El Incubo del Internado 7
Algo esta cambiando dentro de Jay, y eso lo demuestra cuando deja de ver a sus hermanas convirtiéndolas en sus amantes….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
Capítulo 7
Siendo un sábado por la mañana me arreglé de manera casual, hoy tenía planes para salir con mis hermanitas, así que estaba feliz, no había pasado la gran cosa los últimos días, al menos no en el terreno paranormal, el incubo se mantenía tranquilo, o eso pensaba, pero no me importaba, salí bien vestido y en la puerta estaba Tesi y Giby esperando junto a una encargada (Olga), a esta no la conocía mucho, era una mujer de mal genio que al verme pregunto molesta si eran mis hermanas, yo asentí y añadí que saldríamos para hacer compras, después las dejo “libres” y salimos los 3. Frente a la escuela había una parada, ahí tomamos un camión que nos dejó en el centro de la ciudad, justo frente a un centro comercial, durante el camino ambas estaban muy contentas, ansiosas de llegar, desde hace años que la pasamos muy mal debido a la partida de mi padre y las ausencias de mi madre, consiguiendo cosas usadas, a veces tenía que hacer esfuerzos para cuidarlas, o si acaso comer algo decente, por ello ir de compras era un extraño lujo, así fuimos a varias tiendas, buscando nuevas mudas, pero en su momento Giby me dijo:
Hermanito, te puedo pedir un gran favor, me gustaría un nuevo espejo como el que me regalaste, podrías arreglarme otro parecido – Giby algo inquieta.
Se refería al de la cámara espía, detalle que me sorprendió un poco, pero lo tomé con calma, no quería lucir sospechoso, suspire un poco pensando las cosas, así que respondí:
Claro, no hay problema, solo tengo que comprar los materiales, te recuerdo que ese lo hice para ti, así que no es de tienda, ok – le dije cariñoso emocionándola un poco.
Excelente, podrías hacerlo, te esperaremos en la tienda de ropa del fondo, la que tiene un letrero con conejos rosas – y Giby apunto a un pasillo algo oscuro donde había pocas tiendas abiertas.
Yo asentí para ir a conseguir los materiales, aunque pude ver como se marcharon, Tesi llevaba a la pequeña Giby de la mano, yo me quedé extrañado por la petición, pero me dio igual, aunque no sé porque me les quede viendo un poco, ambas estaban muy lindas, pensé pues me quedé viendo sus pequeños cuerpos en desarrollo, aunque sus culitos eran bastante redondos, y en sus ropas apenas eran apreciados, dándome ideas de lo que debía conseguirles para que se lucieran mejor. Con eso en mente, fui por el encargo, prepararía el espejo, aunque no sabía si añadir también una cámara espía, no es como si quisiera tomar otro ángulo, pero al ir aproveché y compré todo lo que hacía falta, también por las fechas conseguí unas cosillas más, soy precavido, a fin de cuentas el otoño se acercaba y con esta llegaba una fiesta de disfraces muy popular en la escuela, me gusta estar preparado para cualquier contingencia.
