El pequeño semental 6 (El plan)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por adalberto1979.
La mañana era hermosa, como todas las mañanas de verano aquí en mi tierra, el sol brillaba resplandeciente, regalándonos su calor; las nubes hacían su recorrido a través del cielo, los pájaros cantaban alegres iniciando su día; yo estaba en mi cama, intentando despertar, cuando entra mi madre, aún con su bata de dormir, se sienta a mi lado, dándome oportunidad de que despierte bien; veo su cara seria, preocupada, como cuando se tiene un problema que no sabes cómo resolver y necesitas a alguien que te ayude, te aconseje y te apoye y claro ahí estaba yo para lo que ella necesitara…
– Roberto, hijo, necesitamos hablar
– Claro mamá, ¿qué pasa?
– No sé qué hacer, no sé cómo se debe reaccionar ante esto, de verdad, es algo que nunca planee
– ¿Qué mamá? ¿Qué pasa?—pregunte yo ya preocupándome por lo que iba a decir
– Tienes 13 años, es más o menos la edad a la que yo me “inicié”, pero ayer algo paso, en el moll, entre tu abuelo y tus hermanas… lo sé, estoy casi segura y anoche escuche cosas que…– no pudo decir más, soltó en llanto y no pude hacer otra cosa que abrazarla y consolarla, la verdad yo también escuche esas cosas, supe lo que fue
– Sí mamá, sé de qué hablas, yo también escuché, pero no escuche violación. La verdad pareció más mutuo acuerdo que abuso—dije tratando de calmar las cosas
– ¿Escuchaste? Y ¿no hiciste nada?
– Así es, tal y como tú tampoco hiciste algo—dije yo, arrepintiéndome de inmediato por lo que acaba de decir, se supone que la iba a consolar y yo cagándola más…
– Es que yo no supe como… cómo reaccionar, no sé qué hacer…
– Está bien entiendo tu preocupación, el abuelo es un cabrón
– ¡Roberto! Tu lenguaje
– Perdón mamá, pero es la verdad, es un cabrón, pero yo creo que Jazmín sabía muy bien lo que hacía, no agarro una inocente palomita, si es más despierta qué nada, a mí me la pasa preguntándome por uno que otro de mis amigos, alguno incluso que son mayores
– ¿Mayores?—preguntó mi mamá realmente sorprendida, como si estuviera apenas dándose cuenta de que su hija ya no era tan inocente– ¿Qué tan mayores?
– Algunos más de 18 años que se juntan en la bola y que juegan futbol en el mismo equipo que yo, es más te voy a decir algo, ella me contó que una vez no estudió para un examen de inglés, no sabía ni “madre”, así que ese día se puso una falda del año pasado, se sentó hasta atrás y abrió las piernas para que el maestro le viera los calzones y ¿sabes qué? Me contó que su maestro la vio embobado como por 10 minutos y cuando ella tanteó que era prudente levantó la mano solicitando su ayuda, el fulano corrió para ver de qué se trataba se paró a un lado de ella y ella misma fue quien le acercó su hombro a la entrepierna y comenzó a moverlo mientras le decía “Profe ayúdeme, no se las respuestas” obvio que muy bajito para que nadie más oyera y él wey la vio
Se le endureció el pito y le comenzó a señalar las respuestas con el dedo, mientras mi hermanita seguía con la sobada, así estuvieron como por 15 minutos y de repente él la toma por el cuello le pega más su paquete al hombro de mi hermana y eyacula. Dice Jazmín que le alcanzo a ver lo mojado a través de su pantalón, el maestro se sentó en su escritorio y ya no se paró hasta que salió el último de los estudiantes, que claro que fue Jazmín, quien coquetamente le entrego el examen con un besito en la mejilla le dijo “gracias profe”. Sabes que una semana después le entregaron resultados y había sacado un 100, obviamente que se lo presumió al abuelo y este le prometió ropa y pues… ya conoces el resto de la historia
Mi madre estaba con la boca abierta, nunca se imaginó tener una hija tan precoz; yo solo atine a decirle
– La calentura se hereda, ¿recuerdas?
