El Inicio Mi Tía Glays (1er y 2° Relato)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por DaniG20.
La historia comenzó cuando tenia apox.
8 años un dia como cualquiera jugando a las escondidas con mis primos en casa de los abuelos, donde viven ellos y mis tres tías de 18, 17 y 11 años respectivamente cada una de ellas muy buenas
en su particular forma.
Ese día estaba buscando un lugar donde esconderme el cuarto de los abuelos cerrando la puerta detrás mio, dicho cuarto esta conectado al de mis tías por una puerta, en ese momento decidí esconderme bajo la cama sin darme cuenta que la puerta que conectaba con el de mis tías estaba con la puerta abierta.
Hay fue cuando la vi, Gladys la mayor mis tías vestida con una lencería muy sexy de encaje negro con ligero y medias del mismo color, no se que paso en ese momento pero algo se empezó a mover en mi entrepierna posiblemente fue mi primer erección que yo recuerde.
Cabe destacar que mi tía no es ninguna modelo pero pese a ser muy chaparrita 1.
60, esta muy bien proporcionada es lo que llamarían una chaparrita cuerpo de uva, tiene pecho grandes para su estatura y un enorme trasero muy bien
delineado, pero la verdadera historia comienza 4 años después.
Desde ese glorioso evento empece a ver a mi tía con otros ojos y en general a las mujeres, constantemente buscaba la oportunidad de espiar a mi tía cuando se cambiaba, claro la cosa era fácil ya que a ella siempre le ha gustado lucir su atractivo, le gusta usar ropa ajustada, minifaldas y tangas, lo se porque también conocía a la perfección su ropa interior cada que podía me masturbaba con sus diminutas tangas.
Pero sin mas preámbulos como fue que nuestra relación empezó, fue cuando tenia 12 años, en se tiempo mi familia había tenido que abandonar el pueblo natal en provincia y mudarnos a la capital por el trabajo de mi padre, asi que en las vacaciones siguientes me mandaron a ayudar a mi abuelo con las labores del campo.
Aunque la relación con mi tía nunca fue muy cercana, ella se daba cuenta de mi forma de mirarla y le gustaba.
El primer día de la llagada a casa de mis abuelos buscaron donde acomodarme ya que no había una cama libre yo ofrecí a quedarme en el sillón pero mi abuela insistió en que me quedara con alguna de mis tías, así que entre ellas decidieron y me toco con mi querida Gladys.
Ya a la hora de dormir obviamente no puede ocultar mi nerviosismo me encontraba con la mujer que sacaba el lado perverso en mi, ella acostumbraba dormir con la pijama de una sola pieza diminuta que solo alcanzaba a cubrir su
hermoso trasero.
Ya avanzada la noche era tanta mi excitación que no podía dormir así que mis instintos me llevaron a dar el paso y empece a acercarme poco a poco a mi tía para cerciorarme que estaba dormida así que la abrace, al sentir ninguna reacción fui pegando mi pene erecto a su trasero y empece a moverme lentamente al mismo que acariciaba sus pechos
encima del pijama, después poco a poco metí mi mano por el escote del pijama para tocar sus pecho directamente sin sentir reacción alguna.
He de aclarar que ha esa edad no había recibido ningún tipo de educación sexual así que no sabia de penes o vaginas,
si no no se que hubiera hecho de saber donde poner mi pene y al final cuando sentí que estaba por venirme fui corriendo al baño para terminar hay y no dejar muestra del crimen.
A la mañana siguiente durante el desayuno en medio de la charla mañanera mi abuela me pregunto como había dormido a lo que conteste que disimuladamente "bien" pero en ese momento mi tía Gladys agrego:
"Bien nada mas que danielito abraza mucho"
Que? se dio cuenta de todo? me quede paralizado y no pude decir nada mas, nadie dijo nada y siguieron hablando.
Hasta que mi tía Nadia la menor de ellas, comento que podía dormir con ella si quería, tenia un sentimiento de
culpa por lo que había hecho por lo que accedí pero esa es otra historia.
Esas vacaciones pasaron y regrese a casa con mis padres, pero no terminaría todo hay.
