El incesto en la vida de mi hija mi vida parte 19
Mas de mis vivencias. La monotonía me hizo ser imprudente y mi tío2 se aprovechó de eso..
Transcurría el año 2012 y ya con 12 años era toda una experta en el arte del sexo, las sesiones de sexo que mantuve con mis tíos me hicieron gustar del sexo en todas sus facetas, individual, grupal, lésbico, doble penetración, masturbación. Todas aprendidas en el seno de la familia.
Pero como nada dura para siempre, la monotonía se apoderó de todos, ya mis hermanos no me buscaban, mi padre aún ausente por su trabajo no me dedicaba mayor tiempo, con la muerte de la suegra de mi tío Titi regreso a la normalidad su casa, por lo que su esposa ya no salía con frecuencia, así que nuestro refugio sexual se vío invadido.
Solo mi tio2 seguía fiel al sexo, con él me saciaba los fines de semana que me quedaba en su casa, con él y con mis primas, teníamos largas jornadas de sexo, pero había algo que a mi me estaba haciendo mucha falta. Como le dije en varias ocasiones, soy una amante de la verga, y después de tener la oportunidad de hacer tríos HMH, la doble penetración era para mí una necesidad, deseaba tener dos vergas dentro de mí de manera constante, me vi obligada a masturbarme con dos cepillos para simular la doble penetración. Y cuando estaba con mi tío2 y mis primas, le decía a Pau que me metiera algo por el hueco que su papá no estuviera usando. Y fue así como una noche dije algo que cambiaria mi vida, o mas bien, agregaría nuevos integrantes a mi vida.
Lau: hay no, ya esto de no poder tener la verga de Titi y la tuya dentro me está matando – le dije a mi tio2 –
Pau: Nojoda Lau deja la arrechera y confórmate con el cepillo dentro del culo.
Lau: Noooo mi amor, eso nunca será igual a dos buenas vergas. Jueputa cuanto quiero tener a otro macho ahora mismo que me estuviera clavando. QUERO VERGAAAAAAAS!!!!!!
Tio2: Va a tocar hacer algo con eso, tú sabes que nosotros en moto no podemos meterte a un motel, hemos estado pensando quien nos presta un carro para ir a culiarte de lo lindo.
Lau: Pero no se demoren tanto, que si me hacen seguir esperando se lo doy al primero que se me cruce.
En ese momento mi tio2 me estaba dando verga, y la tenia atravesada en mi concha, y mi prima Pau me tenía metido un pepillo de cabello por el culo. Pero no, ese cepillo nunca se podía comparar a la verga de mis otros machos. La verdad estaba desesperada, estaba necesitada de verga.
Pasados unas semanas, a altas horas de la noche recibí un mensaje de mi tio2
Tio2: Oye flaca, que andas haciendo? Con quién tanto hablas? Ya conseguiste quienes te den verga al mismo tiempo?
Lau: Hola tío, nada, los estoy esperando, pilas de verdad que estoy que se lo doy al primero que me lo proponga.
Tío2: Serías capaz Lau? Serías capaz de darle esos huecos a otros hombres?
Lau: No tienes idea de lo que soy capaz. Pero eso si te advierto, como encuentre a alguien que me dé más rico que ustedes se van a joder, porque los mando a la mierda.
Tío2: Uy no, eso sí que es una amenaza. Nooooo nunca dejare perder la oportunidad de comerme ese culo tan rico que tienes, eso jamás lo permitiré.
Lau: Bueno ponte las pilas a ver que se te ocurre. Mira con lo arrecha que estoy acepto lo que sea oíste, lo que sea.
Tío2: Lo que sea? Seguro que aceptas lo que sea?
Lau: ya te dije, lo que sea, no me conoces, así que pilas, que ya no aguanto más.
Así fue como a los 12 días mas o menos me volvió a escribir para decirme que me iba a recoger, que me tenía una gran sorpresa.
Quedamos en el día y la hora, y yo me encontraba tan ansiosa, y estaba más que segura que al fin tendría las dos vergas de mis manante dentro nuevamente. Fue tanta la emoción que durante el tiempo de la espera me masturbaba a toda hora pensando cómo sería ese reencuentro. Mis flujos corrían por mis piernas mientras mis dedos entraban sin cesar en mi concha húmeda y deseosa de verga, mi culo se apretaba solo, sin que yo tuviera necesidad de estimularlo, mis senos que ya estaban mas pronunciados se erizaban con el solo roce de la brisa del ventilador. Dormía desnuda, la necesidad de sexo me tenía desesperada. Pero al menos ya tenía una fecha estipulada y sabía que iba a pasar.
