El pequeño semental 11 (Capitulo final)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por adalberto1979.
Empecé la entrevista, ella tenía 17 años en ese entonces, intentaba sonar maduro, quería impresionarla, ella contestaba las preguntas con la seriedad que una entrevista de trabajo implicaba, creo que también quería sonar madura y capaz
– Bueno Alejandra, me comentas tienes 17 años, sin novio, pero dime ¿Qué estas estudiando actualmente?
– La prepa, estoy en 4° semestre, aún no sé qué podría estudiar
– ¿Podrías?
– Bueno me refiero a que es lo que me gustaría estudiar, me gustan tantas cosas, quisiera estudiar gastronomía, pero es una carreara muy cara y no reditúa mucho al final, la otra que quiero es arquitectura, me fascina crear diseños nuevos…
Yo la escuchaba embobado, parecía un ángel que hablaba, sus facciones en ningún momento presentaban datos de nerviosismo o expresiones de más, era solo una expresión tranquila de seguridad, eso la hacía ver sumamente atractiva, interesante, me sentía un verdadero niño a su lado y la verdad eso era para ella en ese momento, solo un mocoso engreído hijo del patrón que se sentía superior a los demás, pero como ella quería trabajar y el trabajo sonaba cómodo me seguía el juego; no alargaré ni los aburriré con los detalles de la entrevista, solo que fue amor a primera vista, por supuesto que obtuvo el trabajo, desde el día siguiente se presentó a trabajar, toda propia ella, me hablaba de “usted” a pesar de ser yo un mocoso para ella de tan solo 13 años.
Desde el primer día intenté ser galante con ella, la cortejaba con todo el respeto que se debe a una mujer mayor que tú y sobre todo mucho más madura mentalmente hablando, en ocasiones se sonreía conmigo cuando yo le hacía un comentario gracioso, ella me ayudaba a ordenar las cosas que yo debía aprender de la empresa y sobre todo me facilitaba el encontrar datos para, al mismo tiempo, hacer mis tareas escolares.
Me apenaba a más no poder el que en varias ocasiones ella me explico problemas matemáticos que yo no entendía, ya que ella ya los había llevado tiempo atrás, me enervaba la sangre, pero el hecho de que se sentará a mi lado y con su dulce voz y paciencia de matusalén me explicara lo que yo no entendía, muchas ocasiones ella volteo para ver que ponía atención y yo sólo la veía a ella con mi cara de bobo, que al verme sorprendido brincaba y volvía a ver el cuaderno donde ella me explicaba, ella sólo se sonreía;
Le dije a mi abuelo que necesitaba un pizarrón para hacer mi escuelita ahí, la verdad solo la quería verla de pie con su escultural cuerpo y los lentes que se ponía para explicarme mientras escribía en el pizarrón; a Martha me la seguía cogiendo cada que se podía, mandaba a Alejandra a realizar pagos o enviar correspondencia a otras empresas y me cogía a su mama cuan salvaje podía; a ella le comentaba, mientras me la cogía que me gustaba su hija que me la quería coger también, Martha me contestaba que ella misma le abriría las piernas y me tomaría la verga para romperle la chocha
(Así llamaba Martha a la vagina) y que después le escupiría en el culo para romperle el orto (También así llamaba al culo, bueno cada quien su jerga), pero una vez que acabábamos de coger y guardábamos la compostura me comentaba que estaba loco, que Alejandra le gustaban los chicos mayores, que había unos ya casi terminando la universidad, casi médicos, que la pretendían, que no creía yo le gustara y casi me suplicaba que no la metiera en nuestros asuntos, yo trataba de ser respetuoso con Martha en ese momento y sólo le decía que me diera una oportunidad con su hija, a pesar de mi depravadez no era tan malo, de tanto la convencí y acordamos que le daría permiso para salir conmigo una vez y quedaría a decisión de Alejandra el que yo me involucrara sentimentalmente con ella.
Habían pasado 4 meses desde que Alejandra trabajar conmigo, mis calificaciones mejoraron, eso generó la oportunidad que yo esperaba, la invité a cenar
– ¿A cenar? ¿Yo?
– Si claro que tú, te debo mucho Alejandra, sino fuera por ti anduviera sin pies ni cabeza con tantas cosas que tengo que aprender de este negocio y de mi escuela; tu sabes que ni el abuelo ni mis maestros tiene consideración conmigo, sólo tú me has apoyado, ayudado, comprendido y hasta consentido cuando no me lo merezco, de verdad Ale tengo mucho que agradecerte eres mi ángel
– ¿Ángel?—se sonrojo Alejandra, por primera vez vi sus mejillas rojas por un comentario mío, eso me animó más
– Si hermosa, eres y espero que sigas siendo por mucho tiempo mi ángel de la guarda, por favor acepta mi invitación y por lo menos esta vez deja que yo te consienta un poco
– Gracias joven Roberto, pero a ¿dónde me quiere usted llevar?—pregunto ya más tranquila, estudiando si respuestas
– Quiero que veamos juntos una película, y después te llevo a cenar, te quiero llevar a un lugar nuevo que abrieron, disculpa mi atrevimiento pero ya reserve
– Me gustaría aceptar su invitación pero no sé si mi mamá me deje ir
– Bueno por eso no batallaremos—levante mi teléfono marque al extensión de Martha y le pedí viniera, ella entro
– Hola Martha, te llame para ver si le das permiso a tu hija de salir conmigo, saldremos temprano al cine después a cenar y antes de las 10 PM esteré tocando la puerta, mis calificaciones subieron y le quiero agradecer con eso—Martha me vio directo a los ojos y después volteo a ver a su hija
– ¿Tú quieres ir Alejandra?