Después de casi haber abusado de mi tía esa noche la culpa hizo que mis deseos por ella se calmaran pero después de
un año llegaron las vacaciones nuevamente esta vez no fui a la casa de los abuelos y me quede en casa.
Un día tocaron a la puerta y oh sorpresa era mi tía Gladys vendría a pasar unas semanas con nosotros en la capital ya
que había conseguido un trabajo de medio tiempo durante sus vacaciones.
Parecía que la historia se repetía pero esta vez en mis terrenos, aunque solo estaría por dos semanas.
Mi casa no
es muy grande, por lo que solo había dos recamaras la de mis padres y la mía donde había cama extra, así que como
era obvio se tuvo que quedar en mi cuarto.
La verdad no intente nada en la noche del primer día, fue en la mañana siguiente cuando medio adormitado empece a abrir los ojos por el ruido que había y oh sorpresa vi a mi tía totalmente desnuda de la cintura hacia abajo, con unas hermosas nalgas, se marcaba perfectamente la curva de su trasero y poco bello púbico, al parecer se lo rasuraba
constantemente, yo acostado boca arriba y ella a escasos centímetro de mi, mi cuerpo empezó a traicionarme dándome una erección de aquellas, no podía moverme ya que trataba de aparentar estar dormido pero con los ojos medio abiertos y los cerraba cada vez que voleaba hacia donde estaba.
Así con esa rutina pasaron las dos semanas cada mañana cuando se levantaba para ir a trabajar la espiaba mientras se cambiaba y en cuanto se iba me masturbaba con las tangas de encaje que dejaba, pero no paso a mas y así terminaron esas vacaciones.
Desde ese momento se volvió la dueña de mis fantasias, así pasaron los años sin haber ningún acercamiento, solo
la veía algunas ocasiones cuando había reuniones familiares o en las vacaciones que iba a la casa de los abuelos pero sin mas acercamiento a decir verdad eramos algo distantes.
En una ocasión cuando estaba por cumplir los 18 años y ella rondaba los 28, la familia se reunión para celebrar los 15 años de una prima en el pueblo de los abuelos en un pequeño jardín alquilado para el evento a unas cuadras de la casa de mis abuelos.
En ese tiempo yo había cambio totalmente en el aspecto físico ya era mucho más alto que mi tía, la espalda y hombros se me ancharon, no podría decir que erar un super mamado, pero si hacia ejercicio constantemente por lo que me mantenía en forma.
Por otra parte, mi tía, se había puesto aún más buena, los años no pasaron en balde dejando atrás el cuerpo de una joven por uno maduro las curvas de sus senos y de su trasero se marcaron aún más, aunque mi tía nunca ha sido de las que hace ejercicio o dieta, es un poco llenita, pero sin llegar a ser gorda sin pancita, al perecer todo lo que come se le va a los pechos o al trasero.
En ese tiempo los pechos le crecieron mucho, siendo los que más destaca de su atractivo, aunque siempre ha tenido un buen trasero no grande pero mucho menos pequeño, pero si muy en formado de tamaño justo, pero con una curvatura de muerte y bien paradito.
En esa ocasión todos los hombres acudíamos de traje y las mujeres con vestido, pero claro la que se llevaba todas las miradas era mi tía Gladys, con un vestido ajustado largo, pero con un escote discreto, pero dejaba ver los suficiente de sus grandes senos, ese día la fiesta trascurrió muy tranquila comimos, la típica partida de pastel y el baile de la quinceañera.
Ya entrada la noche la mayoría de mis tíos estaban ya entrados en copas por los que la mayoría se empezaron a irse incluidos mis padres quienes se quedaron en la casa de unos de los hermanos de mi papa, dejándome para que al terminar la fiesta acompañara a mis tías de regreso.
Así que nosotros seguimos la fiesta, algunos invitados, mis tías y primos bebiendo y bailando, como eran pocos los hombres de quedábamos en pie, mi tía Gladys me agarro de su pareja de baile personal, bailábamos dos o tres piezas juntos y cambiábamos de pareja una pieza y tomábamos una copa.
Supongo que fue el alcohol por que mientras bailábamos empezamos a platicar como si fuéramos los mejores amigos, platicamos de su trabajo de mi en la escuela, cosas casuales.
