El incubo del Internado – Sangre Nueva 14
Las cosas parecen volverse demasiado extrañas y eróticas, pero Brat encuentra un aliado en el Director Jay quien lo guiará en la locura sexual del internado….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
como avisé, presentaré capítulos dobles en halloween, hoy del incubo, pero no será lo único…
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Me creí muerto, pues la prefecta era muy estricta, pese a ser una mujer preciosa, una que varios compañeros querían vengarse violándola entre varios, aunque siempre se quejaban de que no era nada tetona, sus pechos eran modestos, pero en su figura estaba bien, en serio tenía su encanto, con curvas que le daban un aire seductor, bastante atractivo a mi gusto, solo que su carácter era muy duro con los alumnos, pensé que me iba a regañar, seguro expulsar, de hecho me daba cuenta que el coño de Jesy estaba escurriendo semen, yo parecía ordeñado hasta el cansancio, era todo en mi contra, carajo, me sentí tan atrapado, pero ella me vio con una mezcla de sensaciones y me ordenó que fuera con el director durante la hora del almuerzo, y que arreglara este desastre. Después de eso se fue seria, y yo me sentí bastante inquieto, no esperé eso, pero había sido una gran fortuna, así que traté de despertar a mi vecina, le toqué el hombro, la sacudí un poco, mas no hubo nada, siendo no tan bruto, le di un beso en los labios, ella solo se agitó como acomodándose mejor en la cama, y finalmente, viendo su culo, se me ocurrió darle una nalgada, aunque eso se quedó en ideas, es que me sentí tan caliente, que acabé colocándome en su entrada trasera, y le metí el pito en el culo, que cosas, me recibió justo, estaba tan húmedo, un poco tibio, así que no pude resistirme, le empecé a dar lento, se sentía tan bien darle hasta el fondo, abrirle las nalgas, me estaba dando el gusto de mi vida, en especial porque al irle dando por detrás sus carnes me sobaban tan rico, en verdad, no pude resistirme, empecé a aumentar el ritmo de mis embestidas, le alcancé a sobar las tetas, mientras le lamía el cuello, disfrutando de su aroma personal, le iba a romper el culo a como diera lugar, con cuidado se la fui metiendo con más velocidad, llegando hasta donde pude, estaba bien apretada, aunque me dejó entrar, pero en eso fue cuando ella reaccionó entre suspiros que se volvieron gemidos.
Mm, déjame dormir un poco más, mm, se siente rico pero me acabaste, Brat, mm – decía Jesy algo adormilada, tratando de alejarme.
Jesy, perdón, pero ¿Qué haces aquí? Mm, dime – le pregunté quedito mientras le manoseaba, sobándole un poco el coño antes de hacerla suspirar de placer.
Mm, no sé donde es aquí, mm, solo recuerdo que me diste duro, mm, eso me gustó, mm – me decía mientras seguía dándole con fuerza en la vulva con mis dedos, masajeándole para verla correrse con ganas.
No pude evitarlo pero, le di algunas embestidas, pese a todo, estaba tan caliente, tenía en mi cama a una de las chicas mas lindas que conocía entregada a mis manos, no deseaba perder la oportunidad, tenía que hacerla mía, así que le fui dando directo, mientras seguía acostaba boca abajo, durmiendo plácidamente mientras acariciaba su cuerpo, disfrutando de sus formas, hasta que le terminé llenando el culo con mi leche de macho, lo disfruté como no tienen idea, su interior era tan apretado, se sentía tan increíble, no creo que pudiera mejorar, apenas era mi primera noche, ya tenía a una chica en mi cuarto, desnuda, era una locura, me sentí ganador, sin embargo viendo la hora debía ir a entrenar, en eso sonaría mi celular con su alarma y me correría dentro.
Cabe decir que para los alumnos varones el internado es de índole militar, tenemos que estar listos a las 700 horas y acudir a entrenamientos rigurosos, a las 900 es el desayuno, luego de 1000 a 1300 tenemos clases, luego sigue la comida, de 1400 a 1600 mas clases y luego somos libres de hacer cualquier cosa, puede que tengamos algunos cursos, nunca sobran, yo pensé en ignorarlos, pero ahora creo que debo intentar el de boxeo, que es impartido por el director, más que nada, porque no he olvidado, Giby, quiero mi oportunidad con ella, tenerla en mi cama, cogérmela con sus piernas en mis hombros mientras le rompo el coñito, le chupo las tetas, entre manoseos la beso apasionadamente, no me importa si trae el uniforme, bañador o lencería, cualquier cosa de esas me caliente, pero quiero ser yo el ganador, así que salí arreglado para entrenar. Fui de los primeros, apenas me gano el Matias, uno de los chismosos, quien no sabía que estaba de regreso, creo que lo sacaron al principio del ejercicio anterior, y le dieron en las bolas, jajaja, así que se quedó con la señorita Mia, quien se dejó ver, carajo, no la vi bien antes, estaba bien rica, de cuerpo voluptuoso, morena clara de cabello corto, y cara de viciosa, de labios gruesos que uno piensa como se sentirá cuando chupe una verga, quizás podría saborear más de una pija a la vez, en serio me puse inquieto, pero esta solo se puso a hablar con el director, quien saludaba, el Cabo llegaba a su lado, luego nos hizo correr apenas llegadas las 7 con 5, quedando algunos atrás, por lo que recibirían un retardo. Durante ese rato me di cuenta que el jefe Jay se me quedó viendo, no se veía contento, tampoco enojado, como fuera el caso, yo le saludé y me respondió serio, esperaba que solo fueran ideas mías, que teníamos que mantener las apariencias, cosas así, por lo que me puse a entrenar, aparte mi caso era especial, no podía quedarme quieto, necesitaba resaltar bien, no como solía hacerlo siendo un problema, así que me esforcé más que otras veces, y a la hora del almuerzo comí tanto como pude, necesitaba recuperarme, ahí me topé con Veronica quien se mantuvo alejada, en serio, esa chica esta algo loca, algunos se burlaron de eso, me dejaron decían, pero cuando Jesy se acercó contenta a mi lado, todo cambio.
