EL MENOR (JUAN CARLOS, SU AMIGO Y YO).
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por XCITANTDLC.
Un día mi hermano Juan Carlos y su amigo Carmelo me invitan a salir a dar la vuelta me subo al carro de su amigo en la parte de adelante y mi hermano se sienta a mi lado, inmediatamente me da un beso y su mano entra debajo de mi falda levantándola y metiendo un dedo para comprobar que ya vengo húmeda como le gusta, Carmelo observa mientras maneja, me volteo hacia él para ver la expresión de su cara.
Mi hermano le dice que me muestre lo que tiene y él saca su verga del pantalón, mis ojos quedan fijos al ver el tamaño y grueso de este y en un impulso mi mano se dirige a tocarlo siendo frenada por Juan Carlos, quien me dice que no tengo permiso de tocar, lo miro molesta pero no digo nada, llegamos a la casa de su amigo entramos, ellos se quedan en la sala hablando mientras me voy a cambiar la ropa escucho decir al amigo de mi hermano quiero sus tetas en mi boca hasta hacerle acabar, lo he deseado desde que la he conocido pero no he tenido oportunidad, mi hermano le dice: Tendrás tiempo de disfrutar de eso y más, podrás acabar donde te provoque, lo único que no penetraras sólo conseguirás tocar con tu lengua y quizás meter un dedo es en su apretado orificio anal porque eso es exclusivamente mío y no lo comparto con nadie.
Carmelo se ríe y le dice: Está bien, si es así ni modo amigo igual se ve y me has contado lo delicioso de su vagina y me he imaginado muchas veces hacerme la paja con esas tetas hasta acabar y bañar su cara.
Termino de cambiarme me coloco un corsé negro con liguero, un hilo diminuto y medias negras sujetadas al liguero, unas botas de tacón alto complementa mí vestuario, recojo mi cabello en dos colas para simular las orejas Carmelo no lo sabe pero mi hermano me ha pedido hoy me porte como su perra fiel y obediente, me pinto la nariz en negro y mi boca en un rojo fuerte, respiro profundo y asumo mi papel, salgo del cuarto caminando en cuatro patas y moviendo mis caderas como los perros mueven la cola al ver a su amo en señal de emoción.
Carmelo se queda con la boca abierta al observar la escena, llego hasta los pies de mi hermano, monto mis manos sobre sus rodillas mientras jadeo y ladro como perro chiquito, él me acaricia y me dice que me eche, obedezco de inmediato, Juan Carlos le pregunta a su amigo si le gusta su perra, que es de raza fina, obediente, complaciente y fiel; levanto la mirada y lamo su mano que está colgando cerca de mí, él le pregunta si desea acariciarme, Carmelo no sabe qué hacer y disfrutamos del efecto esperado por nosotros.
Juan Carlos aprovecha y me ordena que salude a su amigo, obedezco y dirigiéndome hacia él moviéndome de la misma manera, llego le monto las manos en el pecho y paso mi lengua por su cara, siento la respiración agitada de aquel hombre y me excita, mi amo me regaña y me ordena volver hacia él, lo hago de forma sumisa y me echo de nuevo a sus pies; Carmelo apenas articula palabra diciéndole: ¡Vaya suerte! Que tienes al tener todo esto para ti.
Mi hermano se ríe disfrutando al sentir la envidia que produce en su amigo todo aquello y le responde: Eso no es nada, todo esto es mío.
Pasando su mano desde mi cabeza hasta llegar a mí culo mientras que mi hermano va pasando su mano, yo alzo mi cola para facilitar la situación hasta que va metiendo su dedo dentro de él, un jadeo de placer dejo escuchar.
Juan Carlos me manda a echar boca arriba en la cama para acariciar mi barriga, obedezco rápidamente, al pasar junto a Carmelo intencionalmente le paso mi culo por sus piernas y observo cómo se le marca la verga encima del bóxer, mi hermano me dice: Vamos perra la orden fue a la cama no que le pasaras el culo por las piernas a él, deja la puteria, ya voy a tocarte la barriga y la cuca como te gusta.
No volteo y continuo, me subo a la cama y me echo boca arriba con las piernas abiertas y las manos sobre mi pecho simulando como se acuestan los perros cuando los van acariciar mi hermano le hace una seña a su amigo y ambos se acercan, mientras lo hacen mi amo incita a su amigo que me acaricie este comienza a pasar sus manos por mi barriga mientras él lo hace con mis piernas por encima de mis medias, la deliciosa sensación me hace jadear como una perra en celo, las manos de ambos comienzan a recorrer mi cuerpo que se estremece con cada caricia.