Ya más entrados en copas me dijo:
Tía: "Mira cómo has crecido Danielito, seguro has de tener muchas novias"
Yo: "No te creas la verdad es que no tengo novia"
Tía: Pero porque de seguro has de tener muchas pretendientes.
Yo: Bueno la verdad es que hay algunas chicas en la escuela, pero no me llaman mucho la atención.
Tía: Ósea que no te gustan las mujeres.
Yo: No como crees claro que me gustan, lo que no me gustan son las niñas me gustan las mujeres de mayor edad a mí.
Tía: ¿En serio? que tan grandes?
Yo: Bueno no es que me gusten las viejitas, pero si mayores para que me enseñen, jajajaja.
Tía: jajaja, bueno ya verás que pronto se te hace con una mayor, estoy segura de que hay varias que te harían el favor.
Yo: Ojalá y tengas razón.
Apartar de ahí empezamos a bailar más pegaditos diferentes tipos de música salsa, reggaetón y hasta una que otra bachata, ya sin cambiar de pareja.
Eran casi la 1:30 de la mañana cuando el DJ termino y todo nos fuimos, por mi parte regrese a la casa de los abuelos con mis tres tías, aunque en trascurso mi tía Gladys se empezó a marear según ella le pego el aire.
Así que la ayude a caminar para que no se tropezara, cuando llegamos subimos los cuartos de mis tías, para ese tiempo cada una tenía su propia habitación, siendo la de mi tía Gladys la única en el tercer piso, mis otras dos tías se quedaron en el segundo piso y me pidieron que ayudara a Gladys a subir a su cuarto y después me podía quedar en el sillón.
Como pude casi cargando a mi tía Gladys la ayude a subir a su cuarto cuando llegamos a la entrada de su habitación cerró la puerta detrás suya y me planto un tremendo beso con legua y todo durante unos 2 o 3 minutos, yo no me lo podía creer, aunque por supuesto no me resistí en ningún momento.
Inmediatamente mi pene reacciono como asta bandera, cuando termino el beso lo único que se me ocurrió decir fue:
Yo: Creo que estas muy borracha (yo haciéndome el digno)
Tía: Para nada, si estoy algo “happy” pero sabes que son de mucho aguante.
Yo: Entonces estabas fingiendo.
Tía: Claro tontito o no hubiéramos podido llegar hasta aquí con mis hermanitas.
Yo: Entonces.
Tía: Entonces no quieres, poniendo su mano sobre mi miembro.
Yo: Claro que sí.
Entonces me dio otro beso aún más apasionado que el anterior.
Me giro y me aventó sobre la cama, quedando ella de pie y de un solo moviente dejo caer su vestido quitando los dos tirantes, dejando ver su escultural cuerpo tenía puesto con brasier negro de media copa casi se le salían las tetas dejando per un poco de su aureola, además tenía una tanga de encaje negra con liguero sujetando unas medias medio transparentes del mismo color.
Inmediatamente se lazo sobre mi me beso otra vez, bese su cuello orejas y volvía a sus labio, se levantó un poco y me empezó a desabotonar mi camisa, la ayude un poco y empezó a acariciar mi pecho y darme pequeños besito, así fue bajando poco a poco hasta llegar a aflojar el cinturón y quitarme el pantalón con todo y bóxer, dejando mi miembro erecto apuntando al techo y sin aviso alguno, se metió mi pene hasta la garganta, chupando de arriba a abajo como desesperada, por mi parte era la primera vez que una mujer hacia algo así por mí a los mas que había llegado era a un faje con algunas amigas.
Ella noto los espasmos de mi cuerpo en respuesta a la monumental mamada que me estaba dando, pregunto:
Tía: ¿Te gusta, es tu primera vez? ¿Quieres que pare?
Yo: Si me encanta, no pares tu síguele.
Así volvió a lo que estaba y yo casi termine si no fuera porque se detuvo y dijo:
Tías: Todavía no, todavía falta lo mejor.
Me beso durante unos minutos mientras que poco a poco metía mi miembro erecto en su vagina sin quitarse la tanga solo haciéndola a un lado, fue casi un milagro que no terminara en ese momento, sentía como me apretaba el miembro no nunca había sentido era fuerte, húmedo y a la vez caliente.
