El Incubo del Internado – Sangre Nueva 5
finalmente Brat empezará a realizar sus planes, teniendo a sus hermanitas menores como victimas de su lujuria….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
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No sería sencillo, aunque mi sangre no parecía dejar de estar caliente, quería siempre estarme jalando la verga, o mejor aún metérsela a una chica que este bien tetona, por eso estaba decidido a algo, entrar al cuarto secreto, de hecho les dije a Ned y Milton sobre las cosas sexuales que había descubierto, al menos sobre las brujas y que podría estar relacionado con lo del cuarto secreto, lo de hechizos y talismanes, que iban vestidas casi paraqué uno se las cogiera en el acto, pues estaban apenas cubiertas por una suave tela que no ocultaba nada, de hecho me daba cuenta que incluso podía adivinar la forma de sus pezones u oler sus vulvas que seguro estaban afeitadas, el ritual sexual donde vi a esas tipas haciendo de todo, casi como si estuvieran cogiendo solas, entregadas al sexo, me preguntaba si así seria coger con el incubo, pues era algo común en las leyendas del internado, pero a mí me toco verles los coños siendo usados por sus dedos, ah, era demasiado excitante, aun así par de tarados, no me creyeron nada. Les dije que encontré la habitación secreta, la de la apuesta, tampoco me creyeron lo del talismán, bien que les gustan las cosas de miedo, sin embargo cuando las tienen enfrente se echan para atrás, aunque si tomaron como cierto que descubrí al director coger con muchas de las maestras, pero eso lo vieron de forma abusiva, como si este las violara, haciéndome fantasear con la imagen del las esclavas sexuales, recibiendo la verga de su amo cada que este quisiera, como sea, ahora yo seré el único que disfrute de estos secretos sexuales, porque es un hecho, cosas suceden aquí y voy a aprovecharlas, si se acerca la segunda luna de miel de mis padres, tendré la casa sola, podre cogerme a mis hermanas con toda la libertad, si bien que a estado de fastidiosa Lisy mandándome mensajes de burla, pero eso se acabara pronto, cuando la haga tragar mi verga hasta el fondo y ella la saboree de manera viciosa.
Dejando eso, tuve que ahorrar tanto como pude, y justo el día que se iban, no quería lucir ansioso, de hecho llegaría tarde, aunque tuve buenas razones, salí con Veronica, la brujita de la otra vez, esa niña coqueta que con solo 13 años ya se me estaba ofreciendo, iba con un short cachetero que me dejaba ver parte de sus nalgas, era tan delicioso, parecía que ella se daba cuenta de cómo me tenía, aparte que su blusa apenas cubría el tremendo par de tetas que cargaba, no era nada plana, de hecho diría que era precoz, aunque fuera poco más que una niña, en serio que me ponía caliente, se portaba de una manera bien sexy, como si tuviera ganas de todo, a su lado la tenia bien parada, pero lo peor es que me sonreía de manera coqueta como preguntándome ¿Qué esperas? Era una molestia, si mas de una vez pensé en llevármela a algún lugar para meterle verga, pues se me hacía que ya debía estar bien mojada, aunque no pude evitarlo, me porté un poco como un arrastrado, solo me faltaba darle la patita igual que si fuera un perrito siguiendo un culo con ganas, y es que en la cita que tuvimos la lleve al cine, una boba película de horror, aunque me sirvió para poder meterle mano, carajo, en medio de la sala se dejaba tocar muy fácilmente, fue en medio de la oscuridad que mis dedos pasarnos de su pierna para sentir mejor su piel, ella se mordía el labio para no gemir, incluso sin que nadie nos viera pude sobarle un poco las tetas, pero en minutos, mientras me ponía más caliente, llegue hasta el coñito que estaba tremendamente jugoso, la bese para aparentar algo mas, pero mis dedos no dejaron de sentir esa parte tan suave, y ella ahogaba demasiado bien sus gemidos, dejándome hacerle de todo, dándome un gusto que no puedo recordar algo parecido antes.