– Si mamá, sino te importa—contesto ella bajando la vista
– Bueno está bien joven Roberto, ¿Cuándo saldrían?
– Mañana
– Está bien, hablaré con mi esposo para que este enterado y no creo que haya problema con el—volteo a verme mientras lo decía y su cara era de un “Pórtate bien”
– Excelente—dije yo estilo Montgomery Barns juntando los dedos de mis manos.
Fuimos al cine y antes de entrar fuimos por golosinas, ella me seguía hablando de “usted” a pesar de que le había pedido fuera de “tu”.
– ¿Qué se le antoja comer mientras vemos la película?
– Ale, ya no me hables así, dime Roberto, Robert o wey, como quieras, pero aquí quiero que seamos amigos no trabajadores
– Es que no me acostumbro
– Mmmm mira cada que me hables de usted te voy a dar un besito ehhh
– Jajaja no, imagínese
– Ya ves ahí va el primero— la tome rápido de su cabeza con ambas manos y le bese la frente, ella rio mas
– Bueno está bien intentaré hablarte por tu nombre… Roberto
– Muy bien, que bonito suena cuando me llamas por mi nombre, dilo otra vez
– Ro… ver…. to—lo dijo suave y lentamente, saboreando las palabras acercándose a mí, su mirada cambió, mi cuerpo tembló
– Moriría escuchando eso
– ¿Le gusto?—me pregunto con una sonrisa
– Otra vez— nuevamente le tomé el rostro solo que esta vez la besé en la nariz
– Jajaja perdón, quería ver si te atrevías a hacerlo de nuevo y ya lo vi jajaja. A que Robertito tan besucón—lo dijo mientras con sus dedos apretaba mi nariz
– Bueno vamos a comprar algo porque si no empieza la película y nosotros afuera
Transcurría la película y una vez terminadas las golosinas, ella froto las manos denotando frio, yo la tome con mis manos que estaban más calientitas y ella sonrió aprobándolo, así tomados de las manos vimos toda la película, a ratos ella recargaba su cabeza en mi hombro. Terminó la película y salimos, ya no la solté con la excusa que no quería que separa entre tanta gente, así la lleve al restaurante, íbamos bien arreglados ella con una vestido a nivel de rodillas color oscuro, yo con ropa de vestir, era un lugar exclusivo, por lo que me puse corbata y un saco que había dejado en el caprice, que el abuelo amablemente me presto (Había tomado clases de manejo para no quedar mal), le abrí la puerta cual caballero con una dama, le di la mano para ayudarla a bajar, ella se sentía fascinada, lo podía ver en su cara, en la entrada un tipo con smokin nos esperaba
– Buenas noches reservación para dos a nombre de Roberto Rentería—nos miró de arriba abajo y reviso su lista de reservaciones
– Claro aquí está Señor… Rentería—lo dijo titubeando, éramos 2 adolescentes jugando a los grandes.
Nos condujo a la mesa y ahí me encargue de pedir por los dos, obvio no hubo vino, pero si mesclas de sabores en las bebidas que pedí, finalizamos la cena y de la mano salimos hacia el auto, ya estando ahí antes de entrar nos quedamos los dos parados uno frente a otro, aún tomados de las manos
– Espero te haya gustado salir conmigo y tratar de agradecerte con este pequeño gesto lo mucho que te debo
– Es mi trabajo y usted mi jefe— la mire directo a los ojos, me acerque más le bese la mejilla, sentí su rubor con mis labios, volteo a verme y nuevamente me dijo— y espero que usted se la haya pasado bien cenando conmigo—era la invitación a seguir, la tome con ambas manos y le bese suave en los labios, ella cerro sus ojos y suavizo su boca permitiendo alargar el beso, cuando nos separamos—y ¿eso por qué fue?
– Te dije que si me hablas de “usted” te daría besitos
– ¿ah sí? Pues me está gustando hablarle de “usted”
Nuevamente la besé, ahora la abrazaba mientras lo hacía y ella me abrazó también, el estacionamiento estaba sólo, abrí la puerta del caprice y la metí, me subí por el otro lado y ya dentro la volví a abrazar y besar, nuestras lenguas ya jugaban una con la otra, yo acariciaba su cuello, su rostro, baje mi mano hasta su busto, lo hice suave, no quería verme mal con ella, ella me beso más fuerte cuando sintió mis caricias en sus senos, me sentía extraño pero me gustaba me estaba ligando a la chica de mi sueño y mayor que yo, entre los besos y las caricias la acosté sobre el asiento del caprice, era de esos antiguos que no tenían división, por primera vez comprendí porque le gustaba este carro al abuelo, con los vidrios oscuros era un motel portátil. Sé que es lo que esperan leer pero no me la cogí, al final se levantó y nos arreglamos la ropa.
– Ya es tarde Roberto y mamá nos advirtió que a las 10
– Tienes razón Ale, quisiera quedarme aquí toda la noche contigo pero di mi palabra y la cumpliré. Pero eso si te digo, de que saldremos de nuevo lo haremos ¿Verdad?
– Si Roberto, me encantaría
Nos fuimos en el armatoste del abuelo, la dejé en su casa, su mamá nos esperaba en la sala, ahí la dejé, Martha me miraba estudiándome, Alejandra se fue a la cocina para tomar agua y le dije a Martha
– Tranquila no pasó nada, la respeté como fue nuestro acuerdo, pero si quiero una relación seria con ella, espero no te opongas a ello
– Y ¿lo nuestro?
