El incesto en la vida de mi hija mi vida parte 6
Hola de nuevo, continuo con mis relatos, les contaré como mis hermanos empezaron a hacer parte de mi vida sexual..
En mi familia somos tres hermanos, dos varones y yo. El mayor me lleva 3 años y 9 meses, y al menor yo le llevo 2 años y 9 meses. Como lo había dicho en un relato anterior, tenemos una relación armoniosa en familia, con mis hermanos somos muy unidos, y de niños pequeños compartíamos le misma habitación pese a que había una destinada para mí.
Mi padre siempre acostumbró a hacernos compañía antes de dormir, nos relataba algún cuento inventado, esperaba que nos durmiéramos y se iba para su cuarto.
El cuarto de mis hermanos tiene una cama litera, mi hermano mayor dormía en el puesto de arriba y mi hermanito menor quedaba en el puesto de abajo, y allí me acomodaba yo, junto a él.
Mi padre cuando ya teníamos tiempo de nuestros encuentros se acostaba a mi lado y mientras nos dormía me acariciaba, me tocaba mis teticas en crecimiento y me metía el dedo en mi conchita.
Con el tiempo a mi hermano mayor se le fue despertando la curiosidad por el sexo, y entre risas y juegos se fue acercando a mi y me tocaba de más. Como yo ya sabía que querían decir esas caricias lo dejaba, ya que al final también me agradaba que me tocaran.
Fue así como entre juegos mi hermano un día me dijo que si quería que hiciéramos como hacen nuestros padres-
Hermano mayor: Oye Lau, no te gustaría saber que se siente cuando mis padres se ponen a casarse?
Lau: Casarse, y eso qué es? – aunque yo ya sabía que era eso –
Hermano mayor: Es cuando el hombre se monta en la mujer y le pone el pipi en la cuquita y se mueven.
De esa manera iniciamos nuestras aventuras, y así era que después que mi padre se iba del cuarto, mi hermano se bajaba y nos a acariciábamos.
Como yo ya tenía experiencia le decía como tenia que hacerlo, y lo ponía a que me chupara mi vagina, que ha sido lo que mas me agrada del sexo. Y después yo le chupaba su verga, que aunque era mas chica que la de mi papá, también la sentía sabrosa.
Con el tiempo ya acostumbrados a coger, por las noches veíamos videos porno y hacíamos todo lo que saliera. Y fue así como en uno de esos videos que salieron dos hombres con una chica, y se nos ocurrió incluir a mi hermanito menor.
De esa forma terminé siendo la puta de mi casa, ya no solo me dejaba coger por mi papá, sino que también me cogían mis hermanos. Llegue a un punto donde solo descansaba cuando estaba en la escuela o en el baño, porque el resto del día tenia la verga de alguno de ellos adentro.
Mis hermanos se turnaban para vigilar que no viniera mi mamá mientras el otro me estaba cogiendo, ya sea por la conchita, el culo o nos estábamos dando una mamada.
Los días en que mi madre nos dejaba solos en la casa por salir a hacer alguna diligencia eran toda una delicia, apenas ella tomaba el taxi, de inmediato nos quitábamos toda la ropa, prendíamos el computador, buscábamos las películas porno y comenzábamos a hacer todo lo que allí salía.
No voy a negar que fue una época muy linda para mí. Y no me arrepiento de vivirla de ese modo. El sexo para mí siempre ha sido la mejor terapia para todo.
Me acostumbre tanto a tener sexo que si no había con quien hacerlo, buscaba mi cepillo del cabello y lo ponía entre mis piernas, lo apretaba y movía las piernas para poder sentir su roce en mi vagina. La mesa al momento de hacer las tareas se convirtió en un sitio deseado para masturbarme.
El portacepillos dental fue el reemplazo de las vergas de los hombre de mi familia cuando me metía a bañarme. Sin dudas mi vida de niña fue un mar de sexo y placer, a mis cortos 10 años ya había sido penetrada por la verga de mi papá, la verga de mi tío y las vergas de mis hermanos. Si, en definitiva era una puta en crecimiento.
Recuerdo que en una ocasión cuando mi padre salió del cuarto dejándonos “dormidos”, mi hermano mayor me pregunto.
Hermano mayor: Lau, mi papá también te toca?
Lau: Nooooo, como crees. Porque lo dices?
Hermano mayor: Es que yo veo que él se mueve mucho cuando está contigo mientras te duermes y parece que te estuviera casando.
Lau: Ay si, el se mueve mucho, una ves le dije que no se moviera tanto para poderme dormir.
Y así me toco hacer en realidad, decirle a mi papá que mi hermano estaba sospechando, que mejor no se moviera cuando estuviera conmigo. Entonces para poder hacer algo en esos ratos de la noche, nos dedicábamos a masturbarnos.
En otra ocasión mi hermano me preguntó que si sería capaz de dejarme coger por otros niños.
Yo le dije que no sabía si seria capaz, pero que si me gustaría probar otras vergas. A lo que me dijo que les diría a mis primos, esa fue una idea que me gustó y esperé ansiosa a que algún día les dijera.
Hoy día mis hermanos no me tocan, ya ni hablamos del tema, así que solo me quedan los recuerdos de todas las noches de sexo que tuvimos. Fue sexo inocente pero muy lindo, sin daños, sin lastimarnos. El sexo entre hermanos es muy distinto al sexo entre novios, es un sexo que alcanza un nivel muy alto de respeto mutuo. Un nivel muy alto de comprensión, un nivel muy alto de cariño.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!