Una vez que hice esas labores y revisé que todo estuviera en orden con mi billetera, me devolví a donde encontraría a mis hermanas, ese centro comercial era enorme y algo complicado, acudí al pasillo que habían mencionado, pero este era más largo de lo que creía, tanto que me tomó un rato llegar, de hecho notaba que el lugar perdía iluminación al igual que clientela, estaba casi solo, aunque no había mucho para ver, pero no me importó porque noté que varios locales eran de temporada, algunas tiendas por ejemplo eran de disfraces de Halloween o adornos navideños, por ello tomé nota para avisar en la escuela, ahí podrían conseguirse algunas cosas baratas, seguí caminando, además vi algunas tiendas raras, una de dulces con una mascota espantosa, otra de armas con maniquís femeninos vestido de forma erótica, eso siguió sin gustarme, finalmente llegaba al final cuando advertí que había una pequeña desviación, di la vuelta y por fin llegue a la extraña tienda, una de aspecto muy alegre con un mostrador que tenía incluso disfraces para niñas, eso me calmó, aunque no supe porque dejaron un local así en este rincón oscuro, se llamaba Conejitas, y en cuanto entre un tipo amanerado me abordo, le dije que buscaba a mis hermanas y este me dejo en paz, por cierto la tienda estaba prácticamente sola, así que revisé el lugar, este era enorme, tenían mucha mercancía buena a excelentes precios, por lo que tome varias playeras, faldas, shorts que pensé que les gustaría, aunque pensándolo bien algunas prendas eran algo cortas, coquetas para una niña, solo que en ese momento no me di cuenta de ello, además no habíamos comprado mucho, por lo que podía enfocarme en elegir con soltura. Aquí es necesario aclarar algo, debido a ciertos eventos de mi pasado, llevaba una mochila enorme, de mis tiempos en la escuela militar y estaba casi vacía; en ese momento no supe de donde salió mi hermana Tesi, al verme se acercó emocionada, lo estaba pasando en grande, yo le mostré las cosas y ella contenta las tomó, se notaba que le gustaron, pero me dijo que le siguiera, la tienda tenía más secciones pero estaban “ocultas”, deje la mercancía en caja, como no había más clientes o gente aparte del maricon que veía un dorama, todo estaba bien, así que seguí a mi hermana y que cosas, no noté un muro con espejos al fondo, este hacía ver más grande el lugar, pero mantenía escondido una sección aparte, dentro seguía habiendo mercancía para niñas, pero estas eran diferentes, aceite para cuidados íntimos, accesorios algo sugestivos, ropa de “moda”, además de cosas que por obvias razones no era buena idea que estuvieran a la vista, estaba algo nervioso, pero ahí me encontré a Giby, lo que me dejo rojo era que usaba un calzoncito estilo tanga rojo pasión de tela fina que enmarcaba su figura, con un topsito que parecía un brasier de lencería, me pregunto cómo le quedaba y se dio una vuelta, yo solo asentí a decir que linda, viendo como aquella prenda se metía entre sus gordas nalgas mientras que sus pezones sobresalían por la delgada tela, realmente se veía muy sexy pese a ser una niña, luego llegó Tesi con 3 conjuntos en sus manos (negro, rosa y blanco) eran de lencería hechos para alguien de su edad y me dijo:
¿Cuál me llevó? – Tesi emocionada colocándose los 3 enfrente, dejándome ver que luciría como una modelo erótica, logrando calentar mi mente con su imagen.
Yo haciéndome el serio le cuestioné el precio y como si fuera una broma estaban muy baratos, así que le dije que podía llevarse los 3, también Giby me pidió un nuevo camisón para dormir, eso me calmó por unos segundos, pero sacaría de entre las ropas un par de prendas que hicieron que mi verga se pusiera tiesa de solo imaginar aquellas prendas en sus cuerpos, no importa, o al menos eso pensé en mi morbosa mente, eran un par de babydolls semitransparentes uno en rosa y otro blanco los cuales iban con pantis igual estilo tangas que parecían lencería, tratando de negar algunas compras les dije:
Niñas, en verdad les quedan esas cosas, se ven muy chiquitas y ustedes están creciendo – fue la mejor respuesta que pude darles.
Pero ellas me respondieron que sí, se lo habían probado todo mientras estaba afuera con lo del espejo, que listas salieron mis hermanas, pero Tesi agrego:
No te preocupes hermano, si quieres ahorita que volvamos te hacemos un show de pasarela, pero aquí no, ese tipo nos da cosa – dijo Tesi volteando a ver por la entrada.