– Pues seguirá si tú quieres, yo no soy tan impositor como mi abuelo
– Bueno si es así pues… quiero que siga—me miraba con brillo en sus ojos
Así empezó mi relación con Alejandra, la mujer más hermosa que yo haya visto en hasta mis días. Lo resumiré que fue algo bonito, la respeté por mucho tiempo y formalizamos nuestro noviazgo años después o mejor dicho lo dimos a conocer a los demás, porque novios ya éramos desde ese día….
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Habían pasado poco más de 6 meses desde esos tres días que marcaron mi vida y bueno no solo a mi sino a toda la familia, era fin de semana, el abuelo me había dado el día libre, de hecho casi todos los sábados él se presentaba solo a la fábrica, imagino que quería cogerse a Martha a sus anchas y hacerla relinchar como yegua o ladrar como perra; en la casa el silencio solo era interrumpido por los gemidos y sonidos de placer que daban mis hermanas
– Aaaahhhhh aaaaahhhhhh
– Aaaaaahhhhhh aaaaahhhhhhh
Jazmín estaba sentada sobre y frente a mí, se había metido mi pito por el culo, estaba recargada hacia atrás sobre sus brazos, viendo su reflejo en el espejo que habían colocado, unos días antes en el techo; Paola de frente a ella, sentada sobre mi rostro hacia lo mismo, recargada hacia atrás sobre sus brazos veía su reflejo y el de Jazmín, yo metía mi lengua lo más que podía en su raja y en ocasiones lo hacía en su culo, las dos gemían fuerte, se movían como serpientes, abrían la boca pero no cerraban sus ojos, les gustaba ver el reflejo de sus cuerpos retorcerse sobre mi
– Aaahhhh si aaaahhhhh hermanito mete más tu lengua en mi culo… más aaaahhhhh—decía Paola
– ¿Ahora si vas a dejar que te la meta por el culo?
– No, todavía me arde con lo del abuelo, me lo dejo hecho mierda aaahhhhh aaaaahhhhhh
Mis hermanitas ya decía palabras como mierda, culo, verga, coger y cuanta sandez se le antojaba, eso sí solo cuando cogíamos o estábamos solos, frente a mi madre y los abuelos todo era respeto. El abuelo hacia 3 días se había cogido a Paola por todos sus agujeros, pero ese día en especial le dio una buena friega a su culo, como 1 hora solo por el culo, Paola gritaba, el abuelo le había dado 3 cervezas, por lo que mi hermanita estaba un poco mareada y se dejó hacer lo que el abuelo quiso, se veía tan pequeña al dalo del abuelo y el la cargaba como si un muñeco de trapo se tratara.
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Hace 3 días…
Estaba yo cogiendo de lo lindo sobre mi madre, ella totalmente abierta de piernas, los dos bajo las sabanas, ese día no era salvaje, era una cogida romántica, se la metía suave y ella abría su boca mirándome mientras la penetraba, mi verga se deslizaba como si de mantequilla se tratara, movía lento mis caderas pero cuando sentía estar todo dentro de ella, metía más la verga y le arrancaba suspiros de placer, sus ojos a ratos de vidriaban de amor, nuestras lenguas se enroscaban en danza erótica lo mismo que nuestras caderas, en ese momento cogiendo era como si nos declaramos amor, la tomaba de sus manos con mis manos y las ponía a cada lado de su cabeza, me levantaba un poco sacándole por completo la verga para volver a metérsela, lento pero profundo, ella apretaba mis manos al sentirse nueva y profundamente penetrada, suspiraba abriendo su boca para recibir la mía y poder meter mi lengua dentro de ella enroscándonos en un beso de pasión; en la sala el abuelo tomaba cerveza, Paola lo acompañaba, sentada a su lado abrazándolo, recargada en su hombro mientras veían tele
– Glu glu glu aaahhhh esta cerveza está más que deliciosa, ¿quieres primor?
– ¿Cerveza? ¿No estoy muy chica para eso?—pregunto Paolita
– No mi amor, tú ya no estas “chica” para nada—diciendo esto la tomo de la cara y la beso en la boca con su lengua
– Jijiji, abuelito, entonces ¿si me tomo una?— dijo con mirada picara mientras se mordía el dedo meñique
– Si mi amor anda te la abro yo
“thiiissssss” fue el sonido de la lata abriéndose, mi hermana la toma, al principio le sabe fea como todos los que la prueban por primera vez, pero después del segundo trago, ya supo mejor… tres cerveza después Paola reía de todo, hablaba entrecortada pero como un loro, se levantaba, le bailaba al abuelo girándose coqueta y levantando las nalgas cuando se las ponía en frente, se sentaba a horcajadas sobre él, su minifalda se subía hasta sus nalgas, las cuales eran estrujadas por el abuelo, ella lo tomaba con ambas manos de su rostro y lo besaba sacando su lengua, movía sus caderas sobre la dura verga del abuelo, se volvía a levantar, al hacerlo el abuelo podía ver sus pantaletas rosa claro, mojadas de la entrepierna; ella le volvía a bailar sensual, mi madre le había enseñado como hacerlo, Paola se volteaba y le mostraba las nalgas al abuelo levantándose la minifalda y estirando su pantaleta para que se meta entre sus nalgas
– ¿Te gusshhta abuelito? ¿Te gushhta mi culo?—decía con voz de semi-ebria
– Esta divino mi amor, ven siéntate así sobre mi
