El entrenador (segunda parte)
Tras esa noche me di cuenta que era más rápida, y papi me iba a premiar por esforzarme tanto .
A la mañana siguente desperté, estaba tapada con una sábana, era sabado y papá ya se había ido a trabajar, me había dejado el desayuno listo en la mesa, hotcakes con mermelada, y una nota
“mi amor trate de despertarte pero no pude, me tuve que ir al trabajo, te veo al rato en la pista, con amor papi… pd: si hoy ganan le daré un premio muy especial a mi amorcito y mi amante”
Estaba feliz, excitada, enamorada de mi padre, ni me di cuenta que me había sentado a desayunar desnuda, no me importo, de todos modos ahora tenía que concentrarme en la competencia de hoy.
Ya estábamos en la pista, de nuevo la misma alineación, les prometí a mis compañeras que les daría ventaja para que pudiéramos ganar, suena el disparo inicial y corro como el viento, recordando la maravillosa noche que tuvimos mi papi y yo, una ves más doy todo de mi y logro una ventaja de 3 segundos a mi contrincante, con esos 3 segundos logramos tomar la delantera y mis compañeras hacen el resto, resultado final, nuestro equipo logro calificar, todos nos vitoreaban y mi papi me miraba con orgullo y emoción, Maritza me aborda y me dice:
-amiga!!!! Que bien, lo logramos! Oye cuál es tu secreto, como logras correr tan rápido!
-es que mi papi me está dando un entrenamiento especial, por eso (me río a mis adentros)
-pues dile a tu papi que me dé el mismo entrenamiento
-NO!… Digo, es que no tiene tiempo
Me mira extrañada pero al final llegan todas y el tema queda olvidado… o eso pensaba. De nuevo nos invita a comer helado, nos lleva a nuestras casas, pero al llegar a la de nosotros mi papi siguió derecho, le pregunté que a dónde íbamos y no respondió, solo me miró y sonrió, pensé que era mi sorpresa, me dio una de sus corbatas y me dijo que me tapara los ojos, lo obedecí, solo sentía como el carro avanzaba, en un momento me pidió que me agachara, sentí que el carro se detuvo y mi papi por fin me dijo que ya habíamos llegado, quise quitarme la venda de los ojos pero no me dejó, me llevo caminando con cuidado, me subió por unos escalones y por fin me dijo
-ya puedes mirar
Me quedé sorprendida al ver dónde estábamos, era una habitación de un motel pero era una suite, tenía yacuzzi, un mini bar, una cama enorme en forma de corazón con pétalos de rosa por todos lados, había pétalos en el suelo, un baño hermoso y algo que me puso algo nerviosa, un tuvo sobre una mesa, mi papi me dio una bolsa de algo que compro y me indico que fuera al baño a ponermelo, fui y al entrar abrí la bolsa, me sorprendido aún más al ver lo que era, se los describo, Era ropa, pero no cualquier ropa, era una pequeña muy pequeña tanga, un bra que apenas taparía unos pezones, una falda de escolar pero erótica y una blusa de un solo botón que apenas podría cubri por debajo de mis pechos, un par de medias y unas zapatillas altas, unas donitas para hacer coletas y maquillaje, pero lo que más me sorprendió fue ver lo que parecía una gargantilla de cuero, con pequeños detalles de cadenas alrededor y una cadena larga que asemejaba a una correa, mi papi me quería ver hermosa y lo haría por el porque lo amaba.
Pasaron 20 minutos y al fin salí del baño, vestía todo lo que venia en la bolsa, me sentía nerviosa pero me sentía sexy, la ropa me quedaba perfecta, y me había maquilado para verme lo más mayor posible, cambiaba torpemente pero yo me sentía la mujer más sensual del mundo, más al ver a mi hombre sentado en la cama, en puro boxer de licra y que al verme se notó como su verga se puso muy dura.