En ese momento la vi tan susceptible, su cara era de preocupación y tristeza, la vi como un hombre ve a una mujer que debe proteger, ese hombre era yo y claro que la iba a proteger, ella era ya mi mujer. A pesar de su cara de tristeza no perdía belleza ni sensualidad, me excite viendo sus ojos algo hinchados por el llanto, lo mismo que sus labios que entre abría al respirar por la boca, su nariz algo roja y congestionada; me levante la tome por el rostro, me valió madre mi aliento matutino y la bese con ternura, ella correspondió mi beso y abrió más su boca al sentir mi lengua queriendo entrar y metí mi mano a su entrepierna la cual comenzó a mojarse, la bese con más intensidad, cosa que ella correspondió dócilmente volviendo a cerrar los ojos
Me levanté me baje el bóxer y le metí la verga en la boca y comencé un mete y saca moderado y después aumente la aceleración hasta que la tome por la nuca y ella tomo mis caderas, así le empecé a dar estocadas más fuertes y profundas, era una verdadera cogida oral; algunas veces ella hacia arqueo para vomitar, la dejaba descansar tantito y le volvía a acelerar hasta que sentí que iba a eyacular por lo que la saque para detener la eyaculación, la levante y le quite la bata, la acosté de espaldas a la cama y me subí en ella, dirigí mi pene a su raja y este se perdió dentro sin ningún problema. Mi madre me abrazo al sentir la penetración y levanto sus piernas cual ligera era ella, esto facilito mi penetración y movimientos, cerraba sus ojos y me abrazaba con fuerza, como si quisiera adherirse a mí en ese momento, sintiéndose mi hembra en su totalidad, yo movía mis caderas y trataba de hacerlo lo placentero para ella, sentir como mi verga salía mojada por la humedad de su raja
– Aaahh aaahhh aaaaahhhh mmmmm— gemia mi madre al sentir el movimiento de mis caderas, levantaba más sus piernas para hacer más profunda mi penetración, en verdad que tenía experiencia
– Madre te amo— decía yo mientras aceleraba mis estocadas
– Aaahhh aaahhh si hijo yo también te amo… mucho… más cuando me coges así… aaahh aaahhhh… volteame, quiero sentirte en mi espalda mientras me coges aahhh aaahhh si si
Hice lo que ella me pidió, en ese momento no podía hacer otra cosa que complacerla, le saque la verga y la gire poniéndola boca abajo, volví a dirigir mi verga a su raja y esta se perdió nuevamente en su interior
– Aaahhh aaahhh si hijo, me encanta sentirte en mi espalda aaahhh— yo pasaba una mano por debajo de su pecho para acariciar sus tetas y la otra la tenía en su cabeza para hacer apoyo y penetrarla más intenso, en ocasiones la volteaba para besarla y ella lo hacía sacando su lengua antes de que mi boca llegara a tocarla, haciendo se ver ansiosa de mis besos
– Aahhh aahhh mama siento rico, muy rico
– Si si hijo, yo también… más fuerte… dame más aahhhh aaaahhhhhhh— aumento el tono de su voz por lo que tuve que taparle la boca para que no la oyeran—mmmgmgmg mmggmgmg
– Mama tela voy a meter por el culo, no quiero que te muevas
– Mmmgmggg mmgggg mmggggggg—eran los quejidos que ella daba al sentir mi verga penetrar sus culo— mmmgggg mgmgmgmmggmgmgmg— ya toda dentro no espere a que se acostumbrara y empecé un mete y saca cada vez más rápido y profundo— mmmgmgm mgmmggg mmmggggggg—- sentía su culo contrayéndose en mi verga y por su cara con los ojos en blanco adivine que era su orgasmo, le metí lo mas profundo la verga y ahí la deje quieta para que ella tuviera su orgasmo a gusto— mmmggg mmmmggggggggg—solte su boca al sentirla más relajada— aaahhhh hijo, que rico me vine aaahhhhhh
– ¿Te gusto madre?
– ¿Gustarme? ¡me encanto!
