El hermoso y depravado amor de Karla por su hija Lyla. (Parte 2)
Después de introducir a su pequeña hija a los placeres carnales, Karlita le enseña más a Lyla. .
La siguiente es una historia de ficción basada en personas reales.
Por fin, Lyla sabia todo acerca de su degenerada madre, y sabia todo acerca del sexo y sus placeres, al terminar la plática…
- Oye mami, te digo algo
- Si mi vida
- Cuando me contaste lo que mi padre-abuelo y sus amigos hacían contigo me excite mucho, se me mojo la cuquita jeje.
Karlita estaba orgullosa de que después de toda esa platica su pequeña, hermosa y putita hija se comenzara a expresar de esa forma.
- Mmm ¿en serio mi amor?
- Si mami jeje
- Yo también me excite mucho al contártelo mi amor, también se me mojo la cuca y me puse bien caliente jeje.
- Jeje, somos iguales mami
- Si mi princesa me da gusto. Oye y ya que las dos estamos mojaditas y calientes, porque no hacemos algo muy rico juntas, ¿te gustaría que nos masturbáramos juntas?, seria muy lindo y rico jeje
- Mmm si mami, si quiero masturbarme contigo (no olvidemos que para ese momento Lyla ya sabía todo eso y comenzaba a expresarse con las palabras y cosas que le había explicado Karlita.
- Si mi vida, quiero que la primera vez que te masturbes lo hagas conmigo.
- Si mami siiii
- Entonces mi amor, vamos a ponernos cómodas, vamos a quitarnos la ropa y asi desnuditas nos vamos a masturbar bien rico…
En ese momento sin perder el tiempo, Karlita y Lyla se levantaron de la cama y comenzaron a desnudarse, una vez que toda su ropa quedo tirada en el suelo y ambas estaba desnudas, Karlita miraba con lujuria el pequeño pero hermoso y seductor cuerpecito de su hija, su pechito plano, sus pezoncitos morenos, su cinturita su hermosa y linda cuquita inchadita aun bioen lisita, sin pelitos, Lyla también sentía agrado por el cuerpo desnudo de su madre, la miraba de una forma picara en sus ojitos comenzaba a haber lujuria, era excitante para ella estar desnuda junto a su madre a punto de masturbarse.
- Mmm que hermosa estas mi vida, saliste igual de hermosa que yo.
- Gracias mami, tú también eres muy bonita, espero de grande ser como tú, tener las tetas como tu jeje
- Pero mi amor, si ya eres casi una copia de mí, pero en chiquito jeje, en verdad que linda nos saliste a tu padre-abuelo y a mi jeje.
- Gracias mami.
- Anda mi amor vamos a darnos placer…
Karlita y Lyla se subieron a la cama quedando acostadas una a lado de la otra, con sus piernas extendías y abiertas sobre el colchón, se miraban sonriendo y con una cierta lujuria muy rica.
- Ok mi amor vamos a empezar, mira con tu manita cerrada empieza a frotar tu cuquita suavemente, así como yo.
En ese momento Karlita se llevó la mano a la boca y de una manera muy sexy la lamio dejándole un poco de saliva, después se la llevo a la cuca y empezó a frotársela en círculos suavemente, pero al mismo tiempo presionando. Lyla, imito a su madre, y llevándose también su manita a la boquita la lamio y empezó después a frotarse la linda y pequeña cuquita húmeda, de inmediato las dos comenzaron a dar pequeños gemidos de placer, verse y escucharse madre e hija juntas masturbándose las excitaba demasiado.
- ¿te gusta mi amor?, es rico ¿no?
- Mmm si mami, que rico siento tocarme la cuquita ayyy que ricoooo
- Ay si mi cielo, asi, los estás haciendo muy bien, ahora puedes meterte un poco los deditos mételos y sácalos, hazlo como quieras, si tienes ganas de hacerlo mas fuerte puedes hacerlo, haz lo que tu cuerpo te pida, déjate llevar por lo que sientes.