Hola lindo, dime, sabes porque la prefecta esa se me queda viendo así – dijo en un susurro coqueto Jesica viéndome, y que cosas el uniforme le quedaba de lujo, aparte casi me ofrecía las tetas, y la falda estaba bien corta.
Es que nos descubrió, lo que hicimos en la noche, dime, que recuerdas – respondí asustándola un poco, aunque se quedaría igual de confundida.
Uy, eso está mal, aunque ahora que lo dices, no recuerdo como llegué contigo, y porque acabamos en ese lugar, no sabía que había un cuarto junto a los caballos, solo recuerdo que me fui a dormir, y, mm, tuve un sueño bien rico contigo, nunca me di cuenta cuando, mm, eso hay que repetirlo, o te vas a poner necio, cuando te estuve esperando, lindo – señaló confundida, aunque se notaba perdida en sus deseos, y me sentí ganador con ella al lado.
Por desgracia la prefecta nos llamó la atención, pero no dijo nada, solo me miró con cara de pocos amigos, y se fue, carajo, usaba una falda muy corta, se le veían esas piernas preciosas, cuanto apostaba que iría a verse con el director para que se la clavara hasta el fondo, seguro verme con la chica la hizo calentarse, mm, si bien podía oler como estaba mojada, pero me voy del tema, luego de eso sería otro día mas, o casi. En cuanto acabamos de comer Jesy se despidió, nosotros volvimos a clases normales, ella seguían con las suyas, casi no interactuábamos a menos que fueran necesarios laboratorios o similares, para las 1200 horas, cuando iba a las practicas me tocó ver como las chicas estaban empezando a decorar los salones, era obvio, el Halloween, la fiesta más genial de todas en el internado, colocaban calabazas de plástico, cortinas negras, arañas de juguete, brujas o gatos negros de adornos, además en varios descuidos podía notar cómo es que las chicas enseñaban de mas, aunque deberían usar shorts bajo las faldas, casi ninguna lo hacía, dejaban ver tangas, o calzones pegados a sus cuerpos que daban una sensación irresistible, era un espectáculo, y luego al hacer esos arreglos no se cuidaban, era como si quisieran quedar expuestas, bajo las miradas de todos, como si quisieran ser cogidas por cualquiera que estuviera cerca, era un gusto, o eso cuando un tarado me empezó a regañar rumbo a una clase.
Oye, deberías comportarte, no sabes que quedas mal hablando con una chica, quizás te ganes una nueva expulsión – me decía Randal, uno de los chismosos, lo cual me molestó, le di un golpe en el hombro y lo hice chillar.
Tonto, no me expulsaron, mi papá fue un tacaño y no me inscribió, yo volví por mis meritos propios, y Jesy es mi vecina, ni que no la salude, aparte que nadie te hable, no es razón para que te pongas a regañar hipócrita – le dije molesto.
Jaja, así se habla, entonces esa preciosura es tu vecina – intervino Ned, logrando que saliera corriendo el boquifloja.
Si, de hecho su fiesta de 15 fue en vacaciones y yo fui su galán, así que prácticamente, yo la vi primero – decía con cierta fanfarronería (otra palabra que quería usar)
Bien, porque parece que debes ponerte atento, muchos se la quieren meter, es de las más sabrosas del lugar, además se está escuchado, rumores, que mejor ve eligiendo, con que chicas pasar la noche del diablo, el halloween, para que nadie te las gane, con las que quedes serán tuyas, ya ves lo que dicen, que algo sucede dentro, y creo que esta será una fiesta grande, un baile, somos menos hombres, así que elegimos donde encajarla, jajaa – me decía Ned, quien siempre era de confianza.
Tú te estabas fijando en ella ¿verdad? – le dije en una especie de secretismo.
Sí, pero si es tuya, no me meto, es el código de los amigos, además estoy buscando a otra, a Lucrecia, una morena, así que nada de apuntarle, una que llaman Lucas, y a Tammy y Sary, así que no te metas – me advertía, y como amigo debía responder, pero con esos últimos nombres.
Espera, esas 2 no, ten cuidado, son del director, lo vi ayer, como no me inscribí a tiempo me dejaron en otro lado, y ahí estaban con él, sentadas en sus piernas, así que no te metas en eso, se va a enojar feo – le advertí a mi amigo que se quedo pálido.
Espera, hablas en serio, pero eso es probable, no, dicen que tiene unas hermanas, estudiando aquí, creo que de tu edad – decía Ned negándose a la realidad, lo comprendo, a mí también me dolió, por cierto que mi compañero reprobó un año, por lo que es más grande realmente.
No, esa es Giby, ayer me mostró donde dormiría y me lo contó, aparte me dio un beso, ah, aunque me advirtió que si quería algo con ella, debía impresionarla jejejeje – me reí un poco pero se me ocurrió preguntar – oye y donde escuchaste eso del Halloween.
