El gran secreto

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi nombre es Encarna, tengo 63 años bien llevados, tengo unos kilos de mas, pero no me importa ya que tengo al hombre mas encantador y caliente del mundo, mi hijo.
Todo empezo cuando mi marido perdio el trabajo, estaba todo el dia en casa, bebiendo y gritando… todo parecia un tunel oscuro de donde creia no encontrar salida. Un dia como tantos otros, Juan , mi marido no estaba en casa para la hora de cenar, asi que empezamos miguel, guillermo y Maria (mis hijos).
Una vez todos habian acabado, los mandé a la cama. Como siempre protestaron, pero al abrirse la puerta y entrar mi marido tambaleandose y muy borracho, todos corrieron a sus habitaciones.
Se hizo un largo silencio, Juan me miro y me dijo:
Eres una putaaaaa

Plafff, una bofetada acompañó la frase, seguido de un empujón, que me desplazó al sofa. Recibí otra bofetada y me dijo, ya sabes lo que te toca. El se bajo los pantalones y se sacó la polla. Sabia que habia que hacer para acabar rapido com esto asi que me la metí en la boca y comencé a menear la cabeza, chupando suave y acelerando con fuerza. Mientas se la chupaba me miraba con desprecio y yo rompí a llorar. Eso desencadenó su furia y me agarró por los pelos y empezó a follarme la boca, yo no podia ni respirar, tenia arcadas constantemente hasta que no pude aguantar y le vomité encima. El empezó a pegarme sin parar, golpes, patadas y escupitajos….
Pronto acabó, se fué al bar o quien sabe donde.

De golpe la suave voz de Miguel me dijo, tranquila mama, todo se arreglará. Y mientras yo lloraba el me abrazaba y me besaba el pelo. Me sentia muy bien. Yo tambien le empecé a abrazar, haste que pensé.. Que habra visto?
El me dijo tranquila, y me dió un suave beso en los labios. Me acompañó a la cama y se tumbo a mi lado, abarazado a mi espalda. En ese momento estaba tan bien…. Pero la puerta irrumpió de nuevo… y en cuanto entró en la habitacion y vió a Miguel abrazado a mi espalda, volvió a llamarme puta y dijo que se iba, que no volveria jamás. Que si queria que me follara a los niños, que ya eran unos hobrecitos. Yo creia que estaba loco, pero la alegria de que se fuera me dio fuerzas para decirle – Si, ademas Miguel la tiene mas grande y folla mucho mejor que tu, así que no vuelvas.
Miguel añadió- Además me voy dentro de mamá y espera un hijo mio
Cerró la puerta de un golpe y no volvió
Le di las gracias a Miguel por el espectaculo.

Su respuesta fué otro beso en los labios y un abrazo. No sabia si reñirle, pero la verdad es que ese beso tierno me gustaba.
Miguel me dijo al oido, -mama, de verdad que la tengo mas grande que papa?
-No lo se añadí ( la verdad es que si lo sabia, mas de una vez lo habia visto masturbarse en su habitacion o con una ereccion matutina)
De verdad? contesto.

Empecé a notar que se hinchaba el pantalon de pijama de Miguel y se apretaba en mi trasero.
Yo estaba tan agusto que ni me moví, el problema es que aún estaba vestida y solo tenia picardias para dirmir , asi que esperé pero Miguel no se dormia.
Decidí desnudarme, me quité el jersey, sujetador, pantalon, medias y las braguitas. Me puse el picardias y me volví a tumbar despaldas a mi hijo, que me susurró al oido – eres preciosa, te quiero mama!

Me abrazo fuerte de nuevo y ahora era yo, la que empecé a sentirme tan relajada que se me empezaban a pasar cosas por la cabeza, asi que decidí cerrar los ojos y dejar que toda esta locura se enfriase.
Miguel me volvio a decir que me queria, y empezó a rascarme la espalda, abrazarme, darme besos en el cuello. Yo empezaba a notar el calor y la humedad de mis entrañas, y no resistí mas cuando su mano acarició mi culo. Estaba tan caliente que apreté mis nalgas contra el paquete de mi hijo. Enseguida se bajó el pantalon y empezó a rozarme con la punta. Me giré , lo miré y le dije, estas seguro? no hay vuelta arrás. El me respondió con otro dulce beso, así que cojí las riendas y me monté encima de el. Ya te has estrenado? le pregunte
No, mamá, pero quiero que seas tu, mi primera mujer.

Yo estaba fuera de control, le coji el miembro y me monté suavemente. Era maravillosa la cara de mi hijo. Empezé a cabalgarle a lo salvaje, era fantastico tener dentro de nuevo a mi hijo.
Me tacaba las tetas, mientras jadeaba, yo empeze a centrarme en mi… estaba chorreando, me encantaba saltar sobre aquel niño, besarle salvajemente, meterle la lengua en la boca y jugar por sus rincones. Ohhhh mama, ohhhh decia
Me encanta mami…. me corro…. ahhhhh!!!!
yo apreté bien mi coño contra el, lo queria todo dentro. Me tumbe hacia el sin sacarla y lo besé. Yo estaba super caliente y le dije- te crees que ya esta? si quieres ser el hombre de la casa comportate como tal.
Mama, si ya no se me levanta, me dijo.
yo no contesté, pero tal y como salia de mi coño me la puse en la boca y empecé a chuparsela. Me exitaba el sabor de su semen mezclado con mis jugos. No tuve que esforzarme mucho para que volviera a estar dura. Se la seguí chupando pero ma fui girando hasta llegar a un 69. El oobre no habia probado nunca un coño. Esta salado- dijo. jajjajaja yo solte una carcajada y le dije, como si estuvieras en la mesa, calla y come.
Segui chupando y disfrutando de aquella inexperta lengua rozando mi vagina.

Me di la vuelta y le dije. Ahora te toca a ti follarte a tu madre. Abri las piernas y guie su polla a mi coño, ya que no encontraba el agujero. Empezo ya salvajemente, pero yo tiraba la pelvis hacia el y conseguia un roce maravilloso. No tarde en acelerar la repieacion y correrme. Lo abrace com fuerza con las pienas, me encantaba mirar a mi niño así.
en cuanto lo solte le volvi a chupar la polla hasta ver como se corria. Lo derramó todo en mis pechos. Yo con las manos me lo esparcí por todo el cuerpo. Lo bese de nuevo, lo abracé, y le dije buenas noches amor. Descansa que mañana te depertará mama que hay que ir al instituto.

De esto hace ya casi 25 años, pero lo recuerdo y lo recordare siempre. Fuí la primera y mas importante mujer de mi hijo. El está casado y tiene dos niñas, pero sigue viniendo a ver asu querida madre. Nadie sospecha de lo nuestro, ni siquiera sus hermanos. Es nuestro gran secreto