Juan Carlos sube sus manos y comienza acariciar mis senos, los pezones se endurecen de inmediato, saca uno y su boca desesperada se apodera de él, chupa con placer su lengua lo acaricia suavemente y con la otra mano masajea el otro pezón, mi hermano le dice que es suficiente, le pide que se siente de nuevo y me ordena me baje a recoger algo del piso, lo hago pasando por el medio de ambos moviendo el culo, Juan le hace una seña a su amigo para que lo acaricie, me detengo y alzo mi cola para permitirle toque, él pasa su mano y la mete por mi rajita que ya está húmeda, aparta el hilo y acaricia mi clítoris suavemente comentándole a Juan Carlos lo mojado que se encuentra, a lo que él le contesta: Así es mi perra, se moja rico para disfrutar una buena montada.
Su amigo sigue con la caricia y mete dos dedos dentro de mi vagina haciéndome lanzar un gruñido de placer, mueve sus dedos mientras yo muevo mis caderas como perra moviendo la cola; mi hermano le pregunta ¿Qué te parece? A lo que él le contesta: Uff demasiado rico, se siente mojadisima y caliente, tremenda hembra es la que tenemos aquí, mejor de lo que me habías comentado.
Juan me ordena que me eche a los pies de Carmelo y le dé una mamada como sólo yo sé hacerlo, obedezco a pesar de estar disfrutando la caricia recibida con mis dientes y la ayuda de Carmelo quito el bóxer, su verga ya hinchada dura y babosa se presenta frente a mí, la observo y comienzo a olerla primero, luego la punta de lengua la paso por sus testículos mientras observo su reacción, él acaricia mi cabello subo lentamente mi lengua saboreando sus jugos, me delito con ellos, al llegar a su cabeza grande, roja, babosa, paso mi lengua varias veces mientras tomo aire, abro mi boca y comienzo a meterla dentro, es enorme y escucho a mi hermano decirme: Vamos perra hasta el fondo sé que puedes, métela toda.
Obedezco a duras pena cabe dentro de mi boca, mi lengua recorre esa verga, deseaba ver cómo me penetraba, chupo, lamo y saboreo aquel exquisito manjar, siento a mi hermano detrás de mí acariciándome mis nalgas, moja sus dedos en los jugos de mi vagina y los pasa por mi orificio anal sabe que eso me excita, mete uno de sus dedos y le comenta a su amigo lo apretado que se siente, separo mis piernas y continuo mamando aquella verga mientras imagino lo rico que será sentirla dentro de mí, Carmelo acelera el movimiento dentro de mi boca al sentir que chupo con más ahincó y le dice a mi hermano: no aguanto voy acabar en su boca; Juan Carlos se ríe mientras mete un segundo dedo dentro de mi ano, brinco al entrar y gruño de placer al sentir cómo la leche de Carmelo inunda mi boca, espero salga toda y lo dejo que la vea dentro de ella antes de tragarla.
Mi hermano se sienta y me dice: Ven ahora te toca tomar la leche de tú amo.
Me dirijo hacia él caminando en cuatro patas y moviendo las caderas como perra en celo, veo la cara de mi hermano que observa a su amigo quien mira mi actitud entre sorprendido y excitado yo observo a través del espejo la escena y me calienta la situación y expresión de ambos, llego a los pies de mí amo y comienzo a oler sus testículos mientras saco la punta de la lengua para lamerlos y voy subiendo lentamente hasta llegar a la cabeza de su verga, abro mí boca y lo meto completo él toma una de mis colitas y empuja mí cabeza para meterla más aún, mi lengua succiona su pene aunque me ahoga así estoy largo rato, él hace una seña a Carmelo que se acerca y me ordena me ponga en cuatro patas, obedezco mientras sigo mamando siento las manos de su amigo retirar mi hilo y meter su lengua en mí vagina, separo las piernas y comienzo a mover mis caderas, el placer es intenso y acabo en su cara, su amigo chupa mis jugos mientras mi hermano acelera el movimiento en mi boca, Carmelo sale debajo de mí y mete su gorda, grande y gruesa verga en mi vagina sujetando mis tetas que brincan libres ante sus embates, mientras sigo chupando la verga de mí amo, ambos aceleran el ritmo y chorros de leche caen dentro de mi boca y vagina al mismo tiempo, entre gemidos y espasmos de placer quedamos jadeando y ambos se sientan en el diván.
Una seña de mí amo y de inmediato comienzo a limpiar la verga de su amigo quien disfruta la sensación, luego me acerco a mi amo y hago lo mismo sin dejar rastro alguno de semen en ninguno de los dos, Juan Carlos acaricia mi cabeza y me dice la buena perra que soy, al mismo tiempo que le pregunta a su amigo: ¿Qué te parece mi perra? Demasiada rica, me tienes sorprendido de tú suerte y jamás pensé que fuera cierto lo que me decías del dominio que tienes sobre ella.