Mm, con que es Giby, AH, sí se parecen ahora que lo pienso, pero ¿Cómo es que ella es hermana de la bestia? Como sea, toda tuya Brat, gracias por salvarme, buscar a esas 2 habría sido mi muerte, y lo de los rumores, quien sabe, Milton me lo contó, que escuchó a unos chicos decir aquello, pero no vio quienes fueron, igual se lo inventa, se la pasa mintiendo con cada cosa – dijo Ned un poco fastidiado.
Luego de eso nos tocaría una hora de equitación, era algo sencillo, aunque no debíamos abusar, muchos potros eran viejos, no teníamos tantos, de hecho debido a la situación es que nos pedirían que fuéramos en pareja, que cosas más sabrosas pasarían, me tocaría con Viviana, quien con gusto subiría conmigo, aunque estaba usando su falda, de hecho pese a todo, las alumnas iban con su uniforme colegial aunque deberían usar pantalones, lo cual era como si se estuvieran ofreciendo, incluso se veía como si la trajeran mas corta, y se suponía que nosotros como los mayores debíamos ayudar a nuestras compañeras a acostumbrarse, pero en verdad no se que tenía en mente el maestro. Por cierto que este hombre era un tipo algo lamentable, parecía medir 1.8m pero apenas pesaría unos 70 kilos, era flaco, no imponía nada, aparte su cara era como la de un chango depravado y su voz chillona parecía esconder las ganas de ver tangas en las colegialas, ah, por eso un amigo le llamó Saru, para no decirle profe mono, detalle que ignoró, pero le gustó al infeliz por el aire oriental, baboso.
No me alargaré mucho, pero desde el principio fue un gusto, ella se subió casi dejándome ver su precioso culo redondo, apenas cubierto por la falda, quedando frente a mí, casi le pude morder un poco, de hecho la manoseé un poco, disfrutando de sus formas, mm, en serio se veía como si lo disfrutara, nos dejaban montar los caballos por un rato, dar una vuelta por las instalaciones, evitando las que tuvieran alumnas, yo no tenía problemas, realmente no era habilidoso en eso, aunque intentaba dar lo mejor, bueno al menos ahora, aunque tendría un problema, y no era nada que me molestara, pues sentía el culo de Viviana chocando contra mi salchicha especial en un movimiento delicioso, y ella como si no fuera suficiente, se subió un poco para restregarse mejor, dejándome bien tieso, en especial porque mi verga quedó en medio de sus carnosas nalgas, sintiendo como esas masas me masajeaban tan rico, que aparte con el movimiento del caballo se sentía tan natural, como si la estuviera “montando”, incluso Vivi lo estaba pasando bien, le iba rosando las tetas, de hecho parecía que la muy caliente buscaba eso, me di un gusto que acabó cuando me terminé corriendo, lo cual por momentos me dio la impresión que fue mutuo, wow, pues se dejó caer para atrás respirando algo agitada, dejándome tocarle los pechos, que como recordaba, estaban bien ricos, redondos, y seguro iban a crecerle mucho mas, mm.
Estas bien, preciosa – le decía a la chica un poco inquieto.
Sí, hombre, que esta escuela es de locos, creo que espantan, se oyen cosas, que bueno que apareciste, digo, ya tengo reata y con quien ir al baile – dijo muy contenta mientras regresábamos y por momentos me parecía que el caballo me sonreía de reojo.
¿Baile? Mejor explícate preciosa – le pregunté pues no llevaba mucho tiempo.
Es que me dijeron que aquí había muchos eventos, entre ellos un baile, pero como somos muchas chicas y pocos hombres, era difícil conseguir pareja, pero vas a salir conmigo ¿no? porque necesito alguien que se quede conmigo – y luego de decir eso me pondría la mano en su vulva, carajo, estaba bien mojadita, en serio se corrió.
Luego de eso aceptaría, como no hacerlo si podría saborear sus jugos, mientras le apretaba ahí abajo con mi otra mano, sacándole un pequeño gemido, en serio, ella parecía dispuesta a seguir cogiendo conmigo, a entregarse totalmente, el aire de esa escuela le afectó, pues mis dedos pudieron palparla, sintiendo como se empapaban, dejándome su olor en mis manos, y ella contenta como si conseguir una verga fuera necesario, carajo, adoro el internado del Diablo. Llegaríamos a los establos, parece que algunos compañeros estaban intentando hacer lo mismo, sobarse a las alumnas, pero no con buenos resultados, por lo menos Milton, Matias y Randal veríamos que recibirían cachetadas, Ned quedaba con una chica, una morena tono caoba con buena figura, que le sonreía muy linda, que suerte ella lo buscó a él, y Benjamin, aunque todos pensaran que no, parecía haber quedado con una linda pecosa flaquita, bien por él, porque se quedaba todo rojo por las perversiones que ella le contaba. Peter no hacía nada, ese gordo daba miedo, luego de eso llegaría la prefecta, tan seria como siempre, de repente la veía más guapa, en especial al caminar con sus medias y esos tacones, moviendo sus caderas de manera casi coqueta, seguro le habían dado su cariño, pero en medio de todo acabó mi fantasía sexual mandándome con el director, pues recordaba que había sido llamado por este, lo cual me causó unos cuantos problemas, el profe se burló por algún posible castigo, pero imaginaba que no era eso, así que me retiré rápido, esperando encontrarme al director en su oficina, pero curiosamente lo hallé bajando, estaba saliendo por una labor requerida, y al verme me dijo que lo siguiera, así que fui con él, acudimos al gimnasio (el coliseo que antes debí mencionar), este tenía un olor vicioso, debían limpiarlo, después fuimos a comer una hamburguesa, y el invitó, es algo atemorizante que se porte en veces bien, en otras mal.