Paola lo hace, se sienta de espaldas sobre la verga del abuelo y mueve sus caderas para masturbarlo con sus nalgas, el abuelo le levanta la ligera blusa que Paola viste, le pellizca al mismo tiempo ambos pezones, los cuales que están más abultados por las constantes chupadas que les damos
– Aaahhhh abuelito, que rico sshhiento— gime Paola dejándose caer de espaldas sobre el abuelo, este le besa el cuello y le muerde el hombro— aaaahhhhhh aaaaahhhhhhh — Paola lo sujeta por las manos que la pellizcan y mueve más sus caderas— aaahhhhh aaaaahhhhhhh
El abuelo la levanta y le baja las pantaletas que quedan enrolladas en uno de sus tobillos, Paola aún recargada sobre el abuelo mantiene sus caderas arriba, separadas del abuelo permitiéndole que este desabroche su pantalón y saque de sus calzoncillos su enorme verga; una vez fuera vuelve a descender Paola guiando con una mano la enorme verga del abuelo hacia su pequeña raja
– aaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh— es el enorme quejido que da Paola al sentirse penetrada por el abuelo, este le voltea la cara para seguirla besando en la boca mientras comienza un mete y saca—-aaaaahhhhhhhhh aaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh aaaaaaaaaaaahhhhhhhhh— son los gemidos y gritos que da Paola, mientras con una mano se pellizca un pezón y con la potra se frota el clítoris rápido y fuerte—– aaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh aaaaaaaaaaahhhhhhhh
El abuelo la sujeta con ambas manos de las caderas para hacer más eficientes sus estocadas, se detiene, la levanta sacándole la verga, la acomoda y que Paola le mame la verga y ella lo hace cual experta es, mucho más de lo que debería ser a su edad, cuando el abuelo siente que ya lo mamo suficiente, la vuelve a sentar sobre él, esta vez de frente a él, le acomoda la enorme verga en la tiernita vagina de mi hermana y se la mete toda de un empujón
– mmmmmm— Paola se muerde los labios y aprieta ambos ojos al sentirse penetrada profundamente por el abuelo, casi le entra toda la verga ya a estas alturas, abre sus ojos y ve al abuelo con la boca abierta y la cabeza echada hacia atrás y sus ojos en blanco, la levanta para volver a bajarla de un envión y meterle la verga nuevamente— aaaahhhhh aaaaaahhhhh aaaaaahhhhhhh— son los gritos de Paola mientras el abuelo la levanta y la baja sobre su verga,
Ella solo le responde apretando sus manos sobre sus hombros, para sostenerse y no caerse de los enviones que el abuelo le da, este acelera las metidas haciendo que mi hermana gima como puta que es—aaaaaaaaahhhhhhhh aaaahhhhh aaaaaahhhhhh si si si abuelito si aaaaaahhhhhhhh eres un pervertido aaaahhhhh un desgraciado aaaaahhhhhhh un puerco infeliz aaaahhhhhhhhh— el abuelo ya loco le empieza a meter dos dedos de una vez en el culo de Paola—– aaahhhhhhh si aaaahhhhhh eres un pinche pervertido aaaaaahhhhhh que se cogeshh a su nietecita de tan solo 11 añoshh aaaaahhhhhh ereshh un puto cabrón aaaaahhhhhhh le metes dedos en el culo aaaaahhhhh aaaaaaaahhhhhh aaaaaahhhhhh—fue el megagemido que dio mi hermanita al sentir tres dedos hurgando su culo— aaaahhhhhhh ereshh un pinche pedófilo enfermo aaaahhhhhhh aaaaaaaaahhhhhhh— plaff fue la cacheta que le dio Paola a mi abuelo— toma pervertido, por cogerte y dedear a tu nieta, toma—plaff una nueva cachetada que el abuelo recibió abriendo su boca y sacando su lengua, Paola al verlo se lanzó sobre ella metiéndola a su boca chupándola y besándola con verdadera lujuria impropia de una nena de esa edad—- aaaaaaahhhhh que rico me cogeshh aaaaahhhhhhhhh— el abuelo le besa el cuello y en un momento involuntario lo chupa dejándole un marca en la base de este, jajaja ni modo, ellas ya saben que a veces pasa, mi mamá siempre previsora compró muchas mascadas de diferentes colores que ellas lucen coquetamente en sus cuellos debido a que a veces las marcamos— aaaahhhhhhh abuelito ahhhhhh llévame a mi habitación, quiero que me cojas allá.
El abuelo se levanta con Paola toda ensartada, saca su pantalón hábilmente y camina cogiéndose a Paola que se sostiene abrazándolo del cuello, a ratos se detiene y sosteniéndola de ambas nalgas la levanta y la baja, ella es pequeña comparada al abuelo se ve tan frágil y ligera, poco falta para que él la aviente al aire, la haga dar un giro y la reciba ensartada con su verga como si de un balero se tratara; después se detiene y le lleva contra la pared conde se la mete y saca sin piedad
– Aaaaahhhhhh aaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh ereshh un pinche cabrón— le dice Paola besándole el cuello y chupándolo y es ahora ella la que se lo marca—- mmmmmm mmmmm
Gime mientras le hace un chupetón en el cuello, jajaja bien puto se va a ver el abuelo con una mascada en su cuello. La separa de la pared y sigue avanzando, sube las escaleras y cada escalón es una metida, ella lo besa en la boca con su lengua y en ocasiones él se detiene para poder darle metidas y sacadas rápidas, la coleta que traía en el cabello hace mucho que se le cayó, ni ha de recordar en donde, pero eso hace que el cabello brinque y caiga después que ella a cada arremetida dándole un tinte más pornográfico a la escena.