Llegado el día anhelado, mi tio2 me recogió a eso de las 9 de la mañana, y se dirigío a las afueras de la ciudad.
Lau: Para dónde vamos tío?
Tío2: Recuerdas que me dijiste que viera a ver que se me ocurría? Pues a eso vamos.
Lau: y ya mi tío Titi esta allá?
Tío2: Espera a que lleguemos, a ver si te gusta la sorpresa.
Así fue que manejo durante uno 5 minutos por la carretera principal y luego se desvió por un camino destapado y llegamos a una finca, que obviamente no conocía.
Entramos, tomó su teléfono y le dijo a su interlocutor que ya estábamos allí.
De la casa principal de la finca vi salir a un hombre de unos 40 o 45 años, en pantaloneta ajustada y sin camisa. No era un adonis pero si tenía un cuerpo trabajado, no por el gimnasio, pero si por actividades de fuerza, se notaba eso ya que no era voluptuoso, más bien era un tipo con musculatura maciza.
Obviamente no me esperaba esa sorpresa, así que quedé un poco desconcertada, y tomando la mano de mi tío2 le pregunté que hacíamos allí, a lo que él con una gran sonrisa en sus labios me dijo, “a cumplirte tus deseos”.
Tio2: Mira Lau, él es William, un amigo de hace mucho tiempo.
Lau: Hola sr.
William: Hola preciosa – Y dirigiéndose a mi tío le dijo – Es ella? he de confesarte que la hacía mayor. Cuantos tiene, unos 13?
Tío2: 12 para ser exactos.
William: Válgame Dios, y si aguanta?
Tío2: jajajajajaja, te sorprenderás de lo que es capaz esta nenita.
William: A ver jovencita, te dijo tu tío a qué venías?
Lau: La verdad no, pero es muy fácil imaginar.
William: A si, y a qué crees que vienes?
Lau: Obviamente y tener sexo contigo, a qué más puede ser, porque no veo globos para decir que habrá una fiesta.
William: Jajajajajajaaja, valla si que es avispada esta nena.
Tío2: Y lo que sabe hacer.
William: Ok, ok. Lo tuyo te lo doy cuando pase la prueba.
Tío2: Eso no me preocupa, sé que te va a gustar.
Esas últimas palabras no las entendí a fondo, pero obviamente era yo la causa de la conversación.
Dicho todo esto, William nos hizo seguir a su casa, que para mis ojos más parecía una mansión, una casa muy grande, con muchos muebles, decoración de todo tipo, me sentí en la casa de una persona muy rica, mas tarde me enteré de que era el dueño de la empresa donde trabaja mi tío2, así que sí, era alguien muy adinerado.
Me ofrecieron una bebida, estuvimos tomando el refresco mientras se hacían preguntas al aire, y entre risas nos dirigimos a la habitación del sr. Algo que me deslumbró aún más por su tamaño y cantidad de muebles. Con decirles que era mas grande que mi casa. La cama era redonda y super enorme, y estaba ubicada al centro de la habitación. Tan pronto entramos William se transformó, sin decir una palabra mas se dirigió hacia mí y tomándome en sus brazos me tiró literalmente en su gran cama, donde rebote gracias a lo acolchado se su colchón. De forma automática se desnudó dejando ver una enorme verga colgando a medio parar. La más grande que jamás hubiese visto, con su prepucio recogido y dejando ver una cabeza morada que ya empezaba a brillar por la cantidad de baba que brotaba del orificio de esa cabezota.
Acto seguido se escupió la mano, se froto su verga que ya comenzaba a ganar tamaño y si dirigió hacía mí con mirada de depravación que me hizo erizar la piel y tener un orgasmo sin haber tenido la necesidad de tocarme. Ver a ese hombre grande, de tez morena, de gran cuerpo y dotado con una verga que solo tendrían los dioses, hicieron que mi sexo se humedeciera tanto que pareció que había tenido un squirt, me tomó de las piernas, me atrajo hacia él haciendo que rodara de espaldas en la cama, me quitó la licra que llevaba puesta, sacándola con todo y ropa interior, abrió mis piernas, se quedó mirando mi sexo húmedo y para si mismo esbozo una sonrisa maquiavélica que acompaño de un gran suspiro, miró a mi tío2 y le preguntó
William: De verdad le entra toda?
