El hijito de mi rival
Un padre engañado disfruta del hijito del rival.
-¿Estas embarazada?-
Le pregunte a mi novia sorprendido, habíamos acordado no tener relaciones hasta después de la boda, la cual estaba planeada para mediados de año, así que todo era caricias, besos de lengua, mamada de tetas y de verga, con gran esfuerzo de mi parte por respetar mi promesa y ahora mi novia me decía que estaba embarazada, comprenderán mi sorpresa y mi enojo.
-¿De quien es ese hijo que esperas?- le pregunte tratando de controlar mi enojo.
-De Javier, un ex-novio que tuve antes de andar contigo-fue la respuesta de Ana, mi novia
-¿y porque con el si tuviste relaciones y conmigo no?- la interrogue.
-La vez que fui a ver a una amiga, no se como paso, mi amiga no estaba, cuando iba a mi casa, me lo encontré, se ofreció llevarme a mi casa, no lo vi mal, pero me invito a dar un paseo al río, no se ni como fue, de repente ya estábamos besándonos y para cuando me di cuenta ya estaba el sobre mi….- me dijo Ana para explicarme los hechos de ese día.
-¿cuantas veces pasó?- le pregunte imaginándolos a los dos desnudos en el río.
-Te juro que fue solo una vez….- me respondió Ana, viéndome a los ojos y me pregunto:
-¿dime que piensas?, estas en tu derecho de terminar y lo voy a entender, solo se que estaba confundida y que eso me sirvió para saber que a ti, es a quien en verdad amo…-
-¿Javier sabe que estas embarazada?- le pregunte
-Ya no lo he vuelto a ver, el anda igual de puto con cuanta vieja se le pone enfrente, fui una estúpida y no sabes como me arrepiento-
-Dame tiempo para pensarlo….- le respondí a Ana y me aleje con un mar de confusiones en mi cabeza, yo la amaba, pero a todas luces fue un engaño de su parte haberse entregado a otro hombre.
Busque a Ana a los pocos días y le dije mi decisión.
Cite a Ana en la plaza del pueblo para hablar, ella llego hermosa como siempre con su vestido rojo entallado y el pelo negro agitándose al viento, sus ricas tetas se balanceaban al ritmo de sus pasos.
-Mira los planes de boda cambiaron, no habrá ceremonia por la iglesia, solo será por el civil, y a partir de ahorita vas a ser mi mujer-
Nos fuimos a un Hotel y esa tarde la hice mía, su vagina húmeda recibía mi verga hasta el fondo, ya no era necesario la delicadeza pues Ana ya no era virgen, así que me dedique a cogerla como se coge a una puta, ese día termine dos veces en su vagina y la deje rebosando de mi semen, reclamando mi territorio.
Nos casamos por el civil y nos fuimos a vivir a la casa que habíamos comprado.
Los meses pasaron y dio a Luz a un hermoso bebe de ojos verdes, es obvio que no sentí alegría por su llegada, no podía evitar ver al bebe y ver el rostro del ex novio de Ana.
Además era inevitable toparme con Javier, y ver su sonrisa burlona cuando me veía con Ana y el bebe, al cual le pusimos Roberto como el papá de Ana.
Recuerdo una ves en una parranda un amigo se me acerco y me hizo un comentario que me hizo encabronar.
-Oye el Javier anda diciendo que el fue el primero que se cojio a tu esposa- me comento Luis, mi amigo desde la infancia.
-Anda ardido porque Ana me prefirió a mi- fue mi respuesta para no demostrar mi enojo.
Más tarde mientras le metía la verga a mi esposa, el recuerdo de su ex novio vino mi mente, por lo que me estuve follando de manera ruda a mi esposa.
-ahhhyyy amor no seas tan tosco…- me dijo Ana mientras encajaba sus uñas en mi espalda mientras le llegaba un fuerte orgasmo, yo también termine junto con ella dejando mi semilla hasta el fondo de su vagina.
Mas tarde reflexionaba las palabras de mí amigo, y no podía engañarme, mi ahora esposa le entrego su virginidad a su ex-novio que tenia fama de mujeriego.
Lo que a mi me correspondía otro lo disfruto.
Tres años después mi hijastro, era el orgullo de mi esposa ya que el niño era un verdadero querubín, su pelo casi rubio y sus ojos de un verde con destellos dorados era la adoración de todo el mundo….menos de mi, yo no podía evitar ver a mi hijastro y ver en el, el desliz de mi esposa.