Finalmente después de ese accidentado camino, llegan a la habitación, ahí el abuelo la avienta sobre la cama, Paola cae sentada entre un brinco y otro y se quita la blusa que aún tiene, se recarga con sus brazos sobre la cama, abre sus piernas, su raja se ve roja, hinchada, babeante, ella lo voltea a ver desafiante, aún trae cabellos pegados a su rostro por el sudor, se ve pequeña… es pequeña, una niña retando a un adulto muy maduro a que se la siga cogiendo sin piedad, el abuelo la ve, le brillan los ojos, se ve tan pequeña tan menudita y tan puta, se acerca a la cama con su verga parada babeando liquido preseminal y ya cerca de Paola la sujeta de los cabellos y la guía a su verga para que se la chupe, ella lo hace sujetando las caderas del viejo, Paola inclina su cabeza, de tal forma que sus cabellos caen a un lado y abuelo ve su oreja izquierda, él sabe lo que ella quiere, con esa posición le facilita tomarla por la nuca y el cuello y cogérsela por la boca, salvajemente como a ella le gusta
– Ggggrrrrppppp gggggrrrrrrppppp—son las arqueadas que da Paola con la verga del abuelo hasta sus amígdalas— ggggrrrrp ggggrrrrrpppppp bbbrrrrruuuuuuaaaaaaaakkkkkkk— da un arcada fuerte vomitando algo de la cerveza ingerida, el abuelo siente el líquido en su verga y que este luego cae al piso
– Si serás pendeja, como te atreves a tirar el vital liquido
– Ahorita lo levanto abuelito, ya lo levanto, no te enojeshh
Paola se baja de la cama y a cuatro patas en el piso, chupa y lame la vomitada que dio, el abuelo la ve excitado, con lujuria como ella con la lengua junta el líquido para después absorberlo con los labios sin dejar ni una gota
– También cayó en el pie— dice el abuelo con un brillo en su mirada, Paola lo voltea a ver, se sonríe coqueta y lamiéndose los labios se acerca y le comienza a chupar los dedos, a lamer el dorso del pie—el tobillo también—ella sube con su lengua hasta el tobillo lamiendo y besando ambos maléolos— ahora la pierna— la boca de Paola se sentía suave, pequeña tibia, la lengua de una niña lamiendo la pierna de un abuelo, el sentía escalofríos, su verga brincaba como resorte sola, bueno aparte esa mañana se había tomado una pastilla “azul” mágica— ahora mi muslo— ella sigue subiendo, lo lame todo como si fuera una paleta de dulce enorme, ella sola sigue subiendo hasta llegar a los huevos, ahí los chupa alternadamente, su pipo sigue babeando liquido pre seminal, Paola lo ve, mete solo la zona de la uretra y lo chupa— aaaahhhhhhh se queja de placer el abuelo
Paola chupa con ganas la verga del abuelo, ya es toda una experta mamadora, la práctica hace al maestro, a estas alturas ella podría enseñar a una prostituta como dar placer, el abuelo siente su verga reventar, levanta a Paola y la pone empinada sobre la cama, apunta su verga sobre la raja y la mete de un empujón
– Aaaaaaaaaahhhhhhhhhh aaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhh aaaaaaaaaaaaaahhhh— son los gritos que da mi hermana con los embates del abuelo, que la sujeta con ambas manos cruzadas en su espalda, mi hermana no puede agarrar las sabanas, esta como esposada por el abuelo, por lo que a ratos las muerde— aaaahhhhhh aaaaaaauuuuuuuuuuhhhhhhh—es el grito que da al sentir una fuerte nalgada
– Niña mala, niña puta— grita el abuelo mientras con una mano la esposa por atrás y con la otra la nalguea, mientras se la mete y saca rápido
En la Habitación de enfrente estoy sobre mi madre, cogiéndomela con verdadero amor, pero al estar escuchando los gritos e injurias de Paola, me voy calentando y aumentando la velocidad de mis estocadas, mi madre lo percibe recibiéndolas con gusto aumentando la velocidad de su respiración, abriendo más la boca conforme aumento la fuerza y la velocidad; paso una mano por debajo de sus caderas hasta llegar a la zona sacra y la otra la paso por encima de su hombro hasta llegar a su espalda, ahora su la tengo bien sujeta y aumento más mis estocadas en fuerza y velocidad
– Aaaahh aaahhhh aaaaahhhh— siento los quejidos de mi madre en mi oído— aaahh aaahhh ¿te estas calentando oyendo a Paola verdad? aaahhh aaaaahhh, ¿quieres fuerte? Aaahhh aaaahhh hazlo fuerte, ¿te gustaría cogerte a la putita de tu hermana ahorita verdad? Aaahhh aaaahhh aaaahhh házmelo fuerte, si quieres imagínate que soy ella, hazme lo mismo que le harías a ella aaahh aaahh aaahhh — mientras decía esto sacaba la lengua y lamia mi oreja
– No madre, aaahhh aaahahh me gustas tú, no necesito imaginar a nadie, me calenté con la arrecha de mi hermana y si… te voy a coger fuerte
– Aaahhhhh aaahhhhhh aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh— fue el quejido que dio cuando sintió uno de mis dedos meterse en su culo, los jugos que salía de su raja mojaban mis huevos y estos mojaban el culo de ella, por lo que ya estaba lubricado— aaahhhh si fuerte aaahhh fuerte mas aaaahhhhh, mi amor ¿quieres que me ponga boca abajo?
– ¿Para qué?
