El Incubo del Internado – Sangre Nueva 3
Brat esta caliente e inspirado, y gracias a lo que descubre planea la forma de cogerse a sus hermanas, hacerlas suyas… .
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
III
Después de lo ocurrido sabía 2 cosas importantes, que realmente la ciudad era algo diferente a lo que esperaba, pues debo aclarar algo (es parte de mis hallazgos), primero, llegué hace como 10 años, el ambiente era tenso, se decían muchas cosas terribles, como que horrendos animales andaban por todas partes, que brujas estaban por ahí haciendo cosas a niños pequeños, que familias perversas tenían el control de todo, me asusté, pero años después me enteré que un oso se comió a unos campistas, aunque ahora supe por mis amigos Milton y Ned, que en realidad era un monstruo local, y muchos cuentan que el Director se lo cargo cuando más joven, si por eso le dieron a su mujer, pero no sabía mucho del tema, aunque los chismes indicaban que en esa ciudad pasaban cosas sobrenaturales, lo segundo es que el jefe del internado sabia todo, cada detalle dentro y tenia cosas interesantes, los rumores eran algo vagos, por lo que tuve que buscar la forma de meterme a su oficina para poder conseguir algo del jugo mágico ese, incluso se me ocurrió revisar para ver si dentro no estaba el cuarto oculto de la apuesta, por lo que me tuve que dejar atrapar mientras me escapaba de las clases del cabo, y fue molesto, ese bobo pensó que me había ganado, pero me serviría para entrar a la dirección, por suerte ya tenía un plan.
Llegué a buena hora, de hecho el profe tonto se dio cuenta apenas aviso y se marchó, mientras el jefe de todo el internado estaba haciendo de las suyas, creo que tenía una visita conyugal, solo vi a su esposa una vez pero hasta soñé con ella, aunque no podría ser, me daba cuenta, a quien fuera que estuviera dentro le daba una buena ración de verga en el coño hasta hacerla gemir, se notaba por el olor que salía, se me quedó muy grabado después de verlo follarse con todas las demás, pues la hembra dentro intentaba no hacer ruido, se tapaba la boca, casi por inercia me fije por la agrietada puerta, había un pedazo suelto que podía quitar y ver, para notar que como todo un semental estaba cogiéndose a una tipa levantándola en sus embestidas, mientras le abría el coño con las piernas separadas dejándola expuesta por la ventana, si pudiera asomarme vería a quien fuera dejando ver su cuerpo frente a la calle, seguramente sus tetas serían aplastadas por el vidrio, mientras era cogida con total fuerza, la dejaba expuesta para que el director alcanzara desde sus chichis hasta donde quisiera, al tiempo que se lo metía hasta el fondo. La bombeaba con tanta pasión, que no esta se perdía en su gusto, seguro que así les gustaba a todas, yo trataba de ver, y de repente la bajaba para que ella misma se acomodara de frente, aferrándose a su macho cruzando sus piernas alrededor de la cintura para restregar su preciosa figura, dejando a la vista que usaba medias, casi podía apostar por un ligero, pero no me importaba, quería ver mejor como se estaba cogiendo a la mujer, quien estaba rendida, y finalmente el director se corría dentro de ella, logrando dejarla vencida, aunque este la sujetaba de las nalgas para que no se cayera, pues creo que hasta perdió la consciencia en esa corrida.
