El incesto en la vida de mi hija mi vida parte 8
Hola de nuevo, continuo con mis relatos, una semana a solas con mi papá, un evento muy esperado.
En mi casa las cosas se veían normales, mi madre dedicada a su hogar y a su familia, con su amor que nunca ha faltado. Mi padre haciendo su roll de sustento del hogar, dando a mor a su familia y claro, mucho más amor a mí, a escondidas, sobra decir. Mis hermanos unidos como siempre y haciendo de nuestros encuentros nocturnos una costumbre.
Para una ocasión mi madre decidió ir a visitar a su abuela, ya tenía bastante tiempo que no la veía, así que armo maletas y se fue en compañía de mi hermano mayor. Para ese entonces yo tendría unos 9 a 10 años. Como era de esperarse tanto a mi padre como a mí nos dio mucha alegría ese evento, ya que nos quedaríamos los tres solos, y como mi hermanito menor estaba muy chico era fácil manipularlo. Lo que nos esperaba sería fenomenal.
Recuerdo también que para esa ocasión llegó a la ciudad Kiko, el del Chavo del 8 y mi papá nos llevó a ver el espectáculo, fue muy divertido ya que es un personaje de la infancia, y verlo frente a frente nos llenó de emoción.
Terminada la función, fuimos a comer helados, a jugar en el centro comercial y finalmente a cenar. Ya entrada las 8 de la noche nos dirigimos a casa para descansar del día, ya que estuvimos fuera de casa desde antes del mediodía.
Así fue que llegamos a casa, nos desnudamos quedando los tres en ropa interior y mientras nosotros veíamos televisión, mi padre se encargo de darle de comer a nuestras mascotas, ordenar la casa y prepararnos una merienda para comer más tarde.
Papá: Mis amores, ahora que terminen de ver televisión nos damos un baño para poder dormir bien frescos.
Hermanito: Si Pa porque ya tengo sueño.
Papá: Jajaja estas cansado hijo.
Lau: Y yo también papi, yo también estoy cansada. Pa, donde vamos a dormir hoy que mi mami no está.
Papá: pues en mi cama, allí cabemos los tres.
Lau: Bueno Pa, dormiremos todos juntitos – Era la respuesta que él necesitaba oír y que yo quería decir.
Al poco tiempo se acabó la película que veíamos, así que nos terminamos de desnudar y dos dirigimos al baño los tres.
Mi padre como siempre se encargaba de llevar todas las cosas, toallas, sandalias, cepillos, y era quien nos bañaba. Una vez en el baño, nos metió bajo la regadera e inicio el baño, tomó a mi hermanito y le aplico el shampo y le enjabono su cuerpecito, luego le dijo que regresara a la regare y me llamó para mi turno. Se sentó en la taza del sanitario, me haló hacia él y me comenzó a poner el shampo, mientras lo hacia yo le cogía su verga que ya empezaba a pararse y se la acariciaba. Para mí siempre ha sido muy satisfactorio acariciar su verga, y porque no decir, acariciar una buena verga de quien sea como lo aprendí en mis otras oportunidades.
Cuando ya tenía su verga completamente perada me di vuelta y la dirigí a la boca de mi culo, y con su babita me la comencé a sobar para que me humedeciera y pudiera entrar sin dolor. Una vez sentí que mi culo estaba lo suficiente húmedo me empujé haca atrás e inmediatamente se fue metiendo su deliciosa verga en mi pequeño y apretado culito.
Quien han recibido un anal saben que esa sensación de empezar a entrar una verga en el culo es lo mas deliciosa que hay, se siente como el culo chupa la verga para no soltarla, y ésta se mete sin que nada la detenga.
Así me clavé todos sus 19 cm de verga, y me comencé a mover para sentir esa sensación inexplicable que da el sexo. A mi corta edad era insaciable, por donde me metieran una verga por allí disfrutaba, y si no tenía alguna cerca cuando me calentaba, y he de decir que me calentaba a diario, tenía que buscar algo duro para meter entre mis piernas y sentir el roce con mi clítoris.
Mi hermanito nos veía pero como mi padre no dejaba de aplicarme el jabón, suponía que todo estaba bien. Y valla que si los estaba, estaba yo con su deliciosa verga metida en el culo, recibiendo sus embestidas cada vez más fuerte.
Así estuvimos unos 10 minutos hasta que sentí sus chorros de leche dentro de mí, cosa que me produjo un enorme placer.
Poco a poco me saqué su verga, él se hecho agua y yo se la restregaba para lavársela para al final irme a la ducha a botar toda su leche al piso y terminar de bañarme.
Mi padre envolvió a mi hermanito en la toalla, lo llevo a la cama, le colocó su pijama y le dijo que ahora regresaba de que iría a buscarme a mí.
Al regresar por mí, y ver que ya me había lavado mi culito, me alzó, me sentó en el lavamanos, me separó las pierna y me comenzó a mamar mi cuca.
Como ya estaba iniciada por la clavada que me acababa de dar por el culo, no duré mucho en venirme, apretando su cabeza con mis piernas y atrayendo su boca cada vez más hacia mi vagina. Quedé rendida con esa mamada.
Así que mi papi me levantó, me llevó a la cama, me secó y me coloco una pijama de vestido pero no me coloco ropa interior, lo que para mí solo significaba una cosa, esto apenas comenzaba.
Fue una noche hermosa, tuvimos sexo unas tres veces más, Claro he de decir que él solo se derramo dentro de mí en dos ocasiones.
Ya cuando nos dispusimos a dormir, me metió toda su verga dentro en mi vagina y allí la dejó hasta el siguiente día.
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