– ¿Y así mas?— mientras sacaba mi verga para meterla toda de golpe
– Aaahhhhh aaahhhhh si, así más— baje mi mano a su entrepierna y le acaricie la raja; era curiosa la sensación de acariciar su raja y sentirla deformada por mi verga dentro de su culo, metí dos dedos y pude sentir mi verga dividida por la membrana de su vagina e intestino, empecé un nuevo mete y saca y de verdad que sentía morbo al penetrarla por el culo y sentir mi verga con mis dedos desde su vagina— aaahhh aaahhh hijo te amo aaahhh aaahhh me hacer olvidar mis penas con tus cogidas aaahhh aaahhhh—
Apreté ambas manos, una en la vagina y la otra sobre uno de sus pezones al mismo tiempo que aumentaba la velocidad de mis metidas en su culo, sentí el cosquilleo de la inminente eyaculación, me zafe de ella la tome de los cabellos y la dirigí a mi verga, la vedad me hubiera gustado haber hecho algo más sádico durante la cogida, pero no era la hora ni el momento, solo le metí la verga hasta el fondo y le deposité todos los mocos en su garganta, ella como sí nada tragó todo a ojos cerrados y después me chupo un ratito más para limpiarla hasta que se la saqué. Me levante y la bese en la boca lo más tierno y dulce que pude, quería demostrarle mi amor por ella
– Mira mamá—dije yo sentándome a su lado, ya más tranquilo—por qué no mejor primero platicas con ella, de madre a hija y le preguntas abiertamente por lo que pasó, que espera sacar de ello y así tomas una mejor decisión sobre el asunto—mi madre me miró dándome la razón, mientras se limpiaba lo que quedaba de semen en su comisura bucal, asintiendo con la cabeza
– Tienes razón hijo, hablaré con ella y veré que pasa, ya entendí que no es tan inocente, pero ¿y Paola?, no me digas que también masturba a sus maestros por buenas calificaciones…
– Jeje no, no creo, ella si es muy pendeja para eso
– ¡Lenguaje!
– Perdón, pero si ya me la chupas pues qué más da tener “libertad de expresión”
– No jovencito, cogemos, nos desfogamos pero después de eso sigo siendo tu madre, ¿Entiendes?
– Vale, vale—dije yo resignado
– Pero volvemos al mismo punto ¿Qué con Paola?
– Bueno si quieres habló yo con ella y veo a ver cómo está tomando las cosas, ¿Te parece?
– Si, muy bien, ella te quiere mucho y te admira como hermano mayor, eres su adoración, siento que te ve como el padre que no tiene
– Pues puede que a lo mejor sí, imagínate me cojo a su mamá, jajaja—reí yo bromeando
– ¡Roberto!—dijo mi madre riendo, por la ocurrencia mía
– Jajaja, te quiero mamá, es bonito verte reír y vas a ver que vamos a resolver esto, tú no te preocupes, no tendrás esposo, pero me tienes a mí, que hare cualquier cosa por ti y nunca te sentirás sola conmigo, porque yo te apoyaré siempre, si quieres un hombro para llorar aquí tendrás el mío y lloraremos juntos lo que haga falta; si te sientes sola ahí estaré solo para hacerte compañía hasta el fin del mundo; si me necesitas como hombre trabajaré para sacar nuestra familia adelante y quiero que te quede bien claro nunca harás frente a los problemas que vengan tu sola, porque ahí estaré contigo, para recibir los embates que la vida nos dé.
Vi un brillo en los ojos de mi madre, parte sorprendida por mi madurez y parte arrobada de amor, me miró con lágrimas queriendo brotar de sus hermosos ojos negros, se acercó y me besó en los labios, suavemente, como si de un novio se tratara, era un beso de amor que yo correspondí, no cerraba los ojos, me miraba mientras lo hacía como enamorándose de mí, nuestras bocas se abrieron liberando nuestras lenguas y se enroscaron, pero lo crean o no, no era lujuria lo que salía de nuestro beso, era amor… amor verdadero
– Te quiero Roberto, te quiero mucho, no sabes lo bien que me hiso hablar contigo
– Yo también te quiero mamá, a mí también me gusto hablar contigo y más coger después, pero bueno, vamos a salir a ver que hacen los demás porque si nos quedamos no respondo—dije mientras miraba su generoso busto, invitándome a besarlo.
Ella también volteo a verlo, me miró a los ojos y rio coquetamente. Nos paramos, se puso la bata y nos dirigimos a la cocina, la abuela ya levantada, preparaba café para el desayuno
– Buenos días mamá—dijo mi madre algo seria al saludar a la abuela
– Buenos días hija—dijo ella sin mirarla
– Buenos días abue, ¿cómo pasaste la noche?—dije yo retando con la pregunta, mi mamá me comía con los ojos, mi abuela volteo a verme
– Bien hijo, yo bien—dijo como aclarando, “yo no tuve nada que ver”
– ¿Y papá?—pregunto mi madre
– Le hablaron temprano de la fábrica—me había olvidado comentar que mi abuelo es dueño de una pequeña fábrica de productos de limpieza, estudio química y fabrico estos productos, no era el mega negocio pero si redituaba para vivir cómodamente
– ¿Algún problema grave?—pregunto mi madre por protocolo
– No, creo que falló la envasadora y había que presupuestar reparación o algo si me dijo él
Nos sentamos mi madre y yo en la mesa, la abuela nos sirvió café y puso pan dulce en la mesa. En eso bajo Paola, aún en pijamas
– Hola a todos y buenos días
– Buenos días– contestamos
– Siéntate hija y ¿Quieres café?—le dijo mi madre
– ¿Café mamá?, pero si tú dices que estoy muy chica para tomar café—pregunto Paola desconcertada al mismo tiempo que la abuela también la veía expectante
– Creo que ya no estás tan chica, mamá sírvele café por favor
La abuela sin cuestionar tomo la jarra y le sirvió en una taza, Paola me miró emocionada y le puso mucha azúcar y leche.
