El fin de semana con mamá
Un fin de semana maravilloso .
Todo comenzó el viernes por la tarde, fui a buscar al trabajo a mi madre, Pilar sobre las 3 menos diez de la tarde, ella salía a las 3. Por la mañana mientras los dos desayunamos para irnos a trabajar le di a mi madre un sobre de regalo en el que ponía vale por un fin de semana con la fecha del viernes pasado. Ella sorprendida me preguntó ¿Y esto? Le dije que era un regalo que me había nacido hacerle y ella me decía que no tenía porqué. Le dije que como yo llegaba pronto de trabajar harías las maletas y le pasaría a buscar cuando saliera ella de la casa donde trabajo y de ahí nos iríamos al hotel donde nos alojaríamos el fin de semana.
La hora llegó y al salir de trabajar ahí estaba yo esperando en la puerta de la oficina a mi madre. Llevaba un vestido de tirante con estampados muy bonito que le quedaba de maravilla y la verdad es que ponía bastante, nos pusimos en marcha hacia el fin de semana de relax, llegamos al hotel la recepcionista muy amable nos dió la llave de la habitación donde nos alojaríamos todo el fin de semana. Al llegar a la habitación mamá sorprendida por mi regalo el cual le encantó, se descalzó y entró descalza en la misma e inmediatamente se tumbó en la cama. Lo cierto es que solo había una cama de matrimonio y tendríamos que dormir juntos, normalmente solemos hacerlo por eso de que actualmente nuestra relación ya no es de madre e hijo sino más bien de amantes por así decirlo aunque aún nadie sabe nada de lo nuestro. Yo investigue pensando en que habría otra habitación dentro de la misma ingenuo de mi pero lo que encontré fue un baño acogedor que estaba adosado a la habitación donde nos hospedaríamos. Le dije que sino quería yo dormiría en el suelo pero ella me dijo «cariño estás tonto, si en casa dormimos juntos ¿porque aqui no íbamos a hacerlo?» Mi madre tenía razón llevamos ya tiempo durmiendo juntos y nunca habíamos hecho una escapada juntos como amantes, en familia si pero desde que empezamos juntos no.
A continuación mamá abrió la maleta para colocar la ropa en un armario que tenía la propia habitación y a continuación se iría a dar una ducha, acto seguido me dijo ¿Tú también te vas a duchar? Le respondí que si pero que se ella primero debido a que ella lo había dicho primero.
Mamá se fue a la ducha y unos quince minutos más tarde aproximadamente yo me encontraba tirado en la cama y me empecé a poner un poco cachondo así que me levanté de la cama y me dirigi hacia el baño donde estaba mi madre duchándose, había puesto una toalla en el suelo para la hora de salir no mojar todo y el vestido lo habia depositado sobre la taza del váter. Ella no sabía aún que estaba ahí debido a que estaba de espaldas y al abrir ligeramente la puerta la encontré enjabonandose entre las nalgas. Me volví a la cama tumbándome de nuevo y me empecé a tocar lentamente. Cinco minutos después, mamá había terminado de ducharse y salió del baño tapada con la toalla, como era de esperar me pilló tocándome, se lo tomo de manera muy natural diciéndome que el agua estaba de maravilla y que porque no me quitaba la ropa.
Pilar, se dispuso a abrir la maleta y yo como un caballero bien educado como ella me había enseñado le ofrecí mi ayuda, al verla así agachada con el culo en pompa rebuscando entre su maleta eso hizo que me pusiera más cachondo así que me agarre el pene y me lo empecé a masajear con mis manos hasta que entonces la toalla se le cayó, consciente o inconscientemente la cuestión es que tenía a mi madre desnuda frente a mi nuevamente, en casa siempre lo tomamos con total naturalidad así que no es problema ninguno. Para dormir se puso un vestido corto de tirantes que no tapaba mucho más abajo de las nalgas, no llevaba nada debajo y solo ver cómo se le abría el culo al agacharse me ponía malito. Me fui al baño para lavarme las manos, mientras mamá investigaba como se apagaban las luces de la habitación, tenía una erección bastante considerable y oye quién sabe si al final mamá tendría ganas de marcha esa noche, todo podía pasar.
Me metí en la cama junto a ella, no podía parar de mirar por debajo de las sábanas, mi madre me dio las buenas noches y enseguida se quedó dormida y yo poco tiempo después también logre coger el sueño.
A la mañana siguiente me desperté bastante pronto, no serían mucho más allá de las 7 y media de la mañana, mamá estaba dormida pero yo notaba que me estaba tocando la polla y así era tenía el calzoncillo bajado y me estaba haciendo una paja mientras seguía adormilada, al mirarlo me desperté de un bote y al cabo de unos instantes me di cuenta de que ella también se estaba empezando a tocar el coño. Le levanté ligeramente el vestido, percatándome del rasurado coño de mi madre y la verdad que muy suave, se lo empezó a acariciar ligeramente con dos dedos, instantes después mamá se destapó por completo sin soltarme la polla, se puso de lado y se metió la polla en el coño, mamá tenía el coño empapado de flujo estaba muy cachonda, lentamente la penetré y empecé a darle pequeñas embestidas, era maravilloso follar a mi madre de lado la verdad es que es la mejor forma de empezar la mañana. A continuación mamá levantó su pierna derecha cambiando de postura y dejando al descubierto ese coño rasurado con los labios carnosos gimiendo como una loba en celo mientras la agarraba del cuello, mamá me decía, no pares cariño, hazme lo que quieras mi amor, entonces le di más fuerte mientras mamá gritaba y gemia de placer, entretanto le susurraba así me gusta mami que gimas como una perra, ella me sonrió y continuo disfrutando de la follada que le estaba dando mientras se acariciaba el coño con dos dedos de su mano izquierda, con la otra se sacaba sus preciosas tetas del vestido, le agarre los pezones, haciendo que gimiera fuerte en un instante.
Pasados unos diez minutos la folle a cuatro patas en la cama, su postura favorita, volví a penetrarla con fuerza mientras me decía «sigue así cariño» no pares, que cachonda me tienes, la seguí follándo fuertemente y entre jadeos me decía, no pares hasta que te corras sigue así cariño hasta que no aguante más y termine explotando.
Me terminé corriendo dentro de su coño, nos tumbamos los dos en la cama mientras me decía, mi amor ha sido maravilloso en lo que ella se levantaba de la cama para ir al baño.


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