Eso me dejo helado, una parte de mi quería negarse a mas, pues eran las niñas que vi nacer y crecer, yo soy su hermano mayor, debía cuidarlas, pero la idea de verlas vestidas de forma tan erótica me recordó el sueño que tuve antes, cogiéndolas como si fueran un par de putas, así que poseído por una lujuria acepte y les dije que adelante, pero que agregaría algo más que esperaba en la entrada así que no debía abusar con las prensas, ellas aceptaron, y buscaron más prendas íntimas con más cuidado, mientras que yo revisaba algunas mercancías que deseaba verles puestas, parte de mi ya estaba perdida en la lujuria. Seguí revisando, ese lugar estaba lleno de artículos que escondían una dudosa moral, y aquí aclaro que ese momento yo todavía no cruzaba ciertas líneas, no era lo mismo ir a follarme a las sensuales compañeras de trabajo que intentar violar a mis hermanas (así lo veía), aunque estas se vistieran para la ocasión, pero en ese momento estaba guiado por la más perversa lujuria, así que busqué en una sección que ellas ignoraron, por suerte conocía sus tallas, a fin de cuentas yo las cuidaba a falta de una madre responsable, tomando unos atuendos que lleve, eran unos disfraces, pero por las imágenes que mostraban serian demasiado escandalosos: porrista, vampira, caperucita para Giby, mientras que de enfermera o dama de la noche para Tesi, las faldas eran cortas, incluso tenían ligeros y los escotes, demonios, pensaba para que esos escotes si no tenían tetas (por lo menos Giby), lleve las cosas, mientras mis hermanas agregaron algunas más, por suerte no todas eran tan pervertidas, también había suéteres o sudaderas, aunque hubo algunas medias y calcetas, cremas y demás, al final esto me salió un poco caro, más de lo esperado, pero ellas lo valieron. Al final comimos hamburguesas y nos regresamos, fue una lucha enorme llevar la mochila, pero sirvió, aunque estuviera tan llena que fuera estorbosa al mover, pues debo decir me mantengo en forma, era necesario, ya eran tarde cuando llegamos a la escuela, la mujer que me dejó a mis hermanas, la encargada ahí estaba molesta como siempre, casi parecía querer decirme algún improperio, pero no tenía como, sólo me dijo que firmara y listo ella podía irse, menos mal, me molestaba su cara de vieja arpía, ya adentro las niñas estaban pensando cómo mover las cosas, todas estaban en la mochila, pero aún faltaba algo según Tesi, esta me dijo que fuéramos a mi habitación.
Ah, mi lugar de descanso, en realidad era más una “celda”, como dije antes este lugar era antiguamente un convento así que los cuartos eran pequeños, apenas unos metros cuadrados, pero el lugar en cuestión estaba algo apartado, es que era una sub-zona del edificio antiguo, junto a unas salas usadas como bodegas o dormitorios para algún trabajador, aunque en ese momento era el único que vivía ahí, por eso había mucha privacidad, los estudiantes del internado podían jugar en los terrenos, áreas recreativas o sala común, pero otras zonas estaba prohibidas como mi lugar de descanso y de hecho se entraba por un pasillo estrecho, largo con un barandal que restringía el paso por completo a menos que tuvieras la llave, como yo, se hallaba pegado en el edificio principal, donde se encontraban las oficinas administrativas, donde también estaban los salones de bachillerato, luego seguía otra sección con las aulas de secundaria y primaria, estas formaron parte de la hacienda o convento, no sabía que tan viejo era, pero se notaba clásico, pero no del mismo tipo que el edificio principal, además tenía una salida justo frente a un estacionamiento y un edificio recién construido como kínder. Al lado en el borde del muro que separaba el terreno estaba otro viejo edificio, que era la biblioteca junto a una pequeña capilla pegada a una construcción también más modernos pero con fachada antigua donde están los dormitorios y área común, siendo separados los de chicos y chicas, los cuales eran vigilados, siendo esa de vez en cuando mi labor, por ultimo lo demás eran terrenos con alguna cancha o juegos, siendo en total una área de 8 hectáreas, ¿qué colegio no creen?, mi lugar de reposo al final estaba restringido, así que cualquier cosa que hiciera sería privada y nadie me diría nada, detalle en el que apenas cabía en cuenta.
Llegué con mis hermanas, estas se hallaban emocionadas, pues era la primera vez que entrarían, como dije era una sub-zona un pequeño lugar con un jardín, a diferencia de otras zonas esta sólo tenía un piso, y la mayoría de los cuartos estaban cerrados, con candado, porque se guardaban cosas muy viejas, justo en la esquina más alejada estaba mi celda, y a lado se encontraba el cuarto donde estaba el sistema de vigilancia, además en el jardín había una fuente arruinada rodeada de un par de árboles grandes que cubrían casi todo el lugar, le daba un buen aire, pero era algo tétrico de noche, las niñas miraron con gusto y cuando les mostré mi cuarto me dijeron:
Muy bien, tomaremos de momento el lugar, tu quédate afuera y espéranos – dijeron con un todo lleno de complicidad, escondiendo una picardía especial.