Bajo Jazmín, con cara de atropellada, parecía que venía saliendo del antro
– Buenos días
– Buenos días contestamos todos
– ¿Café también para ella?—pregunto la abuela a mi madre
– Mmm creo que ella ya se brincó la “etapa del café”, mejor sírvele un whisky—pfpfpf casi aviento el café al escuchar esto de mi madre, la volteo a ver y después a mi abuela que estaba pálida—jaja es broma mamá, sírvele también café— dijo burlonamente mi madre– ¿y cómo estas Jazmín?
– Bien mamá, me duele la cabeza—“si te dolió la cabeza… pero de la verga del abuelo y ni así quisiste que la sacara”, pensé yo para mis adentros
– Bueno báñate y cámbiate que hoy me acompañas a mí a hacer algunas compras—mi madre me volteo a ver buscando mi aprobación a lo que yo asentí y me sonrió satisfecha mientras me escuchaba
– Yo me quedo a cuidar a Paola, tenemos que jugar Nintendo, ¿Verdad Pau?
– ¡Si! — Grito Paola toda emocionada, la abuela solo nos veía sin opinar.
– Eran cerca de las 10 am cuando mamá y Jazmín salieron de “compras”– y bien Pau, lista para recibir una paliza en el Nintendo—le dije a mi hermana
– Ja, a ver si puedes, si ya son gente grande, no ves que ya hasta café tomo—dijo ella con orgullo en sus palabras
– Bueno vamos a mi recamara, abue subimos, si hablan mis amigos, no estoy, es mas no estoy para nadie, no quiero ser molestado ¿Ok?— la abuela solo miro y asintió
– Si hijo, nadie te molestará—dijo como diciendo “yo ni me meto”
Entramos en la habitación, prendí la tele y la consola, ella tomo su control y yo el mío, puse el juego de pelea y comenzamos a jugar batallas entre nosotros, era bastante mala para el juego, muchas veces se mató ella sola al aventar accidentalmente sus granadas de mano, yo movía la cabeza en sentido negativo desesperado, así que mejor me dejaba ganar para que no estuviera tan aguitada y se abriera conmigo, cada vez que yo moría ella volteaba y me decía
– te dije que te iba a ganar, ya soy gente grande, jajajaja
– Mmmm Paola, haber dime, que tan grande eres, yo solo veo a una escuincla muy tonta
– A que no, ya soy grande
– No, no creo, la gente grande hace cosas de grande y tú solo tomas café, es más ayer tomaste malteada de chocolate. Tu que has hecho como gente grande… nada—decía yo intentando retarla para que sola soltara toda la sopa
– Pues si he hecho cosas de grande
– No creo
– Si
– No
– Si
– No, eres muy escuincla, es más a ver ¿qué hace la gente grande según tú?
– Mmm pues se besan en la boca
– ¿Tú has besado a alguien?
– Si
– Y haber ¿Qué más hace la gente grande?—continué con mis preguntas saca-sopa
– Se tocan en sus partes
– ¿En dónde?
– En sus partes, aquí—dijo señalando su entrepierna
– Y tú has tocado a alguien así o alguien te ha tocado
– Si
– ¿Y que más has hecho?
– Muchas cosas de gente grande—decía moviendo su cabeza de un lado a otro.
– Nah ¿cómo qué?—preguntaba yo retando y festejando que fácil era sacarle información a Paola
– He chupado un pito
– ¿Qué?—casi grito yo pelando los ojos, o sea si había pasado algo, pinche abuelo
– Si—dijo finalmente mirándome con reto, como diciendo gané
– Paola ¿Me tienes confianza cómo para contarme un secreto?
– Mmm ¿cuál secreto?
– Dime ¿Con quién has hecho todo eso?