Ja, ja, ja esta es mi perra, mi mujer Carmelo.
Me levanto entro al baño y reviso el jacuzzi este a la temperatura que me gusta, me quito el corsé y entro al agua, ambos entran conmigo mi hermano se sienta frente a mí y por debajo del agua comienza acariciar mi vagina con su pie, Carmelo aprovecha y acaricia mis pechos, mi mano acaricia su verga mientras que mis pies le hacen una rica paja a mí amo, sus penes se ponen a tono y mí vagina también, Carmelo le dice: Juan quiero volver a montar a tú perra, se levanta me toma de la mano, salimos del agua y le dice a Juan Carlos: Vente, vamos a penetrarla entre los dos, mientras me envuelve en un paño y alzándome en sus brazos me lleva a la cama, me acuesta separa mis piernas y desde el agua mi hermano le pregunta: ¿Qué te parece? Divina.
Mete su cara de una vez entre mis piernas chupando mi clítoris, Juan llega a la cama y comienza a chupar mis pezones, mis gemidos comienzan a escucharse y mi hermano me dice suavemente al oído: Vamos mi perra gime, grita pide como me gusta; él sabe eso me excita más.
Tomo a Carmelo del cabello y lo hundo entre mis piernas, le digo meta su lengua profunda dentro de mi vagina y a Juan Carlos que chupe mis pechos como me gusta, que ahora les toca darme todo el placer que ellos recibieron de mí.
Grito, gimo de placer mientras mis caderas se mueven enloquecidas, llego a dos orgasmos seguidos en la boca de Carmelo y le digo: Basta de lengua y dedo ahora me cogen duro entre los dos par de perros, quiero sentir ese par de vergas una en el ano y la otra en la cuca.
Ambos se miran y sonríen, Carmelo se acuesta y me pide me monte de espalda a él lo hago desesperada y meto de nuevo su deliciosa verga dentro de mi vagina de un golpe explotando en un rico orgasmo, me recuesta sobre su pecho, mi cara de placer pone a mi hermano encendido y alza mis piernas comenzando a meter su verga dentro de mi vagina también era algo que no esperaba pero que él sabía deseaba, un grito de placer sale de mi garganta, lo que hace el empuje con mayor fuerza, la sensación de placer y dolor al sentir mi vagina completamente dilatada con par de vergas dentro me llevan alcanzar un orgasmos múltiple sujeto a Juan Carlos del cuello y le grito que se mueva, siento las contracciones de mi vagina con cada orgasmo más fuerte ellos comienzan a moverse igual yo agito mis caderas, el placer es intenso, los gemidos y gritos de placer inundan el ambiente, mi hermano bombea fuerte sabe eso me encanta, siento como un temblor comienza a recorrer su cuerpo y como debajo de mi Carmelo aprieta mis pechos y casi al mismo tiempo los chorros de semen comienzan a inundar mi vagina que lo recibe gustosa.
Mi hermano me toma de las manos y me ayuda a levantar, me jala hacia él besándome apasionadamente, Carmelo queda tendido en la cama observando la escena, me siento en medio de las piernas de él y comienzo a limpiar la verga de mi amo deleitándome con la mezcla de sus leches y mis jugos, luego me giro hacia su amigo y procedo con la misma minuciosidad a limpiarlo.
Juan Carlos acaricia mi espalda mientras le dice a su amigo: Me siento dichoso de tener a esta hembra como mí mujer, es lo más delicioso que eh tenido.
Tienes razón, eres un suertudo tremenda hembra, jamás pensé aguantaría una doble por delante y menos que pediría le dieras duro, es lo más rico que eh disfrutado uff.
Descansamos un rato mientras hablamos y vemos una película porno, la escena de una chica con dos chicos haciendo lo que hemos estado disfrutando comienza a encendernos nuevamente, mis manos se apoderan de la verga de cada uno de ellos, los dedos de mi hermano entran en mi vagina y comienza acariciar mi clítoris, Carmelo se apodera de mis pechos y juega con mis pezones, su lengua los hace endurecer, Juan Carlos comienza a jugar con mi orificio anal y yo alzo mis caderas para ayudarlo, me encanta cuando lo hace, comienza a meter un dedo y aceleró el ritmo de mis manos encima de sus vergas que ya están duros y babosos, Carmelo se levanta y pone su verga en medio de mis pechos iniciando una deliciosa rusa, subo la cabeza para lograr que la punta de su verga entre en mi boca disfrutando la expresión de placer que esto le produce y a mí me excita, mi hermano ya tiene dos dedos metidos en mi ano, mi placer va en aumento y escucho a mi amo decir: Dale apuesto que desea otra doble a mi perra pero esta vez vamos cada uno por un lado, deseo penetrar ese ano apretadito que tanto me fascina, ya le vas a ver la cara de puta que pone y como lo disfruta cuando se lo introduzco.
