El inicio de una historia con mi cuñado
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
¡Hola a todos los fanáticos de SST!
Bueno aquí estoy para contarles mi noche de sexo con mi cuñado, una gran historia en mi vida que cambio mi forma de ver el afecto que se puede llegar a sentir por un hombre.
Todo comenzó en el mes de diciembre, hace ya bastantes años atrás, días antes de contraer matrimonio civil con mi actual esposa.
Ambos salimos a beber un trago después del trabajo, Vicente me estaba esperando recién bañado y perfumado, subió al auto nos saludamos como de costumbre, con la mano hice una seña saludando a mi hermana y nos fuimos, llegamos a un barcito céntrico de la ciudad donde vivo.
La noche comenzó totalmente normal.
Yo en ese momento recién había cumplido los 24 años, delgado bien formado, de 180 cms, moreno, ojos negros, él era 10 años mayor que yo, siempre lo encontré muy buen mozo, rubio de ojos verdes, buen cuerpo, de 170 cms.
Compartíamos varias cosas, nunca dije no a los favores que me pedía, siempre lo mire con mucha ternura y sentía un gran afecto hacia él , por su parte ya llevaba varios años de matrimonio con mi hermana con dos hijos.
Volviendo a lo nuestro… comenzamos a hablar de las trivialidades de la familia, un trago tras otro trago, a medida que avanzaba la noche la conversación cambio de tono, comenzamos a hablar de las sesiones de sexo con mujeres y de sopetón me dice que me encuentra rico y que le gustaría culear conmigo… lo mire sin decir palabra, me había dejado sin aliento.
Pasaron unos segundos cuando reaccioné y le dije lo primero que se me vino a la cabeza… “tú a mi me encantas y eres mi fantasía”.
Sin terminar de tomarnos el último trago salimos del local, subimos al auto, nos miramos y nos trenzamos en los besos más calientes que jamás haya imaginado, sin salir del estacionamiento.
En ese momento no pensamos, nada nos importaba, solo éramos nosotros.
Volvimos a la realidad cuando otro vehículo salía del estacionamiento y con sus focos iluminó nuestra calentura.
Ambos estábamos calientes al 1000%, nos fuimos a unos miradores en la precordillera donde muchas parejas iban a sacarse la calentura, era una lugar clandestino para parejas, y carabineros hacia rondas para evitar el vandalismo y el sexo en la vía pública, por lo que había que estar atentos.
Llegamos, pasamos al asiento trasero, en forma desesperada tocábamos nuestros cuerpos y jadeábamos de pasión (hasta ese momento nunca lo había visto desnudo), saque su camisa.
baje la cremallera del pantalón, retire su bóxer y pude ver por primera vez su pene… mmmmm hermoso, blanco de unos 18 cms, con una cabeza rosada, y lo que me fascino fue la curvatura en dirección a su vientre.
Lo toque suavemente, lo examine para después olerlo (en lo más interno de mis deseos solo quería disfrutarlo), estaba en eso cuando me dice quieres probarlo, lo mire a los ojos y sin necesidad de decir que si me lo lleve a la boca.
Si antes lo encontraba hermoso ahora estaba delicioso… la curvatura me hacía sentirlo en mi paladar, yo subía – bajaba , lamía – sorbía , estaba en la gloria sin quererlo ni propiciarlo, en un momento me dice que me detenga que lo iba hacer acabar… me toma el rostro con sus manos y me comienza a besar, a sentir el sabor que su polla había dejado en mi boca.
Ágilmente desabotona mi camisa, baja la cremallera, saca hábilmente mi pene ya erecto y caliente y comienza a darme la mamada más gloriosa de mi vida, llevaba mis 17 cms hasta su garganta tocando con su nariz mi pelvis, a momentos aceleraba la mamada y en otros lo hacía lento, mi compadre era un maestro, sabia como dar placer.
En eso estábamos cuando sin pensarlo ni avisar me hizo correrme como nunca lo había hecho antes, se incorporó me miro con placer, llevó su boca a la mía y comenzó a besarme con mas pasión que antes.
Yo saboreaba con deleite mi semen desde su boca.
En eso estábamos cuando vemos que los autos vecinos se comienzan a mover aceleradamente, era carabineros haciendo su ronda, de un salto pase al asiento delantero tal cual me encontraba, eche a andar el auto y partí en dirección a la ciudad, ya en la carretera mi caliente cuñado introduce su manos en mi pantalón saca mi polla y comienza nuevamente a mamarlo, me dice – conduce que yo me entretengo acá abajo- la situación me ponía mas caliente, a momentos aceleraba y desaceleraba el auto, antes de llegar a la ciudad me tuve que estacionar en la berma pues me estaba haciendo acabar nuevamente, le digo que se retire y mi semen salta al manubrio y ropa, lo mire y ambos reímos, me dice – por la cresta que estamos calientes .
Ambos acomodamos nuestra ropa, limpie como pude el desastre que habíamos dejado, y nos dirigimos a casa de mis padres…
En la casa de mis padres continua la historia, que quedará para un próximo relato.
Este es el comienzo de una excitante historia de sexo, aprendizaje y experiencias candentes, que me trae los mejores recuerdos
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