En serio ese hombre es mi héroe, tiene a todas las mujeres que quiere, les hace cuanto desea, las goza de tal manera que da gusto incluso cuentan que hay mas, algunas alumnas que se dicen están demasiado sexys, pero en ese momento hacia suya a una que luego de correrse le dejo caer suavemente en su sillón, y no sé qué cosas se dirían, pero era obvio que alguna cursilería que me calentaba porque dejaba ver quien mandaba ahí. Después de un rato me dejaron entrar, y vi que se trataba de la prefecta Kim, quizás no era mi preferida, no tenía chichis tan grandes, pero viéndola mejor se veía linda, con un culo precioso, seguro que apretaba bien, aunque le sabía 2 hijas, y estaba apostando que el director buscaba la tercera, en cuanto salió me llegó su aroma de sexo, lo que me hizo emocionar, aunque llegué más calmado, ese hombre impone, no puedo verle a la cara, y recibí su sermón, mas debo admitirlo, en su boca podía aceptarlo porque me decía:
Antes de portarte como si fueras genial, demuéstralo, que así solo eres un mocoso tonto – esas eran sus palabras, y la verdad es que podía respetarlas, el tipo se cogía a cuanta hembra pudiera, tenía un aspecto imponente que llamaba la atención, casi podía jurar que ponía en celo a todas.
Por suerte tenía mis planes, pronto uno de los chicos llegó, Randal, el chismoso, venía a avisar que un animal grande, como un oso, estaba cerca de la escuela, cuestión que no gusto nada, el Cabo como no se quedó ya estaba buscando a los alumnos, al oír eso el director sacó un machete, salió a ver qué pasaba, ni siquiera se le ocurrió usar un rifle, eso es valor o ser estúpido, yo apuesto a lo primero, mientras cruzaba la puerta de la manera más ruda posible, pero antes se detuvo a verme, aunque me diría: si tocas algo, te castro; eso si me asustó. Por suerte sabía lo que quería, una vez solo me fui a asomar a una gaveta que estaba cerrada, eso lo esperaba y con un ligero esfuerzo lo logré, sacando la extraña botellita de metal que antes le vi, entre mis cosas tenia bien escondido un refresco, lo metí de contrabando, sentí algo de agua dentro de esa cosa, casi quería robármela, pero la advertencia del jefe era total, por lo que vertí toda la soda dentro, luego lo revolví, y lo devolví al bote de plástico, esperando que esto funcionara como había dicho, si era posible, luego me cogería a un par de niñas que tenía en mente, pero eso tendría que esperar. Luego de ello arreglé lo que había tocado tanto como podían, me fui a revisar los libreros para fingir aburrimiento, aunque el director tenía muchos libros interesantes, cosas de tortura, sacrificios humanos, hasta me daba la impresión de que tenía “grimorios”, quería tomar uno, pero en mal momento llegaba con Ned castigado, descubrió a mi amigo haciendo la distracción, luego nos dio otro sermón, y nos castigó haciendo que limpiáramos los baños una semana, en verdad era estricto, pero eso lo acepté, pues pagaba el precio por mi logro.
No fue sencillo, pero guardé el refresco especial para usarlo en casa, compré uno de cierta marca que les gustaba allá, quería usarlo con mis hermanitas, pero no fue sencillo, aparte no me querían dejar volver, aunque mi madre era algo más comprensiva, pues mi papa, era el clásico tacaño sin respeto o lo que fuera, realmente me desesperaba, tenía una queja para todo, no resolvía nada, incluso provocaba problemas, pero sería mamá quien me diera entrada. Aquí debo decir algo, ella a sus años se ve bien, no es la gran belleza, comparada con miss Holly es un patito feo, pero pocas mujeres estarían a ese nivel, el de una diosa del sexo lista para recibir verga, mi “progenitora” tiene pechos como limones, sus kilitos de mas, buenas piernas, largo cabello negro, nada impresionante, mientras que mi papa tiene barriga cervecera, unas entradas en la cabeza, no es nada agraciado, en serio nadie sabe cómo logró casarse, pero porque digo todo esto, muy sencillo.
