El Pequeño Semental 4 (Aumenta la relación madre e hijo)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por adalberto1979.
La vista no podía ser mejor, mi madre empinada sobre el fregadero, con las piernas abiertas, su falda holgada enrollada en su cintura y yo, con mis bermudas y bóxer en los tobillos, la tomaba por la cintura para hacer más fuertes las estocadas
– Si hijo, fuerte, más fuerte, que rápido aprendes… ahhh como me calientas—decía mientras que hacia movimientos con la cadera que me enloquecían.
Veinte minutos antes…
Entraba yo en la cocina y veía a mi madre lavando platos, distraída ensimismada en sus qué haceres, veía el movimiento y cadencia de sus caderas al lavar los platos, su falda hasta poco por encima de las rodillas marcaba sus pantorrillas y nalgas, haciéndola ver hermosa, mi pene cobro vida dentro de mis bermudas, no sé por qué y cómo me arme de valor, me acerque por atrás de ella, la tome por la cintura, pegando mi verga a la división de sus nalgas, la bese en el cuello, ella solo giro poco su cabeza y sonrió
– Hola, que cariñoso andas, nunca me habías besado así—dijo mi madre realmente disfrutando mis tiernos besos y caricias
– Es que te ves tan hermosa, tu piel tan suave… que antoja besarla
– ¿De verdad te gusta?
– Muchísimo
– Picaron… ¿toda mi piel?
– Toda
Diciendo esto sin dejar de besar su cuello y su espalda alta, bajo mis manos, pasando por sus nalgas, siguiendo por sus muslos hasta el borde de la falda y comienzo a subirla, ella mueve la cabeza hacia atrás dejándose llevar por mis caricias, no lleva pantaleta, yo paso mi mano derecha hacia su raja y la siento húmeda, siento como abre ligeramente sus piernas para facilitar mi tarea… suspira, mueva hacia atrás sus nalgas par apretar mi pene, al mismo tiempo que yo empujo mi cadera hacia adelante para oprimirlo aún más, ahora subo mi mano derecha, la paso por debajo de su blusa, tampoco lleva sostén lo que facilita que le acaricia ambas tetas, que apriete sus pezones, suave y en ocasiones fuerte hasta hacerla gemir de placer, continua nuestro movimiento de cadera, ella con sus manos apoyadas en el fregadero, moviendo sus caderas, de repente pasa una mano hacia atrás para acariciar mi pene, yo cedo la presión sobre sus nalgas para permitir ponerla en medio y acariciarlo a voluntad, con la otra mano comienza a bajar mi bermuda, la suelto para ayudar a bajar mi ropa hasta caer en mis tobillos, mi pene salta vigoroso, en su esplendor, ella lo toca en desnudo y lo masturba suavemente, yo vuelvo levantar su falda, la voy enrollando para que no “estorbe” y pueda manipular con mis manos todo lo demás, es ella misma quien apunta mi pene a su raja y dice
– Empuja mi amor, quiero que me la metas otra vez—yo obediente empujo y siento como se desliza dentro de la calidez de su raja, está más que mojada, ha tenido 3 partos, es delgada, por lo que mi pene no tiene ningún problema para entrar— sí, mi amor, es delicioso… saca y mete— así lo hago, se la saco toda para que vuelva a entrar de golpe, levanto su blusa y sus tetas quedan al aire, me inclino hacia un lado mientras la embisto para ver como rebotan a cada arremetida que le doy; aumento la velocidad y la fuerza, ya me había venido 2 veces ese día así que podía aguantar más, ella gime, mueve su cabeza hacia atrás, subo mi mano hasta su teta derecha y la aprieto nuevamente, pellizco su pezón, ella vuelve a gemir— aaahhhh aaaaahhhhhh oooohhhh aaaahhhhhh…. Mmmmmm— subo mi mano ahora hasta su cuello y la tomo de ahí, como queriéndola ahorcar, ella al sentir la opresión de mi mano sobre su cuello gime más fuerte, lo que me prende a mí también por lo que pistoneo más fuerte y la aprieto mas
– Siii aaahhhhh, ooohhhhh, eres un cabrón— vuelvo meter y sacar más fuerte y mi cabeza empieza a volar, ya no pienso lo que hago, solo busco más placer, por instinto con la mano que la sujetaba de la cintura empiezo a nalguearla, a principio solo como una caricia fuerte, ella grita— ahhhhhh aaahhhh aaaahhhh aaauuuuuhhhh aaaahhhhh aaahhhhh oooohhhh— esto me prende más y aumento la fuerza de las nalgadas y la opresión sobre su cuello– siiiii, me partes… cabrón que fuerte ahhhhh aaaahhhhh aaaahhhhh ooohhhhhhh uuuuuhhhhh— la estrujo del cuello y la penetro con intensidad, recuerdo la imagen de como la maltrata el abuelo, así que la tomo del cabello y la jalo hacia atrás sin dejar de estrangularla, ella grita aún más excitada—- aaaaahhhhhhhh aaahhhhhaaahhhhhh