– No te puedo decir—se puso nerviosa
– Anda dime, puedes confiar en mí
– No, es que prometí no decirlo
– Pero soy tu hermano, yo estoy para cuidarte y no permitiría que alguien te hiciera daño, si tú quieres hacerlo esa es tu decisión, pero si te obligan ahí entro yo
– No, no me obligan
– Entonces dime quien fue
– Prometes no decirlo ni enojarte
– Claro—dije yo cruzando los dedos en mi espalda
– Fue con el abuelo
– ¿El abuelo? ¿Nuestro abuelo?—pregunte yo confirmando lo que mamá sospechaba
– Si con él, pero solo una vez y no me obligo, es más me gusto y prometí que lo volveríamos a hacerlo, de verdad él es muy tierno y cuidadoso. ¿Estás enojado conmigo?—pregunto mi hermana con cara de preocupación
– No, enojado no, pero si decepcionado
– ¿Por qué?
– No sé, el abuelo es muy mayor, si querías hacerlo, ¿Por qué no recurriste a mí? Pensé que pudiera haber sido yo y no él, pero ya vi que lo quieres más a el que a mí– mi voz sonaba triste, pero sólo estudiaba su reacción.
– No, eso no es verdad, yo te quiero mucho, yo no lo planee, sólo pasó, si me hubieran dado a escoger, mil veces te escogería a ti antes que al abuelo, pero solo pasó
– ¿Me hubieras escogido a mí? Pruébalo
– ¿Cómo?
– Dame algo que no le has dado al abuelo
– ¿Aquí? ¿Ahorita?
– Si, ¿Por qué no?
– Al abuelo solo se la chupe, no hicimos nada más, ¿qué quieres que haga contigo?
– Párate—se paró y se quedó esperando mas instrucciones—quítate la ropa—
– ¿La ropa?
– Si, la ropa—me miro con duda pero se quitó torpemente la blusa de la pijama y se bajó su pantaloncito, quedando solo en corpiño y calzones—date una vuelta para que te vea—se dio la vuelta rápido, como si estuviera jugando—no, así no, lentamente—se giró esta vez más lento, dejando que apreciara su cuerpo—mi pene ya pedía guerra, al verla en su corpiño y calzón rosa, se veía tan pequeña pero tan deseable—acércate a mí y bésame tal y como besaste al abuelo, no mejor no, bésame aún mejor de lo que lo besaste a él
Rio apenada, sabía que estaba compitiendo con el abuelo por ella, vi un brillo en sus ojos de orgullo, se acercó, su mirada cambio a cada paso que daba, tomo mi cara con ambas manos y acerco su boca a la mía, cuando estuvo cerca la abrió un poco y me beso, sentí el calor de sus labios, la humedad de su lengua, como la deslizaba hacia mi boca, la jugaba, chupaba mis labios para volver a meter la lengua “pinche abuelo”, pensé, pues le había enseñado bien. Mis manos comenzaron a acariciar su cuerpo semidesnudo, las metí por debajo de su corpiño y la acaricia, ella empezó a suspirar y me besaba con más pasión, le quite el corpiño y vi un marca morada sobre su pecho izquierdo, ella también lo notó y bajo la vista apenada
– ¿el abuelo te hiso esto?
– Si—dijo poniéndose roja de la cara
– ¿Te dolió?
– No, en ese rato no, pero cuando llegamos a la casa y me cambie, fue lo primero que me vi, la toque y me dolió, pero solo poquito—dijo como excusando lo impulsivo del abuelo.
Yo me acerque y bese su moretón, después lo chupe y lo hice más grande, ella con ambas manos sujetaba mi cabeza, metiendo sus dedos entre mis cabellos, deje esa zona y me dirigí al otro pecho y ahí volví a chupar hasta hacerle otro, regrese al otro pecho e hice uno nuevo del otro lado de la marca, regrese al derecho y volví a hacer otro, el pinche abuelo no me iba a ganar, al mismo tiempo que la marcaba, metía los dedos dentro de pantaleta y tocaba su raja, ella estaba más que mojada, jadeaba a cada caricia que le daba, le baje la pantaleta sin dejar de hacerle marcas en los pechos y tome con dos dedos su clítoris
– aaahhhhhh—suspiro ella cerrando sus ojos, me apretaba fuerte contra sus pechos invitándome a que continuará—sí, sigue, me gusta mucho
La levante cual liviana que era y la lleve a la cama, besándola, la acosté y baje mi cabeza a su entrepierna, comencé mi cunnilingus, ella ya aumentaba el tono de sus quejido
– ohhhhhh uuhhhhhh siii mas aahhhhhhh ay que rico hermanito… que rico siento, esto nunca lo había sentido
– ¿El abuelo no te chupo?
