El descubrimiento sexual con mi hermano gemelo
Dos gemelos adolescentes descubren la masturbación.
Toda nuestra infancia la recuerdo juntos. Tener un gemelo es como tener otra parte de ti. Cuándo empezamos la adolescencia la curiosidad empezó a crearse entre ambos. Lo que se hablaba en el colegio lo acabamos hablando juntos en casa. Dormíamos en la misma habitación. Cuando teníamos 12 años todos los temas empezaron a rodearse de sexo. Llevabamos toda la vida bañandonos juntos y viendonos desnudos. Nuestros cuerpos no eran un secreto pero nuestra ignorancia sexual hacía que nuestras erecciones fueran simplemente cosas de risa.
Mi hermano Miguel y yo éramos iguales. Teníamos el pelo castaño y un cuerpo que tendía a estar marcado muscularmente a pesar de nuestra corta edad. Nuestras pollas eren también súper parecidas. Median 13cm
y no eran muy anchas.
A partir de esos días las pajas iban a ser continuas. Todo empezó un día que mi hermano Miguel durmió en casa de un chico de su clase, un año mayor que nosotros. El chico le enseño una película porno y le dijo si quería hacerse una paja. Mi hermano no se había hecho nunca una y su amigo tuvo que enseñarle hacerse. Miguel era bastante vergonzoso y no quiso hacer nada delante de su amigo pero la calentura que llevaba fue considerable. El dia siguiente volviou a casa y hablo conmigo. Me contó todo lo que había ocurrido y yo también había hablado con otra gente alguna vez sobre el tema pero como mi hermano y yo éramos un poco inocentes no habíamos hecho nada aún. Nuestra habitación se encontraba en la buhardilla de la casa y eso nos daba bastante intimidad puesto que oíamos cuando nuestra madre subía.
Mi hermano y yo quedamos que esa noche veríamos porno en Internet, pues nuestrá madre iría a cenar a casa de una amiga suya que vivían cerca.
Cuando llegó la noche y nuestra madre se fue Miguel puso en el ordenador una página porno que le había dicho su amigo. Buscamos dentro de la categoría teen un vídeo de una pareja muy joven aparentaba unos 18 años. El chico tenía una polla bastante grande de unos 18 cm. Nosotros nos asombramos puesto que nunca habíamos visto otras pollas diferentes a las nuestras. La calentura empezó a estallar en nuestros miembros.
– Miguel se me ha puesto muy dura… – le dije a mi hermano.
– quieres que te enseñe lo que me dijo mi amigo?
– creo que sí porque necesito desahogarme.
– vale pues desnudemonos.
Los dos hermanos se quitaron sus camisetas y sus pantalones y se quedaron en calzoncillos. Los bultos eran considerables.
– madre mía nunca nos la habíamos visto tan grande.
– venga quítate todo Miguel no seas vergonzoso.
– vale vale…
A continuación yo me quite el calzoncillo y mi hermano tardo unos segundos más en quitarselo. No entendía porque estaba vergonzoso conmigo.
– qué pasa si nos hemos visto desnudos todos los días!
– ya ya pero nunca la había tenido tan grande…
– bueno y qué pero si yo la llevo igual que tú!
Entonces Miguel por fin se quito los calzoncillos. Su reluciente polla salió a la luz. Era blanquita como la mía y tenía muy poco vello, como yo.
– venga entonces cómo se hace? – dije con la mano en la polla.
– pues… Se rodea con la mano y se sube y se baja. Puedes ir más lento o más rápido según lo que te guste, me dijo mi amigo. Él se escupía en la mano porque dice que le gustaba más.
Ambos estábamos sentados en mi cama delante del ordenador, desnudos y con las manos en los miembros.
-Asi? – dije mientras me la meneaba con cuatro dedos.
-no tonto así no tienes que rodearla con toda la mano – dijo Miguel agarrándomela sin darse cuenta. Yo di un respingo al notar su mano sobre mi polla. La sensación fue increíble. Miguel se dio cuenta y se quedó callado y se puso rojo.
-perdón no sé porque me he tirado a cogerla tan rápido, no me he dado cuenta… – dijo más rojo que un tomate.
Siempre nos habíamos visto desnudos pero nunca nos habíamos tocado.
– no no te preocupes yo tampoco me lo esperaba pero la sensación ha sido muy buena… – dije también un poco vergonzoso – Si quieres, puedes enseñarme sobre la mía y así aprendo, no me importa que me la toques.
– No sé si eso está bien…somos hermanos.
– Miguel creo que tenemos muchísima confianza como para que te pongas así. Los hemos visto desnudos desde que éramos bebés. Me has tocado siempre todo el cuerpo menos esto y qué más da, es lo mismo que tocarme el brazo – dije con bastante excitación. La verdad es que la sensación me había encantado.
– bueno de acuerdo pero no se lo digas a nadie…
– eres tonto? siempre tenemos nuestros secretos y nunca se los cuento a nadie.
– bueno vale pero túmbate.
Me tumbé en mi cama totalmente desnudo. Mi polla estaba enorme.
– madre mía nunca te la había visto así de grande…
– pues Miguelín mírate la tuya que está prima hermana…
Mi hermano miro su miembro y también puso cara de asombro.
-madre mía están iguales, como una piedra…
-venga enseñame.