No sabía que tramaban o por lo menos de momento lo ignoraba, así que saqué una silla y aguardé bajo uno de los arboles, me tomé una soda que tenía guardada, pues acomodé una hielera en un enchufe cuando estaba haciendo calor y tenía algunas sodas. Sólo pasaron 5 minutos antes que salieran, la primera fue Tesi que llevaba una faldita azul que escogí junto a una playera blanca, estaban algo ajustadas así que se le pegaba mucho a su cuerpo, resaltando su figura, que linda, a su lado estaba Giby con un vestido de una pieza de color crema, haciéndola ver adorable, ambas iban descalzas, yo algo emocionado en buen plan les dije que me siguieran, las hice sentarse en la fuente, bajo los árboles y con el celular les tomé unas fotos, nada extraño, ellas emocionadas posaron juguetonas, me dijeron que esperara ahí, y se marcharon, ahí recordé que me dijeron que harían una pasarela, así que emocionado acomodé la silla, pero muy dentro de mi algo estaba deseando ver cosas que un hermano normal no querría, pensamiento que fue suprimido al instante por la idea de continuar.
Ahora frente a la fuente desde mi asiento llegaba nuevamente Tesi, pero traía un vestido de una pieza, este de color azul oscuro con un lazo en la cintura, que remarcaba su cintura, no sé qué pasaría, se veía tan linda que aliste mi celular para tomarle una foto cuando el viento sopló y le subió un poco la falda, lo suficiente para dejar a la vista su panti, era de las viejas, pero justo quedo en la imagen, ella no se trató de tapar, incluso al saber de la foto se sonrió con picardía, pronto llegó Giby, ella traía un Short negro y una playerita blanca, creo que me equivoque con la prenda en la talla, porque al darse vuelta vi como este se le metía entre las nalguitas haciéndolas ver muy apetecibles, y sin poder detenerme tomé la foto, a la que no se dio cuenta, luego la fotografié de frente antes de irse, pero al ver mejor pude notar como sus conchita se marcaba, siendo esta muy gruesa, despertando lentamente una erección, así fueron pasando cada una con las ropas que les conseguí, posando con cada oportunidad, no faltaron las prendas que realmente me hicieron que la verga me doliera, pues su encierro era un martirio, las prendas que usaban dejaban ver que ellas dejaban de ser las niñas dulces que conocía para convertirse en mujercitas deseosas de pasión carnal, pero cuando pensé que todo acabó, vi que estaba equivocado, seguía sentado intentando calmarme, esperando que me llamaran para llevar sus cosas a sus cuartos, pero repentinamente dijeron:
Ahora, el servicio especial para nuestro querido hermanito – me decían desde el cuarto, dejando en claro que planeaban algo que sacudiría mi mente.
Y sin esperarme a nada, salía Tesi usando un uniforme de colegiala, diferente al de la escuela, pero este se veía muy sugestivo, la falda tan corta, dejaba ver el nacimiento de sus redondas nalgas haciéndome desear que un viento volviera a subirla, además traía una camisa semi-transparente que apenas contenía sus pechos en desarrollo, dándole un aspecto deseable, tan erótico, despertando un calor intenso en mi, seguro ella lo guardó entre las cosas que eligió sin fijarme, la miraba sin perderla de vista, incluso llevaba unas pequeñas plataformas, le tomé una foto, mi verga me dolía dentro del pantalón, no me di cuenta que la foto tenía algo borroso, pero no me importaba Tesi salía muy bien, sus piernas torneadas con calcetas encima de la rodilla blancas, su ombligo a la vista, sus senos sobresalían, y ella me sonreía pícaramente mientras tomaba ciertas poses ardientes.