- Si mami, siiii (dijo la pequeña Lyla scon su dulce y tierna voz extasiada)
La escena era increíblemente excitante y depravada, una pervertida madre masturbándose junto a su pequeña hija de tan solo 5 añitos, las dos gimiendo, frotando sus cucas, entre cerrando los ojos y disfrutando de ese rico auto placer. Ocasionalmente las dos se volteaban a ver y se sonreían mutuamente mientras gemían de placer.
- Ay mami que rico, me gusta masturbarme con tigo…
- Mmm si mi amor, que rico que estemos juntitas masturbándonos
En cierto momento la excitación que sentía la pequeña Lyla llego a un punto en el que comenzó a masturbarse con pasión, a gemir muy rico, su linda voz se escuchaba excitante, comenzó a meterse los deditos con fuerza en la cuquita, ver aquello ponían a Karlita muy lujuriosa, su néctar brotaba a chorros de su rica cuca. El cuerpecito de Lyla se retorcía sobre la cama, abría y cerraba sus piernitas, estaba muy excitada dándose placer ella misma.
- Ahhhh, ahhhhhh (gemia Lyla)
En ese momento la lujuria consumió a Karlita, se levantó un poco de la cama solo para acomodarse en cuatro delante de su hija quedando su rostro frente a la cuquita de la pequeña niña, Lyla la miro, como presintiendo que algo haría su madre, se la quedo mirando mientras gemía y sus ojitos y la expresión en su linda carita demostraba placer. Sin decir nada, Karlita quito con su manos las manitas de Lyla de su cuquita, la pequeña de dejo sin decir nada, solo seguía gimiendo mirando a su depravada madre con placer.
- Pero que linda que esta esta cuquita, anoche santa te la comió y le encanto, déjame probar porque le gusto tanto…
Y así, Karlita acerco su rostro a la cuquita de su hija y comenzó a besarla y lamerla con pasión y lujuria, al sentir el primer lengüetazo de su madre, Lyla retorció su cuerpecito y comenzó a echar sus ojitos en blanco, gemía mas fuerte y jadeaba como una perrita en celo. Karlita disfrutaba ese hermoso manjar, la hermosa, tierna y húmeda cuquita de su propia hija, la lamia, la besaba metía sus dedos una y otra vez, desde un principio comenzó a hacerlo con fuerza, con pasión.
- Ay mi amor, que rica, que hermosa tu cuquita me encantaaaaa
- Ayyyy mami ayyyy que rico, cómemela ay siiiiiii que ricoooooo
- Eres una putita mi amor, te amo
- Si mami, soy una putita como tú, eres una puta mami
Que depravación y que hermoso era ver a Karlita comiéndose a su propia hija de 5 añitos. Después de varios minutos de devorar esa tierna cuquita, Karlita comenzó a subir poco a poco por el cuerpecito de Lyla, mientras lo hacía, iba besándola y lamiéndola, llego a su pechito platino y comenzó a besar y lamer su morenos pezoncitos, también los mordía ligeramente, la niña solo gemía con su cuerpecito tendido sobre la cama su piernitas abiertas y sus bracitos sueltos sobre la cama, Karlita continuo subiendo hasta estar frente a frente con su hija, la miro por un instante sonriendo con lujuria y amor y comenzó a besarla como loca, la niña de inmediato correspondió el ardiente beso de su madre y su pequeña lengüita jugueteaba con la de su madre. Lyla levo su bracitos alrededor del cuello de su madre, ambas se besaban con pasión entre gemidos y jadeos de putas en celo.
Después de unos minutos, sin que Karlita tuviera que pedirlo, la pequeña Lyla, comenzó a jalar el cuerpo de su madre hacia arriba, Karlita comprendió lo que Lyla intentaba y se dejo llevar, y así, Karlita quedo arrodillada sobre la hermosa carita de Lyla, de inmediato la ahora ya depravada niña comenzó a devorar la cuca de su puta y depravada madre, con fuerza y pasión su carita se hundía en la vulva de Karlita quien explotaba de placer y lujuria al sentir la boquita y la lengüita de su huija en su húmedo sexo que chorreaba néctar sin control. El aroma y el sabor de la cuca de su madre le resultaba embriagador, excitante y delicioso a Lyla.
