El día que tuve sexo por primera vez con mi madre
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Después de discutir con mi novia estuve deambulando por el parque hasta que decidí irme a casa, estaba dolido no tenia sueño eran como las diez y media de la noche, cuando llegue me fui a la cocina me serví un trago de wisky en las rocas y me puse a tomar, en fin no tenia afán, como estaba haciendo calor me quite la ropa y me quede en bóxer, con el recuerdo de lo que hacia con mi novia me excite bastante y me saque la verga y comencé a sobarla, con la tranquilidad de que mi mama dormía.
De pronto sentí un ruido y me guarde la verga, al instante entro mi mama a la cocina, llevaba puesta una piyama que le llegaba a medio muslo, era una piyama de seda que sin que le quede apretada se le ajusta al cuerpo y se lo delinea. Me quedo la duda de si ella había visto que yo me la estaba sobando, cuando entro me pregunto: que te pasa?. Le respondí: porque?. Es que tienes una cara de tristeza, entonces le conté que mi novia me había terminado y por eso andaba bastante triste y me estaba tomando ese trago para relajarme e irme a dormir, ella se arrimo y me abrazo y me sobo la cabeza con sus manos y recostándola contra su pecho y después se fue a preparar una bebida caliente.
Estando ella al pie de la estufe me puse a contemplarla y me di cuenta la mujerota que tenia enfrente, cuando ella se voltio me dijo porque me miras así?. Le dije mama nunca te había mirado como lo que eres una mujer y en verdad que estas muy buena, me imagino que te cortejan mucho. Me respondió que si, pero que ella ya no estaba para esos menesteres ni le interesaba. Le pedí que se sentara conmigo y me acompañara, lo hizo sin ningún inconveniente, cuando termino de tomarse la bebida fue al lavaplatos y comenzó a lavar el pocillo, se le metía la piyama en la raja y se le notaban sus nalgas además con el movimiento se le veían también sus tetas, yo me pare con el pretexto de sacar hielo de la nevera y me atreví a rozarla por detrás, de regreso me recosté mas sobre ella, note que no hizo ningún gesto de moverse del sitio, pensé no le disgusto.
Le dije que porque no me acompañaba con un trago que era viernes y ninguno de los dos teníamos que trabajar el sábado, me respondió que si pero que una copita de vino que es lo que a ella le gusta, se lo serví y nos fuimos a la sala y comenzamos a hablar de todo, yo estaba extasiado observándola ya que nos habíamos sentado en el sofá los dos y yo gire mi cuerpo para poder observarla, ella cruzo las piernas y se le veía todo su muslo eso me estaba poniendo a mil y se me comenzaba a notar mi bulto, entonces cogí un cojín y me lo puse encima para que no se viera, me percate que a ella cuando yo hice eso se le pusieron duros los pezones y se le notaban amenazantes. Me pidió que le sirviera otro vino, pero como yo la tenia bien parada y me daba cosa que ella me viera el bulto, le dije que en un momentico se lo servía, la respuesta de ella fue, porque te excitas conmigo si yo soy tu mama?.
Me dejo sin respuesta inicialmente, pero me llene de valor y le dije que esa noche me había dado cuenta que no solo tenia una mama muy buena sino que a mi lado tenia la mujer mas espectacular del mundo que no sabia como mi papa la había dejado, me contesto que son cosas del pasado y que no quería recordar, ella comenzó a hacer unos movimientos con las piernas y yo me imaginaba ese roce de su vagina húmeda.
Se paro me pregunto que en vista de que yo no le servía el vino ella se lo iba a servir que si quería un trago le dije que si, verla caminar hacia la cocina me volvió a encender, mirar como brincaban sus nalgas en cada paso que daba. Estaba sacando el hielo cuando yo me le arrime por detrás y le apreté mi verga entre sus nalgotas, me dijo detente yo soy tu madre y eso no puede pasar, sin embargo no se aparto de mi, yo le puse las manos en la cintura y dándole un beso en el cuello le dije que se tranquilizara que aun cuando hoy la estaba viendo como lo que es una mujersota no haría nada que ella no me lo permitiera, cuando le bese el cuello vi como se le ponía la piel de gallina y me retire, cuando ella se voltio para entregarme el trago observe que sus pezones seguían duros queriendo salirse de la piyama.
Cuando regresamos a la sala le dije mama no te sientes ven bailemos, yo conocía las cualidades de bailadora de mi madre y lo mucho que le gustaba, bailamos una canción y coloque otra, un bolero y comenzamos a bailar nuevamente, inicialmente un poco separados, pero poco a poco nuestros cuerpos se fueron juntando, fue algo increíble cuando sentí el roce de sus pezones en mi pecho desnudo, mi verga se quería salir del bóxer, yo sacaba el culo para no rozar a mi madre, evitando que ella se molestara, en una vuelta accidentalmente roce con mi verga que estaba bien tiesa la pierna de mi mama, espere su reacción pero ella siguió como si nada, entonces decidí seguir dando esa vueltica para seguirle rozando mi verga por su muslo, a mitad de canción nuestros cuerpos estaban casi pegados el uno al otro, me decidí apretarla contra mi jalándola con la mano que le tenia en la espalda y ella cedió y se apretó contra mi, es increíble sentir el roce de la seda, yo movía mi cadera para sobarle mi verga que ella debía sentir, porque yo la tenia bien parada aunque debajo del bóxer. Cuando termino la canción me dijo suficiente hijo, le rogué que me acompañara en otro trago y en otro baile, después de rogarle bastante ella accedió.
