mirada fue una mezcla de miedo, dolor y confusión. Le había metido la mitad de mi verga.
- Tranquila Seleste, ya pasó lo más difícil.
La saqué, pero solo para regresarla, le metí tres cuartos de verga y así la estuve penetrando, suave, pero cada vez más profundo; de repente sentí como se aflojó y abrió su boca para dar su primer gemido provocado por una verga.
- Aaahhh—gimió apretando sus manos en mi espalda.
Esa fue la señal para mí, la saqué casi toda y la regresé metiéndosela hasta el fondo.
- Aaahhh… aaahhh… aaahhh—gemía mi joven novia a cada metida que le daba.
No la quise cambiar de posición, creo que era lo mejor, cogérmela por primera vez en la posición original universal, ya tendríamos tiempo de practicar todo el kama-sutra.
- Seleste, bebé ¿Cómo te sientes?—dije bombeándola más fuerte.
- Bien… aaahhh, ya siento un poco más rico, me arde la panocha, pero ya siento más rico… aaahhh… aaahhh—gimió al sentir dos fuertes empujes, eso me dijo que ya podía aumentar la intensidad.
- Es momento de darte más fuerte—le dije afianzándola para hacer más intensas mis penetraciones.
- Si Jaime… aaahhh… aaahhh… aaahhh—Gimió sintiendo como aceleré mis estocadas.
Así estuvimos por media hora, no quería forzarla, era su primera vez y quedaría bastante adolorida, aceleré un poco para llegar a mi eyaculación.
- Bebé, ya no aguanto, me vengo dentro de ti, aaahhh
- Aaahhh… aaahhh… siento tus chorros dentro de mí, de verdad que los siento todos—abrió sus ojitos y su boca sorprendida al sentir mi leche golpeando su cérvix.
Me quedé un rato sobre ella y después lentamente se la saqué, en todo momento nos estuvimos besando enroscando nuestras lenguas.
- Ya eres mujer—le dije acostándome a su lado, ella me volteo a ver y me sonrió, se acercó a mí y me besó.
- Si, ya soy mujer. O mejor dicho, ya soy tu mujer—dijo tocando mi nariz con su dedo índice.
Nos besamos un rato, podía sentir el aroma de su piel, la loción de jabón infantil combinado con el olor a sangre y semen de su raja me hacían estar excitado, de hecho no había perdido erección, mientras la besaba la fui poniendo boca abajo, le besé la espalda mientras mi mano bajo entre sus nalgas y mi dedo medio entró en su culo.
- Auch—se quejó cuando sintió que entraban dos de mis dedos en su culo–¿También por atrás?
Me preguntó volteándome a ver con los ojos muy abiertos.
- ¿Por dónde?’—le pregunté a modo de corrección.
- Por mi culo—dijo sabiendo que así debía llamarlo–¿También me la quieres a meter por el culo?
- Si mi amor, de una vez te desfloro todos tus huecos.
- Pero me va a doler, me la acabas de meter tu vergota en mi panochita, me siento toda hinchada—le había enseñado como debía llamar las cosas, ya no titubeaba en maldecir o usar la palabra verga cuando compartíamos momentos íntimos.
- Por eso mismo, hay que aprovechar y así salimos de una sola vez con esto—le dije acariciándole suavemente su nalga—anda relájate, deja te dilato para que te quepa bien mi verga. ¿Confías en mí?
- Si Jimmy.
- ¿Me amas?—le volví a chantajear con el amor que sentía por mí.
- Sabes que si te amo, mucho que te amo, como a nadie he amado.
- Y eres mi novia y debes cumplir con tus obligaciones de novia.
- Si Jimmy, métemela entonces por mi culo, pero hazlo suave por favor—dijo regresando su mirada al frente.
Plaf, sonó el chasquido de la sonora nalgada que le había asentado en su infantil trasero.
- Auch—dio un gritito y volteo a verme nuevamente— ¿también me piensas dejar hinchadas las nalgas?
- Tal vez, ya sabe cómo me excita nalguearte—Ya no dijo nada, volteo su rostro al frente y se concentró en relajar su esfínter anal.
Le metía y sacaba los dedos de su culito virgen, le había aplicado lubricante especial para dilatar esfínteres, sentí que pudieron entrar 3 dedos, eso era suficiente para mí, lo demás lo abriría con mi verga, le dolería, eso lo sabíamos perfectamente ella y yo, pero era un paso necesario en nuestra sexualidad. Me acosté sobre ella, apunté mi glande a su culo y empujé.
- Ay… aaahhh—fue lo único que emitió Seleste al sentir mi glande entrar en ella—me duele mucho.
- Aguanta bebé, sé que puedes—dije apretando mis dientes empujando más.
- Duele… duele mucho… ay… ay—su carita era de dolor.
- Lo sé bebé, pero debes aguantar, eres mi novia y me amas.
- Si Jaime, te amo, si aguanto… ay…puf… puf
- Ya te entró toda mi verga, me voy a quedar quieto para que te acostumbre y ahorita me muevo para que me saques la leche con tu culo
- Si Jaime… puf… puf
Veinte minutos después mi verga entraba y salía de su culo como si siempre lo hubiera profanado, mi mano derecha estaba a nivel de su pubis para sostenerla y hacer que mis estocadas fueran más efectivas y con la izquierda me sostenía de los asientos para no dejar caer todo mi peso sobre ella.
Seleste estaba con la cara de lado, apretaba sus dientes y entrecejo, de sus ojitos salían lágrimas, se veía lo mucho que le dolía y el esfuerzo que hacía para sostenerse así, sus manitas estaba igual de apretadas que sus dientes.
- Me vengo mi amor, te lleno tu culo de leche por primera vez, aaahhh
- Jimmy… aaahhh
Me moví como desquiciado entre gemidos míos y gritos de ella, descargué mucha leche en su recto, podía sentir como su culo se defendía de mi contrayéndose.
Me quedé un rato sobre ella, mis caderas se seguían moviendo, podría seguir por horas, pero tenía que dejarla descansar.
- Te amo Seleste—le dije secándole las lágrimas de su carita una vez que caí a su lado.
- ¿Si me amas?—preguntó sollozando por el dolor de la reciente cogida.
- Mucho—me acerqué y la besé, ella entre sollozos me correspondió.
- Y yo a ti—dijo mientras me besaba.
- Vas a ver que ahora te podré meter la verga por donde quiera y lo disfrutaremos mucho—le dije pasando obscenamente mi lengua por su rostro.
- Si Jimmy—dijo cerrando sus ojos y abriendo su boquita con mis caricias linguales—puedes meterme tu verga por dónde quieras.
Le di una crema desinflamante, la cual se puso por una semana, misma que no la fui a ver, porque sabía me la terminaría cogiendo.
Después de eso todo fue más fácil entre nosotros, ella se convirtió rápidamente en una excelente amante, aprendía rápido y tenía iniciativa para muchas cosas.
Pasábamos momentos muy ricos dentro de mi furgoneta, ella era feliz cuando entraba, porque sabía que siempre habría dulces para ella y muchas cosas que chupar. Y otras ocasiones, cuando fue prudente, nos la pasamos de maravilla en su casa.
Continuará
Quisiera ser ella
excelente continuacion de una de las mejores sagas del sitio, espero que puedas hacer un spinoff con los otros oficiales, sobre todo Juarez y Rodriguez
Impecable, sin dudas de lo mejor, espero con morbo tu continuacion👍
hola adalberto no me aprece la opcion para mandarte un mensaje privado, si lo lees ponete en contacto si? te queria consultar algo muchas gracias, besos
Excelente muy excitante con morbo y lujuria.