Me dejó muy caliente, como se me antojaba poder llegar a algo más con Vero, se nota que tengo posibilidades de darle duro, por instantes desee poderle meter todo, sería fácil sacarle el short para metérsela, casi me estaba ingeniando todo, , jejeje, pero aparte mi amiguita, o así le dijo el idiota de la entrada, me pidió volver a salir, eso me gustó, creo que tenerla de mi lado sería beneficioso, no solo porque podría conseguir un contacto con las brujas, también porque me decidí la iba a terminar cogiéndomela, no tenía nada mas en la cabeza que unas ganas de meterle verga hasta el fondo, incluso fantasee con llevarla al baño para hacérselo, aprovechando que uno estaba solo, seguramente podríamos escabullirnos ahí dentro, pues aparte me daban ganas de comerle las tetas que seguro no me cabrían en la boca, pues eran bien gordas, carajo, como me tenia caliente la desgraciada, además recalco, de otra manera no tendré forma de entrar en todas las cosas de ese mundo extraño o lo que sea, pero me desvió.
Ahora que acabó mi cita fui a la casa, donde me esperaban mis hermanas, quienes iban a sentir mi verga en todo su esplendor, aunque debo aclarar que esto me ayudó para tener el talismán, siendo una especie de medallita con un diablillo grabado alrededor de un cristalito, me dijo que se lo diera a papá, que sería irresistible para mamá, con eso bastaba, aunque hizo un rezo antes de dármelo, dijo unas palabras en latín “in mea domain” parecía que lo estaba activando, eso era lo que tanto necesitaba. Me fui de prisa, la dejé en el camino a casa, justo en el mercado de las brujas (igual era un barrio oculto), de ahí era poco para llegar a mi hogar, donde mis hermanas estaban perdidas en sus tonterías, Lisy en su celular creyendo que se estaba informando, mientras que Meg viendo las caricaturas con cara perdida en sus series de estreno, apenas me sintieron llegar, y me puse a su lado, por ordenes de mamá descongelé la cena, me avisaron que se fueron molestos, tuve que llamarles, por suerte papá se puso más calmado cuando supo que estaba con una chavita, que aparte estaba preciosa, si seguro que deseaba saber si hice algo con ella, aunque no quiera admitirlo, es igual de pervertido que yo, una vez que aclaré todo y que prometí que estaría metido en casa por al menos las siguientes 48 horas, todo quedó bien, y me sentí muy ansioso, pues me pondría el talismán para hacer las cosas, aunque tendría un gran problema, ambas mocosas estaban perdidas en sus ondas, no dejaban por nada de embobarse, así que debía pensar en algo para que fueran atrapadas por el poder del colguije, tenían que verlo puesto en mí, lo cual no sería sencillo, además quería empezar con Lisy, por ser la mayor y la más insoportable.
Ha, se supone que ese talismán debería ser de fácil uso, necesitaba que me vieran con este puesto por determinado tiempo, para que su conjuro funcionara, estaba algo inquieto, no sabía qué hacer o decir, y lo confieso, no me salieron tan bien las cosas, se darán cuenta, en la cena Lisy jamás dejó el mugroso celular, se manchó por no prestar atención, la tuve que fotografiar, acusándola con mamá para que dejara ese aparato, de hecho luego se enojó conmigo por ello, mientras que Meg igual estaba embobada con la televisión, ni me decía nada, aunque estaba en la mesa, tenía la vista en la pantalla, ah, intentaba hacer charla, pero no sucedía nada, luego se enojaron por qué no las dejaba hacer sus cosas, pero debíamos comer, era lo que me ordenaron, y es que una vez pasó que mi mamá se demoró en volver a casa y ambas olvidaron comer, aunque les dejó todo listo, y eso se repitió por varios días, lo que le enfadó bastante, también pasaba lo mismo con el baño. Realmente se perdían, si por eso es que mis papás me dejaron a cargo, les tuve que amenazar con quitar la luz para que me hicieran caso, me iba a bañar, primero yo, luego Lisy, y después Meg, ese era el plan, lo cual me fastidio, pues yo quería tener el control de ellas para ese momento, y poder acostarme con ambas durante la noche entera, solo que prestaban tan poca atención, que creí inútil el talismán, aunque bien me dijeron que debía ser visto en mi persona (bueno, mi mamá debía ver a papá) al menos por 10 minutos para que fuera funcionando, pero eso no servía con ambas, que aparte Meg se metería primero a bañar, adelantándose, pues no le gustaba quedar de ultima, lo que dejó que mi hermana Lisy siguiera con sus cosas, y porque no admitirlo, yo quería ver que alcanzaba a ver con mi cámara espía en la regadera.