Nos servimos el otro trago, brindamos y me acorde que ella la música tropical la bailaba bien rico y cuando bailaba con mi papa esos discos se apretaban el uno al otro y se movían que uf, entonces coloque uno de esos discos y la invite a bailar y efectivamente ella dio rienda suelta a su manera de bailar, yo aproveche la agarre y la apreté contra mi, ella movía acompasadamente sus caderas como moliendo mi verga que se había vuelto a parar. En un desliz me saque la verga del bóxer y con mucha maña le fui subiendo la piyama hasta que le coloque mi verga entre las piernas sin obstáculo de telas, ella dio un brinquito como de susto en ese momento pero no dijo nada, seguíamos bailando y yo ya mas atrevido me ubique de tal forma que mi verga le sobaba la raja por encima del panty, se sentían las dos humedades las de sus jugos vaginales y las de líquidos preseminales.
Cuando el disco termino la apreté fuerte y busque su boca para darle un beso y me dio una cachetada diciéndome hijo que haces. Se fue corriendo a la cocina tomo un vaso con agua y se lo tomo y comenzó a llorar, yo estaba muy asustado sin embargo me arrime y le dije que me perdonara, que yo trataría de controlarme, ella me decía que eso no estaba bien que ella era mi mama y no se podía, yo poco a poco me volví a arrimar a ella, acariciándole los cabellos, le dije que nos tomáramos otro trago que eso nos ayudaría, nos tomamos el otro trago, volví a poner música la volví a invitar a bailar, ella solo me dije, no te vas a volver a propasar, pero que va no pude contenerme, la volví a tener entre mis brazos, volví a sacar mi verga del bóxer, le volví a levantar la piyama y comencé a hacer movimiento como para masturbarme entre sus piernas, ella me ayudaba apretándolas al ritmo de la música, de pronto sentí correr algo liquido caliente por mi verga mi mama se estaba orinando, cuando sentí eso la apreté mas fuerte y ella se dejo, baje mis manos hasta sus nalgas y se las comencé a acariciar, sentí que a ella se le escapo un gemido y boto otro poquito de orines que puso mi verga a palpitar a mil.
Ella comenzó a murmurar no puede ser, no puede ser, le dije que se tranquilizara y me viera como a un hombre y no como a su hijo, que eso no era malo. Volvió a llorar pero no se separo de mi, lo que me dio pie para acariciarla mas, buscar sus senos, como seguíamos bailando mi verga seguía entre sus muslos ya todos mojados, sentí su vibrar cuando le roce los pezones, le bese la mejilla, le bese la boca, le bese el cuello y continúe bajando hasta llegar a sus pezones, los lamí, los chupe, nos sentamos en el sofá yo baje hasta su pozo de la dicha y ummmmmmm que ricura saborear sus jugos.
Ella seguía llorando y murmurando no podemos hacer esto, yo le aparte un poco el panty y metí mi lengua en su vagina, pasándola suavemente por sus labios, sentía su clítoris duro cuando o tocaba, ese olor que despedía era fenomenal, de pronto sentí que con su mano suavemente me guiaba para que quedáramos en un 69, fue una delicia sentir la punta de su lengua recorrer mi glande, como chupaba suavemente y lamia. Le saque el pamty y mis dedos exploraban entre sus nalgas hasta encontrar el hoyito, lo tenia bien apretadito, sin embargo con los jugos que le corrían por el culito fue fácil introducirle un dedo, mientras le metía hasta lo mas profundo mi lengua en la vagina. La acomode de a perrito y le comencé a rozar la punta de mi verga por la raja, ella gemía y me pidió que se la metiera despacito, la fui metiendo lo mas lento que pude, era una dicha sentir ese hueco húmedo ajustado a mi verga, la fui empujando lo mas lento que pude hasta que se la metí toda
En ese momento ella comenzó a moverse de que manera, espectacular movía sus caderas, se alejaba y se acercaba, ella misma se lo metía y sacaba hasta que sentí chorrear todos sus jugos por mi verga, se la saque y comencé a tocarle el ano con la punta de mi verga, me dijo que nunca lo había hecho por ahí, le dije que se relajara y comencé a explorarla con el dedo mientras nos abrazábamos y nos besábamos, con una mano acariciaba sus tetas y con la otra ya le había metido un dedo y le estaba metiendo el otro, estuvimos un ratito asi, después le metí el tercer dedo, mientras le seguía besando y acariciando, la acomode suaveente, ella quedo boca abajo le levante un poco la pelvis y le lami el ano, después se la comencé a meter despacito ella dio un grito de dolor pero no se retiro se la segui metiendo hasta que mis pelotas golpearan sus nalgas, se la movi en todos los sentidos y que ricura su hoyito caliente hasta que estuve a punto de explotar le dije que quería derramarle i leche en la cara, ella me agarro la verga le dio unos lambetazos espectaculares y se trago toda mi leche.
Nos quedamos acostados en el sofá y dormimos hasta el día siguiente.
Que exitante relato