Cuando mi esposa salía a su trabajo, el cual era por turnos, nos arreglábamos en los tiempos para que betito no se quedará solo, así que muy a mi pesar me vi en la necesidad de bañarlo, darle de comer y atender sus necesidades.
Tengo que reconocer que el bebe era un niño muy hermoso y eso me molestaba mas, xq el bebe siempre estaba pegado conmigo, mi esposa decía que el bebe me seguía mas a mi que a ella, aunque yo lo evitara el bebe siempre estaba a mi lado.
Hasta que ocurrió algo que le daría un giro a las cosas.
Ese dia mi esposa entraría de noche a su empresa y saldría hasta el día siguiente, así que al marcharse mi esposa tome al bebe en brazos y me fui a mi recamara a ver un partido de futbol, recuerdo que ese día yo solo andaba en unos bóxers ya muy usados por lo que el elástico ya estaba muy flojo, el bebe andaba con un short y playera ya que era verano y hacia calor, tome una cerveza del refrigerador y al bebe le di un yogurt de fresa.
Me acomode en mi cama y el bebe como siempre estaba a mi lado, en un descuido del bebe derramo un poco de yogur en mi panza y de manera muy natural se puso a lamerlo, sentir su tibia lenguita en mi abdomen hizo que se me pusiera la piel chinita ya que soy muy sensible, el bebe me vio y me lanzo una sonrisa inocente, pero yo estaba sorprendido por ese incidente, mi esposa andaba en sus días, así que no quería ni que la tocara, por lo que la tibia boquita del bebe en mi piel me causo una extraña sensación mandando señales a mi verga que empezó a reaccionar.
No se si fue la cerveza, mi calentura o la tibia boca del nene, pero el cuerpo ya estaba dominando la mente.
Fui a la cocina y tome otro yogur, me acosté con el bebe de nuevo y simule que también se derramaba yogur en mi pecho.
-mira bebe, papi se mancho de yogur…¿quieres limpiarlo?- le dije al bebe.
Betito, se acerco a mi, y sin perder el tiempo se lanzo a lamer y chupar muy acomedido el pecho de su padrastro, les quiero ser muy honesto, ver la cabecita del bebe mientras seguía lamiendo el yogurt derramado me estaba provocando una severa erección, sus manitas suaves estaban sobre mi pecho velludo y su boquita no dejaba de lamer y chupar mi pecho, sin importarle que estuviera mi pecho algo velludo.
Derrame mas yogurt en mi estomago y Betito se lanzo a seguir limpiando a su papito, era muy obvio que al bebé no le molestaba al contrario sonreía contento, eso me daba mas morbo.
Me despoje del boxer y coloque sobre mi verga mas yogurt.
Deslice un poco el boxer dejando libre únicamente el glande de mi endurecida verga, deje caer yogurt y el nene posaba su cálida lenguita recogiendo todo y llevándolo a su boca, la verga me palpitaba por la caricia.
El bebe lamia como un gatito el yogurt derramado por todo el tronco de mi verga, su boquita dándome suaves chupadas era lo máximo, llene mi glande y el bebe se concentro en lamer con su pequeña lengua sintiendo una corriente eléctrica que me recorría desde las piernas hasta mi nuca.
Alli estaba yo, desnudo y con un bebe de casi cuatro años lamiendo mi verga, cuantas veces llene mi verga de yogurt y el bebe no se cansaba de limpiarme, hasta que no pude contenerme mas y explote en una tremenda eyaculación que cayo sobre la cara y pecho de Betito que lamia las gruesas gotas que colgaban de mi pene sin hacerle gestos al sabor del semen mezclado con yogurt.
Mas tarde acostado en mi cama no dejaba de pensar en lo ocurrido con el bebe, mi esposa estaba profundamente dormida y yo metí mi mano dentro del bóxer acariciando mi verga, me levante y fui al cuarto de Betito, allí estaba el niño dormido boca abajo, con su trusita de rayas y con sus nalguitas redonditas, lo acaricie con morbo, todo su cuerpecito de bebe, metí un dedo en su boquita y por reflejo empezó a mamarlo como si fuera un biberón, lo deje dormir y me fui a mi recamara.
Pasaron los dias y Betito siempre estaba pegado conmigo, eso le agrada a mi esposa de que a pesar de que no era hijo mío, yo le dedicaba mi tiempo a convivir con el pequeño.
