El grupo morboso de mi hija escolar FINAL
Ultima parte del relato del grupo de la escuela de mi hija.
Buenas. Disculpen mucho la tardanza, por enfermedad no pude escribir nada por meses…pero aquí estamos de nuevo, y continua con fuerza.
Luego de los últimos videos por varios días el grupo parecía normal: las niñas hablaban normalmente, alguna vez subían fotos o vídeos mostrándose, tocándose o metiendose cosas, y una que otra vez volvían a surgir el vídeo de la amiga de mi hija.
Una noche mi hija vino a mi habitación, parecía algo preocupada, le pregunté que pasó y me mostró su teléfono…
Una de las madres, que nunca hablaba casi, le había enviado un mensaje privado con una foto de ella y su hijo que no estaba en el grupo, unos años mayor que mi hija.
En la foto se los veía a ambos desnudos, y ella chupaba el pene de su hijo.
Mi hija me insistió que ella nunca habló con esa mujer, y el historial de mensajes lo corroboraba, era el primer mensaje del chat.
Le dije que la bloquee y que deje que yo hable con ella, mi hija me pidió si podía dormir conmigo y le dije que si pero que yo no iba a dormir aún así que fuera a la otra cama… tenía cosas que averiguar.
Le envié mensaje a la mujer, preguntando por que le mandó eso a mi hija. Ella me dijo que el mensaje era para mi, que sabía que mi hija me iba a mostrar.
Ñe pregunté por qué hizo eso, me dijo que no es nada.
Luego de media hora me llega una notificación, era ella. Un vídeo de 4 minutos. ya podía imaginarme lo que había ahí.
No sabía si abrirlo o no, mi hija dormía plácidamente en la cama de al lado, y últimamente me cuesta resistir la idea de tocarme con las cosas que veo en el grupo.
Al final no pude más y lo abrí…mala idea.
No había introducción, ni nada, simplemente empezaba a full. Lo primero que se veía era a la mujer de piernas abiertas en un sofá mientras su hijo le metía un dildo grande en el ano.
El niño no solo parecía acostumbrado, sinó que mostraba una erección enorme. Luego de un minuto de eso el niño paró, sacó el dildo y sin dudar un segundo penetró a su madre en la vagina.
Ella gemia y se tocaba sus pechos pequeños, mientras su hijo se perdía en su interior. El sonido era indescriptible, el niño parecía ya acostumbrado, y gozaba mientras comería un acto bizarro.
Luego de unos minutos el niño empezó a resoplar más y más, y en un momento eyaculó dentro de ella, que parecía orgullosa y feliz. Ella se levantó, le dió un beso en la boca y se acercó a la cámara diciendo que ahora me tocaba a mí.
Terminó. Yo no sabía que hacer. Sin siquiera darme cuenta me había estando masturbando desde el inicio, y entre el shock no había puesto silencio.
Mire a mi hija, rogando que no se hubiera dado cuenta. Estaba acostada, en esa posición que ya conozco y significa que pretende dormir. Lo vio todo.
En la mañana siguiente todo parecía normal, llevé a mí hija a clases, ella me saludó como siempre, y en la entrada vi a la madre que envío el vídeo. Ella solo me miró y me sonrió mientras dejaba a su hijo en clase, el mismo niño que horas antes estaba dejando a su madre llena de semen.
Cuando volví a casa casi por instinto entré al grupo, y lo primero que veo es quizás mi mayor miedo desde que soy parte: mensajes y videos de mí hija.
Siempre trato de no verlos, quizás los ojeo para ver qué no se lastime o le hagan hacer cosas muy feas. Pero esta vez era distinto.
Ella me vio anoche, vio lo que hizo el niño. Y como respuesta subió eso.
Abrí el primero y era «normal», mi hija usando su traje de baño azul, moviendo la cola y chupandose el dedo.
El segundo sin embargo no era normal.
Empezaba casi igual, mi hija con otro traje de baño rosa, pero en poco tiempo fue cambiando muchísimo.
Mi hija se dió vuelta mostró su cola, pero esta vez dejó ver sus partes poniendo a un costado sus panties.
Casi me desmayo cuando veo lo que tenía ahí.
Al principio no se notaba, pero cuando mi propia hija abrió sus nalgas se vio claramente: un plug anal. Mi plug anal. Insertado hasta la base y completamente asegurado en su pequeño ano.
No solo fue la sorpresa de verla usando mis juguetes, ya la había visto usar lápices y hasta peines. El problema era mucho mayor.
Yo no la reviso cuando va a clases, hasta ahora no tenía necesidad…
Corrí a mi habitación y busqué en el cajón escondido donde guardo los juguetes. Faltaban el mismo plug del vídeo y unas toallitas femeninas.
Me tomó un momento comprender la situación.
Mi hija fue a la escuela con un plug metido en el ano.
Ahora mismo ella estaba probablemente sentada en clase con esa cosa presionando su interior.
Nadie le dijo que lo hiciera, nadie se lo pidió, ella lo hizo por si misma.
Pensé en esperar a la salida, para no causar un escándalo. Pero no podía.
Fui corriendo a su escuela, pedí a su maestra que la deje ir a casa conmigo porque hubo una emergencia. En todo el camino ninguna dijo nada. No podía mirar la cara de mi hija.
Cuando llegamos a casa cerré la puerta con llave y le dije que deje su mochila. Cuando volvió la miré y no entendía nada.
Esa era mí niña, la que hasta hace poco lloraba porque los dibujos animados terminaban. Y ahí estaba ahora, con un objeto de plástico insertado en su culo, luego de horas sentada con eso ahí.