– ¡Arqueate más, como una yegua!— grito yo insultándola, mientras con mi mano libre la vuelvo a nalguear sin piedad, su espalda se arquea, yo la jalo mientras la penetro como si de una yegua se tratase, embestidas bestiales, salvajes, ella solo grita ante mis embestidas y nalgadas despiadas
– Aaaahhhh aaaahhhhh mmmgmgmgmgmgm— la vuelvo a apretar del cuello para hacer que pierda respiración—- mmmgmgmgmgmg mmmggggggg mmmmmggmgmgmg— da gritos ahogados por mi mano sobre su cuello, veo su cara roja lo mismo que sus ojos que ya sueltan algo de lágrimas— mmmgmgmgmgmgmm aagagagagaga mmgmgmggm ooggooggg— solo suelto su cuello para dejarla respirar un poco, y comienzo a nalguearla con fuerza, su piel a pesar de ser morena clara, se torna al principio rosa, después roja y en algún pequeños espacios se aprecian moretones, es como si la castigara por algo, pero a ella no le parece castigo, la humedad en su raja me demuestran cuanto le gusta esto— aaaahhhhh aaahhhhh si mi amor aaahhhh aaahhhh aaaahhh como me llenas aaahhhh ooohhhh aaahahhh ¿qué estás haciendo conmigo?… estoy más que caliente— dejo de nalguearla y comienzo a acariciar su culo con mi pulgar, al principio en círculos y después lo voy introduciendo, suelto su cabello y empujo su cabeza hacia el fregadero, con mis rodillas al mismo tiempo le pego en sus corvas haciendo que flexione ambas piernas, por instinto escupo en su culo, saco mi reata y comienza a meterla en su culo, ella con la cabeza en el fregadero voltea y grita—- aaahhhh cabrón si ahí, si—
– ¿te gusta puta? ¿te gusta que tu hijo te encule como la puta que eres?
– Si, si, si, cabrón, eres un cabrón semental aaahhh aaaahhhh— comienzo a meter mi glande, ahora si siento resistencia, veo como mi madre cierra los ojos, los aprieta, muerde ambos labios, da gemidos— mmmm mmmmm mmmmmgg— y en eso escuchamos el caprice del abuelo que regresa del moll con mi abuela y mis hermanas, saco el glande del culo, mi madre acomoda rápidamente su falda y blusa, abre la llave, moja sus manos para medio peinar su cabello y mojar su cara para bajar el color, yo brinco y subo rápidamente mis bermudas, tomo el trapo de la mesa y limpio el sudor de mi frente, me siento en la mesa y ella continua lavando platos, voltea a verme para ver como quede yo, ve que todo está en orden, me sonríe con lujuria y me dice— ¡CABRÓN!
En eso entran el abuelo y la abuela…
– Hola—dijo el abuelo—ya llegamos
– Se tardaron una eternidad, ¿pues qué tanto les compraste?—pregunto mi madre toda extrañada
– Unas cuantas cosas, pero aparte no la pasamos viendo las tiendas del moll, ya sabes cómo son las niñas—diciendo esto voltea a ver a la abuela y esta solo agacha la vista— ¿te molesto la espera o qué?—pregunto el abuelo a mi madre
– No, para nada papa, Roberto y yo tuvimos una agradable tarde madre e hijo—mirándome con una sonrisa y yo devolviéndola con una sonrisa de oreja a oreja—de hecho Roberto de rato tenemos que terminar esta “conversación” entre tú y yo ehh—dijo mi madre y yo más sonrisas
– Si mama
– Pues ¿que traen ustedes?
– Nada papa cosas de madre e hijo, ¿y las niñas?
– Subieron a cambiarse y probarse la ropa que les compre
– Espero no haya sido mucha
– No que va, además se la merecen, verdad mujer— mirando a mi abuela y ella solo baja la vista con un discreto “si”
– Bueno me voy a mi cuarto— dije yo mientras me levantaba
– Si hijo
– Yo también, tengo que guardar unas cosas– La abuela se fue a su habitación, dejando solos al abuelo y mi mamá
– Luisa, hija
– Dime papá
– Te noto rara, ¿pasó algo?
– Algo, ¿Cómo qué?
– Mmm no sé, te noto rara—el abuelo tenía un instinto y suspicacia únicos, sabía que algo no andaba del todo bien, pero no sabía que—bueno me voy a bañar, vengo cansadísimo
– ¿A bañar?— ahora era mi madre la que usaba la suspicacia—pero si antes de salir te bañaste ¿no?