Camino hacia mí, se veía tan sensuales, yo estaba nervioso, por suerte era imposible que alguien nos viera, la reja estaba cerrada con llave, no había ventanas que dieran ahí además que los arboles cubrían perfectamente el área desde arriba, o eso agradecí cuando ella se comenzó a desabotonar la camisa movida por un instinto muy sensual, yo apenas tomé unas fotos más, pues me iba perdiendo en aquella imagen, ante mis ojos salieron un bello par de senos cubiertos por un pequeño sostén que parecía de lencería color blanco, semitransparente que dejaba ver sus pezones café, ella continuaba sonriendo mientras se sobaba el par aún con la ropa, dio otras poses más jugando con el filo de su falda, cuando finalmente la subió juguetona, pero luego la bajo para dejar caer la prenda, quedando a la vista una pequeña tanga que apenas cubría su intimidad, y al darse vuelta dejaba a la vista sus redondas nalgas, hizo una pose, para ese momento no pensaba, apenas tomé unas fotos, al terminar ella se fue a mi cuarto. Yo respiré tranquilo, pero en vez de cambiarse volvió para sentarse sobre mi pierna izquierda, sintiendo nuevamente como mi verga luchaba por salir de su encierro, mientras la veía con un aire poco consanguíneo, un deseo sexual surgía de mi interior, deseando poseerla, pues su cuerpo estaba a mi alcance, en ese momento quise decirle algo, pero mi mano jugaba con el hilo de su tanga, ella estaba muy cariñosa, me daba algunos besitos en el cuello, podía oler una loción floral muy atractiva, pero antes de siquiera hacer algo mi atención se la llevó Giby que llegaba con su propio uniforme escolar, ella traía calcetas normales, su falda también lucia corta, y la blusa era como un top dejando a la vista su ombligo, ella fue más juguetona en sus poses, como si investigara su alrededor o simplemente se divirtiera dejando a la vista sus piernas, mostrando una gran lujuria en su inocencia, también le tome fotos, porque era tan descuidada que lucía bastante sensual, pero eso fue cambiando cuando se fue quitándola ropa, dejando a la vista un conjunto que parecía lencería rosa claro, un top muy ajustado que dejaba a la vista sus pezones, que parecían hinchados y una panty que remarcaba su gruesa conchita, todo eran risas coquetas, solo que tras unas poses, también se montó sobre mi pierna, la derecha, muy sonrientes me dijeron:
Te gusta tu regalo hermano – dijo Tesi escuchándose no como mi hermana sino como algo mas.
Siempre no estás cuidando, eres muy especial, por eso queríamos darte algo – añadió Giby.
Pero, no sabíamos qué – dijo Tesi mostrándose igual de coqueta.
Eso, hasta que en un sueño nos lo dijeron – añadió Giby empezando a sonar sensual.
No podía creer lo que escuchaba, pero no me importaba, veía a mis hermanitas no como lo que eran, sino como mujercitas listas para darme placer, ambas tenían sus formas muy acentuadas, además que se oían listas a dar un paso importante.
Oh, en serio, y ¿qué les dijo el sueño? – dije emocionado.
Que para hacerte feliz teníamos que jugar a ser tus novias – dijeron juntas con un ánimo especial.
En eso Tesi me comenzó a besar mientras yo seguía jugando con su panti, jalándola de forma casi abusiva, Giby por su parte, siendo más niña me besaba el cuello tiernamente, y trataba de quitarme la camisa, sacando con dificultad los botones, mientras yo le acariciaba la espalda suavemente disfrutando de su calor, una vez que los abrió, solté a la mayor para dirigirme a ella y besarla en la boquita, jugaba con su lengüita, como lo hice con la otra, pero la pequeña ignoraba que hacer así que con mi mano la comencé a sujetar para que aprendiera, sobando su linda figura, que parecía dejar escapar un olor seductor, ella se retorcía sin saber qué hacer, mientras mi hermana presurosa me terminaba de sacar la camisa para besar mi pecho, mientras yo acariciaba su espalda topándome con su bra, y bajando hasta acariciar su culito, hice lo mismo con Giby una vez que esta comenzó a jugar con mi lengua, aunque no era muy hábil.
