El día que perdí mi virginidad con mi tía

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Era una tarde lluviosa en Quito, el cielo estaba deshaciéndose y como de costumbre yo entré a la habitación de mi tía que no solía estar en su casa. Ella solía dejar sus interiores a la vista de todos y a mi me gustaba masturbarme con ellos pensando en que me la cogía a ella. Aquella ocasión entré sigilosamente y me disponía a entrar en su habitación pero cual no sería mi sorpresa al verla ahí totalmente desnuda, ella no sospechaba de mi presencia pero supongo que se sentía observada, como por instinto regresó a mirar hacia atrás y allí estaba yo con la boca totalmente abierta al ver su cuerpo netamente conservado a pesar de su edad.

La miré fijamente y ella comprendiendo mis intenciones solamente me miraba y luego de un rato me hablo:
– te gusta verdad…a lo que yo respondí con un si muy excitado y ya lubricando mi pene, ella me tomó de la mano y me llevo hacia el cuarto de baño donde me hizo depilarle la vagina, mientras lo hacía ella gemía de placer y me tomaba de la cabeza y me hundía en su sexo, yo por mi parte le lamia su sexo y sentía sus fluidos derramarse por mi lengua, eso me excitaba al máximo. Una vez terminada la depilación la lleve a su cama y ella invitándome a penetrarla abrió desvergonzadamente las piernas mi pene estaba a punto de estallar y luego sucedió la penetre primero despacio para sentir su sexo mojado ya por la excitación y luego rápidamente. Podía escuchar sus gemidos de placer y yo le respondía con mas fuerza en las penetraciones, lo estábamos haciendo en la posición del perrito pero luego cambiamos y la senté en mis piernas de frente y así pude gozar de sus deliciosos senos, a ella le gustaba que tirara de sus pezones se ponía roja de excitación cuando lo hacía.

Luego quería terminar y ella me pidió gimiendo que lo hiciera en sus senos a lo cual yo no me negué.
Así perdí mi virginidad con la persona que menos pensé podría hacerlo, aun puedo sentir sus caricias y cada vez que pienso en ella mi pene se moja y lubrica deseando sentir de nuevo a aquella que lo estrenó