Tía: No te preocupes voy a ir despacio.
Empezó a moverse de arriba a abajo, yo tocaba sus piernas su rico trasero, como pude le quite el brasear tarde un poco, pero al final quedaron sus hermosos senos al descubierto los cuales comenzó a amasar con las dos manos casi no me alcanzaban las manos y eso que soy de manos grandes.
Era la sensación más placentera que había experimentado en toda mi vida, no me importaba que fuera mi tía y a ella le importaba menos, solo éramos hombre y mujer dándose placer el uno al otro.
No voy a mentir la verdad es que era mi primera vez, así que solo dure 2 o 3 minutos tal vez menos y cuando estaba apunto de terminar ella se dio cuenta, dejo de montarme agarrando mi miembro con una mano subiendo y bajando rápidamente por uno segundo, después se lo metió hasta la garganta de un solo movimiento fue hay cuando termine, sin mentir les diré que fueron como 10 chorros que deje salir en su boquita, fue tanto que un pequeño chorro se le escurría de los labios, pero el resto lo trago sin problemas y con un dedo se limpio lo que quedo fuera y se lo volvió a meter a la boca de manera muy sexy.
Quedo recostada sobre mi pecho, siendo sincero ella no estaba satisfecha todavía y por mi parte la erección en mi pene no bajo ni un poco, así que después de unos ricos besos donde aprovechaba para tocar su trasero apretarlo y hacer lo mismo con sus hermosos senos, era tiempo de que tomara la iniciativa.
Yo: Podemos hacerlo otra vez (en tono tímido)
Tía: Claro que sí, obvio que quiero y que puedes (apretando mi miembro con su mano.
Esta vez ya no era el niño que aquella vez se conformaba con rosar su pene sobre su trasero, aquel que no sabía nada de sexo, a mi edad ya tenía la suficiente información de la escuela y claro había estudiado mucho por mi cuenta viendo infinidad de porno, así que sabía que hacer así que la acomode en la cama me puse entre sus piernas, ella me ayudo guiando mi pene hacia la entrada de su vagina que sin ningún problema se resbalo dentro por lo mojada que estaba, antes de empezar a moverme nos besamos muy apasionadamente con un intercambio al mismo tiempo que se la metía hasta el fondo, ella me enterró las uñas en la espalda y mordió mis labios dejándome una pequeña herida,
Entonces comencé a moverme al principio lento quería hacerlo con amor sentía que la lastimaba por la forma que me enterraba las uñas, estuvimos así unos minutos, has que ella me abrazo de la cintura con las piernas invitándome a que fuera más rápido y más adentro de su ser, creo que siempre fue ella la que me cogía a mi y no yo a ella.
Esta vez sí dure más tiempo tas vez unos 10 o 15 minutos, los dos bañados en sudor, estábamos sacado todo el alcohol consumido, creo que fue la bebida lo que me ayudo a durar tanto y con ese ritmo tal salvaje, no nos importaba ser descubierto el rechinido de la cama y sus gemidos:
Tía: mmm si que rico…mmm … te gusta…
Yo: Si me encanta
Tía: mmm si que de encanta ….
ufff
Yo: Tu toda tu
Tía: Te gustan mis senos mi vagina mmm mi culito
Yo: Si todo esta muy mojado, se siente muy rico
Tía: si más … mmm cógeme Danielito que rico papi.
Yo: ¿Así te gusta?
Tía: Si así me gusta que duro lo tienes me llenas todita.
No pares ya casi.
La verdad no pude seguirle el ritmo y si mas termine dejando salir 4 o 5 chorros en su vagina, pero ella seguía apretándome con sus piernas obligándome a seguir solo unas cuantas metidas y ella también termino, me beso tiernamente y quedamos los dos tumbados en la cama, recuperando el aliento después de tan salvaje encuentro.
Después de unos minutos:
Tía: Que rico papi, hiciste que terminara dos veces
Yo: Enserio? (estaba asombrado)
Tía: Si en el primer round no, pero en el segundo me vine con solo meterla y el segundo fue más intenso.