Le dije que se desnudase, que no iba a escuchar nada y que lo haga antes de que pierda la paciencia. Ella estaba asustada pero igualmente lo hizo. Cuando se quitó su uniforme era la misma imagen que el vídeo: traje de baño rosa apretado adrede.
Le dije que era su última oportunidad de decirme si pasaba algo. Ella solo hizo señas de que no, así que tuve que hacerlo.
Le ordené que se quitara el traje, y aunque se negó al inicio lo hizo. Al darse vuelta para quitarse las panties lo vi.
El diamante morado del plug que compré para mi brillaba como si fuera un diamante de verdad. Firmemente insertado en su ano, como si fuera algo usual, y quizás lo era.
Le grité que se quitara eso, que quien le enseñó eso y que jamás lo vuelva a hacer o a la siguiente no solo habrá castigo, sinó que directamente jamás volverá a salir de casa hasta el día en que me muera.
Ella salió corriendo llorando hacia su habitación, y luego de unos momentos lanzó hacia afuera el plug y las toallas.
Yo lo tomé y lo observé por lo que pareció una eternidad.
Me tomó semanas conseguir que esa cosa entrara en mi sin dolor, más aún poder usarlo en la casa. Esa niña estaba acostumbrada.
Ese día no comimos, ella no salió de su habitación mas que algunas veces para beber água e ir al baño, y siempre esquivó la vista.
En la noche quise ver que se dijo en el grupo sobre los videos…nada. luego de esos vídeos también se subió otro que llamó mas la atención.
Era un vídeo corto pero incluso la miniatura te mostraba que no iba jugando.
Con solo iniciar ya escuchabas a la amiga de mi hija gemir. Un hombre, otro distinto al del último video, la penetraba en cuatro patas. Esta vez no era gentil, el no tenía misericordia y atacaba como si fuera una mujer de la calle.
La niña mas que adolorida parecía estar en su mejor día, levantando la cola y apretando el colchón mientras soltaba gemidos que ni yo me atrevería a soltar.
Detrás como la última vez se veía a la madre de la niña, masturbándose ferozmente mientras veía a su hija ser usada como muñeca de plástico.
El vídeo terminó con el hombre sacando su pene y dejando caer todo el semen en la espalda de la niña, que simplemente se dió vuelta y terminó de limpiar el miembro sudoroso y lleno de esperma.
Casi me sentí aliviada, al menos nadie prestó atención a mi hija. Pero lo que acababa de ver era indescriptible.
El día fue muy largo, con tantos altibajos que harían temblar a una novela.
No se si fue el cansancio, los nervios o el sueño, pero la verdad, eso me excitó muchísimo.
Volví a poner el vídeo, y tomando el mismo plug que unas horas antes estaba metido en el pequeño ano de mi hija con un poco de lubricante lo inserte hasta el fondo.
Me puse de 4 patas, igual que la niña, y mientras veía como la penetraban salvajemente yo me metía mi dildo favorito: uno modelado por el pene de mi difunto esposo.
Habían pasado años desde mi última relación, y en ese momento me sentí mejor que nunca.
Veía a esa niña, de la misma edad que mi hija, rogando por pene y babeando mientras la empotraban sin pena, y con cada gemido de ella, con cada resoplido del hombre, más me excitaba y mas metía el dildo.
No se cuánto tiempo estuve así. Luego de un orgasmo como casi no recordaba junté las cosas, me di una ducha y fui a ver a mi hija, ella estaba dormida como siempre, abrazada a su león de peluche.
Fui a dormir, esperando que el día siguiente fuera mas tranquilo.
Al día siguiente el grupo cerró, al parecer una de las esposas de un padre encontró el grupo y, amenazando con encontrar nuestros nombres y denunciar, hizo que todos huyan.
Desde ese día las cosas son distintas. Enseñé a mi hija a controlarse, que aún es pequeña para muchas cosas pero principalmente que nadie tiene que obligarla a nada.
A veces cuando llevo a mi hija a la escuela veo a los demás padres, ninguno dice nada, casi no nos miramos, pero todos sabemos que pasó.
Yo conseguí un novio nuevo, un chico joven y apuesto que trata bien a mi hija.
Mi hija no volvió a hablar de grupos, me dió su teléfono para que no pase nada de nuevo, y es una niña normal…sin contar que he tenido que poner los juguetes en un cajón normal o ella hacía un desastre buscándolos.
Yo aún recuerdo esa noche, y la recuerdo especialmente porque tengo aún todos los videos guardados.
Quieren saber cual es mi favorito? Uno de los primeros, donde mi hija tiene escrito «putita» en el estómago y se mete mi peine favorito mientras dice «dame papi».
Se que estoy enferma, pero que bonito es estar enferma hoy en día.
Fin.
Cómo me hubiera encantado estar en ese grupo
Que bueno relato , lo malo es que regañaste a tu hija por algo naturalmente normal, pero bueno hubieras canalizado mejor esas emociones.
A muchas nos encantaría, y mas si vemos esos nenes cojiéndose a las mamis ❤🔥 bah que digo? Yo quisiera ser una de ellas!
Muy bien!!🔥
Hubiera Sido rico que el niño se cojiese a tu hijita por el ano…mientras tú hacías tortillas con la madre.
Interesante saga Marce, ojalá estés totalmente recuperada de tu enfermedad, espero puedas seguir relatando cómo va la relación con tu hija y su gusto por seguir usando juguetes sexuales.
Aunque no han tratado el tema deberías hablar con las madres que llegaron a estar en el grupo y participaron con las hijas en los vídeos.
Hubiera estado super caliente que tu hicieras un vídeo junto a tu nena!!
Excelente relato
Wooooowwwww, muy excitante y lleno de adrenalina a la vez.