Sucede que mis padres tenían planeado hacer un viaje de segunda luna de miel, por lo que necesitaban hablar conmigo, me mandaron llamar un sábado, yo casi me rio ante la situación, podría pasar esos días con mis hermanas a solas para hacerlas mis putitas con la pócima de la botella, esto sería al cabo de un mes, para que no hiciera ningún desastre en el internado, debía evitar los problemas para que me dejaran volver esos días, esto porque mis abuelos eran un caso, los maternos vivían en otra ciudad, y los paternos, no quiero hablar de ellos. Estaba contento con mi suerte, sabía que podría hacer lo que fuera con Lizy y Meg, tenia lista la botella, pero en mal momento, la odiosa de mi hermana encontraría el refresco, armaríamos una pelea, porque lo quería “guardar” en el refrigerador, ella deseaba tomárselo, como si fuera suyo, y mi mamá nos encontraría peleando, tomándose la botella frente a ambos, para acabar con el problema, detalle que era falso, aunque eso comprobaría algo, realmente funcionaba eso que tenían.
Durante la noche, un tanto fastidiado por la situación podría comprobarlo, mi madre le gusta verse como una mujer muy recta, la cual siempre esta presentable, actuando como una señora impecable, pero esa vez se portó rara, estaba soportando algo, respiraba agitada, sudaba mucho, mi papá se la llevó, hasta ese tonto se dio cuenta que sucedía, y muy para mi sorpresa, una vez en la cama esta se arrancó la ropa para buscar que el viejo usara su intento de verga, le sacó los pantalones y lo montó, ella misma se clavó ese pedazo de carne como si le urgiera sentir aquello dentro, de hecho podría escuchar como gemía, para en segundos estarse moviendo en una locura de sexo, clavándosela con un ritmo que nunca esperé, y eso que de chiquillo los vi coger varias veces, se veía algo entretenido, muy apasionados hasta cierto punto, entregados a sentirse entre ellos, aunque esta vez sería diferente, pues hasta papa le agarraba las tetas a mamá para intentar controlar el ritmo, pero le estaban aplastando las bolas con sus nalgas, mientras su ano casi parecía rogar por atenciones aparte, como si soñara con que el gordo tuviera algo más para darle por ahí, prácticamente mi madre violo a papá mientras este decía:
Cariño que te pasa, no estoy listo, falta el ritual – no sé a qué se refería.
Al demonio con el ritual, clávamela toda – decía mi madre como una enferma sexual.
Antes que nos diéramos cuenta la cama estaba rechinando, y Lizy quería quejarse, como siempre sentía tener la razón en todo, pero la detuve, solo puse la televisión y subí el volumen, mientras sabía que mi madre estaba sometiendo a papa, para que le estuviera encajando la verga hasta el fondo, moviendo su buen culo, porque eso tenía a favor, sus nalgas eran buenas, también sus piernas, con las cuales podría tener el control, porque sus tetas no eran nada del otro mundo, sin embargo ahora me daba cuenta, mi madre era tan recatada, y casi se estuvo comiendo la verga de papá durante la cena, ignoro si lo hizo en la cama, aunque sospecho que si por unos sonidos que hizo el viejo diciéndole que jamás se había puesto tan caliente, incluso pienso que realizaron un 69 donde casi lo ahogo con sus jugos, hasta era posible que le hubiera obligado a hacerle sexo anal por otras cosas que dijo el viejo, aunque no lo repetiré porque me pareció estúpido, mencionó un calcetín o algo así, pero de que se la estaba cogiendo por completo, sería un hecho, hasta vería más tarde, cuando todo acabara dentro de la habitación, como escurría semen y mi padre parecía muerto, eso era increíblemente conveniente, si la bebida esa servía con ella así, que lograría con esas 2, en ese momento Lisy usaba su camisón de niña buena, pero quería adivinar como estaría su cuerpo por debajo, pues no había revisado las cámaras espía, y ella seguía en crecimiento, seguro era bastante culoncita, tan piernuda, en su momento haría que se tragara toda mi verga, incluso quería llenarle la cara de mi semen, para luego obligar a Meg para que le lamiera todo, ella usaba un mameluco, pero tenía la tentación de sacárselo y verla totalmente desnuda, detalles que iba a lograr.