Yo: Para mí fue fantástico nunca sentí todas estas sensaciones.
Tía: Me da gusto mi amor, pero recuerda que esto queda entre tu y yo, ahora vístete no te puedes quedar aquí, mañana hablamos más tranquilos.
(dándome un besito tronado en los labios)
Yo: Ok, yo dormiré en el sillón, descansa.
Fui directo al sillón, me olvide de pedir una cobija solo me tape con el saco y caí rendido de lo cansado que estaba.
Al día siguiente me desperté como a eso de las 11:00 a.
m.
y salí de la casa de los abuelos a la casa de mis tíos donde nos hospedábamos que también era la casa de papa de la quinceañera, cuando llegue ya estaban reunidos algunos familiares incluidos mis padres para el típico recalentado.
Mama: Condenado chamaco porque no avisas, no sabíamos donde habías quedado, si fuera porque tus abuelos llegaron desde temprano y no avisaron que estabas dormido en su casa.
Yo: Perdón ma.
Mama: ¡Perdón!, Mira nada mas esa carita y hueles todo a alcohol, ve a darte un baño.
Fui al cuarto donde nos hospedábamos, tomé la ropa y me di un baño, hay descubrí un tremendo chupetón que me había dejado mi tía Gladys en el pecho, estaban perfectamente marcados sus labios y totalmente morado, también pude ver en el espejo las marcas en mi espalda de sus uñas aun rojas y una pequeña herida en mi labio, las huellas de la batalla de la noche anterior.
Cuando termine baje para desayunar algo, mi tía estaba ayudando a servir los platos, traía puesto un short pequeño y entallado que solo cubría su trasero con unas zapatillas bastante altas que hacían que se le parara el hermoso culo que tiene, llevaba una blusa con tirantes en el escote que dejaba ver la falta de brasier.
Estaba mas hermosa, sonriente y de muy buen humor, ya ella no es de las que le guste ayudar en la cocina y para estar ayudando a servir platos era algo extraño en ella.
Todos desayunamos, platicamos sobre cómo había salido la fiesta, me moría por acercarme a mi tía Gladys, pero sabia que seria algo sospechoso ya que nunca fuimos muy cercamos, pensaba que ya no tendría la oportunidad de hablar con mi tía ese día.
Ya en la tarde saldríamos de regreso a nuestra casa, pero antes padre me pidió que fuera a la casa de los abuelos, por unos documentos que tenia mi abuelo y necesitaba, así que fui corriendo a su casa que quedaba muy cerca, cuando entre estaba mi tía sentada en el sillón de la sala viendo la TV.
Tía: Hola Danielito, vienes por los papeles de tu papa, están en la mesa del comedor.
Yo: ¿Estás sola? (pensaba que si no había nadie tendría la oportunidad de repetir algo de la noche anterior)
Tía: No, tus tías están en sus cuartos, pero ven siéntate tenemos que hablar.
Yo: si claro
Tía: Sabes que los que paso ayer no tendría que haber pasado.
Yo: si lo se pero no me importa ni me arrepiento.
Tía: Yo tampoco me arrepiento chiquito, solo quiero que estés consiente que estos es algo que por ningún motivo se pueden enterar.
Yo: Si lo entiendo.
Tía: Ok mi amor, y no te preocupes que ya habrá tiempo de repetir alguna vez si tu quieres
Yo: Si, Claro que quiero.
(nos dimos unos pequeños besos.
Tía: Ya ya, seguro te están esperando, si seguimos me van a dar ganitas y todavía ando algo rosadita del día de ayer.
Yo: Pues mira (le enseño el chupetón que le me había dejado)
Tía: Hay por Dios, que no te valla a ver tu mama porque se nos arma.
Yo: Descuida no lo vera.
Nos despedimos con otro pequeño beso.
A partir de ese día nuestra teníamos una relación secreta, ante la familia aparentábamos ser distantes, pero en realidad nos volvimos los mejores amigos, confidentes y amigos con derechos.
Las aventuras que tuvimos en los años siguientes las contare en los siguientes relatos, pero antes tendré que abrir un paréntesis y contarles mi pequeña experiencia con mi otra tía Nadia.
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