Tío2: Hágale sin miedo que yo respondo.
William: Ok Lau, ya lo oíste, así que espero si me aguantes la tranca, hace mucho no pruebo una nenita así de tiernecita como tú.
Y sin más hundió su cara en mi sexo lamiendo, chupando, mordisqueando y pasando sus dedos por mi clítoris y mi anito, el cual ya también empezaba a pedir atención. Mis flujos se hicieron intensos, mis piernas se separaban solas para dar paso a ese gran macho que me empezaba a hurgar toda, mis manos se enredaban en su pelo atrayéndolo cada vez mas a mi sexo, indicándole en que punto tenia de trabajar. Mi pelvis se levantaba guiada por la excitación del momento, y con movimientos suaves restregaba mi sexo en su cara. Estaba viviendo un momento estupendo, nunca se me había pasado por la cabeza estar de manera voluntaria con un hombre diferente a los de mi familia, y allí estaba, con alguien a quien había conocido uno minutos antes, ya metido entre mis piernas, como una autómata solté su cabeza y me quité la blusa y el corpiño, dejando mis senos ya crecidos al alcance de todos, tomé uno de sus brazos y lo halé para dirigir sus manos hacia mis pechos, pechos ya erectos que querían ser manoseados, él levantó un poco la cabeza sin despegarse de mi sexo, observo desde su perspectiva mis hermosos senos y con ambas manos los estrujo, los pellizco y los acaricio en señal se aceptación. Mi espalda se arqueó al contacto de sus manos, mi lengua rosó mis labios y salió un leve suspiro de mi boca, estaba excitada, estaba feliz por la sorpresa que mi tio2 había planeado para mí.
William una vez se sació de mi concha, levantó mis piernas hasta sus hombros y dirigió su lengua juguetona hasta mi ano, y haciendo círculos comenzó a jugar con el, introduciendo poco a poco la lengua, pasándola por la zona entre el ano y la vagina y chupando mi culo con fuerza como con ganas de sacar jugo de allí. Fue una sensación encantadora, éste hombre se notaba que tenía mucha experiencia con niñas de mi edad, sabia donde tocar, cuando morder, cómo chupar para complacer y mantener viva la excitación de su hembra de turno.
Luego de tantas caricias, comenzó a subir, pasó de nuevo por mi vagina donde chupó mis jugos y metió la nariz para untarse de mis líquidos. De allí siguió subiendo, besando y mordiendo mis caderas, mi ombligo y hasta hacerse dueño de mis tetas que también pedían ser atendidas. Su lengua se movía inquiete cada vez que se metía una teta entera en su boca, sus labios hacían pequeños apretones en mis pezones que me hacían erizar por completo. Ya en esa posición su verga estaba mas a mi alcance, y mientras él me chupaba las tetas, yo buscaba afanosa su pinga que la tenía como un riel, estaba tan dura que no podía doblarla casi, en sus venas se sentían el latir le la sangre llenando cada vez mas esa hermosa verga. Tuve que juntar ambas manos para poder agarrarla por completo, era la mejor verga que había tenido en mis manos y no pensaba soltarla hasta tenerla dentro de mí por ambos huecos. Deseaba que me la enterrara pronto, pero también deseaba chupar esa enorme cabeza morada que destilaba gotas de su delicioso flujo. Así que de manera decidida, me fui moviendo debajo de él en busca de mi premio, cosa que entendió enseguida, y apoyando todo su peso en sus nudillos, levantó el cuerpo para darme paso por debajo de él.
Bajé de inmediato besando sus labios, chupando su lengua, mordiendo su barba y seguí bajando hasta encontrar sus tetillas, que al contacto con mis labios las sentí saladas, producto de las caricias que llevábamos durante más de 20 minutos.