– Para que me encules, enculame anda anda aaaahhhh aaaahhhh enculame fuerte mi amor aaahhhhhhh—se la saque y la voltee, bueno ella lo hiso sola, ya estando boca abajo, mojo su mano con saliva y la untó en su culo, abrió las nalgas con ambas manos— enculame bebé enculame aaaaaahhhhhhhhhhhhhh mmmmmggg aaaahhhhhhhhhhh—fue el quejido que dio cuando sintió mi verga deslizarse en su culo, ahí continúe por 20 minutos, las estocadas eran profundas y fuertes— más bebé más, que fuerte eres aaaahhhhhh nalgueame hazlo… hazlo fuerta aaaaahhhhh aaaaaaaaahhhhhhhhhh—
Yo la nalgueaba fuerte y mi metidas eran profundas— aaahahhhhh aaaaaaahhhhhhhh mi semental que rico me coges aaaahhhhh que rico… bésame mi amor bésame quiero sentir tu lengua aaaaahhhhhhh—la levante del cuello, es muy flexible, su espalda se arqueó toda y le voltee la cara nuestras lenguas se enroscaban, mis caderas se movían sin piedad, ya no era sexo romántico, era una cogida salvaje— aaaahhhhhhhhhh — fue el quejido que lanzó cuando sintió mi mano apretarle un pezón— aaaahhhhhh aaaaahhhhhhh bebé te amo como a ningún otro he amado, me llenas, me enloqueces aaaahhhhh siempre tienes la verga parada para meterla en cualquier agujero no sabes cómo me calienta eso aaaahhhhhhhhhh
– Mamá, te quiero embarazar—decía yo penetrándola sin piedad
– Aaahhh aaaahhhh bebé estas seguro aaaahhhh aaaaahhhhh
– Si mamá, quiero que tengas un hijo mío, una hija mejor y tú me la va a entregar para que me la coja
– Aaaaahhh aaaaaahhh si hijo si aaaaahhhh, pero estas en el agujero equivocado aaaahhhh—se zafa mi madre rápidamente y me la chupa hasta dejarla toda limpia, se vuelve a poner boca abajo— métemela en mi raja, tenía que limpiarla, quería semen limpio si me vas a embarazar— yo se la metí, estaba muy cachondo ya— aaaaaahhhhhh aaaaaaaaahhhhhh si, vente hijo vacíate en mi interior lléname de leche, préñame aaaahhhh aaaaaaahhhhh aaaaaahhhhhh—vacié mis huevos depositando toda mi leche en su interior— ahhhh que rico estuvo esto— mi madre se zafa de mí y se pone boca arriba, sube sus pies a la pared y pone dos almohadas en su cadera levantándola
– Acércate— dice chupándose el dedo medio como lubricándolo, yo me acerco y ella se lleva mi verga a su boca y comienza a chupar sacando las ultimas gotas de leche, desplaza el dedo medio por debajo de mis huevos hasta mi culo y lo introduce
– Aaaaaahhhhhhhhh aaaaaaaaaaahhhhhhhhh—grito yo al sentir como sale más leche de mi verga— aaaahhhh ¿Qué me haces cabrona? Aaaaahhhhh—la leche sigue saliendo y ella chupándola, cuando ve que ya no sale ni gota, saca le verga de su boca y el dedo de mi culo, gira su cabeza y escupe toda mi leche en su mano para luego llevarla a su concha— ¿Qué hiciste?
– Ordeñe tu próstata, para sacar más leche, o ¿no quieres embarazarme?
– Ha ¿pero era en serio lo de si dejarte embarazada?
– Pues tú quieres ¿no?
– Pues sí, pero pensé que era calentura del momento
– Jajajaja no le saque jajajaja— rio mi madre burlándose al ver mi cara de susto
En la otra habitación Paola ya gritaba a “grito abierto”, mientras el abuelo la sodomizaba sin piedad
Aaaahhhh aaaaahhhhhh aaaaaayyyyyyyy abuelo que grande eres— el abuelo la sujetaba por amabas caderas y la penetraba sin piedad. La levanta y la para frente a un espejo, que tenía Paola pegado a una pared, para verle la cara a esa niña que se cogía sin piedad por el culo como si de una adulta se tratara
– Toma puta toma
Le decía el abuelo mientras la sujetaba de los hombros y se la metía y sacaba una y otra vez, tenía las piernas encorvadas para poder estar a la altura de la niña y culearla a gusto, Paola tenía ambas manos apoyadas en el espejo para no chocar contra él y hacer las metidas más fuertes
– Aaayyyyy aaaaaayyyyyy abuelo me duele, aaaayyyy no pares aaayyyyy aaayyyyyy— Paola ya gritaba, sus gritos se oían por toda la casa— has que me cague abuelo has que me cague!! Quiero cagarme en tu verga aaaahhhhhhh— una persona normal se hubiera infartado al escuchar una niña de 11 años pedirle a su abuelo que la hiciera cagar en su verga mientras se la metía, pero en esta casa ya era un lenguaje y petición normal
– Eso quieres pues toma puta toma toma toma—decía el abuelo aumentando la fuerza de su penetración, tal vez el alcohol o lo puta que era Paola toma una mano del abuelo y la pone en su cuello, luego hace lo mismo con la otra, el abuelo ríe—puta loca, aaahhhh puta te voy a partir el culo en dos
Ya estaba cansado de tener ambas piernas dobladas, así que se levantó con Paola ensartada, separándola del piso, de tal forma que solo la sostenía con verga en el culo y con las manos en su cuello, esto era mucho para mi hermanita, ella tratando de sostenerse se agarraba de ambos antebrazos del abuelo, él la manejaba como un títere, movía sus caderas y le apretaba el cuello.