Director ¿Qué se le ofrece? Dígame ¿Qué quiere? Lo que sea, si – dije algo nervioso por el cambio de actitudes que a veces mostraba.
Mira, te portaras así conmigo, no me gusta que se pasen de confianzudos, te dejé volver para que me ayudaras con algunas cosas, quería confirmar que no fueras a meter la pata, saber tus intenciones, creo que eres apto para trabajar bajo mis órdenes, quiero información de lo que pasa en la escuela, cosas sobrenaturales, por eso estas aquí, no para que te acostaras con tus compañeras, ya me contó Kim – señaló un poco molesto el jefe Jay.
Ah, bueno, primero, gracias por la hamburguesa, es mejor que la comida en masa de las cocineras, aunque su linda Nancy cocina mejor, seguro le da de todo, jejeje – acerté a decir aunque eso sonaba con dobles intenciones.
En serio, miran aprende a no burlarte, menos de mi, y no quiero que te la pases cogiendo a quien puedas, si ahora hueles a que te corriste, casi pareces un niño desesperado – me dijo el director.
Ah, menos mal no dijo virgen idiota, que sería Casto, y tampoco lo soy, no se enoje jefe, haré lo que haga falta – dije algo inquieto.
Claro que no, con lo de casto, si bien me dijo Kim que te cogiste a la alumna Jesica, una niña linda, pero eso no es lo importante, dejé que volvieras para que me contaras, lo que sea, esta escuela es un agujero del infierno, así que cuéntame si has visto cosas horrendas, o no quieres tus privilegios – me dijo justo cuando nos entregaban la comida.
Bueno, ya que lo pone así, debo aclarar que tuve un sueño, era una locura, pero me estaba cogiendo a una niña gris con grandes tetas, estaba preciosa, le di tanto como pude, lo disfruté pero más importante, le llene por dentro, mientras ella escurría algo negro, y al despertar, es que me hallaba con Jesy, yo nunca la dejé entrar, pero es como si me perdiera entre la realidad con lo que soñé, y al despertar lo confieso, se la volví a meter, es que está bien rica, no me pude contener, aparte que deseaba sentirlo directamente, dormido no cuenta, solo mírele sus nalgas están bien hermosas, como se me antojaban desde hace años, le di tanto como pude, pero tenía que llegar a clases y mire que fui de los primeros, me esforcé – le dije al director y creo que de nuevo me pase de vulgar por su reacción seria, mierda.
Ah, con que eso pasó, ya veo, yo también tuve esos sueños en donde les metía todo hasta el fondo, ah, que buenos tiempo, como sea, creo que Giby te contó que fui guardia, justamente dormía donde tú, bien, te salvaste, por poco te pongo a lavar baños por una semana, pero eso suele pasar a veces, de ahora en adelante avísame o a Kim, también si alguno de tus amigos cuenta algo parecido, sueños o situaciones privadas, todas son producto de lo que aquí se esconde, se acerca la noche del diablo, así que estas cosas se incrementaran bastante – me advertía el director, y finalmente entendía, con que eso quería conmigo, iba a ser su espía, carajo.
AHHH, entonces voy a ser el chismoso o soplón, espere, solo quiere que vea esas cosas sobre demonios y demás, que siempre son de cómo la pasamos rico, cualquier travesura o cosa queda aparte, ok, porque hablando del halloween, dígame, ¿Qué planes hay? Una amiga me dijo sobre un baile, no estoy enterado de nada de eso, pero ya le estoy juntando chismes de fantasmas – le dije mas confiando y creo que lo tomó bien.
Jajaja, cierto, tú no tienes tanto tiempo aquí, bien, te lo diré para que estés preparado, es la más grande fiesta de la escuela, antes era de toda la semana, pero debido a los cambios, hacemos algunos arreglos, a 2 días de la celebración se suspenden clases, para hacer eventos, el primero será una pelea de equipos, si, como lo han estado haciendo, se hace por puntos, quienes consigan mas pues ganaran premios, se canjean en un almacén que arreglamos, el segundo día todo el alumnado podrá ir al bosque para encontrar las capsulas, estas tienen fichas con mas premios, desde pasteles, hasta patinetas, guantes de boxeo, videojuegos y demás, yo me conseguí un perro así, jejejeje – me decía muy agradable el director mientras comía mi hamburguesa.
Oh, eso suena genial, ya tengo ganas de entrar, imagino que incluso podre conseguir cosas sexuales, películas o cosas así, algunos de mis amigos dicen eso, jejejeje – le dije un poco inquieto, casi me atraganto.
Cuidado, pero tienes razón, yo le conseguí un disfraz de súcubo a mi esposa, y aun le queda, mm, me desvió del tema, mejor te aviso, el día de Halloween, será una gran fiesta, les dejaremos que se arreglen, pónganse disfraces, es obligatorio para entrar, puedes invitar a tu familia, habrá competencias como lanzar dardos, meter alguna canasta, goles, responder adivinanzas, habrá bocadillos y comida, tenemos suerte que existan muchos patrocinadores, luego haremos el festival de la blasfemia, que es un show de talentos, todo está permitido, menos coger en público, al final es el baile y elegir a los mejores disfraces, habrá premios, supongo que te divertirás muchacho – me dijo el director más tranquilo, yo contento con escucharle decir eso, se me dibujó una sonrisa en la cara que le divirtió, así que mandó pedir un postre.
Perfecto, esto será genial, puedo bailar con las chicas que quiera verdad, será en el gimnasio o en la plaza principal – le dije emocionado, pero en eso agregó.
