El incesto en la vida de mi hija mi vida parte 3
Hola de nuevo, continuo con mis relatos..
Después de lo sucedido la primera vez que mi papá me metió la mitad de su verga en una de las oficinas donde trabaja, yo quedé más que nunca necesitada de su verga, aprovechaba cualquier momento, por corto que fuera, que estuviéramos solos para al menos tocarle su tranca por sobre el pantalón y sentirla, me había vuelto adicta a su verga. Mi mamá se enojó un tiempo conmigo, porqué se me volvió “costumbre” ir a dormir con ellos, y me metía en mitad de los dos. Lo que ella nunca supo es que eso lo hacía porque me daban celos el saber que mi papá se la estaba cogiendo mientras yo solo escuchaba sus gemidos de pie en la puerta de su cuarto. Mi padre en una ocasión me dijo.
Papá: Hija, tienes que aceptar que tu madre y yo somos pareja y podemos tener sexo en cualquier momento, así que deja de celarme porque ella puede sospechar algo.
Así que con más celos me aparte un tiempo de él, y eso fue peor porque allí sí que mi madre sospecho y me pregunto tanto a mí como a él, porque ya no estábamos juntos, si últimamente no nos separábamos, ya que yo lo acompañaba siempre a todas partes. No sé qué le dijo él, pero logro manejar la situación. Yo de mi parte le dije que nada, que no me pasaba nada.
Ya después que se me paso la rabia las cosas volvieron a ser como antes, aprovechando cualquier momento para acariciarnos. Recuerdo una vez de las tantas en que él iba a nuestro cuarto a acompañarnos a dormir, que se acostó al borde de la cama donde estaba con uno de mis hermanos, quedando yo en el medio, y nos relató unos cuentos para dormir. Mientras hacía eso nos acobijamos los tres y él y yo quedamos de cucharita, sentí cuando se sacó su verga babosa y enseguida me baje la pijama dejando mi culo al descubierto, con mi mano tome su vega y lo empecé a pajear, tocando su punta llena de baba y pasándola por la entrada de mi culo, haciendo movimientos suaves para que mi hermano no sospechara, mientras él se empujaba hacia adelante para que fuera entrando esa rica verga dentro de mí. Poco a poco su verga lleno mi culo y empezamos los movimientos de vaivén, mi hermano por su parte se iba quedando dormido lo que nos permitía culiar sin miedo a que nos descubriera. Cuando notamos que mi hermano estaba rendido, se levantó y me volteo boca abajo, se abrió de piernas sobre mí y me clavó sus 19 cm de verga, me la metía toda y me la volvía a sacar, así estuvo durante un buen rato hasta que no pude más y me salieron unos chorros de líquido de mi vagina, que parecía que me había orinado. Él por su parte se aguantó y apenas notó que terminó mi orgasmo, me sobo su verga por la concha y sin esperar que me preparara me la ensartó, lancé un grito ahogado de dolor, pero fue un dolor placentero, que casi provoca en mí un segundo orgasmo, una vez me metió su media verga me dijo al oído.
Papá: Hoy vamos a terminar lo que iniciamos en la oficina, hoy te la voy a enterrar toda.
Mientras decía esto, me besaba y chupaba el cuello, ya que conocía que ese era mi punto débil. Sentí que levanto su cuerpo sosteniéndose en sus manos cerradas como puño que quedaron a cada lado de mi almohada, yo me agarré de ellas y sentía la fuerza que hacía para mantenerse así, no sé porque eso me excitaba aún más y por instinto abrí mis piernas para darle entrada a su verga. Me la fue metiendo cada vez más con cada movimiento que hacía, nunca le dije nada, por más que me preguntaba, pero el dolor era intenso, pero no más intenso que el deseo de ser penetrada toda. Aunque para mi poca fortuna no me logró entrar toda su verga ya que mi vagina llegó a su tope, una vez allí sentí como suspiro hondo y comenzó a estremecerse, por lo que supe que me iba a llenar con su leche y me preparé alzando un poco mis caderas para que me la metiera lo más hondo que pudiera. Con sus brazos temblorosos de la excitación se vació dentro de mí. Fue muy placentero sentir como su leche llenada mi vagina por segunda vez, pero a diferencia de la primera, esta vez estaba casi toda dentro de mí, y eso me hizo muy feliz. Cuando termino se sacudir su última gota dejo caer su cuerpo sobre el mío, sintiendo como chorros de su leche se salían por los lados de mi vagina desflorada ya por completo, para agradecer lo que me había hecho sentir me salí de su peso pidiendo que se volteara boca arriba, una vez lo hizo agarre su verga aun dura y se la comencé a mamar, se la chupé con tantas ganas y teniendo el cuidado de limpiar cada punto de su larga tranca, quería que todo su semen fuera para mí, no iba a compartirlo con mi madre, ese día era para mi solita. Me sentí tan amada por mi padre, esa vez me sentí suya por completo, esa vez sí me hizo su mujer y desde ese día las cosas para mí tomaron un tono muy diferente. A partir de ese día ya no sería mas mi padre, se convirtió en el hombre de mi vida, me sentí su mujer, me sentí importante.
¡Genial! Afortunado tu papá.
Muy excitante, espero pronto la continuación
Wsooo. Delicioso relato. Más. Vamos allá
Ufff
Releeo y me fascina. Muy rico relato. Gracias. Más