Fue una buena imagen, Meg era bajita, no llegaba al metro de altura, pero su cuerpo estaba muy rico, de buenas piernas, culoncita, sin pecho, aunque notaba que los pezones los tenía como hinchados, sobresalían un poco, ella tenía el cabello negro como la abuela, porque casi todos somos castaños, pero eso no me importaba, esas pequeñas chichis me daban ganas de chuparlas, pellizcarlas o morderlas un poco, y luego se estaba bañando sin cerrar la cortina, dejándome ver todo lo que tenía, así pude verle todo, hacia algunos gestos frente al espejo, dejándome ver su culito redondo, a veces enjabonado, hasta se asomaba su conchita un poco abultada, me daban ganas de meterme a violarla, mm, realmente me gustaba verla moviéndose de esa manera tan coqueta, haciendo de las suyas en juegos, incluso jugaba con sus tetillas, o su rajita, ahh, pero no me duró mucho el gusto, pues empezó a lavarse, sobándose con un jaboncito que era para piel sensible, acariciando cada parte de su cuerpo, en serio me estaba tentando a meterme, incluso se iba tallando la vulvita hasta escurrir espuma, aunque me dio la impresión de que se orinaba, se hacía peinados raros cuando se puso el champo, pero aparte se iba tallando de manera insistente, como si le dieran cosquillas, eso se me hacia tan sexy, la verga la tenía bien gruesa, y si no me la jalaba era porque pretendía cogérmela, sin embargo tenía que esperar, aunque súbitamente se me ocurrió una idea, pues me fui a dar cuenta que se le olvidó la toalla por las prisas.
Al poco rato justamente se le ocurrió llamar a Lisy para que le llevara la toalla, pero esa boba no se dio cuenta, estaba pero si bien perdida en una video llamada, lo que me dejaría campo libre para actuar, y es que debía hacer que me viera con la gema puesta por al menos como 10 minutos o algo así, no debía ser seguido, pero crearía alguna clase de atracción, entre mas fuera la imagen de la medalla, mas surtiría efecto, o eso me explicaron. No me quedó de otra que acercarme, fui a darle la toalla, entrando de improvisto, lo que la dejó inquieta, a mi me permitió tenerla cerca, viéndola desnuda, lo cual me puso contento, mi verga se me paró, pero sabía que debía mantener la calma para poder aprovechar después, aunque era tan difícil, se me hacia tan delicioso tenerla cerca, y al entrar para descubrirla tendría una gran oportunidad. Ahí aproveché, llamándole la atención por no cerrar la cortina de baño, pues se encharcó todo, y tuve que limpiar, no le deje salir de la tina bajo la escusa de que se iba a resbalar, aparte estaba disfrutando de la vista, su coñito estaba abultado, me llamaba demasiado la atención, quería saborear esa vulva, casi se me hacia agua la boca al verla, sin embargo necesitaba atraerla, porque de lo contrario me metería en problemas, y cabe decir que dejé a la vista la medalla para que la viera, Meg se notaba algo inquieta, se cubría con sus manitas, parecía querer escapar, aunque pensé que no funcionaria el talismán, pero lo haría cuando ocurrió.
Oye hermano, el colguije es nuevo ¿verdad? No lo había notado – me dijo Meg quien se me quería acercar para verlo, era genial, parecía funcionar, nunca me hablaba así, aunque era porque hablaba con puras vulgaridades.
Si, lo es, me lo compré con las brujas, creo que podría tener magia dentro – le dije sabiendo que a ella le gustaban de esos temas.
