El entrenador (quinta parte)
Una linda tarde acampando .
El día de la competencia ahora éramos 3 las que recibíamos el entrenamiento especial de papá, la competencia fue sencilla, habíamos ganado con una enorme ventaja, Papi como siempre nos invitó a comer helado, al terminar llegó a Monse a su casa y en eso vimos que la mamá de Maritza estaba ahí, le dijo a Maritza que se quedará de una ves, ella no quería porque sabía que nos iríamos a coger pero no podía negarse, papi nos llevo a mi y a Clarissa a la casa, no dijo nada, solo dijo que festejaremos un poco.
Le hablo a la mamá de Clarissa y le dijo que nos llevaría a todas a comer a un buen restaurante para celebrar habíamos ganado, como mi papi era médico conocía a los padres de todas nosotras y le tenían una gran confianza, condujo por 20 minutos hasta llegar a la playa, estaba abarrotada, a pesar de que me encantaba la playa me sentía algo triste de saber que con tanta gente no podríamos jugar con papi, continuamos en el auto unos minutos más hasta que llegamos a un estuario, era una masa de agua que desembocaba en el mar, tenía un pequeño islote en medio de las dos lenguas del río, nos bajamos del carro y papi busco hasta que encontró una pequeña lancha, nos invitó a subir y cruzamos el cuerpo de agua, el islote tenía una espesa vegetación, algunas palmeras, yo estaba nerviosa, papi no decía nada, al llegar al centro del islote vimos que había una casa de campaña de buen tamaño, había comida y lo mejor de todo es que había una botella grande de vino del que tomamos esa noche que lo hicimos por primera ves en la casa, ambas nos emocionamos mucho, Clarissa jamás había tomado vino, y al fin papi nos habló
-niñas, ojalá hubiera podido venir Maritza pero no sé pudo, aquí nadie viene, así que podemos estar desnudos o coger al aire libre si queremos
Nos metimos a la casa de campaña y comimos algo, platicamos un poco pero ya estábamos ansiosas, entonces papi abrió la botella de vino, tomamos una par de copas las dos, papi no dejaba pasar mucho tiempo, en cuanto acababa una nos servía la segunda, y luego la tercera y nos animaba a seguro tomando. Fue entonces que nos dio la orden de desnudarnos, al fin el momento que ambas esperamos, ambas lo obedecimos, y tal y como lo hizo la primer noche derramó algo de vino en mis pechos, pensé que iría a beberlo pero no, papi tenía otros planes
-clarissa, mira el desastre sobre Andrea, limpiarlo porfavor
Clarisa se acertó y tomo su camisa con la intensión de limpiarme pero papi la detuvo
-no, con tu lengua, limpia rápido
Ella lo miro, y solo obedeció, Clarisa comiendo a lamer mis pechos, luego derramó otro poco en mi cuello y Clarisa continuo con su labor de limpieza, entonces derramó algo en mis labios, ella entendió de inmediato, comenzó a besarme, lamía mis labios, papi derramaba vino directamente en nuestras bocas, quería vernos besarnos y obviamente lo obedeceriamos, entonces dio un paso más allá, derramó está ves vino directo en el coño de clarisa
-bebe, ya sabes que hacer
Yo me tumbe delante de ella, le abri las piernas y comencé a lamer todo el vino que papi derramaba en ella, el solo estaba ahí de pie junto a nosotras, masturbándose mientras nos veía.
Fue el turno de clarisa, derramó vino en mi coñito y Clarisa se lanzó sin dudar a lamerlo, si lengua era increíble, lamía mejor que Maritza, sentía su lengua recorrer cada centímetro de mi sexo, mojada más y más mi coño, y aún más mojado con el vino, pronto sentí que ya no caía vino, pero Clarisa seguía dándome sexo oral, papi nos veía complacido, saco su teléfono y comenzó a grabarnos, le susurro algo al oído a Clarisa y ella sonrió, entonces dijo
-hola Maritza, de esto te estás perdiendo, hoy Andrea y yo seremos las putitas de papi, y nos va a coger como nunca, ya quiero sentir la lechita de papi llenando mi coño de zorrita
Entendí que papi quería grabar eso, quería que Maritza lo deseada más todavía. Yo estaba cerca de mi orgasmo cuando por fin lo sentí, comencé a gemir sin reparo, nadie podría escucharnos.
Papi saco de su mochila un tripode y puso su teléfono, se puso en la toma y dijo
-soy el doctor Damián Hernández, tengo 39 años y estoy a punto de reventarles el coño a dos niñas de 13, una de ellas es mi hija
No entendía para que grababa diciendo eso pero me calentaba bastante. Y tal y como lo dijo, nos acomodo de perrito, miro a la cámara y de un solo golpe me ensartó la verga, yo comencé a gemir, miraba a la cámara, me gustaba la idea de ser grabada mientras mi papi me cogía
-papi también dame verga a mi, no solo a Andrea
-en un momento perrita, Andrea es mi primer esclava, mi muñequita obediente y merece ser la primera en todo.
Pronto me la saco y se la metió a Clarisa, ella gemia más fuerte que yo, sus pechos eran más grandes así que se contoneaban con cada perforada de su imponente verga.
Ambas éramos sus bebés, sus niñas, sus mujeres y amantes, sus perritas y nos encantaba, papi nos cogía a las dos con mucha fuerza, el cuánto se la sacaba a una se la metía a la otra pero no la desatendia, la que no tenía su verga dentro tenía sus dedos en el coño, entonces papi se estiró y saco algo de su maleta, eran un par de collares como el que use en el motel, nos los puso a las dos, nos puso una arriba de otra frente a frente y tono ambos collares
-besense perras, pidanme que les siga dando verga
-papi dame verga, quiero tu vergota papi
-si papi danos verga, somos unas perritas que queremos verga, somos tus perritas, cogernos rico papi
Comenzamos abrazarnos, ya no nos importaba nada, solo deseábamos la verga de ese increíble semental que era mi padre, nos volvió a coger, ambas estábamos en el climax total, ya no podíamos más, entonces papi nos la saco, se masturbo un poco y lleno nuestros coños de leche, era mucha, cliente y espesa, con la cabeza de su verga la recogía y nos la metía en nuestros coños, ambas acabamos con su lechita deliciosa en nuestros úteros, nos quedamos ahí abrazadas, entonces papi se acordó entre nosotras dos, y los tres dormimos una pequeña siesta.
Esa tarde fue maravillosa, al atardecer regresamos en el auto a la ciudad, papi dejo a Clarisa con su mamá y le dijo que se había portado muy bien, ambas estábamos agotadas, al llegar a casa nos fuimos a bañar juntos, pensé que me cogería de nuevo pero los dos estábamos rendidos, así que nos fuimos directo a dormir, para este momento dormíamos juntos en el cuarto de papi, yo ya había tomado el lugar de mami en su cama.
Ufffff… Y Damián… ¿Acaso ese cabrón está vendiendo los videos? Que loco… Jajaja Me gusta como se va depravando.
Pronto verás porque de los videos
Muy excitante con morbo y lujuria.