Pero mi objetivo estaba más allá, así que sin perder tanto tiempo, seguí en búsqueda de su latiente verga oscura, enorme y babeante, y al llegar a ella la pude acariciar bien cerca de mis ojos. La mejor verga que había conocido al fin estaba al alcance de mi boca, mi lengua tomó vida propia y sin darle indicaciones comenzó a pasarse por todo el troco de su verga, sus venas causaban una sensación extraordinaria en mí, y sin poder resistirme metí la cabeza de su tranca en mi boca, el esfuerzo por abrir mis labios para que semejante verga me entrara fue recompensado con suaves movimientos de mi amante, quien con sus manos en mi cabeza ya había comenzado a culiarme mi boca. Su enorme verga no me entraba del todo, pero la mitad que lograba tragarme me producía orgasmos dentro de mi vagina.
Luego de chupar por largo rato, levanté la mirada y con voz suplicante le pedí que me la metiera.
Lau: Por favor, entra en mí.
Me miró, aparto los cabellos de mi rostro, me dio una hermosa sonrisa, acomodó su cuerpo, y con su mano derecha tomó su enorme verga y la comenzó a rozar en mi vagina. Fue electrificante sentir ese glande morado rozar todas mis partes, empujar tratando de entrar pero en forma de juego, y finalmente en un momento en que pasó su pene por la entrada de mi vagina, levante mis caderas de manera rápida y sentí como parte de su verga se apoderaba de mí. Y sin dejarlo pensar, rodee su cintura con mis piernas, volví a levantar mi cuerpo del colchón y me ensarté aun mas ese pedazo de verga que tanto estaba deseando. El no se hizo rogar, así que dejo caer todo su cuerpo en mí, sentí como esa verga rajaba todo mi interior, como mi vagina hacia grandes esfuerzos ante semejante monstruo que la invadía. Después de tanto tiempo, volví a sentir dolor, pero como siempre era un dolor placentero, era un dolor que ya conocía y que deseaba sentir todo el tiempo. Su verga se apoderó de toda mi vagina, y cuando pude reaccionar, levante la cabeza y ví como su pelvis se estrellaba con la mía, lograba ver como 21 cm de verga y sus 7 cm de grueso desaparecían dentro de mí, estaba en el cielo, mi amante era un hombre muy amable, y aunque a mi el dolor me encantaba en el sexo, aunque me gustaba sentir los golpes rudos de las pelvis al chocar, ésta vez estaba encantada con su manera de culiar, así que me limité a recibir su verga y gozar de la hermosa vista de cuando desaparecía dentro de mí.
Luego de unos momentos, me pidió que me subiera encima, que quería ver como mi vagina devoraba su verga. Petición que no se hizo esperar, y luego de que él se acostara boca arriba, me subí no sin antes tomar un momento su miembro y llevarlo a mis labios para probar sus líquidos.
Me senté sobre su enorme verga, y despacio pero segura me fui metiendo cada centímetro de su miembro, hasta llenar por completo mi vientre.
La sensación era cada vez mas placentera, y ya en éste punto no me importo el dolor que pudiera sentir, solo quería chocar mi pelvis con la suya de forma salvaje, y así lo hice, y en cada bajada de mis caderas, su verga se clavaba más dentro de mí.
Éste hombre me tenía sorprendida, nunca antes alguien con quien había estado, logró aguantar tanto en llenarme con su leche, pero yo estaba muy feliz, estaba con mis ojos cerrados solo sintiendo a su miembro destrozar mi vagina, y por estar en esta situación no alcance a notar que mi tio2 ya se había quitado su ropa, y con la verga parada, y habiéndose ya untado vaselina, se me acercó por detrás, colocó una mano en mi nalga y apuntando su verga lo fue metiendo lentamente en mí.
Si la gloria existe debe ser algo parecido a esto que estaba sintiendo en ese momento, por fin dos verga estaban nuevamente dentro de mí, por fin podría volver a disfrutar del sexo que tanto me gustaba. En tanto que William se mostró sorprendido con lo que acababa de pasar, y no daba crédito a la capacidad de esa nenita de 12 años de poder tragarse dos vergas al tiempo. Mi tio2 se comenzó amover muy rápido, era notorio que tanto preámbulo por todo lo que había visto lo tenían con la leche en la cabeza de su verga, y fue así como en menos de 10 minutos, descargo chorros de leche dentro de mi culo, leche caliente que me daba una sensación de alivio.