En la otra habitación mi madre seguía en su posición de fertilidad conmigo acostado a un lado, charlábamos de cosas sin sentido, era extraño después de habérmela cogido, pero una cosa normal para nosotros, ella noto que Paola dejo de gritar y quejarse, solo escuchaba los bufidos del abuelo, su instinto de madre la hiso pararse y dirigirse a la habitación de Paola, al entrar vio un tarro de crema dilatadora “bueno menos mal uso dilatador” pensó para sus adentros y al voltear al otro lado vio justo cuando Paola soltó los brazos del abuelo y cayo desvanecida, el abuelo la tenía pegada al espejo mientras la sodomizaba sin piedad
– Aaaahhh aaahhhh me vengo mi putita me vengo aahhh aaahhh aaahhhhh— volteo su cabeza hacia arriba y puso sus ojos en blanco metiendo profundamente la verga en el culo infantil, mi madre corrió a tratar de liberar a Paola pero el abuelo no la soltó hasta que descargo toda su leche—aaaaaaahhhhhhhh ahhhh ahh acabe—soltó a mi hermana se fue hacia atrás cayendo desfallecido en un sillón, dejándola en brazos de mi madre quien la cargo y la acostó en la cama, le dio suaves cachetaditas para despertarla
– Pao, Pao, despierta mi amor, no me asustes—Mi hermana de pronto dio una inspiración profunda y abrió los ojos asustada
– ¿Qué paso?
– Te desmayaste
– ¿Me desmaye?
– Si mi amor, ¿estás bien?
– Guau!! Eso estuvo cabrón— grito Paola volteando a ver al abuelo sentado en la silla recuperando aire, con la verga aun escurriendo jugos— mamá me vine bien cabrón, me sentí en el cielo– Paola se levantó y se dirigió al abuelo y le mamó la verga limpiándola, él le acariciaba la cabeza y los cabellos a su dócil y caliente nietecita, todavía recuperando el aliento, ya no era un chaval propiamente y Paola lo había agotado a mas no poder. Mi madre parada con las manos en la cintura los veía serios, hasta ese momento se percató que ella también estaba desnuda y con mi leche escurriendo de su raja
– O sea ustedes dos que hacían, que peligro, habrá que poner reglas para eso—el abuelo solo volteo a verla y le sonrió guiñándole el ojo
– Pon las que tú quieras primor, las que tú quieras jejeje—sujeto a Paola con ambas manos para cogérsela por la boca, abriendo el la suya y poniendo los ojos en blanco como un pervertido
**********
Nuevamente los gemidos de mis hermanas me trajeron a la realidad, Jazmín movía sus caderas y contraía su culo en mi verga, eso hacía que yo diera gemidos de placer, Paola no se quedaba atrás y también movía sus caderas sobre mi cara, mi lengua ya estaba en su raja, mi nariz se enterraba en su culo, sentía su aroma, aquellos que piensen que un culo huele a mierda pues no, huele a vagina, además el alternar mi lengua en sus hoyos hacía que compartieran aroma y ese olor me embriagaba, metía mi lengua lo más profundo y empujaba mi cadera hacia arriba paras penetrar más a Jazmín, las dos gemían y gritaban con mis movimientos, era mi nueva forma de hacer música, lo hacía rítmicamente y ellas gemían a mis estímulos, nunca se los dije pero me encantaba componer música con nuestras cogidas.
– Anda Pao deja te la meto por el culo, mira a Jazmín como le gusta
– No Rober, de verdad aún me duele, si tu lengua me duele aaahhhhh aaaaaahhhhhh— gemia y se quejaba quedito cuando le pasaba un dedo y se lo metía suavemente por su culo— no hagas eso, de verdad me arde— y era verdad tuvo que usar crema para hemorroides toda lo noche, porque no aguantaba el ardor
– O sea, mi abuelo te lo parte en dos y yo pago los platos, no… no lo considero justo
– Hago lo que quieras pero deja descansar mi culo unos días más y dejo que me lo partas igual aaahhhh aaaahhhhh aaaaaahhhhhhh— gemía con mis lengüetazos y sola se estimulaba sus pezones
– Aaahhhhh aaaaahhhhhhh— gemía Jazmín con mis arremetidas en su culo—yo si dejo que me encules mi amor, a mi si pártemelo cuanto quieras aaahhhh aaaaahhhh aaahhhhhh aaahhhhh—Jazmín me miraba desde su posición, madreando a Paola con sus palabras, lo querían o no competían entre si por ser la favorita y en ese momento era Jazmín. Quite a Paola y me zafe de Jazmín y la empine, coloqué mi verga en su culo y la penetré
– Aaahhhhhhhhhhhhh—puso los ojos en blanco cuando sintió mi ariete hasta lo más profundo de sus intestinos, ya la habíamos enculado el abuelo y yo, muy seguido, así que su culo ya era más laxo, era más fácil sodomizarla, podíamos ser salvajes, creo que si no lo proponíamos el abuelo y yo podríamos hacerle un doble anal, pero de momento me conformaba con cogérmela a lo bestia, lastimarle su culo— aaahhhhh aaaaaaahhhhhh mi amor mi amor te amo si cógeme aaahhhhh más fuerte más aaaaaaaahhhhhhh mi amor te doy lo que tú quieras, pero no me dejes de coger aaaaaahhhhhhhhh aaaaaaaaaaayyyyyyyyy—gritó cuando la sujete de la cadera y la penetré fuerte—- aaaaahhhhh bebé te amo te amo aaaaaahhhhhhhhh aaaaaaaahhhhhhhhhhhh
– ¿Jugamos a los ahorcados?— le pregunte sujetándola por el cuello
– Si mi amor lo que tu quieras, al cabo que aquí está Paola aaaahhhhhh aaaaaahhhhhhhhh párteme en dos has que me desmaye soy tuya… me gusta sentirme tuya aaaaaahhhhhhhhhh