Bien, el lugar no se decide, pero no quiero que se desate la histeria, la ultima vez, fue un problema, nos hicieron falta brujas para arreglarlo todo, en especial porque un par se puso de locas convocando diablos que incrementaron el desastre, así que cualquier cosa, me avisas, no importa lo ínfimo que sea, por eso te traje, como sabes moverte, quiero que me cuentes todo lo que puedas de lo ocurrido aquí – me ordenó el director y le dije.
Entonces espere, porque podría encontrar algo, ya estuve escuchando cosas, no solo de sueños ajenos, pero antes quiero confirmar, le parece, por cierto, entre las brujas que habla, esta una flaquita sexy llamada Brandy, bien sabrosa rubia – le mencioné algo inocente.
La conoces ¿verdad? Que quiere esa tonta – me dijo muy serio.
Quiere regresar, me ruega porque le ayude, seguro hará lo que sea, por cierto, nos hemos visto un par de veces, es que conseguí unos talismanes porque mi papá se metió en problemas con una bruja en la playa y parece que era real, aparte que le conseguí uno por lo que le conté la otra vez, me volví cliente frecuente, jejejejee – le acerté a decir un poco astuto.
Ah, no me sorprende, perdón, pero tu padre es un pelmazo, bien – me dijo pero no agregó nada mas, seguramente el director estaba muy enojado o hizo algo muy grave, ahora tenía una idea de eso, no podría ayudar mucho a la bruja, lastima.
Luego de eso no habría mucho que decir, pero estaba conforme, si acaso me dio algunas indicaciones, en especial si terminaba cogiéndome a las chicas, carajo, e nota que el tenia experiencia, seguro fue con la maestra Holly, quien es la más deseada, no podía dejar de pensar en cómo la estaría sometiendo con su verga, haciéndola gemir igual que una perra en celo, aunque le presté atención, pues no quería que estuviera de tonto, incluso me dio permiso de usar los pasillos del fisgón, siempre y cuando le dijera dónde estaban las entradas, detalle que acepté, luego regresaría a mis clases, pero de vez en cuando hacia algún encargo, nada demasiado difícil, aunque en veces me ponían a lavar los baños para aparentar que me cacharon en algún problema, pero era mejor, prefería eso a quedar fuera del internado, aunque debo admitir una cosa, y es que el siguiente fin de semana volvería a casa.
No estaba contento, pero tenía pendiente de lo que pudiera pasar con mis hermanas, pues los sueños que tendría eran bastante eróticos, ambas serían sometidas a toda clase de torturas sexuales, en veces estaba en mi celda pero era como si despertara en mitad de alguna parte del internado, ahí veía por lo general a Giby siendo abusada mientras se hallaba atada, en una ocasión estaría en la oficina del director, ahí unos tentáculos la someterían para cogerla con fuerza, le usando su culito, y boca, mientras estaba en el aire recibiendo ese tratamiento potente, que la hacía volverse una víctima de una violación sobrenatural, algo le comía el clítoris, sus tetas siempre terminaban algo hinchadas, creciendo como si fueran manzanas, pero en esa ocasión la niña gris estaría con Lizy, metiendo su mano en esa vulva para que funcionara como una verga, enterrándola tanto que le lograba sacar unos gritos de placer, realmente le sometía de una manera salvaje, haciendo que ella perdiera la conciencia comenzando a decir desesperada:
Ah, se siente tan bien, no me resisto, hermano, me están rompiendo, me vuelvo loca, soy tu puta, pero ella me vuelve loca, sálvame o no me quemará el cerebro – decía Lizy antes de que empezara a hacer una clase de juego, donde yo la salvaba, y esta entrelazando sus piernas me hacía que se la fuera metiendo hasta el fondo, tallándose tanto su vulva, empezando a coger como lo hacíamos, ella se perdía en nuestros sexos conectados, que acabaría en un potente orgasmo, pero algo le pasaría, porque empezaría a dejar salir ese liquido negro, un tentáculo se le metió por el culo, llenándole por dentro hasta que escurría esa cosa por la boca.
Luego de eso también tuve sexo con la niña gris, quien parecía retarme a que la hiciera suya, se veía tan perdida en sus deseos, y yo como un tonto trataba de someterla con mi verga, metiendo con fuerza mi verga con cierta furia, cogiéndomela como siempre, pero al despertar, de nuevo amanecí con alguien más, siendo en este caso Vivian, quien al verse ahí conmigo, pues no supo que decir, estaba desnuda, con su coño enrojecido por la noche que tuvimos, pero no se quejó, incluso pudimos tener un mañanero donde me la gocé como quería, prácticamente se ofreció, diciendo lo que yo, no se valía dormida, se entregaba con gusto, dejando al final que sus tetas se me clavaran en el pecho, llegando a besarnos con pasión, mientras nos sobamos por completo, fue delicioso. Sin embargo los problemas o sueños no terminaron, en otro que tuve, me vería en medio de la parte con bosque, ahí literalmente los arboles violaban a Meg, y me di cuenta que no le enterraban nada en coño, ese lo dejaban tranquilo, pero la dejaban embarrada de una especie de liquido como resina, siendo algo extraño, mientras que un extraño niño sometía a Lizy, mientras que ahora las ramas eran quienes la detenían y curiosamente con ella todos sus huecos eran sometidos por vergas fantasmales que le llenaban el interior con una sustancia extraña, pero que a mí me causaba una mezcla de emociones, mas cuando la escuchaba decir:
Hermanito, ven a salvarme no aguantaré mucho, sabes que te amo, sálvame, soy solo tuya, no dejes que me llenen de esa cosa – me suplicaba para que no fuera sometida, y debo admitirlo, me gustaba, eso me hacia ponerme tieso de abajo.
