EL INCESTO EN LA VIDA DE MI HIJA MI VIDA parte 2
Hola a todos, continúo con el relato de mi vida..
Pasados unos 3 añitos, mi papá siguió siendo el macho de mi vida, me cogía cada vez que podía, cada vez que estábamos solos, tengo un leve recuerdo de una vez que estábamos jugando en mi cuarto y se fue la luz, mi madre y los demás estaban en la sala, allí aprovecho y me bajo el pantalón y me metió la verga por el culo. Hasta ese entonces no se había atrevido a metérmela por la concha, pero si me sobaba su tranca y me pedía que me montara en su verga y le restregara la conchita hasta que se derramara. Su leche para mí era un premio, me gusta mucho su sabor y en ese entonces me agradaba sobarla en mi barriga, pecho y en especial en mi cara.
Durante ese tiempo no sólo me cogía, sino que también me enseñaba películas porno, pasábamos horas metidos en internet viendo pornografía de toda clase e imitando poses y actuando como en las películas. Un día apareció muy contento y me dijo que me tenía una sorpresa para mostrarme, pero claro, había que esperar la oportunidad. Un fin de semana mi mamá salió a hacer compras y se llevó a mis hermanos, yo me quede con mi papá y enseguida prendió el computador, sacó una memoria USB donde tenía muchos videos de niñas pequeñas como de mi edad y hasta niñas de 14 o 15 años. Así que nos dedicamos a ver, yo recuerdo que me emocioné mucho al saber que lo que yo hacía con mi papá, también lo hacían otras niñas. Ese día no hubo acción, nos dedicamos fue a ver como a las niñas se las cogían los hombres mayores y le metían la verga por todas partes. Desde ese día él decidió que ya era momento de meterme la verga por la concha ya que en varios videos había niñas pequeñas que les entraba toda la verga por delante, y él me dijo que si ellas aguantaban yo también podía hacerlo.
Fue así como en una ocasión, para un finde, le dijo a mi madre que iba para un pueblo cercano a llevar algo y que me iba a llevar porque yo se lo había pedido, como es lógico mi madre le dijo que se llevara a mis hermanos, pero ellos no quisieron porque estaban jugando en su consola. Así que nos fuimos felices, yo sabía a lo que íbamos y ya para mí eso se había convertido en una necesidad, para ese tiempo cuando nos era difícil estar solos y hacer nuestras cosas, me ponía de mal humor y pasaba peleando con mis hermanos.
Ese día mi papá me llevó a uno de los sitios donde trabajaba, y en el cual por la hora, casi medio día, ya no había nadie, solo un celador en la porteria, así que teníamos toda la confianza de que nadie nos molestaría. Y allí fue donde me metió por primera vez la verga por la conchita.
Él prendió el computador y puso un video nuevo de una niña con alguien que me dijo era su papá, luego que lo vimos me dijo que haríamos eso, así fue como nos desnudamos por completo y comenzamos como siempre con caricias y besos, besos en los que yo ya manejaba muy bien la lengua y no dudaba en jugar con ella dentro de su boca, y él disfrutaba de la mía, chupándola como si se tratara de mi clítoris. Después de unos 5 minutos de estar besándonos comenzó a bajar besando y lamiendo mi cuerpo, primero fue mi cuello, algo que disfrutaba porque me hacía erizar toda, y mientras hacía eso con su boca, sus manos no se quedaban quietas, una bajaba por mi espalda y la otra se detenía en mis pechos, claro está, yo no tenía nada de senos en ese momento pero tanto a él como a mí nos gustaba acariciarnos allí, luego siguió bajando con sus besos y se posó en mis pezones, los chupaba, los lamia y los apretaba de una forma tan erótica que me hacía gemir, yo me aferraba a su cabello sintiendo corrientazos en todo mi cuerpo, sus manos seguían acariciando mi espalda, mi cola y por supuesto mi vientre y vagina. Después de dejar mis teticas bien lamidas, rojitas y sensibles al tacto siguió bajando a mi barriguita, beso y lamio mi ombligo y siguió hasta llegar a mi pelvis. Allí rosaba con sus labios toda mi zona pélvica, pero sin tocar mi conchita, eso me ponía muy ansiosa, ya que solo pasaba y no se detenía a chupar mi vagina, yo le movía la cabeza para que llevarlo donde quería, pero él solo me ignoraba y se dedicaba a basarme por los lados de mi pelvis. Casi le rogaba que me chupara mi vagina, estaba sudando y temblando de ganas, pero su idea era muy clara, me iba a poner bien cachonda para que mis jugos salieran, me mojaran toda la vagina y así poder meter su verga grande y dura.