En eso pensaba mientras arriba lo sabía, una vez que el viejo se acostumbrara al agitado sexo que estaba viviendo, empezaría a darle con más fuerza a mi madre, aunque después sabría que hicieron de todo, los comentarios y demás lo demostraban, en especial cuando me metí a revisar, además que esta le obligó a darle un beso negro, mientras ella le daba una mamada para levantarle el ánimo por donde no llega el sol, esto sin contar que en su momento, cuando se le volvió a poner tiesa esa triste verga, ella se acomodo, dejándose clavar el culo, papa le agarraría las tetas, mientras le decía ella: clávame duro gordo, que no puedes hacer algo mas con esa mierda; esas palabras enojaban al viejo, odiaba que le dijeran cosas porque estaba algo obeso o lo hicieran sentir menos, pero nada importó tanto, pues le puso en onda para que le diera hasta el fondo, logrando complacer a mamá, quien gozaba de lo lindo dejándose hacer, y puedo adivinar, por comentarios de la chismosa vecina, que como decía hicieron de todo, se pusieron de a 4, ella contra la ventana, dejándole al viejo darle duro, aparte que la cama dejó de rechinar, y solo puedo imaginar que este le dio lo que tenia contra la pared, tratando de mantener contenta a mamá, quien bueno, se dejó hacer de todo, jejjejejeee.
A la mañana siguiente mis papás no se despertaron, se quedaron exhaustos porque tuvieron sexo salvaje toda la noche, (los visite en la mañana por el desayuno) de hecho papa estuvo caminando raro, mamá no sabía que pasó, se veía tan avergonzada, porque todos nosotros nos dimos cuenta, estuvo gimiendo como perra en celo, más fuerte de lo que jamás pensamos, incluso le escurría semen de la vulva, y para ella era algo inaceptable, pero en mi caso era prueba de que eso servía, solo que estaba en un severo problema.
Luego de eso pensé que podría arreglármelas, necesitaba conseguir entrar a la oficina del director una vez más para sacarle “jugo” la botella, esa extraña poción era verdadera, no juegos tontos de farsantes, así que debía aprovechar, sin embargo ya no pude entrar, maldición, no sé si se dio cuenta, pero en cuanto me veía para ser castigado, no me daba el sermón, solo me mandaba a limpiar baños, no lograba poner un pie dentro, era frustrante, pasaban los días, necesitaba algo para tomar control de Lizy y Meg, no sabía qué hacer para que me diera entrada en su oficina el director, aunque en su momento me daría también una opción, cuando el mismo me buscara.
Bien ¿Qué tanto te pasa Bartolo? No me mientas, parece que quisieras meterte en problemas, pero no tan serios, solo por molestar al cababoso del maestro – decía y me reí por su chiste, y eso no me gustaba del director, cuando se ponía así, deba más miedo que cuando se enojaba, ah.
Como pude me inventé que mis papas se estaban peleando mucho, que intentarían un viaje de segunda luna de miel, pero era obvio que no les funcionaria, el clásico cuento de que quería llamar la atención haciendo travesuras, no soy tonto, aunque saque malas calificaciones, me inventé una buena historia, o la más normal para salir adelante, aparte que muchos conocían a mi viejo, era creíble, a lo que el director me dijo:
Si tanto quieres que tus padres se compongan para su segunda luna de miel, ve al distrito comercial viejo, donde está el mercado antiguo, ahí en la zona que tiene banderines blancos, busca bien, te pueden dar amuletos para el amor, regálales uno para que hagan las paces, puede que no lo sepas, pero esta ciudad tiene brujas de verdad, no engaños bobos, esta maldita escuela tiene a un incubo por ahí escondido, como sea, ahí puedes conseguir toda clase de cosas interesantes, de seguro un talismán de pasión o algo así, pero ahorra lo suficiente, los que funcionan no son baratos – me advertía el director y siendo sus palabras, claro que podría confiar en él, si acababa de cogerse a la señorita Sage, quien pasaba a un lado oliendo delicioso, caramba.