Curiosamente siempre que estaba en esos sueños no podía moverme bien, pero en esa ocasión, lo logré, siempre terminaba salvando a ambas, como si fueran mis amantes, quienes querían entregarse para disfrutarlas, aunque antes de hacerlo aparecía la niña gris con la que cogía, luego despertaba con otra, era una molestia, digo, preferiría estar consciente cuando le hago el amor a una de mis chicas, bueno les digo así porque ya me sentía su dueño, es que después de llenarles el coño con mi magia, parecían rendidas a mí, si Jesy me dedicaba miradas coquetas, como invitándome a que hiciéramos travesuras, mientras que Vivi, uf, se subía la falda dejándome verle todo, pero ahí uno siempre se pierde en lo que pasa entre el sueño y la realidad, aunque en esa ocasión no ocurriría eso, pues despertaría solo.
De vuelta con lo de mi regreso a casa, estaba nervioso, ya era tarde, casi anochecía, me temblaban las manos, por segundos creí que pudo haber cambiado las cerraduras el viejo, pero es tan flojo, tacaño e inútil que no era posible, así que al entrar me toparía con una agridulce sorpresa, mis papás no estaban, en su lugar solo hallé a mis hermanas, quienes al verme no tardaron en abrazarme, aferrándose a mí de manera ansiosa, y no dude en preguntar por los adultos, pero me dijeron que era fiesta del trabajo, ya reinstalaron al viejo, así que lo invitaron a ir, era el cumpleaños de un jefe, eso significaba que estaría solo con ellas, lo cual era algo interesante, pensaba en todo lo que podría hacer porque conociendo mi suerte podría hacerles toda clase de travesuras, de hecho apenas entraría, cerré la puerta ambas ya estaban sobre mí, sacándose la ropita, quedando apenas en calzoncitos.
Ustedes son un par de golosas, si quieren lo que tengo aquí – les dije mientras me agarraba el paquete que ya se ponía duro, y me iba a sentar en la sala donde las cortinas ya estaban cerradas, y estaba puesta una película cursi.
Es que no estás para darnos ese gustito – me aclaró Megan sentándose mimosa a un lado mío.
Sí, nos haces falta aquí, te queremos dentro – agregó coqueta Lisy mientras se sentaba junto.
Ambas quedaron pegadas a mí, como si esperaran que les hiciera algo, lo cual no iba a demorar, lentamente mis dedos fueron sobando cada parte de ellas, esperando escuchar sus gemidos, lo cual se mantuvo en un tranquilo movimiento, las comencé a masturbar mientras veíamos una película, eso las tenia contentas, dejándose hacer, mientras se restregaban mas contra mi cuerpo, aunque me fueron sacando la chaqueta, porque les estorbaba, mientras sentía como la sangre me hervía, porque verlas en sus playeras de tirantes a punto de caer, me calentaba mucho, pero en eso ellas se me aferraron de manera viciosa, dejando que mi olor se sintiera a su alcance, estaba algo sudado, pues fui desde la escuela en bicicleta, pero a ellas no les importó, parecían buscar mi cercanía, se calentaban con tenerme cerca, se me acurrucaban, dejándome hacer lo que quisiera, tallándose un poco mas con sus cuerpos, los cuales eran bastante cálidos, así fui notando que incluso parecían estarse masturbando con todo encima de mí, como si mi sola presencia les diera placer, así como me pasaba con ellas.
¿Qué pasa? Tanto les gusto, que no se aguantan, si son un par de niñas bien calientes, seguro que hasta se soban cuando no estoy – les dije mientras sentía como se me iba parando.
Si, hermanito, siempre sueño con cosas raras, que me hacen cosas caballos, o demás monstruos, pero tu apareces cuando más me duele, siempre me salvas, por eso ya no aguanto, quiero ser tu novia y que me metas tu verga de una vez – me decía Lizy con un tono bien coqueto, mientras mi mano seguía sobándola.
Sí, yo también sueño muy mal, me están haciendo cosas feas, desde gusanos a otros monstruos, pero cuando empieza a doler tu llegas a salvarme, eres mi héroe, por eso quiero que me vuelvas a coger como solo tú sabes – agregó caliente la linda Meg, quien se notaba a punto de correrse, si mis dedos escurrían al sobarla.
Eso era casi como una bendición, se me ofrecían ese par de chiquillas, y no me iba a resistir, así que me fui a revisar la puerta, la cerré con llave, no quería que me molestaran así que me devolví me acomodé y siguió la película, era cursi, pero me serviría para lo que seguía, pues las niñas me rodearon para dejarse tocar, no se quejaban, Meg estaba completamente sometida, enamorada ante mi por una clase de hipnosis, mientras que Lizy le había hecho un conjuro de atadura, así que ella igual, las tenía a ambas controladas, listas para hacerles lo que quisiera, sobándoles las conchitas con unas ganas que no conocían limites, mis dedos temblaban un poco mientras les iba acariciando, y con esto ellas se iban excitando aún mas, realmente me gustaba eso, las tocaba a mis anchas y ellas gemían, me preguntaba ¿Qué harían los viejos si me vieran coger a sus princesas? Seguro se morían de la impresión.
Y bien ¿Qué me tienen que contar? Ambas son bien calientes, seguro no se aguantaron – decía un poco inquieto sin dejarlas de tocar sintiendo curiosamente que se estaban empezando a mojar hasta llenar el ambiente con su olorcito especial, lo cual me sorprendió, aun siendo tan chiquillas se iban a correr.