Me acerque para enseñárselo, y dejé que lo viera, aun sobre mi cuello, que delicia, ella seguía desnudita, ya no trataba de cubrirse, se quedó mirando la medalla por unos minutos, luego le dije que acabara de arreglarse, no quería abusar de mi suerte, pero se notaba que funcionaba, su respiración era más rápida, su miraba se iba llenando de un aire pícaro, pronto me la podría coger, o al menos eso deseaba. Solo que no quise volverme loco, le dije que se cepillara los dientes, mientras yo seguía limpiando, cosa que no necesitaba ya, pero me daba tiempo, es que ella seguía mirándome con el colguije, pero mientras hacia las cosas y debo admitir, servía, Meg no intentaba vestirse, estaba perdida viéndome, dejándome que le pudiera ver hasta la forma de su coñito, o el grosor de su carnoso culito, y traté de alargar tanto como pude la limpieza, para fijarme mejor, pero luego pasaría algo.
Oye hermano, dejaste todo resbaloso, llévame a mi cuarto, si – me dijo Meg como si fuera una travesura, o un capricho, pero no me pude negar.
Ella no se vistió, casi se ofrecía como una mujercita, así que la tome, y al cargarla se me agarró con sus piernas y brazos, era algo que me calentó demasiado, quería meterle la verga, de hecho al verme en el espejo solo tendría por lo menos que mover mi pantalón para sacármela, y enterrársela hasta el fondo, su conito rozaba con la punta, mis manos le agarraron las nalguitas, era de lo mejor que había sentido jamás, se me antojaba demasiado, ella me miraba y se sonrojaba, iba a intentar besarla, pero escuché a Lisy hablarnos, así que tuve que detenerme, y le puse la toalla encima a Meg para salir. Solo serían unos metros, pero pude sentir ese culito redondo, incluso en un “accidente” le metí la punta del dedo dentro de su vulva, haciendo que esta se quejara un poco, solo que se aferró más a mi pecho, lo cual me encendió demasiado, de verdad era un deleite, mi hermanita cerro un poco los ojos, pero me dijo que tuviera cuidado, lo cual me hizo darme cuenta que debía seguir ¿sometiéndola? O lo que fuera, luego de eso, tras dejar a Meg en su cuarto, desnudita sobre su cama, al salir le dije a Lisy que limpié el baño pero que yo seguía de bañarme, así que debía esperar un poco más, a ella poco le importó, aunque me miró detenidamente.
Por estar caliente con la chiquita no le tomé importancia a la mayorcita, así que ni me di cuenta que igual con ella estaba funcionando el talismán, de hecho no lo noté, pero se estaba calentando, la medallita aclaro, porque yo estaba bien prendido, fui a hacer lo necesario, lavándome, aunque yo si puse la cortina y me fui a sacar el sudor, aunque en mis dedos aun tenía el olor de los jugos de Vero, aunque en la otra mano estaban los de Meg, por lo que se me estaba parando mucho la verga, por cierto que de costumbre dejé mis cosas cerca, por lo que en breve, mas no tanto por culpa del jabón, me daría cuenta que alguien se metía, y es que olvidé una cosa, Lisy es bien envidiosa, quiere quedarse con las cosas que le gustan, finge ser una niña buena, pero es bien odiosa, por eso no me tentaré el corazón cuando me la coja, no me daría cuenta, esta se metió al baño mientras estaba quitándome el champo, para agarrar la medalla, seguro antes revisó en mi cuarto, y al no encontrarla, la haría perdida, como mis padres la consentían por tener buenas calificaciones, aunque ya tenía un plan para ese caso, si por eso le dije a papá que salí con una chica, si le decía que era un regalo de una posible novia, no cedería, tampoco mamá.
Sin embargo algo pasaría, como estaba distraído lavándome, no supe cuanto tiempo ella la tuvo, y es que no entiendo la magia, pero algo sucedería, Lisy cuando me di cuenta la tenía en la mano mirándola detenidamente, estaba funcionando, solo que no la tenía puesta, por suerte, al verla parada ahí le diría sin importarme que me exhibiera, de hecho me gustaba la idea que conociera la verga que la iba a desvirgar.