Así pasaron los dias, ya era parte de mi rutina que el pequeño se prendiera de mi verga y me diera una suave y rica mamada, ya sin usar yogurt, ya no era necesario para que Betito accediera a mamarla, en cuanto su mamá salía al trabajo, le hablaba al pequeño quien de un salto se trepaba a la cama matrimonial y el mismo me quitaba la sabana, el bulto en mis calzoncillos amenazaba con romper la tela, esas erecciones mañaneras hacían que el nene abriera los ojos sorprendido, lo tomaba con cariño de su cabecita, lo acercaba a mi y le restregaba mi bulto en su carita, el abriría la boquita esperando que yo sacara mi verga para ponerse a mamar esperando su recompensa, el nene tomaba con ambas manos mi grueso tronco masturbándome y tratando de abarcar mi verga sin descanso hasta que yo eyaculaba y se tomaba toda la leche de su papito.
Siempre aprovechaba cualquier ocasión que se presentaba para que el nene me chupara la verga, cuando íbamos al centro comercial con la excusa de llevarlo al baño, mientras mi mujer hacia sus compras, me iba con el nene al baño y con la excusa de que era un nene entraba con el al cubiculo personal, lo sentaba en el inodoro y allí lo ponía a mamar verga, la gente lo veía como algo natural que un padre amoroso acompañara a su hijito al baño, el nene se prendía como un becerro a la teta y chupapa de manera gloriosa mi verga, tenia que apretar los labios para no soltar un gemido mientras le llenaba de semen la garganta, el nene tragaba todo sin desperdiciar un mililitro de semen, yo lo acariciaba agradecido y salíamos del baño mientras mi semen reposaba en el estomago de betito.
Un día platicando con mi amigo Luis, me hizo un comentario.
-oyes compadre, entre mas crece el niño, menos se parece a ti…-
-¿tu crees?- le conteste.
-No soy el único que piensa eso, mas gente rumora que Betito es hijo del ex de Ana, y veo que el niño no se te despega, se ve que te quiere mucho- me respondió mi amigo Luis.
Estuvimos platicando y bebiendo unas cervezas, mas tarde, después de que se hubo marchado, sus palabras me dejaron pensando.
El pequeño estaba sentado sobre mis piernas, yo sabia que en el momento que yo lo deseara el nene me daría una mamada, pero eso ya no era suficiente…
Y la oportunidad llego ese fin de semana, mi esposa me comento que haría doble turno en el trabajo, así que llegaría hasta el domingo por la mañana, en cuanto se marcho puse en marcha mi plan.
Fui por el nene a su recamara, lo tome en mis brazos y lo lleve a mi cama, Betito dormía como un angelito, su suave respiración era la de un pequeño cachorrito, estaba con una pijama ligera por ser verano y yo solo usaba unos calzoncillos blancos muy ajustados, su boquita estaba con babita y le escurría por la comisura de sus labios color frambuesa que resaltaban de manera muy sensual en su blanca piel, acerque mi boca a su boquita y lo bese suavemente, el nene al sentir mis labios abrió sus ojitos
-papi- exclamo emocionado
-Buenos días bebe, como amaneció el nene mas hermoso del mundo?-
Mientras le decía esto lo volví a besar, el aliento del bebe era agradable y lo seguí besando, el nene no se resistía y hasta puso sus bracitos en mi cuello para que no me le despegara, mi verga ya estaba despertando.
-Este día mi bebe se portara bien y hará todo lo que su papito le diga-
-Si papi- me respondió el nene-
Lo desnude y acaricie todo su cuerpecito que era suave como una fruta que se ofrece al hambriento, lo bese de sus orejitas y el solo se estremecía sonriendo, su espaldita era blanca como la nieve y sus nalguitas eran redonditas y muy tibias, acerque mi cara y les di un besito a cada una.
-Que bonito traserito tiene mi bebe-
Betito solo reía y no oponía resistencia.
Abrí sus nalguitas y quedo expuesto un tierno hoyito rosadito y sin rastros de suciedad, deje caer saliva y con mi dedo indice fui acariciando suavemente ese prometedor culito, el nene se estremecía y cerraba sus manitas dejándome hacer, abrí sus piernitas y me dedique a lubricar a conciencia, mientras mi dedo se introducía ya a la mitad, por lo que vi que era muy flexible.
Mi verga estaba ya super dura y soltando mucho lubricante mojando la tela de mis calzoncillos.
me puse de pie y me despoje de esa pequeña prenda.