-mi amor te ves preciosa, jamás pensé que te quedaría tan bien, eres tan hermosa como tú mamá… no, incluso eres más hermosa que ella
Sus palabras me hacían sentir muy feliz pues sabía que incluso había superado a la que fue su esposa por 10 años, me acerque a el y acaricie su rostro, me había puesto uñas postizas, largas y afiladas como zarpas de tigre
-te gusta como me veo? Soy tu mujer y tú mi hombre, y hoy quiero que me cojas como nunca has cogido a nadie
Quería exitarlo lo más que fuera posible, me agache y saque su verga, la metí en mi boca, había practicado mucho con pepinos pero la verga de papá era más grande que cualquier pepino, el disfrutaba mucho mis mamadas, más porque en esa posición no culito estaba levantado, y mi papi veía la tanga que me dio como se metía entre mis nalgas, la falda no cubría nada, yo sacaba su enorme falo de mi boca, lo escupía y lo volvía a mamar, me levanté y le entregué el extremo de mi correa a mi papi, el se levantó y me dijo
-quiero que me digas pero gateando
-si papi… digo, si mi amo ❤️ soy tu pequeña esclava, tu muñequita sexual, todos mis hoyitos son tuyos mi amo
A mi papi se le puso aún mas dura al escucharme decir eso, el caminaba y yo lo seguía como si fuera su mascota, su perrita, me llevo al tuvo, yo me sentía nerviosa, el estaba desnudo, veía su verga como se balanceaba y la deseaba mucho, me subió a la mesa y se sentó un un sillón que estaba ahí
-baila para mí
Yo lo volteé a ver, como pude me subí al tubo, no sabía así que repetía lo que había visto en pelis y vídeos, sabía que lo hacía mal pero veía a mi papi masturbarse así que sabía que le gustaba, entocnes me quite la blusa y de la aventé, dejando ver el pequeño bra que me había comprado, luego me contonee y me puse de espaldas, tomé la falda y me la desabotone mientras me inclinaba para que papi viera mi tanguita, se la arroje también, el se veía que ya estaba loco de deseo, entonces me baje del tuvo, me dirigí a la cama y abrí las piernas y le dije lo que lleve a esperando toda la noche
-vamos papi, cógeme
Mi papi se aventó sobre mi, hizo a un lado mi tanga y me metió la verga tan rápido y fuerte como pudo, me cogía de forma salvaje, el no se cogía a su novia o su esposa, tampoco a su hija, el se cogía a su esclava, su muñequita sexual, el era mi papi y mi amo, y yo su hija, su mujer, su esclava, su perrita sumisa, sentía como su verga dura y caliente presionaba mi coño estrecho, imaginaba mil escenarios sucios mientras me cogía, todo lo que podríamos hacer, me cargo en sus brazos sin dejar de cogerme, yo genial, seguro los vecinos de otras habitaciones escuchaban mis gritos, el me tomaba de mi culo me alzaba al aire y me dejaba caer de regreso en su vergota, me llevo al yacuzzi y nos metimos, me puso de perrito y me volvía a coger, duro como solo mi papi sabía hacerlo, el agua chapoteaba con las envestidas de mi hombre, yo gemia a todo pulmón, sentía el coño super mojado, todo era increíble hasta que sonó mi teléfono, al principio pensé en no contestar pero mi papi me dijo que lo hiciera, se detuvo y fue por mi teléfono, me lo dio y vi que era Maritza, pensé que mi papi me dejaría hablar con ella lo cual me puso algo triste porque ya no me cogería, pero cuando le respondí aún en el yacuzzi aún en esa posición sentí la verga de mi papi entrar de nuevo en mi coño, era tarde, ya le había contestado a Maritza
-hola amigaaaaa ayyy
-hola Andrea, todo bien?
-si amiga todo super! Es que estoy ayyyyy ayyyy estoy con mi papi, estamos entrenando y me está haciendo estiramiento
-ay perdón amiga, solo quería ver si habían llegado con bien
-si amiga descuida aaaaaa aaaa perdón es que traigo un tirón en la pierna y mi papi me esta ayudando con aaahh eso
Mi papi disfrutaba ver cómo le mentía a mi amiga mientras me cogía, no pude soportar más y me despedí de ella
-papi que malo eres, bien nos pudo descubrir
-recuerds que eres mi esclava y tú haces lo que tú papi te ordena
-🤤😍 si papi soy tuya!
Eso me prendió, me siguió el juego de la esclava, me empezó a coger más y más duro, hasta que por fin lo sentí, esa rica, caliente y espesa leche llenando mi coño hasta el fondo, por un momento imaginé siendo preñada por papi, teniendo a sus bebés, y eso me encantaba, pero el me daba mi tratamiento para no quedar embarazada, sentía su verga dentro de mi, era delicioso, nos fuimos a la cama y nos dormirnos, el cuarto lo teníamos solo 4 horas así que descansaríamos un poco y después nos iríamos.
Al salir mi papi pago, yo me hice la dormida y me cubri con la bata de mi papi para que nadie viera que era una menor de edad pero me asusté al escuchar una voz conocida, la mujer que hacía la limpieza y también cobraba era doña Claudia, la mamá de Monse
-Doctor Herrera? Ay quien lo viera, hasta acá se escuchó con su… “amiga”
-hola Claudia, jaja si verdad
Mi papá se escuchaba muy nervioso, pero doña Claudia se escuchaba como si le coqueteara, se quedó viendo para conmigo, no me reconocería porque no se me veía la cara pero sentía una mirada de sospechosismo en ella, ella es una mujer de unos 40 años, no es una modelo, ya tiene unos kilos de más, igual que Monse, es llenita, pero tiene unas tetas que quieres tener yo, son enormes.
Salimos del motel y nos fuimos a casa a dormir al fin
Sería genial que Andrea saliera preñada de su papá, y que además, el papá y Andrea inicien a sus hijos/nietos/hermanos en el sexo