Carmelo se acuesta y yo me monto sobre él enseguida el deseo de sentir a mi hombre penetrándome por detrás me enloquece, Carmelo le dice: Dale, penétrala, para ver su cara.
Siento a mi hombre comenzar a introducir lentamente su verga dura en mi ano que se va abriendo poco a poco produciéndome una mezcla de placer y dolor, me sujeto del cuello de Carmelo y me impulso hacia atrás para meter de un solo golpe toda la verga de mi hermano dentro de mi ano y le pido bombee como sólo él sabe, no espera y me sujeta de las caderas marcando el ritmo desenfrenado de los tres, su amigo le comenta que mi cara de placer es deliciosa, mi cabello cae sobre ella y mi hermano lo agarra con las manos como si fuera una rienda y se afinca más, mis gritos de placer y mis orgasmos no cesan, le pido que me dé una nalgada y es Carmelo quien me la da produciéndome un orgasmo, busca en mi boca y nuestras lenguas se enredan en un beso lleno de lujuria, mi hermano sigue bombeando y me da una orden: Vamos perra muévete y sácanos la leche, quiero llenarte por completo.
No dejo repita la orden y aceleró el ritmo de mis caderas afincándome en ambas vergas, mis contracciones vaginales son intensas con cada orgasmo siento como chupa la verga de Carmelo que se estremece al igual que mi hermano al momento de salir chorros de semen, mi vagina y mi ano lo reciben deliciosamente, mientras mis gemidos poco a poco van cesando quedando tendidos los tres uno encima del otro unos segundos mientras nuestras respiraciones se calman.
Mi hermano se baja y yo también, estamos sudorosos y aún agitados, él busca mi boca y me besa apasionadamente mientras sus dedos entran en mi vagina mojándolos en el semen de su amigo y llevándolos a mi boca, escucho a Carmelo decir: esta mujer es insaciable me dejo la verga doliendo, como chupa de rico esa vagina, además tenías razón que cara de puta más divina pone, no disimula lo que goza dos vergas dentro sea por delante o como la de ahorita, es más rico verla que las descripciones hechas por ti.
Aún hay algo que deseo hacer si ustedes me lo permite.
Juan Carlos me mira y yo le pregunto a Carmelo que desea hacer.
Quiero terminar esa rusa que estaba disfrutando y que Juan Carlos me interrumpió por darte rico de nuevo entre los dos.
Mi hermano se sienta acostándose a la orilla de la cama y yo me acuesto encima de una de sus piernas, Carmelo se monta y mete su verga en medio de mis tetas iniciando de nuevo la rusa que estaba disfrutando, su verga se endurece enseguida, aún esta bañada con su leche y mis jugos, abro mi boca y comienzo a jugar con la punta de mi lengua en su orificio, él la mete más profundo entre mis tetas y la introduzco en mi boca succionándola rico, limpiando la mezcla que hay en ella, el sujeta mis pechos para acariciar mis pezones que están duros, siento la erección que está teniendo de nuevo mi amo y me enciende, aumento la succión en el pene de Carmelo que está chorreando liquido abundantemente, sigo disfrutando mamar esa verga grande que cuesta entre en mi boca, Juan Carlos saca su pierna de debajo de mi cabeza y mete una almohada, pone su verga cerca de mi cara y comienzo a darle lengua a los dos, abro mi boca y forzadamente logro meterlas las dos, los dedos de Carmelo entran en mi vagina frotando mi clítoris logrando que experimente un orgasmo, un grito se ahoga en mi garganta al él meter su verga de un golpe hasta ella.
Mi hermano le dice: vamos a darle un baño de leche a mi hembra, dejémosle la cara y las tetas bañadas como a una puta.
Carmelo saca su verga de entre mis tetas y yo me acomodo para recibir el baño de leche mientras mis dedos entran en mi vagina haciendo que mi excitación aumente, los veo acelerar la masturbación que se hacen y los chorros de leche comienzan a caer dentro de mi boca, encima de mi cara y tetas, ellos la riegan con sus manos, mientras mis dedos siguen dentro de mi vagina llegando a un orgasmos que me deja temblando de placer, recojo con la punta de sus vergas la leche que ha caído sobre mi cara y la chupo limpiando poco a poco la verga de cada uno de ellos.
Nos levantamos al rato para darnos una ducha los 3, ellos enjabonan mi cuerpo y yo el de ellos, salimos del baño nos vestimos, comemos algo Carmelo se despide de nosotros agradeciéndonos lo rico que paso la tarde.
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