Como crees hermanito, solo jugamos así contigo – aseguro lizy, mientras sujetaba con su mano la mía para que le diera más profundo su masajito.
Sí, a los niños de mi edad ni se les para, por eso me gustas mucho – agregó Meg, pero se quedó como que callada por algo más difícil de entender.
Ah, ¿Qué paso? pequeña pervertida, seguro que te estás fijando en otro niño, y eso que eres la mas chiquita – le dije burlón, haciéndole cosquillas en la vulva.
Ella ante eso hizo una mezcla de gemido y risa, pero curiosamente se empezó a correr, no lo podía creer, estaba lubricando a pesar de su edad, de hecho lo notaba, sus tetillas estaban un poco mas hinchadas, se le empezaban a hacer tetas, lo cual me llamó la atención como para mirarla con cuidado, sentía que no reconocía a Meg, así que empecé a darle más duro, casi pellizcaba su pequeña vulva, lográndola calentar mas.
Ay, hermanito, así me gusta, pero no te preocupes, solo soy tuya, mmm – me decía Meg caliente, con un tono de voz que se iba haciendo más irresistible.
Entonces que pasó, porque te vez rara – le decía y como mostrando mi dominio la acerque para besarla, era tan pequeña que podía hacerlo fácil, incluso mi dedo se clavó un poco en su culito.
Mm, es que el otro día un niño, pero de kínder en la escuela nos enseño el pilin, mm, hizo un escándalo, que quien iba a ser su novia, mm, luego nos dieron charla de sexo, mm – me decía Meg un tanto inquieta, con una vista nublada por el placer.
Mm, pero no dijiste nada, verdad, seguro al final les preguntaron – le decía mientras me preparaba, la iba a penetrar, estaba bien puesto a eso con lo que me decía.
No hermanito, no dije nada, si lo digo seguro te mandan a ejecutar, y yo quiero tu verga dentro – me decía Megan con una naturalidad, por lo que no me resistí, la levanté, dejando a Lizy de lado, y la penetré, carajo, mi verga entro sin problemas, casi resbalaba, sentí como si se estuviera orinando, en verdad era una locura deliciosa.
Esto era lo que deseabas, con razón estas tan caliente, eres una putita sin remedio, pero así te quiero – le decía con morbo viendo como mi carne se perdía en ella, y su gesto era de satisfacción, se me abrazaba mientras movíamos nuestras caderas en un ritmo compartido.
Si, esto quería hermanito, soy tu putita, no quiero que nadie más me la meta, ese chiquillo tenía un alfiler frente a tu estaca, lléname con tu lechita, mm – me dijo y pensé, que carajo, Meg estaba rota por dentro, convertida en una completa guarra, pero era toda mía, su cuerpo me lo decía, se entregaba a mi ritmo, se aferraba dejándome sentir hasta su respiración, suspiraba, se mordía el labio mientras se la encajaba, nos besamos.
La estaba clavando con suavidad, pensando que se había portado muy bien, la iba a disfrutar como siempre lo hacía, en verdad me gustaba tenerla así, estaba contento con lo ocurrido, ella me era incondicional, incluso la besé en los labios de manera más pasional, mientras iba escurriendo, le iba a llenar la vulva con toda mi carga, por eso fui aumentando mi ritmo, sacándole unos fuertes gemidos, que marcaban el inminente climas, y así lo hice, lo disfruté demasiado, pero eso no terminaría, ella entró a un estado de sueño, sin embargo Lizy se quedó a un lado, se estaba masturbando mirándonos, igual estaba totalmente caliente, y una vez que quedamos libres, ella se metió, comenzó a chuparme la verga, con un gusto que no me esperaba.
Ahora sigo yo, me vas a dar con todo – dijo con una voz viciosa que me puso algo duro, pero eso era lo que ella quería, pues con solo unos cuantos lametones y chupetones me puse como el acero, lo que le gustó, pensando que su técnica era buena.
La verdad no era perfecto su juego de lengua, le hacía falta practica, me divertía pensar que jugaba con bananas soñando que era mi verga, saberla tan caliente por mí, lo compensaba demasiado, no sé qué pensaba, una chispa de picardía se vio en sus ojos, como si planeara alguna travesura, que ahora me iba a gusta, sin embargo haría algo inesperado, se acomodaría dándome la espalda, y harían que le agarrara las tetas, las cuales igual que con Meg, empezaban a crecer, lo cual me hizo sentirme más inquieto, por eso las fui pellizcando un poco, mientras se acomodaba para que quedara Megan en medio, teniendo que hacer un esfuerzo al irla penetrando, lo cual fue un gusto. Ella misma se empujaba contra mi verga, clavándosela hasta donde podía, se dejaba sujetar de las tetas, y su culito se sentía de maravilla, abriéndose lentamente en un juego de presión y calentura, era una pose forzada, pero algo había al estarla metiendo que me hacía sentir tan caliente, aparte que su vocecilla era cada vez mas melosa, me daba el gusto de mi vida, moviendo mis caderas de tal forma que parecía que me estaba cogiendo aún a la chiquita, pero quien gemía era Lizy, quien podía verla por un espejo, hacia un gesto de guarra difícil de resistir, ella misma me estaba dando el gusto, cuando dijo:
¿Qué te parece? Te estás cogiendo a tus 2 hermanitas, eres un cerdo, pero uno que gano, mm, soy tu esclava, mm – me decía un poco inquieta, lo que me dejaba pensando.