Ante el rostro del nene quedo expuesta mi hombría, sin decir nada el nene se sentó en la cama y acercándose a mi, la empezó a besar y chupar dulcemente, en el cuarto solo se escuchaba el chop chop de Betito chupando la verga de su papi, tuve que hacer un esfuerzo para no descargarme en ese momento ante el constante chupeteo del nene.
Haciendo un esfuerzo supremo le quite su caramelo de carne y lo acosté boca abajo, coloque una almohada en su estomaguito, volví a soltar saliva en su tierno culito, mi verga ya estaba muy lubricada.
-Bebe, papito va a meter su pajarito en esta cuevita porque tiene frío-
Acerque mi verga y no entraba, dado lo estrecho del culo de mi nene, fui al mueble donde mi esposa guarda sus cremas y tome un poco, embarre el culo de Betito a conciencia, volví a colocar mi verga y este fue cediendo poco a poco.
-hay me duele papi-
-calma bebe, es solo al principio, después te va a gustar-
hice presión con mi cadera y el glande entro limpiamente dilatando el estrecho cuilto de Betito quien empezó a quejarse
-no papi, me duele…-
Empuje un poco mas y solo metí una porción de mi verga, me espera un rato a que el nene se acostumbrar al invasor, acaricie su bracitos y su espalda para que se relajara, en mis planes no estaba hacerle daño al nene, abusar de mi fuerza y hacer con el lo que yo quisiera y lastimarlo no lo haría jamas, todo tenia que ser con paciencia y sin forzar la situación.
poco a poco el nene se fue tranquilizando.
-Te duele?-
-Un poco, ya sácalo-
-No bebe, acuérdate que el pajarito tiene frío, quieres que se enferme?-
-No papi-
Fui retirando un poco y espere un momento para volver a meter mi verga, siempre cuidando de no meter toda mi verga en ese culito recién abierto.
Mi bebe volteo a verme y me sonrió.
Apoye mis manos en la cama para no aplastarlo y empece un delicioso mete y saca, muy despacio, sin perder la calma, tenia todo el día y no tenia ninguna prisa, su culito estaba rojo por el esfuerzo de abarcar el grueso tronco de mi verga, que aquí entre nosotros es de un tamaño normal, no voy a mentir diciendo que es una verga de 22 pulgadas, mi verga es la de un hombre promedio, pero la proporción de una verga adulta en un culito infantil si era enorme.
Poco a poco me fui acostando hasta apoyar mis codos en la cama, su cabecita me quedaba en el pecho dado su tamaño, mi verga ya entraba y salía sin dificultad ese culito ya era mío, lo poco que entraba de mi verga era presionado de una manera nunca antes sentida, ya que me apretaba de una manera deliciosa, y así suavemente y sin prisas después de casi 15 me descargue en lo mas profundo de sus tripitas, mi pene fue perdiendo dureza y resbalo hacia afuera trayendo consigo una buena cantidad de semen.
-papi, el pajarito ya no tiene frío?-
-no bebe y esta muy contento por haberlo ayudado-
-le puedo dar un beso?-
-espera-
fui al baño y me lave con jabon la verga.
Me acoste de nuevo en la cama, el nene de un brinco se acomodo en medio de mis piernas y tomando dulcemente mi verga empezó a darle besitos y chupetones, de mas esta decir que mi verga empezó a reaccionar recobrando su dureza, desde mi posición pude observar que del culito del nene escurría mi semen recién depositado.
El nene no se despego hasta obtener su ración de leche.
Cuantas veces disfrute el culito infantil ese fin de semana no recuerdo solo se que mis ganas no desaparecían, y el nene no ponía resistencia si sufrió la primera vez ya no se acordaba, solo se que el mismo se sentaba en mi verga y empezaba a saltar ensartándose el solito, así fue como ese nene se hizo adicto a mi leche y a las culiadas casi diarias que le recetaba, hasta que mi esposa y yo nos separamos.
con el tiempo ella se junto con el papa del nene, cuando me los llegaba a topar notaba cierta burla en su rostro como diciendo te baje a tu esposa….
Mientras yo pensaba, así es en efecto tu me robaste la virginidad de mi novia, pero yo robe la virginidad de tu hijo.
Ignoro si el se dio cuenta de las costumbres de su hijo o a que se debía que el nene fue haciéndose de modales muy finos y con un gusto por la verga desde temprana edad.
Muy buena historia de incesto infidelidad y venganza. Yo tengo para contar dos similares. Donde el hombre se venga de una infidelidad de su esposa cobrandose con sus sobrinas