El día que mi prima descubrió el tamaño de mi rabo – Parte 2
Ya siendo poseedor de su virginidad y con el consentimiento de mi prima Luján, siguieron las sesiones de sexo entre nosotros dos, tambien me adueñé de su culito.
Luján ya perdida todas las inhibiciones luego de que me entregara su virginidad, se convirtió en asidua concurrente a mis tardes de sexo. Y también al estar permanentemente excitada por sus hormonas púberes, se me hacía fácil obtener sus favores. Luego de varias sesiones donde el sexo iniciaba con una buena mamada de tripa, yo le mamaba su argollita, hasta que ambos lográbamos ese primer orgasmo, lo que nos permitía tener un segundo round mucho más largo y plácido. Obviamente íbamos experimentando el uno con el otro. Es así que una tarde llegó muy excitada y entusiasmada, me cuenta que a su mejor amiga, Cristina que tiene la misma edad, el novio le había hecho sexo por el ano. Que al principio cuando se la estaba metiendo le dolió un poquito pero que luego le gustó mucho, y que lo repetiría pronto. Eso puso a Luján a mil, no quería ser menos que su amiga, por lo que esa tarde llegó con la iniciativa y propuesta de que le hiciera sexo anal. Yo no sé cuál es el tamaño del miembro del novio de su amiga, sí sé que mi verga es bastante cabezona, y que el tronco en su base es gruesa en serio. Pero de todas formas probaríamos. Todo inició como días anteriores, me mamó bien la verga, hicimos un sesenta y nueve y yo aproveché mientras le mamaba su cuquita a meter primero un dedo en su ano, luego dos y finalmente un tercero, Luján ni se inmutaba, solo suspiraba cada vez más fuerte y gemía como lo perra que es. Finalmente estaba obsesionada con que se la metiera en el culo. Fui hasta la mesita de luz de mi madre donde yo sabía que tenía gel lubricante, y ya armado con el mismo, volví a mi pieza. Allí me esperaba Luján, boca abajo, totalmente desnudita, con su culito parado. Verlo me hizo excitar más todavía, y eso que ya tenía la pija como un tirante. Me senté a horcajas de sus piernas y mi poronga quedó justo entre sus nalgas, ella paró más la cola, inicié el trabajito de dilatar su agujerito trasero, pero para que no se pusiera tensa, lentamente desde atrás invadí su vagina con mi miembro, ella lo disfrutaba a pleno, mientras con dos dedos ponía mucho gel en su aterciopelado túnel, su agujero es estrecho, pero muy elástico, rápidamente tenía yo metido tres dedos dentro de su culo. Entonces saqué mi verga de su conchita, unté mucho gel en la cabeza y pidiéndole a mi prima que se abriera los cachetes del culo, apoyé en su esfínter la cabezota morada, gruesa y dura de mi verga, y lentamente comencé a entrar. Luján al sentir el grosor de mi miembro medio se agitó, pero con un pequeño empujón, la cabeza de mi tripa se internó por su trasero canal, y lentamente y sin apuro, se la fui metiendo, hasta que mis testículos pegaron contra su pubis, parece mentira que una niña de 12 años, que hasta hace 15 días era virgen, ahora se tragara por el culito mis 18x8cms. Convengamos que una vez que la penetré totalmente me quedé abotonado por un rato hasta que se acostumbró al grosor de mi tripa. Lentamente inició ella un pequeño movimiento de vaivén, luego ya era una hermosa cogida, y finalmente un ritmo furioso nos llevó al éxtasis, se la sacaba toda y se la ponía de golpe, sin miramientos, ella se babeaba toda, pedía más y más, y finalmente en medio de un paroxismo total llegamos juntos al orgasmo, con lo que llené su canal trasero con potentes chorros de semen, ella al sentir mi acabada, pegó un sonoro gemido y se permitió el orgasmo. Demoré una eternidad en tener blanda la tripa como para sacársela sin hacerla sufrir. Luego los dos nos quedamos tirados laxos en la cama, a Luján le brillaban los ojitos, solo emitió una frase. Me encantó que me cojas por el culo, pero caray, como duele cuando entra. Mañana lo repetimos así me acostumbro al grosor de tu verga. Y quedamos de acuerdo que mañana volvería por más.
ufff ke rijkco sabrosisismo egh
Woooow! Rico relato!