Qué bonito, no puedo tener nada genial porque si te gusta me lo robas – le dije arrebatándole la medalla, y poniéndomela, por suerte ya había cerrado la regadera, tenía miedo que el agua lavara el conjuro o algo así.
Lizy se me quedó mirando confundida, como si tratara de entender algo, pero no podía pensar con claridad, o de eso me di cuenta, le quise regañar un poco, para que me enlazara al talismán, pues no sabía que podría pasar, al principio solo vio a este, sin relacionarme, así que debía tener cuidado, como dije, no comprendía estas cosas, por lo que estaba algo inquieto, así que me fui en su momento, aunque en su momento hice algunas travesuras mostrándole mi paquete bien parado, porque me gustaba lo que sucedía, si casi se me antojaba meterle la carne en su boquita sensual, casi podía sentir su lengüita encima, pero estaba algo inquieto, y le ordené que se bañara, siendo extraño porque me obedeció casi de inmediato, en serio, que raro, ella se siente tan inteligente, que es difícil tratarla, incluso mis padres no saben qué hacer cuando se pone caprichuda, pero logré que obedeciera mientras meneaba mi verga cerca de su cara. aquí debo decir que ella no es tan alta, su cabello castaño, y su figura un poquito mejor, siempre le han gustado meterse en cursos, aunque es bien torpe en todas esas cosas físicas, por lo que siempre se sale, aunque me ha tocado verla jugar soccer, y su short era tan delicioso que una vez se lo bañe con una corrida, también lo hice con unas mallas de danza moderna, y las de gimnasia, de hecho yo tengo su leotardo, el cual desechó en su momento, pero yo lo agarré, pues en veces lo usaba para sobármela, aunque eso cambiaria pronto. De vuelta en mi cama, pensé un poco las cosas, realmente el talismán estaba funcionando, pues algo pasó, no parecía mucho, pero era evidente, había ignorado que eran muy desobedientes, pero que se esperaba, mis papás las consienten demasiado porque estaban más planeadas, yo fui un accidente de su juventud, con eso en mente, quería dormir, no deseaba jalármela porque quería mi carga completa para ellas 2, sin embargo tendría que esperar un poco para eso, jejejeje.
Me quedé dormido rápido, ignoro cuanto fue, por momentos soñé con aquella siniestra chica de la vez anterior, soñando que hacíamos cosas en mi cama, me dejaba meterle toda mi erección en su ano, se notaba feliz de tenerme dentro, pujaba un poco, en veces me decía cosas en un lenguaje que no entendía, solo podía sentir un placer bastante duro, como si viviera aquello, la chica extraña era una perrita en celo dejándose tocar totalmente, era un sueño, en más de un sentido, porque se dejaba hacer de todo, entregándose como una esclava sexual, suplicando porque le llenara el coño con mi carga, su gesto estaba bien rico, mientras su coño parecía escurrir hasta dejar mi cama empapada, y sus movimientos eran una locura, me despertaría a media noche con una agradable sorpresa. Era bastante tarde, lo notaba por un reloj, me hallaba sobre mi cama, Lisy, mirándome algo perdida, el talismán funcionaba, estaba caliente, por suerte me quedé con este puesto y ahora lo veía en mí, no sé cuánto tiempo lo hizo, pero al menos para empezar a sentir atracción, debían ser como 10 minutos, más de eso, ni cuenta, aunque estaba oscuro, eso no ayudaba, era algo raro, casi podría jurar que las cosas se iban a volver un problema, que le iba a fundir la cabeza a mi hermana con este juego, no sé. Un peso sobre mi me despertó, dejándome ver su cuerpo delicioso apenas cubierto por su camisón de dormir, la vi con cuidado, en serio se veía demasiado rica, me daban ganas de hacerle cosas, y creo que ese era el momento, por lo que al notarla poniendo sus manos sobre mi pecho, para ver el talismán, le dije:
Que haces, acaso quieres coger con tu hermano, porque te sobra ropa – dije casi como si fuera una broma para evitar accidentes.