- Ohh si mi amor, pero que rico me comes, ay si no pares cómeme la cuca putita hermosa
- Mmm que rica esta mami, sabe muy rico me encantaaaaa
Gemidos y jadeso de placer inundaban la habitación, el sexo entre madre e hija era muy depravado. En cierto momento Karlita tomo con sus manos la cabecita de Lyla para dejarla quieta y empezó a mover sus caderas en círculos sobre la carita de Lyla, la niña con su lengüita de fuera dejaba que su madre le frotara la cuca en la carita mientas la lamia, esa hermosa carita estaba bañada con el néctar de su madre.
- Ay mi amor te amo, eres una puta como yo, una perrita depravada
Unos minutos despues, Karlita se levantó de la carita de Lyla.
- Te voy a comer el culito mi amor, así como Santa te lo comió. ¿quieres?
- Si mami, cómeme todaaaa
Lyla se puso como perrita sobre la cama, su hermoso y pequeño cuerpo de 5 años parecía el de una mujer madura, con la espaldita bien arqueada y su hermoso culito bien paradito. Karlita se puso detrás de ella y abriendo con sus manos las suaves y redonditas nalguitas de su hija se abalanzo a devorarle el ano, ese delicioso y hermoso hoyito moreno, lo lamia y lo besaba, le escupía y chorros de su saliva escurrían por entre las piernitas de Lyla hasta bañar la hinchadita y morena vulvita.
- Ay mami que rico me comes el culito
- Mmm si mi amor que rico que esta, mmm eres una perrita sucia como tu puta madre
- Si mami ayyyyyy
Después de un rato de devorar ese precioso culito de 5 años, Karlita se puso ahora ella como perra, al igual que su hija como toda una profesional, espalda bien arqueada, culo bien parado, sus ricas tetas colgando hermosas.
- Ven pequeña hija de puta, mami quiere que le comas el culo…
La pequeña Lyla se colocó detrás de su madre y sin pensarlo mas se abalanzo sobre ese suculento manjar, el culo de su propia madre, era puta depravada que la estaba pervirtiendo. Madre e hija gemían y jadeaban como un par de perras en celo, el placer de tener a su propia hija comiéndole el culo le provocaba una tremenda lujuria a Karlita. Varios minutos después, Karlita se levanto sobre la cama.
- Ven mi vida vamos a hacer una tijerita…
- ¿Qué es eso mami?
Karlita le explico a su hija que debían entrecruzar sus piernas, al quedar en esa posición, Lyla comprendió porque su madre le llamaba tijerita. Las dos empezaron a frotar mutuamente sus cucas húmedas, se miraban sonriendo mientras gemían.
- Que rico mami que ricooooo
- Si mi amor sigue, no pares no pareeees
Finalmente, y de una manera muy rica, dando un gran grito de placer, madre e hija llegaron juntas al orgasmo, dejaron caer sus cuerpos sobre la cama mientas jadeaban y disfrutaban de ese depravado éxtasis. Minutos después fueron recuperándose hasta volverse a acostar juntas, se miraban felices, sonriendo. Karlita sorprendida de que su hija se hubiera dejado llevar con tanta naturalidad, que no le hubiera parecido desagradable tener sexo con otra mujer, con su madre. Despues de lo que momentos antes Karlita le había explicado, Lyla ya sabía que también se podía hacer el sexo entre personas del mismo género, pero nunca se imaginó que terminaría haciéndolo a su corta edad con nada mas y nada menos que con su propia madre.
- ¿Te gusto mi vida?
- Si mami, mucho fue muy rico
- Mmm mi amor, a mi también, entre mujeres también podemos tener sexo y también es muy rico.
- Si mami, sí, pero ojalá pasara el tiempo rápido y llegue otra vez la navidad para que Santa nos vuelva a visitar, quiero que me coja otra vez…
Continuara…
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