Carajo, de reojo pude verla detrás de aquel hombre, estaba desnuda esperando al director en una de las aulas, enseñando todo detrás de él, no quería vestirse para volver a estar entre sus brazos se le veía precioso el cuerpo ansioso por su macho, un culo enorme, con una cintura breve, sus tetas enormes, mas grandes de lo que se podría uno imaginar viendo como se vestía, esperando paciente por que la fueran a rematar, su cara parecía tan enamorada, y en cuanto me despidió, pues iba nuevamente a castigo, este hombre volvió a verse con ella, casi pude distinguir como la ponía sobre el escritorio, le abría las piernas para clavársela de una sola vez, haciendo un fuerte movimiento de caderas para hacerla gemir de manera inolvidable, mientras yo solo podía imaginar cómo le comería las tetas, al tiempo que se ponía sobre ella, amasando sus nalgas para sujetarla bien, antes de seguir haciéndole el amor de tal forma que daba gusto, y es que siempre que veía a la maestra era muy recta, pero al estar cerca del director cambiaba, se portaba tan sumisa, sonrojada, como una colegiala virgen esperando por su novio, quien la llevara a un lugar privado para meterle la verga hasta el fondo, haciendo un escándalo al recibir aquel pedazo de carne, que fuera la fuente de todo su placer, en verdad se le veía haciendo un gesto maravilloso, se mordía el labio, cerraba los ojos, mientras su cabello suelto o su cuerpo iba restregándose, casi podía imaginar como el calor invadía su piel, antes de llegar al orgasmo, pues se entregaba por completo, haciendo una tortura no poder ver más, solo escuchar como se la metía, la hacía suya, en verdad, se lo contaba a todos mis amigos, y se quedaban con ganas de saber que ocurría con la maestra y el director, rayos.
Buscar al jefe se había vuelto mi pasatiempo, sabía que este no dejaba que las maestras quedaran sin coger, las poseía con una intensidad que lo hacían verse genial, era una bestia del sexo que no tenía llene, lo admiraba tanto, aparte porque tomaba a las más hermosas maestras para hacerlas suya, incluso una vez me di cuenta que me escuchó, es que dije algo como: el Director es lo máximo, cuanto quieren apostas que si quisiera llamaría a todas las maestras, las encerraría en su oficina, les daría la orden “sáquense hasta las tangas, todo” ellas obedecerían y luego ofrecerían los coños para que este pudiera cogérselas con toda libertad, gemirían como golfas, se correrían hasta el fondo, finalmente acabarían perdiendo el sentido, mientras este las seguiría follando, es una bestia; muchos me tomaron a loco, entre ellos Matias, el niño pijo del salón, diciendo que un hombre no podría aguantar tanto, pero yo sabía que eso no se aplicaba para el director, quien aparecería a nuestro lado para sonreír de manera viciosa.
Por desgracia eso no quitaba mi problema, necesitaba entrar a la dirección para sacar más poción de súcubo, pero no se me repetía esa suerte, aunque parecía que todo eso funcionaba, pues mi madre quedaba atrapada en ese embrujo, no había día en que no quisiera coger con el viejo, papá, quien se iba sintiendo mas especial por tener tan caliente a su mujer, logrando que le rogara por metérsela hasta el fondo, sin imaginar cual era la verdad, sin embargo yo necesitaba el medio para romperle el coño a mi hermana, a ambas. Sería difícil, pero tendría que juntar dinero, necesitaba revisar lo que me dijo el director de las brujas, en una tarde como muchas acerté a ir al mercado, donde efectivamente pregunté por un talismán, para hacer irresistible a un hombre, más no me salió del todo bien, pues pensaron que iba a tratar de cortejar a una chica y no soy tonto, me di cuenta que me daban cualquier tontería, canicas o piedras de fantasía para lograrlo.