Ella no dijo nada, era extraño, cuando le decía algo así siempre se enojaba o me decía que era un virgen idiota, pero la sorpresa es que se empezó a sacar el camisón, dejándome ver su pecho desnudo, su figura delgadita, me estaba dando mucho morbo verla, en especial cuando se quedo sobre mí, con solo su calzoncito puesto.
Con que así son las cosas, eres una pequeña puta, bien, como quieras – le dije algo molesto, solo lo fingí pensando que podría ser un engaño, pero tanteando el terreno, pero ella no reaccionó.
Le tomé de un pecho, su puntita sobresalía un poco, pero no dejaba de ser una niña, la cual me ponía tieso, de hecho lo estaba, mi verga alcanzó su culito, siendo separado por nuestras ropas, aunque eso me calentó mucho, por eso le diría: qué esperas, si quieres coger muévete un poco, restriega ese coño; ella obedeció de inmediato, empezando a masturbarse contra mi sin técnica o ritmo, era muy torpe, se notaba al moverse, era una completa virgen boba, aunque era demasiado delicioso para mí, lo estaba gozando demasiado, pues era un placer sin igual finalmente sentía que podía cogerme a Lizy, ella misma se estaba entregando, aunque fuera por un conjuro, no me importaba, ella solita se iba tallando su vulva sobre mí como si deseara que le diera con todo, hasta que pude sentir raro su calzoncito.
Espera, que si sigues así me voy a correr, y si lo hago será en ti – le dije, y ella se detuvo, creo que estaba algo roja, no lo sabía perfectamente, apenas la luz del alumbrado público se filtraba por la ventana, dejándome ver poco.
Ella no me respondía, eso me fastidio pero sentía que por esa situación tenía la leche a punto de salir, eso no lo quería, deseaba dejársela toda dentro de su coñito, por lo cual la detuve, además quería disfrutar de ese momento, mi hermanita, una preciosa niña de pelo castaño, de buen culito, piernuda y de carita sexy, de esas que quieres ver escurriendo semen, se estaba restregando, ofreciéndose de tal forma que nadie se negaría, pero necesitaba oírla.
¿Qué te pasa? Lisy, di algo niña, no quieres que te desvirgue, o acaso quieres que te viole, estas sobre mi ofreciéndome el coño, así que esta me las vas a cumplir, nadie te salva – dije un poco desesperado por el silencio de ella, pero creo que eso funcionó.
Hermano, ¿Qué me vas a hacer? Me da vueltas la cabeza – finalmente diría Lisy pérdida.
Ah, voy a meterte mi verga en el coño, te voy a violar, pero al final lo vas a gozar y querrás mas de esta, serás mi putita – le dije calentándome más, siempre quise decirle eso, de hecho le agarraba las piernitas pensando que iba a escapar en un principio.
Ella lucia perdida, de hecho sonreiría de una forma que no le conocía, eso no fue agradable, pero le fui diciendo cosas cada vez más vulgares, mientras la puse sobre la cama, para sacarle el calzón, carajo, estaba bien empapado su coño, seguro se encontraba más caliente que yo, casi podía jurar que hablarle feo le ponía a 1000, así que le asegure que le iba a convertir en mi juguete sexual, como iba a metérsela hasta el fondo, la obligaría a tragar mi leche, lo que me daba una sensación de poder tan rica, y me fui a preparar, tenía una pomada para golpes, eso me serviría para metérsela con mayor cuidado, por lo que me la fui a poner y evitar lastimarla, estaba listo, sabía que no debía hacerle daño, aunque estaba tan húmeda que no pensé que fuera un gran problema, mm, no lo fue, le dije que me hablara, para saber cómo se sentía, fue genial.
Espera, que estás haciendo – fueron sus palabras mientras iba entrando, su cuevita era estrecha por lo que fui restregándola un poco – mm, se siente bien, ahh – decía mientras se la iba metiendo, empezando a empujar para abrirle el coño – ah, espera, mm, duele, AH – empezó a decir, estaba gritando un poco así que la besé para callarla.