Eres una pequeña guarra, te gusta esto ¿verdad? Que te coja como puta – le decía un poco inquieto, mientras empezaba a darle con más fuerza, rompiéndole el coño, por lo que dijo.
Solo tengo 9 años, y me dejo coger por ti, mm, no sé como lo hiciste, pero ya no puedo vivir sin tu verga, mm, la maldición, mm, no creo en esas cosas, mm, aunque no puedo evitarlo, soy tuya, mm – me decía de tal forma que me asustaba.
No sé porque, pero la jalé para besarla en los labios, algo sucedía, realmente Lizy era de esas niñas que no creían en nada, demasiado racional, pensándose muy lista, incluso a veces veía los chicos como si fueran tontos, se volvía odiosa, vivía a través del celular, era una molestia, aunque eso no importaba, su conchita escurría con cada embestida de mi verga, que iba y salía en un ritmo que la hacía suspirar totalmente perdida, y cuando la besé, algo cambiaba en ella, se empezó a mover más, sus caderas se agitaban de tal forma que una oleada de calor me invadió, era una locura que no paraba, la sujetaba del vientre, me estaba dando el gusto de mi vida, ella respiraba ansiosa mientras entraba tan profundo como podía, pero su vulva parecía estarme chupando abajo, en un constante movimiento que no acabaría hasta que me corriera, lo cual ocurriría antes de lo pensando, siendo algo aterrador para mi, pues era extraño, mi cuerpo se movía por sí solo, movido por una especie de fuerza que me recordaba a las pesadillas con la niña gris, me agitaba en un frenesí desatando la lujuria, sin que pudiera realmente reaccionar, dándole tan duro como podía, agitándome en una cogida más fuerte, logrando que la pequeña Lizy se corriera con fuerza, llenándose de mi leche:
Mm, hermanito, que fuerte me diste, entonces soy solo tuya, no, esas sombras, tú te encargaras de ellas, cierto – me decía algo confusa, no sabía que le pasaba, pero me daba cuenta que los sueños, ella también los estaba teniendo.
Vamos a la cama – apenas le acerté a decir, y la cargue junto a Meg.
Me las llevé a mi cuarto, ella se aferró y por inercia igual lo hizo la pequeña, sintiendo como sus coñitos escurrían, las deje sobre mi cama, iba a divertirme con ambas, así que comencé a besarlas con lujuria, que les estaba llenado por dentro, Meg parecía reaccionar un poco, gimiendo adormilada, mientras que Lizy se volvía una loca del sexo, jugando con su lengua contra la mía en una lucha erótica mientras mis manos sobaban cada parte de su pequeña figura, la cual reaccionaba intensa, comenzando a tallarse la vulva al tiempo que me ponía sobre ella, aunque nuestra diferencia de alturas era bastante, y debo admitir, al tenerlas de frente, me daba cuenta.
Te gustan, me están creciendo, se me notan, los niños me empiezan a ver, pero son tuyas, me estás haciendo a tu gusto hermanito – diría Liz mientras empezaba abría sus piernitas para hacer que se la metiera.
No tuvo problemas con nada, aun recordaba a la niña odiosa, pero en frente se notaba a esta pequeña guarra abriendo las piernas para que se la metiera hasta el fondo, dejando a la vista su coñito que aun tenia marcas de mi corrida anterior, mientras soltaba un olor que era delicioso, y al irla ensartando ella escurría de manera que me prendía aún mas, era una locura, pero me encantaba, en serio que su interior parecía absorberme, siendo lo mas irresistible que ella solo gemía, aferrándose a mi cuerpo, creo que ni Vivi o Jesy eran tan calientes como Lizy, quien al sentirme adentro entraba en un estado de placer, que aumentaba al estarle bombeando, siendo ahora más fácil por estar en mi cama, en el clásico misionero, que me permitía someterla a mi gusto, tenía razón en algo, la estaba haciendo a mi gusto, cada parte de su ser respondía a su hermano, para disfrutar del sexo prohibido, por lo que al cabo de un rato me volví a descargar, llenándole la concha de mi leche, lo cual agradecía ella.
Igual reaccionaba un poco megan, suplicando por un poco de sexo, alzaba sus manitas para sentirme entro, y no sabía cómo pero verla así me dejó lo suficientemente firme con tal de seguir dándole placer, ella me sonreía melosa, y su pequeña vulva lampiña, regordeta, enrojecida que le escurrían sus fluidos, mm, era una invitación al placer que en breve fui disfrutando para dejar que me cabalgara, viendo como ella misma se tragaba mi verga con su coñito, que me apretaba, aunque ella hacia un gesto de placer que no tendría precio, en especial porque suspiraba de forma tan viciosa, ni putas de lujo en películas me hicieron calentar tanto, por lo cual me correría bastante, y ella sonreía satisfecha alcanzando mi corrida para lamerla con su lengua coqueta.
Cabe decir que continuamos con ese juego sexual, perdiendo la noción del tiempo, al final acabamos acostados en la cama, como si fuéramos amantes normales, los 3, solo que no pude seguir ahí, por eso de las 12 de la noche, me levanté de mi cuarto, salí apenas en bermudas, fui a comer algo, carajo tenía demasiada hambre, necesitaba revisar alguna cosa para comer, no iba a aguantar, tenía un calambre en la panza, tuve suerte al encontrar unas galletas con un poco de leche, eran las favoritas del viejo, así que casi me las acabé, pero algo pasaría, en medio del pasillo, me miró, era la niña gris, quien me diría con una actitud maliciosa:
Eligere et fui…
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