– Bueno si, pero ya sabes, tanto ajetreo… en fin me baño—se acerca le da un beso en la boca le mete la lengua, ella le corresponde cerrando sus ojos, como si se olvidara de todo en ese momento— me encantas Luisa, eres única… — diciendo esto le da una pequeña nalgada se da la vuelta y se va, mi madre queda sola en la cocina, pensando, arquea su ceja, su cara es de preocupación…
Yo en mi cuarto, estaba acostado sobre la cama, mirando el pálido techo, me levanto y busco ropa para bañarme, porque apesto a sexo, en eso entra mi madre, cierra la puerta con candado, sin decir nada se hinca en la cama, se levanta su falda y voltea hacia atrás para mirarme y me dice
– ¿Entonces, terminamos la conversación?— me sonríe maliciosamente y mi verga salta, emocionada, camino torpemente hacia ella y me dice— bebé toma la crema que esta sobre tu peinador y úntame en el culo, ahora si necesito lubricación—yo sin saber cómo tomo un poco y le comienzo a pasar los dedos por su prieto culo, ella cierra los ojos y sonríe divertida y después abre la boca con placer cuando siente que empiezo a penetrar con mis dedos su culo— uuuhhhhhh siii, despacio “bebe” y sobre todo no hagas ruidos que ahora no estamos solos— sigo untando y cuando ya mis dedos se deslizan sin ningún problema
Tomo mi verga y se la dirijo a su culo, lo introduzco lentamente y ella suspira en silencio, baja sus manos hasta apoyarlas en la cama, para después acabar sobre sus codo y finalmente sobre sus tetas, estaba totalmente empinada, lo que dificulto la penetración, por lo que tuve que subirme a la cama y poner mis pies a cada lado de sus rodillas, volví a dirigir mi verga y la penetre, esta vez se fue como si de agua se tratara— aaahhhh si, que rico siento, tu verga es tan dura, taládrame— decía mi mama en voz baja, me hubiera gustado repetir la escena de la cocina, nalguearla, insultarla, maltratarla, pero debíamos ser discretos y callados, así que solo taladré lo más fuerte y rápido que pude, la cama sonaba, tuve que bajar la intensidad, ella con los ojos cerrados apretaba las sabanas con sus manos y mordían un pequeño cojín para no hacer ruido y yo mordía mis labios hasta que sentí que algo salía de mis huevos con fuerza, era mi eyaculación que deposite en su culo
– Ah ah ah ah— me quejaba yo quedito, podía sentir como contraía su culo, ella también tenía su orgasmo, se la saque flácida, y me deje caer boca arriba a un lado de ella, ahora sí que me había vaciado; ella se levanta con mirada felina, gatea hasta mí, me sonríe con lujuria, toma mi verga con sus manos, lo masturba suavemente
– ¿te gusto bebé?— me hace la pregunta retórica, mientras sigue masajeando mi pito— hay que limpiarlo— diciendo esto se agacha y lo mete en su boca, había eyaculado 3 veces ese día mi pene no daba más, pero no quitaba lo rico que eso se sentía
– Mama, eso se siente delicioso
– Jijiji, es tan bonito que no me resisto a hacerlo— dice ella volviéndolo a meter a su boca, finalmente cuando siente que está totalmente limpio se lo casa de la boca, se acuesta a mi lado y ahora los dos miramos el techo.
– ¿Que sientes cuando haces eso?
– ¿Qué?
– Chuparme la verga después de que te enculé
– Jovencito esa boca—dice mi madre ya tomando el papel de una madre
– Perdón, pero ¿no sientes asco?—pregunto yo, como aquel hijo que le hace las preguntas de la vida a su madre
– Jajaja hay hijo ya estoy acostumbrada, tu abuelo desde hace mucho que me acostumbro, además si te fijas, siempre como ligero y mucha verdura, para no tener intestinos pesados, tomamos desparasitante 4 veces al año en esta familia y pues creo que mi flora intestinal ya dio varias vueltas jajaja, así que ya soy inmune jajajaja…
– Jajaja — rio yo entendiendo el chiste, “la flora sale por atrás y entra por la boca”, vaya ciclo. La mire y le dije— una vez vi una porno y la chica hiso eso, se la metían por atrás luego se la sacaban y ella la chupaba con ganas, pensé que eso en la vida real nunca me pasaría
– Jajaja, mmm pues para eso está tu madre, para cumplir fantasías y mira que en la cocina te prendiste ehh— rio acordándose de las nalgadas
– Por cierto perdón, me excedí en la cocina verdad, te deje moretones en las nalgas—decía yo mientras se las acariciaba
– Me duelen un poquito, pero en ese momento me gusto—me dice sonriendo orgullosa y volteando a abrazarme y después acariciar mi pecho, tal y como una hembra lo hace con su macho— te portas como un semental cuando estas cogiendo, salvaje, agresivo y sabes en que momento hacer las cosas, ¿alguien te enseño o es por mero instinto?— pregunta mientras mira mis pezones y los acaricia suavemente con los dedos
– No, nadie. Sólo lo que he visto en el porno del internet
– Eres bueno hijo, créeme, dejaras a las huercas chupándose los dedos—decía mientras continuaba acariciando mi pecho y besándolo con esos labios suaves que mataban
Yo me sonreí para mis adentros, me sentí orgulloso… yo todo un semental, eso sí estaba bien, más viniendo la opinión de una hembra como mi madre
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