Disfrútalo, que luego te encantará y querrás mas – le dije después de besarla un poco, metiéndole la lengua de tal forma que parecía confundirse, me encajaba sus uñas en los brazos.
Antes que se diera cuenta se la dejé meter de un solo empujón, dejándola sin aire, su rostro quedó en blanco, me dio tanto gusto verla así, pero me quedé quieto, se sentía que hervía, su cuerpo me presionaba como si quisiera sacarme, aunque sentí en mi caso como si una descarga eléctrica recorriera mi cuerpo, y estoy segura que era lo mismo con ella, respiraba de manera quebrada, trataba de hacer algo mas, su cuerpo ardía, era mío.
Qué bien me aprietas hermanita, cada que pueda voy a cogerte – le dije y la volví a besar.
Creo que eso la relajó un poco, porque luego de ello pude empezar a moverme mejor, estaba tan apretada, que no podía sentirme mejor, su cuerpo me iba aceptando de tal forma que era tan delicioso, tome sus nalgas para moverme mejor, aunque estaba tan dura que no pude acelerara, era una locura, pero iba entrando y saliendo en unas ligeras embestidas que iban haciendo que nos moviéramos en el mismo ritmo, su cuerpo se rendía ante mi verga, lo cual me emocionó tanto, por lo que acabé haciendo un esfuerzo para no dejarlo todo de una sola corrida, me encantaba esa sensación de placer, en verdad, que gusto me daba, y ella lentamente empezó a gemir, aunque me diría entre embestidas:
Hermano ¿Qué me estás haciendo? ah, me duele, mm – diría Lizy enterrándome los dedos en los brazos con todas sus fuerzas.
Te estoy cogiendo, eso querías, por eso estas en mi cuarto – le respondí burlón mientras usaba mi peso para mantenerla sometida, disfrutando de su precioso cuerpo.
No, eso no es posible – me respondió, pero sus piernas se aferraban a mi cintura, como si este tuviera mente propia, dejándome sentir una especie de poder que me divertía tanto.
Pero lo es, si tú misma no me dejas salir – le indiqué mientras contrario a lo que ella decía, su cuerpo reaccionaba, incluso se aferró para besarme, dejándome sentir que su lengua buscaba la mía, haciendo un instante más sabroso.
Era una locura, pero contrario a todo, mientras me estaba cogiendo su vulva jugosa ella se aferraba, pude sentir su cuerpo apegarse al mío, se estaba entregando completamente, aunque quisiera, ella se aferraba a mí para dejarme sentir todo su interior, siendo un gozo, pues podía tocarla a mis anchas, cada centímetro de su ser, se dejaba hacer, en verdad, era como en las películas, aunque no intentaría mas poses, solo me corría en su interior, pero ella no me dejaba salir, después casi con su coño aun tragando mi verga, se iba moviendo, su vulva mojada me daba la sensación de calor que necesitaba para seguir cogiéndola.
Eres toda una putita, se nota que te gusta la verga, maldita sea, te voy a dar con todo – le decía, pero ella incluso se corrió mientras le hablaba feo, eso me encendía aún mas, como si le pusiera cachonda, como lo disfrutaba.
Recuperaba mi carga para volver a metérsela, logrando que se volviera a correr, de hecho ella misma se prendía mucho más que yo, estaba tan entregada que al menos sentiría como si su vulva me la mamara al menos 7 veces, y me restregaba las tetitas, que apenas logré chupar unas cuantas veces, pues todo se centraba en clavársela hasta el fondo, que buena manera de perder lo casto, robándome la virginidad de mi hermanita, dejándola fuera de sí, quien seguramente ignora todo lo que sucedía, pero me cumplía mi sueño, pronto le convertiría en mi putita para siempre, si la estarla embistiendo cuando quisiera o donde me diera la gana, pero al menos en ese momento termino dejando su sangre en mis sabanas, ella misma se acabaría corriendo, y poco después yo, por más que quería, no aguantaba tanto, aunque luego podría continuar, tenía energía de sobra, solo necesitaba dormir un poco, por suerte ella se quedaría ahí acostada conmigo.
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