Paola se situó cerca del rostro de Jazmín, de rodillas y se metió dos dedos en su raja mientras veía como le cambiaba el color de la cara y los ojos a Jazmín cuando la ahorcaba mientras la sodomizaba, como fueron tomando un tinte rojizo sus ojos y los abrió como platos, lagrimas escurrían de ellos y parecía que se querían salir de sus orbitas, abrió su boca para intentar inhalar aire, pero era ya inútil, la asfixia hacia su juego, sentí las contracciones de su culo cuando se la metía una y otra vez sin piedad y ella ya ni podía gritar, solo se venía en silencio con la asfixia cegando sus ojos
– Aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhh—terminé en un grito, me deje caer sobre ella y le mordí un hombro mientras mi verga liberaba las últimas gotas
– Bbbuuuuffffffff—bufó al sentir nuevamente aire entrar a sus pulmones, Paola se acerca y la besa en la bosa metiendo su lengua, ya se enredaban ellas solas en situaciones lésbicas, a veces incluían a mi mamá, ya era rutinario encontrar a alguien en la casa besando a otro u otra—mi amor ¿te quedas a dormir conmigo esta noche verdad?—pregunto Jazmín, no sé por qué a ella, en especial, le gustaba que durmiera con ella y despertar abrazados
– ¿Otra vez? Lo acaparas mucho—dijo Paola con reclamo
– Jajaja no pelen dormiré con ambas, quiero orinar—Salí de la habitación y mis hermanas siguieron en sus besos y caricias, de rato llega mi madre, entra a mi Habitación y ve a mis hermanas besándose y morreándose
– Niñas ustedes no esperan nada ¿y Roberto?—pregunto mirando a todos lados buscándome
– Dijo que quería orinar mamá
– Asssssshhhhh
Fue el gesto de mi madre, saliendo rápidamente y dirigiéndose a la habitación de la abuela, entró no la vio y se dirigió al baño y ahí estaba ella empinada, de rodillas con su pecho y cara pegados al piso, yo sobre ella con mi verga en su culo y mis ojos cerrados concentrándome en relajar mi esfínter sin perder mi erección
– Roberto…
– Espera mamá, necesito concertrarme aaaahhhhhhhh—fue mi quejido al sentir la orina salir
– Aaaahhhhh aaaaayyyyyy— fue la expresión que hiso la abuela al sentir mi orina inundándole el recto— aaaaaayyyyy aaaaaaayyyyyyy aaaaaaahhhhhhhhh— abrió su boca amas no poder, cuando termine dio mi escalofríos que aumentaron al sentir las contracciones del culo de la abuela, se la saque, ella inmediatamente puso su mano en el ano para tapar su culo, se levantó como pudo y se dirigió a la regadera
– Roberto, deja de usar a tu pinche abuela como mingitorio—dijo mi madre en tono molesto—y tú, dile algo, te va a reventar una tripa—le dijo a mi abuela quien aún llevaba cara de pujo cuando entro a la regadera y libero la orina con sonidos raros como de diarrea
– No te enojes mamá es un juego que a los dos nos gusta, es más ya no traía calzones cuando entre, me estaba esperando ya sabe que después de coger necesito orinar—la acerque y la besé en la boca, ella me correspondió el beso, volteo a donde mi abuela estaba abriendo las llaves para bañarse
– Puta—plaf!! Fue sonido de mi mano estampada en su mejilla
– Lenguaje madre, aquí se respeta mi presencia, ¿oíste?
– Si hijo perdón—dijo mi madre agachando la mirada y acercándose nuevamente a mí— me enoja que hagan eso ustedes dos
– Te enoja o te encela
– Pues ya ni se—la tome nuevamente y la bese en la boca nuestras lenguas se enroscaron, soltó su bolsa para poder abrazarme y seguir me besando, no podía saber a quién amaba más, a todas las quería por igual…
EPILOGO
Continué en el negocio del abuelo, iba puntualmente todas las tardes, ahí convivía con Alejandra mi novia y enamorada, el abuelo se reía divertido viendo mi estúpido cortejo, ella me ayudaba con mis tareas y obligaciones de la empresa.
En la casa las cosas siguieron igual todas las noches cogía, algunas dormía con mi madre, otras con Paola o con Jazmín; en una que otra cogía con dos o las 3 al mismo tiempo, me había vuelto un experto cogedor y mis hembras a mis pies hacían todo lo que yo quería, a la abuela también le daba batería para que no se le cerrara la vagina, ella lo recibía con gusto, jadeaba como una cerda cuando la orinaba por fuera o por dentro; al abuelo le enseñe algunas mañas que de inmediato puso en práctica, varias veces desmayo a Paola con nuestra técnica de “ahorcamiento” mientras nos las cogíamos, de hecho mi madre impuso como regla que nadie haría eso sino estaba un tercero presente. Con Martha cogí solo en ocasiones esporádicas, ella me lo pedía, por lo que mandábamos a Alejandra a hacer trabajos fuera de la empresa o capacitarla.
No supo de mi vida sexual hasta que me la empecé a coger, la fui enseñando y acostumbrando a nuestros caprichos, porque he de ser sincero tuve que compartirla con el abuelo, ni modo, eran cosas que no iba a evitar. Hoy en día estudio administración, quiero dirigir bien esta empresa, Paola estudia química mientras que Jazmín está en mercadotecnia, tenemos proyectos muy ambiciosos, ya nos extendimos en todo el norte del país y pronto lo haremos en el resto y el extranjero. Quiero casarme con Alejandra y tener hijos, mi madre quiso que la embarazara, lo mismo que Paola, el abuelo pego el grito en el cielo y nos lo prohibió, diciendo que para que queríamos hijos “estúpidos”, si lo que queríamos eran hijos había muchos weyes afuera dispuestos a preñar. En fin, quise contar como había empezado todo esto, como fueron mis inicios, espero lo hayan disfrutado, por su puesto faltó mucho por contar, pero no quiero empalagarlos con lo mismo. Me despido esperando lo hayan disfrutado. 😉
Fin de la historia
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