Espere, es que no es para mí, necesito eso para mi papá, pues le urge la ayuda, podría divorciarse de mamá, y bueno, el director Jay me dijo que viniera aquí – acerté a decirle a una tipa qué carajo, sus tetas eran más grandes que mi cabeza, pero mis palabras cambiaron su actitud conmigo.
Se me quedaría viendo un poco, como si tratara de averiguar si mentía, de cierta forma era verdad, más no sabía porque temblaba por dentro mientras mi verga apuntaba al cielo, es que realmente era la primera vez que me sentía intimidado, y era por una sexy rubia tetona, carajo, por suerte ella me daría un papel, ah, no pude evitarlo, me fui a revisar la nota a la distancia, para darme cuenta, me iban a ayudar, pero necesitaba conseguir 2 cosas, una era cabello de la mujer que debía hechizar o algo de su cuerpo, funcionaba también saliva, aunque lo mejor sería un poco de su sangre, así que me fui a casa, por suerte vivía algo cercas de la zona, en un pequeño fraccionamiento donde quedaban muchos trabajadores, ahí llegué casi de improviso, para pedirle a papá algo de dinero para un supuesto encargo escolar, aparte que aproveché y cené en casa. No pensaba quedarme, tomaría el ultimo camión que me dejaba allá en el internado, aunque este pasaba a una escalofriante hora, cuando todo estaba oscuro, sin embargo era lo mejor, porque no sabría si podría contenerme, vi a Lizy vestida de manera provocativa, con unas mallas de ballet que se le ajustaban demasiado bien, parece que empezó a practicar en mi ausencia, aunque solo es porque le gusta meterse a modas, pero jamás acaba nada, mientras Meg recién la sacaron de la tina, estaba bañándose y su cuerpito apenas estaba cubierto por un camisón de dormir, se veía tan preciosas, me las quería coger.
Las estuve mirando con gusto, reconociendo sus formas, mientras papá intentaba mantener bajo la calma a mi mamá, que se veía cada vez mas perdida en la pócima, deseando tragarse el pellejo de su hombre, lo notaba en su mirada, ella estaba chorreando, luego vi su silla mojada donde debía ir su vulva, creo que esta era demasiado potente para alguien como ella, aparte que tomó una botella concentrada, y antes no vi cuanto usó el director cuando se le dio a los otros, aunque eso me daba morbo, como seria tener a mis hermanitas deseando porque les metiera verga, con sus coñitos escurriendo por una violada, aunque en ese momento me di cuenta que sería un error, pues el viejo gordo podría ser el ganon, y cogérselas cuando no estuviera, mierda, debía ser más cuidadoso, la botella era peligrosa, no debía usar eso con ambas.
Ahí pude darme cuenta, quizás mamá bebió demasiada de la pasión y papá era poco para contener la nueva lujuria de su esposa, aunque era una mujer muy fiel, pero antes de irme, ella le pedía a su esposo que le ayudara con algo en el sótano, y ahí pude darme cuenta, era solo una escusa, ella se ponía sobre el hombre para hacer que la cogiera, prácticamente le hizo una mamada para ponerlo tieso, jamás había pasado eso, el gordo de mi padre apenas podía hablar, solo hacia sonidos como un bruto, era tanta su excitación que ni podía pensar, lo cual no es tan extraño, le pasa lo mismo con el boxeo, pero antes que se diera cuenta vería a su mujer siendo clavada por su verga, y este no tenia control de nada, su vulva se tragaría toda esa pieza de carne, mientras se movía con un ritmo frenético, haciendo un sonido como aplauso pues sus nalgas chocaban contra sus bolas de manera frenética, mientras ella se restregaba totalmente, casi se arrancó la ropa para que este la tomara, aunque papá no decía nada, le era imposible, estaba con las tetas de mamá en la boca, saboreándolas mientras se perdían en el placer.
Dame con todo gordo, rómpeme – decía quien me amamanto como si fuera una puta barata.