Acto seguido me volteo y se concentró en mi espalda, acariciándola lo más suave posible mientras tocaba mi vagina, pero sin meter sus dedos, solo lo hacía por encima para mantener despierta mis ganas. Luego beso mi cola me la lleno de saliva y me acaricio mis nalgas de una manera que nunca antes lo había sentido, no sé si era la primera vez que hacía eso de esa manera tan especial, o era porque me tenía muy excitada, luego se levantó un poco y comenzó a rozar su verga durísima, más dura que todas las veces que habíamos cogido, su punta estaba babosa, goteaba líquidos que aprovechaba para sobarlos en mi cola y en la entrada de mi ano, en ese momento pensé que me iba a meter su verga, pero no fue así, solo lo puso en la entrada y me hacia una pequeña presión teniendo cuidado de no meterla. Ya en esos momentos no sabía cómo hacer para que me la metiera, necesitaba sentir su verga dentro de mí, y como la costumbre era por detrás, aproveche un momento que lo rozó por mi cola y me empujé para atrás, alcanzando a entrar un poco la punta, pero él fue muy rápido y también se movió sacando lo que me había alcanzado a entrar, al sentir eso lo miré y con voz muy excitada y casi gimiendo le pregunté ___
Lau: Porqué no me la quieres meter.
Papá: Recuerda que hoy va a ser tu primera vez por delante.
Lau: Por favor papá, métemela ya! Estoy muy arrecha y quiero sentir tu verga dentro de mí.
Papá: Si mi princesa, eso lo sé, solo quiero que este día sea muy especial.
Dicho esto, me subió a una mesa, apartando todo lo que allí había, me abrió las piernas y comenzó a chupar mi vaginita, yo estaba tan excitada que sentí que me dolía. Un grito salió de mi boca por la sensación de sentir esos labios lamer y chupar mi vagina y clítoris.
Lau: Ahhhhhh! Ahhhhhh!, papá chúpame más duro, mete tu lengua bien adentro que estoy muy arrecha.
Esta vez él no me hizo esperar, metió su lengua bien profunda, que hasta sentí una fuerte presión de su barba en mi pelvis. Me chupo la conchita de una forma tan rica, que estuve a punto de orinarme, después de unos minutos que parecieron eternos, se subió y me dijo al oído.
Papá: Prepárate, voy a entrar en ti, voy a tomar tu vagina, al principio vas a sentir algo de molestia, pero es normal, no te asustes. Si en algún momento sientes que no soportas solo me dices y descansamos un poco.
Dicho esto, abrió una de las gavetas del escritorio, saco el frasco de aceite que siempre usa en mí, se lo untó en su verga, me echo una buena cantidad en mi vagina, me miro, me besó, me agarro de la cintura y colocando su verga en mi entrada me halo hacia él muy suavemente con un movimiento de vaivén para que su pene comenzara a entrar. Yo solo cerré mis ojos y me dejé llevar por el momento, me dispuse a disfrutar lo que tanto había estado deseando ese día, al fin se había concentrado en mi conchita, al fin iba a disfrutar de su verga, al fin me iba a sentir como las niñas de los videos, esas niñas que había llegado a envidiar.
No sé qué tanto me metió la verga porque estaba disfrutando del momento con mis ojos cerrados. En un momento sentí una presión dentro de mí, sentí un pequeño dolor y puse mis manos en su barriga indicándole que parara, él entendió y me saco un poco su verga, se quedó un momento quieto y cuando sintió que deje de detenerlo con mi mano, volvió a moverse. De esa forma su verga me fue entrando poco a poco, esa primera vez solo me alcanzó a meter un poco menos de la mitad, ya que su verga era demasiado grande para mí a esa edad. Con movimientos suaves me culio un buen rato, yo estaba muy a gusto, solo gemía cada vez que me la metía, mis gemidos ya no los podía controlar y se escuchaban en toda la oficina, él estaba igual, su respiración era fuerte, sus gemidos sonaban roncos, estaba sudando, se apoyaba en mí, pero siempre con cuidado de no lastimarme. Así estuvimos por unos 10 o 15 minutos, hasta que no pudimos aguantar más, y sentí como se arqueo, empujo un poco más su verga dentro, que aunque me dolió, solo me dispuse a terminar lo que habíamos empezado, sabía que lo que venía lo disfrutaría al máximo, y se llegó el momento, lleno toda mi vagina con su leche, sentía como sus chorros llenaban mi interior, golpeando algo dentro de mí, aumentando la sensación que tenía, y no pudiendo contenerme más, lance un gemido tan fuerte, que se vio obligado a callarlo con su boca por temor a que se escuchara afuera.
Quedé cansada, con las piernas adoloridas, pero con una sensación de haber tenido la mejor culiada de mi vida, mi papá se quedó encima de mí, aun sentía su verga palpitando dentro y sentía como me corría su leche por mis nalgas. Luego sentí como salía su verga y como él se levantó despacio, me dio un largo beso, al que respondí y le pregunté.
Lau: Ésta no será la última vez, ¿verdad?
Papá: No hija, esta es la primera de muchas veces que tendremos sexo por delante, la meta es que te entre toda, así que tenemos que hacerlo más seguido.
Terminé con mi pene bien parado. Creo que iré al baño a masturbarme.
Que delicia, detallado y muy bien estoicamente explícito. QUE sabroso relato. Me ha fascinado. Vamos por la parte 3