William, al notar que mi tío ya me había llenado el culo de leche, me pidió que me bajara, que quería cogerme de a perrito, porque quería ver su verga entrar desde atrás de mí. Lo que no me imaginé era que literalmente quería entrar por detrás, así que una vez yo en cuatro, él agarrando su verga me la introdujo por el culo. Valla que dolor que pude sentir, esta vez sí que flaquee, y me fui de boca en la cama, quise escapar de esa embestida, pero su fuerza era mucho mayor, y agarrando mi cintura me atrajo nuevamente hacia él metiendo por segunda vez su verga dentro de mi culo, ya haciéndome lanzar un grito de dolor que antes nunca lo había hecho. Pero a km imante no le importó y de manera sorpresiva se transformó en un animal, detrás quedaron los tratos suaves, la caricias y apareció un hombre diferente, un hombre que me estrujo mi culo, apretando tanto mis caderas que casi no podía respirar. Con lagrimas en los ojos y voz entrecortada le suplicaba que me sacara su verga, pero eso no le importó en los más mínimo, su momento estaba por llegar y como un loco me clavaba cada vez mas profundo, sacando mas lágrimas de mis ojos. Mi tio2 quien no perdía un segundo de semejante acta, se puso delante de mí, y con fuerza tomó mi cabeza y metió su verga en mi boca, verga que ya había recuperado un poco de su erección, esto complicó mas mi situación, ya que no podía respirar muy bien y lo necesitaba por el dolor que estaba sintiendo por la cogida de William.
Así pasaron unos pocos minutos mas hasta que sentí como William, aferrado a mi cintura, me atrajo tan duro hacia atrás que me desmaye en la cama por un instante, para luego sentir sus enormes chorros de leche fresca retenida en esos grandes huevos que al fin descansarían, así como al fin descansaría mi culo por tanto culeo que me acababan de dar.
No sé cuanto tiempo pasó luego que mi amante me llenara de leche y se quitara de encima mío, ya que su excitación lo dejó cansado y solo se dejo caer sobro mi cuerpo.
Una vez logré recobrar las fuerzas, me levante de la cama y mire como la sabana del colchón estaba llena de semen de mis amantes y además pude ver hilos de sangre que indudablemente salieron de mi culo roto por semejante ejemplar de hombre.
Ya recuperados todos, William se dirige a mí
William: Perdóname Lau, pero de todas las chicas con las que he estado, eres la primera capaz de aguantar dos vergas al tiempo y eso me volvió loco, te prometo que a futuro no volveré a tratarte de esa manera.
Tío2; Y eso que no la conociste antes, ya esto lo llevamos haciendo desde que ella tiene 9 años.
William: En serio? Lástima no haberte conocido antes.
Lau; Pues yo no pienso lo mismo, porque si ahora me hiciste gritar, cuando en mi vida sé lo que es recibir vergas. Te imaginas de 9 años, me hubieras partidos en dos.
William: Bueno he de decir que tienes razón, así que recibe nuevamente mis disculpas. Y en verdad que en otra ocasión seré más caballero.
Lau: Si es que habrá otra ocasión.
William: Claro que la habrá, y esto lo garantiza
Dicho esto, William sacó un fajo de billetes y se los entregó a mi tio2.
William: Definitivamente pasó la prueba. La quiero aquí todos los fines de semana.
Tio2: No, eso no es así de fácil, recuerda que es mi sobrina, no mi hija, así que tengo que crear una buena coartada para sacarla de la casa. Mas bien yo te aviso cuando haya una oportunidad.
William: No demores, esta nena es increíble.
Y dicho esto me volvió a tomar por las piernas como al principio y metiendo su verga dentro de mi vagina, me culio nuevamente llenando mi otro hueco con su fresca y espesa lecha, y esta vez no desaproveché la oportunidad de tomar un buen trago, así que me salí de debajo de él, y le comencé a chupar la verga sacándole toda la leche que aún le quedaba.
Y entendí que mi tío2 se había aprovechado de mis habilidades para scarle una partida económica. Cosa que no me disgustó, porque sabía muy bien que el premio gordo me lo llevaba yo, ya que era quien recibiría vergas a mas no poder, además de dinero para gastarlo en mí.
Si quieres intercambiar ideas conmigo, me puedes escribir a [email protected]
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