El viejo ni podía decir nada, seguían con la boca llena de un par de limones, que se veían deliciosos, haciendo un esfuerzo para poder hacerle el amor a su mujer, moviendo sus cadera de tal manera que pudiera seguir adelante, aunque su barriga no le ayudaba, pero se veía como se ponía a la altura haciendo una fuerte serie de embestidas, incluso agarraba las nalgas de su esposa para acomodarse mejor, mientras la cara de la señora se volvía el de una perra sexual, hasta babeaba de gusto, al tiempo que dejaba escapar varios gemidos, los cuales no eran tan excitantes por su voz algo nasal, pero que aún así me gustaba verlos, aunque no tanto como hubiera querido.
Era bastante molesto, ver a papá y mamá coger y no poder hacer nada, realmente me estaba calentando con todo ello, aunque ninguno de los 2 me parecía atractivo, pero la situación era bastante cachonda, quería sacarme la verga, de hecho lo hice sin poder evitarlo, tallándome ese pedazo de carne en el pasillo, viendo como el gordo estaba cogiendo de manera desesperada, en un esfuerzo propio, mientras yo me la jalaba, cuando alguien se asomó.
Carajo era Lizy, y se burlaría de verme así, diciéndome virgen, como si con su poca edad fuera diferente, 9 años, solo era una putita engreída que se sentía muy lista, pero se la pasaba siguiendo las modas de internet, o casa cosa que creyera interesante, aunque eso lo iba a cambiar, me tuve que separar, cerrando la puerta, me fui a “cepillar los dientes”, aunque lo hice ahí aproveché, junté cabellos de ambas hermanitas, como tenían sus peines bien acomodados, no fue difícil, mamá seguía tratándolas como bebes, siempre quería revisarlas bien, con un mechón formado y atado con una liga, sonreí, pensando que dentro de poco yo estaría igual que mis padres, pero clavándole toda mi verga a mi hermana lizy, cerrándole la boca con mi mano mientras le perforaba la vulva, quizás le ataría las manos para someterla mejor, saberla indefensa ante mi sexo me hacía sentir más emocionado, prácticamente violarla mientras le pellizcaba las tetillas, abrirle bien las piernas, incluso pensaba en atar a un lado a Meg, mientras la obligaba a vernos coger, la nalguearía al hacerle eso, también deseaba ver a mi hermanita pequeña tragar mi verga, para hacerme recuperar fuerza, sentir su pequeña lengüita sobre mi carne para recuperar vigor, y con eso clavársela en el culo a la mayor, mientras obligaba a esta a probar mi leche, de la concha de la mayor, que si podía, la haría correrse pronto para que ahogara a la chiquita con una mezcla de semen con sus jugos, solo pensar en eso se me puso dura, y casi me pongo a jalármela si no fuera porque Lisy eran una metiche que no dejaba hacer nada.
Después de arreglarme, estaba por irme aunque era tarde, por suerte ya me habían dado algo más de dinero, tenia lo que necesitaba, mas no pude evitar entrar a mi cuarto para volver a ver a Lizy, por las cámaras, en serio no me dejaba en paz, y por ello me desquitaba, maldita mocosa, se estaba cambiando, se iba a bañar, así que se sacaba las mallas, bueno primero el leotardo dejando ver un pecho plano, que a su vez tenía unas pequeñas puntas que sobresalían, eran enviciantes, quería lamerlas, pero eso no era lo mejor, luego llegó a su pancita, que era un vientre lizo, y cuando se sacó esa prenda, pude ver las medias sin nada debajo, se transparentaba ese delicioso par de nalgas, en verdad me quedé tieso, con ganas de meterme a cogérmela, en serio la tela se estiraba de tal forma que me dejaba ver como pensé un culito grande y bastante redondo, mas carnoso de lo que recordaba, además de unas piernitas gruesas, realmente quería darle con todo, meterme a su cuarto para violarla, pero no sería ese día, tendría que esperar.
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