Estaba poseído por un deseo sexual, las sentía con mucho cuidado, no deseaba espantarlas, quería disfrutar cada segundo de aquel encuentro, con un par de amores que eran tan importantes para mí, una vez que Giby se adaptó a los besos de lengua, se fue perdiendo en esas sensaciones, pero yo no, con la punta de mi dedo jugué con sus pezones, los pellizque un poco antes de ir subiéndole el top, ella no se resistió pero cuando iba saliendo tuve que soltarme, a lo que ella aprovechó para sacárselo, dejando en libertad sus pequeños pesoncitos y esto a su vez hizo que Tesi se acercara para pegarse a mi boca apasionadamente, ella era más candente, mientras seguía jugando con sus tetas acariciándolas sobre la tela, jalándolas juguetonamente antes de quitarle su sostén para abajo, ella parecía estar más excitada, pues sus gemidos eran más fuertes, con una mano se sujetaba a mí, mientras que con la otra acariciaba mi pierna, acercándose a la bragueta, pero al verlo Giby se adelantó y comenzó a sacarme el cinto seguido por el pantalón, que placer sentí cuando la presión disminuyo, mi calzón hacían una carpa, que era masajeada por unas tiernas manos de niña de 9 años y que apenas media 1.20m, aparte reía con felicidad, no pude resistirme, en ese momento me levanté para sacarme el resto de la ropa, mientras era observado por las niñas, estas miraron mi miembro sorprendido, pero lejos de espantarse se quedaron en su lugar, y con autoridad les dije:
Bien, empecemos…
Me volví a sentar en la silla, pero jalé a Giby la ubiqué justo sobre mí para besarla, quería que sus pechitos rozaran contra mí, aunque todavía no pensaba penetrarla, después jalé a Tesi, haciendo un sándwich, para ese momento se había quitado el sostén y sus tetas quedaron pegadas a su hermanita, clavándose en su espalda, pero mi plan era distinto, por un momento la apretujamos un poco, empecé a besar a la más grande, pero ella sin entender se aferró a mí, eso quería, en ese instante yo baje mis manos e hice a un lado su tanga, con mucho esfuerzo la acerque para clavársela de una sola estocada, por suerte estaba más húmeda de lo que creí. La penetración fue un poco dolorosa, pero dentro estaba cálido y resbaladizo, parecía querer devorarme, rompí de un golpe su himen, por lo que casi grita, pero el beso sirvió evitando un escándalo, tuve que esperar un poco, quería que se acostumbrar a mi miembro, lo cual parecía ser muy rápido, en verdad se hallaba muy calientes ambas, así comencé a embestirla lentamente soltándose para gemir libremente, aunque había sido algo brusco ella lo disfrutó, se notaba en su cara de felicidad, parecía que le gustaba ser dominada, de hecho arqueo la espalda dejando ver que tuvo un pequeño orgasmo, si pude sentir un poco más de humedad, y me dejó ver sus tetas moverse libremente, así quedó libre Giby quien algo celosa empezó a besarme, haciendo que nuestras lenguas jugaran, me restregaba su cuerpito, parecía tratar de masajear su bultito jugoso con mi abdomen como si tratara de masturbarse, aferrándose con sus piernitas, sentía esa suavidad de piel humedeciéndose, por sudor o jugos, ambas estaban desesperadas por tener contacto conmigo, era algo difícil hacerlo así, de hecho Tesi era la que más se movía, penetrándose ella misma imponiendo el ritmo, parecía disfrutar con cada roce, y yo igual, no podía contenerme, su gesto era una delicia, su interior indescriptible, mientras Giby seguía sobándose conmigo dejándose ver con una calentura total, logrando así que su vulvita escurriera, esto me encendió tanto que no pude más que levantarme al tiempo que descargaba todo dentro de la mayor, tratando de llegar más profundo dentro de ella, quien ante la embestida que soltara mi carga no gritó porque le faltó el aire, pero se vino abundante, como si se hubiera orinado.
Que deleite, tras aquella inesperada sesión sexual, sentí una emoción gobernar mi cabeza, además veía ambas perdidas niñas a mis pies, estaban hechas un desastre, sus cabellos húmedos por el sudor y su olor a rico sexo, pero no había terminado, ambas bajaron de mí, dejando que el aire a sexo se dispersara, ahora Tesi se quedó a un lado, pues tocaba turno a la pequeña, esta tenía su panti mojada, así que se la saqué, y la acomodé dándome la espalda, la incline con la fuente, era delicioso ver como se veía su culito redondo, desnudo, de hecho solo vestía sus zapatos y calcetas, remarcando las formas de sus piernas, sin pensarlo mucho le abrí tantito su vagina, la chupe un poco, note que también estaba muy húmeda, escurría un poco, así que enardecido por la excitación, fui enterrando con calma pero sin dudar mi fierro dentro de ella, esto logró que fuera lo suficientemente placentero, permitiendo que lo disfrutara, era lento, no tenía prisa, sentía cada centímetro de su interior abrirse ante mi miembro viril, incluso cuando rompí su himen, no hizo más que pujar.
