El día que mi prima descubrió el tamaño de mi rabo
Luján, mi prima está cursando séptimo grado, con lo que recién está entrando en la pubertad. Lo que hace que sus hormonas estén al 100%, y de eso me aproveché yo..
Como dije Luján tiene 12 años recién cumplidos. Es una chica de cuerpo mediano, ni delicada ni robusta. Bien formadita diría yo. Sus largas piernas terminan en un hermoso par de nalgas, rellenitas y duras. Sus pechos recién están tomando forma, aunque ya se nota que serán abundantes. Pero hagamos corto el relato, hacía ya tiempo que yo venía viendo como mi prima se iba desarrollando, cada vez más linda, más mujercita. Eso empezó a despertar en mí al «Cazador». Y comencé a acecharla de a poco, vivimos en casas contiguas, yo estoy en cuarto año del secundario. A mis 16 años, ya tengo cuerpo de adulto, y con bastante deporte encima, por lo que mi cuerpo está bien desarrollado. No soy un Adonis, pero tengo lo mío.
En fin, pasando a los hechos, esa tardecita Luján llegó a casa buscando a mi madre, la cual no se encontraba en casa debido a su trabajo, es médica pediatra, y suele trabajar hasta tarde en su consultorio. Mi padre se fue hace un par de años, y no lo hemos vuelto a ver. Por lo tanto yo estaba solo en casa. Aclaro que soy único hijo. Hacía un rato había vuelto del gimnasio y estaba recién bañado, cubierto solamente con un toallón, ya que no esperaba a nadie. Cuando sonó el portero, me arrimo a la cámara y veo que es mi prima, sin malicia directamente le abrí la puerta, ella entró sonriendo como lo hace siempre, su generosa boca es una tentación a comerla. Luján entró derecho a la cocina, buscando a mi madre, pero al no encontrarla se dirige al living donde me encontraba yo parado, con la toalla rodeando mi cintura, ella se dió cuenta y se largó a reir. Y sin ningún aviso y con picardía se me acercó lentamente, pavoneándose, y sin ningún miramiento tiró de la punta del toallón con lo que este fue a parar al piso y yo quedé totalmente desnudo frente a Luján, que primero se hizo hacia atrás, y luego descubrió mi verga, la cual colgaba de mi vientre. Obvio que Luján no tenía mucha referencia de pijas. Según ella me confesó luego, nunca había visto una pija en vivo, salvo la de su primito más chico que tiene seis años. Mi verga es bastante normal en lo largo, pero es bastante gruesa, principalmente en el tronco y el glande. Es lo que muchos llamarían «Cabezona». Mi prima no podía sacar la vista de mi pedazo, yo ofuscado al principio por la broma, y luego intrigado por la actitud de Luján, ya que lejos de sentir verguenza, se aproximó, estiró el brazo y con su manito tomó mi pene por el tronco y lo sacudió lentamente. Ante esta caricia, mi pija comenzó a erectarse, Ella solo sacudía mi tripa sin sacarle la vista de encima. Pasada la primer impresión, simplemente la tomé de la cabeza a mi prima y la forcé a agacharse en dirección a mi tripa, y cuando la tenía cerquita le pedí que me la chupara. Medio se resistió al principio, pero la forcé un poco más y le apoyé el glande de mi pija que ya estaba totalmente erecta y dura en sus carnosos labios, Luján entreabrió su boca y recibió la cabezota de mi tripa en su boca. Qué caliente la tenía. Fue una sensación única. Finalmente tomó mi tronco con su mano derecha y mientras me la mamaba, con la izquierda me acariciaba los testículos. Medio me mordisqueaba con sus dientes, pero finalmente logró hacerlo bien. Luego de unos cinco minutos ya se metía la verga entera hasta la garganta y no se amilanaba. Yo me apoderé de sus pechos, sus pezones estaban totalmente duros. Pugnaban por atravesar la remera, ya que no traía brassier, levanté su remera y allí estaban, disponibles para mí, mientras Luján seguía prendida a mi verga. Ya totalmente lanzado, me aproveché de la situación, separé a mi prima de mi tripa, la llevé a mi habitación, ella no se opuso para nada, retiré su remera, bajé su short y su bombachita, y me encontré con su vagina apenas cubierta por una suave pelusita. Yo ya tenía la verga tremendamente dura, me tiré de espaldas en la cama y la invité a hacer lo mismo, se acomodó de frente a mi, nos besábamos con mucha pasión y desesperación, yo empujaba mi poronga en dirección a su entrepierna, ella hizo lugar para que mi pija acomodara la cabezota entre sus labios vaginales, y me masturbaba con su pelvis, finalmente no aguanté más, la puse de espaldas , me acomodé entre sus piernas abiertas, tomé mi falo por el tronco y pincelee la entrada de su vagina, luego de humedecerla bién, puse bastante saliva en la cabeza de mi pene y acometí su virginal túnel. Apenas metí la punta ella gritó suavecito, yo estaba muy caliente con lo que no hice caso alguno y seguí con la penetración, entró la cabeza y una arte del tronco y llegué a su himen, no le advertí nada, simplemente empujé a fondo y me enterré hasta los testículos dentro de mi prima, el alarido que pegué se debe haber escuchado en el vecindario, y comenzó a llorar y gemir, pedía que se la sacara, yo estaba endemoniado, luego de unos segundos comencé a serrucharla con ganas, y finalmente llené su vagina de semen con potentes chorros. Ella seguía llorando. Me gritaba, sos malo, me hiciste doler, pero yo no le sacaba la verga, seguía dentro de ella, lo que al parecer no le disgustó por que lentamente comenzó a moverse, y en unos segundos era ella la que se cogía sola con mi pene medio flácido, el que por supuesto reaccionó y otra vez se endureció. Eso pareció motivarla más, ya estaba disfrutando, y de repente con un largo suspiro y un gemido quedó laxa. Había acabado. Lentamente nos fue bajando la calentura, saqué mi miembro todavía erecto de su vagina, y le pedí que me lo mamara, Luján obediente se prendió a la tripa y me lo mamó hasta que le llené la boca de semen, el cual tragó sin queja alguna. Esto pasó hace cinco días, en un rato viene Luján. Y viene por más verga.
Huuyyyyyy caaarajooooo! rico rico rico el relato!
wow amigo esta super rico ojala lo siga haciiendo, oye bro neta aun lo sigues hhaciendo apenas en estos dias bro?
Rico