Miguel rodeo con sus manos mi miembro. Otra vez note una descarga eléctrica por todo el cuerpo.
– tienes que agarrarla con todos los dedos rodeándola. Luego empiezas a mover la mano de arriba a abajo.
– joder qué gusto da – dije mientras mi hermano ya llevaba varias subidas y bajadas. – y cuando se supone que terminamos?
– mi amigo me dijo que ya lo sabría cuando llegase el momento, me dijo algo de leche pero no entendí.
– bueno tú sigue y ya luego cambiamos…
Miguel continúa sacudiendo mi polla. Cada vez acelerada el ritmo debido a lae excitacion. Estábamos a ambos muy rojos y un poco vergonzosos pero nos dejamos llevar. Con el paso de los minutos empecé a notar una sensación como si tuviera que ir al baño.
– creo que noto algo Miguel continúa a ver qué pasa…
Mi hermano acelero el ritmo aún más y yo estaba en la gloria hasta el momento que note algo que salía de la punta. Tres chispazos de semen salieron de ella y mancharon mi abdomen. La sensación fue brutal.
– Dios qué gusto…
– UF esto debe ser la leche que dijo.
– claro Miguel eso es lo que deja embarazadas a las mujeres. A ver a qué sabe – lleve mi dedo a mi abdomen y cogí un poco de semen y me lo lleve a la boca.
– a que sabe? – dijo Miguel.
– sabe cómo salado, pruébalo.
– no sé si quiero…
– venga tonto pruébalo y luego yo probaré el tuyo, a ver si hay diferencia.
– bueno vale…
Mi hermano agarró un poquito con dos dedos y se lo llevo a la boca. Su cara fue un poco rara.
– sabe raro y salado pero bueno podría ser peor.
– bueno venga voy a limpiarme y te toca a ti ve tumbandote
Miguel estaba muy excitado, su polla estaba durísima. la mía se había rebajado un poco pero enseguida se puso dura otra vez cuando lo vi tumbado i le agarres sun miembro.
-quiero que lo hagas igual de rápido que yo hermanito que a ti te ha gustado.
-sí déjame a mí tengo una idea.
Cuando cogí su miembro, Miguel dio un salto debido a la excitación.
-Tenias razón…vaya sensación más…buena.
-dejame que tengo una idea.
Cogí el miembro de mi hermano con mucho cariño, lo acaricie y bajé lentamente su piel. nos teníamos mucho cariño y quería demostrarselo en este momento tan íntimo. Acaricie la cabeza de su miembro y con la otra mano sus huevos. Tenían una fina capa de vello, pero apenas se notaba.
-no sé por qué haces eso pero me encanta, hermano.
-lo hago porque nos queremos mucho y quiero que estés a gusto y disfrutes como tú me has hecho disfrutar a mí.
-Gracias hermanito…
Lentamente comencé el sube-baja mientras le acariciaba los huevos lentamente. Su cara era un poema y los ojos los ponía en blanco. Me encantaba verle disfrutar. Al minuto de estar dándole, algo me ocurrió. La excitación me dejó llevar y le di un beso en la punta de la polla. El bote que dio no fue normal.
-Que haces? Madre mía qué gusto…
-no sé porque lo he hecho perdona ha sido como un resorte… – estaba avergonzado.
-no te preocupes aquí nadie va a juzgarte haz lo que quieras… – dijo Miguel. Estaba temblando de nervios. No quería decirlo pero todo eso salió solo por la excitación.
-seguro que no digas nada a nadie no? – dije con miedo.
-somos una tumba ya lo hemos dicho antes nadie dirá nada a nadie.
-Vale…
Y así es como empecé a hacer mi primera mamada. No sabia ni lo que hacía. Me dejaba llevar por la excitación mía y de mi hermano y por los deseos de complacerle. Él era el mayor por unos minutos y siempre había tenido un poquito más de respeto a él, a pesar de la escasa y tonta diferencia d edad.
Quien haya hecho una mamada a alguien que quiere de verdad sabrá la sensación diferente que se tiene y las ganas que se ponen en hacerlo.
En un primer momento, mi elevada excitación me llevó a engullir la polla de mi hermano. Mi lengua estaba desatada y lamía allí donde podía. Miguel me miraba con los ojos como platos. Su polla estaba cada vez más dura. Yo estaba besando toda su polla y chupándola como un loco. Estaba toda empapada de mi saliva. Miguel alucinaba y me agarraba la cabeza como para tratar de marcar un ritmo, pero no había ritmo que midiese mi excitación. Miguel me dijo que la leche iba a salir y a mi me daba igual todo. Le había prometido que la iba a probar y que mejor manera que directamente en mi boca. La descarga no tardó en llegar y para ello hinqué mi boca en su rabo y trague hasta el último mililitro de su esencia. Miguel se desplomó en la cama. Estaba exhausto. Yo tenía su semen en mi boca y lo tragué todo.
-Ha sido…. Tremendo…. Increïble… Hermanito… Gracias… – Miguel jadeaba.
-Tu leche sabe muy parecida…
-Mierda, yo no la he probado.
-Mañana repetimos…
-si? Estás seguro?
-si… Esto es increíble y será nuestro secreto.
como sigue
Excelente…casi no termino de leerlo de la excitación