¿te duele? – pregunté sin sacarle mi verga de su cálido interior.
Sigue hermano, sigue – Giby me rogaba sonando muy caliente.
Al escuchar eso, nuevamente mi sangre hirvió, así que continúe lento introduciendo mi barra de carne, cuando llegué al tope, miré cuanto había entrado y comencé a embestirla con firmeza hasta ese punto, ella así comenzó a gemir, tratando de guardar silencio, pero yo disfrutaba como bestia, era tan estrecha y caliente, cada frote me ponía más caliente, me aferraba a ella agarrándole las nalguitas, estas eran tan suaves, su roce delicioso, en eso sentí algo por mi espalda, era Tesi quien se estaba metiendo un par de dedos viéndonos coger, que visión, una niña de 13 años con poco más de 1.50m aun lampiña con sus calcetas hasta arriba de las rodillas y grandes tetas, morenita clara, hermosa como pocas se manoseaba tanto que gemía, aún tenía los restos de la corrida de antes escurrir por sus piernas, mientras me cogía a una belleza de apenas 9 años con un culito a la vista que era para morir, no pude aguantar mucho ante semejante espectáculo, comencé a incrementar mi ritmo, logrando que la pequeña gimiera con ganas, en un arranque la levante de la piernas para sentarme sobre la fuente, nunca se la saque, así que ahora se la fui metiendo en esa posición, moviéndola con mis brazos, aferrándose a mí, disfrutaba ese contacto.
Hermano que fuerte – dijo Giby con una voz cargada de lujuria.
Su vocecita melosa me encantaba, ahora estábamos de frente y Tesi nos veía completamente y nosotros a ella, ambos incrementamos el ritmo, estábamos poseídos por un deseo carnal que desconocíamos, cometiendo el más delicioso de los incestos, pero no duramos mucho, de repente ella se mordió el labio mientras callaba su gemido, liberando su orgasmo que escurría bastante, en eso me corrí con fuerza, esto hizo que Giby también lo hiciera, haciendo que sus mieles de sexo salieran tanto que de su vagina llegaron a su culito, que acabó embarrado de nuestros fluidos, pero como si no fuera eso suficiente, ambas se colocaron frente a mí, y comenzaron a hacerme una mamada, en realidad eso no me gustaba mucho, pero no pude negarles nada, sus caras viciosas me calentaban tanto que al final me volví a correr sobre ellas, se lo bebieron todo, estaba exhausto, ellas satisfechas por ahora, había sido la mejor sesión de sexo de mi vida, lo más impactante era con mis hermanas menores.
Después de ello las 2 actuaron con cierta normalidad como si el juego se hubiera quedado aparte de nosotros, pude notar al volver a mi cuarto que había un celular con la función de cámara grabándolo todo, a lo cual pregunté:
Es para que recordemos este momento – dijo Tesi sonriendo.
Ellas se tuvieron que bañar, yo hice lo mismo por separado, aún actuaron juguetonas después, dejándome ver como se vestían, era algo extraño ciertamente, pero tan candente, al final tomaron sus cosas y en eso las ayudé, por si las dudas pregunté por el espejo a lo que me respondió.
Puedes arreglarme uno, hermanito, es que Tammy y Sally que comparten habitación les gusto y bueno, quieren una igual – respondió Giby como si fuera una súplica.
Ante eso yo contento respondí que sí, eso me gustaba mucho, ambas niñas despertaban una lujuria terriblemente viciosa en mi cabeza, haciéndome desear el cogérmelas, algo me estaba pasando, pues mis instintos sexuales estaban ardiendo, pero no me importó, como sea, también cuestioné por los disfraces que no se probaron, pero me dijeron que lo harían cuando llegara el momento de la fiesta, todo se hallaba en orden, no tenía queja alguna, ellas se fueron con su ropa nueva, y yo no podía creer lo que había pasado, convertí a mis hermanas en amantes, o eso fue hasta que vi algunas fotos que les tomé, en algunas había partes un poco borrosas, tuve que pasarlas a la computadora para revisar mejor, lo que vi me dejó sin aliento, pensé que era raro no verlo, ahora estaba claro, en muchas de las imágenes salía fantasmal, una presencia aterradora, el Incubo detrás de mis hermanas, ¿Qué pretendía esa cosa? No tenía idea…
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