– No, solo yo a el—con más ganas seguí chupando, comencé a meter un dedo por su raja y ella de plano grito— aaaahhhhhhhhhhh!!!!!!
Metía y sacaba mis dedos de su raja cada vez más rápido, ella ya movía las caderas con verdadera candencia, me enloquecía verla ahí jadeando a cada dedeada que le daba, me levante, rápidamente me quite la ropa y se subí en ella, tome con mis manos su cara la bese a lengua suelta, el sabor de mi raja en su boca la enloqueció más, jadeaba al sentir el sabor de su raja
– Mmmmmggg
Gemía cada vez que le metía la lengua, mi pene rozaba la entrada de su raja y comencé a empujar, ella bajo sus manos para sentir el movimiento de mis caderas intentando penetrarla, abrió más las piernas, casi haciendo un Split perfecto, elástica como la madre pensé en ese momento y de repente mi pene se introdujo hasta sentir que topaba en algo, sabía lo que era, la bese con más pasión y empuje.
– aaahahhhhhhh ahhhhhhh ahhhhh hermanito me duele aaahhhhhh, aahhhhhh
Sus gritos ya eran más intensos, en la soledad de la casa, en algún punto de ella estaría la abuela escuchando todo, yo seguía en mi tarea de desflorar a mi hermana, así que aumente la fuerza de mi mis caderas y rompí la barreara que divide a la niña de una mujer… y ya era mujer, mi mujer. Abrió los ojos me miró y vio lo que yo estaba sintiendo, vio mi cara de placer, su dolor cedió al paso de 5 minutos, así que saque mi pene solo para meterlo de nuevo y ella volvió a cerrar los ojos, dejándose llevar por el placer. Solté su cara, sin dejar de besarla tome ambas piernas y las puse en mis hombros, su cadera se levantó, lo que facilito que mi penetración fuera más profunda.
– aahhhhhh uuuhhhhh ohhhh siii mas mas mas ahhh… ¡sí! se siente rico más mas— así estuvimos por 20 minutos, ella gritaba alentándome a dar más fuerte mis metidas, con una mano sostuve ambos tobillos y mi otra mano bajo a acariciar sus pechos, al principio suave y después más agresivo pellizcándolos, ella en su tarea de gemir—aahhhh ahhhh ooohhhh uuuhhhh que rico siento aaahhhhhhhh—subí mi mano hasta su cuello y comencé a apretarlo, ella abrió los ojos como asustada eso me emociono y comencé a apretar su cuello y aumentar las fuerza y velocidad de las estocadas, ella comenzó a disfrutarlo, tanto que sus manos arañaron mis nalgas, dejando marcas, el dolor me prendió más y más aumente mi arremetidas— aaghh aghhhhuuggghgh—guturaba sin sentido y sus pupilas estaban dilatadas a mas no poder, solté sus tobillo ella abrió sus piernas y yo con ambas manos apreté su cuello, puso sus ojos en blanco y sentí como mis huevos liberaban el semen y este corría por toda mi uretra hasta salir disparado directo al cérvix… al pequeño cérvix de mi hermanita—aaaghhhhhh mmmmgmgmgmg abrió su boca y sentí los espasmos vaginales
– Aahhhhgggg— gemí yo mientras eyaculaba dentro de ella, solté su cuello y ella respiro nuevamente con facilidad, abrió los ojos me miro y tomándome de la cabeza me besó con furia, su lengua penetro mi boca y podía sentirla por todos mis dientes hasta las muelas, yo seguía arriba de ella con mi pene semiduro dentro
– Aaahhhhhh, esto estuvo muy rico— dije yo.
Me baje de ella, todo sudado, acostándome exhausto a su lado boca arriba, ella se acercó a mí, aún con cara de excitación y me beso nuevamente, acariciaba mis pechos, los pellizcaba, me dejaba de besar para chupar mis pezones incluso marco uno de ellos, me prendió, mi pene retomo bríos, la levante y la senté en mi pene, ella de espalda a mí, movía sus caderas de un lado a otro, yo la sujetaba por ambas caderas y empecé a subir y bajar, en un momento la tome por el talle la puse de lado y finalmente boca abajo, sin sacarle el pito de su raja, ella feliz… Levante sus caderas dejándola con el pecho y la cara pegados a la cama, la tenía completamente empinada, arremetía contra ella y a cada empujón sus caderas brincaban y nalgas vibraban, me llegaba el aroma de su sexo, olía a sangre, a semen a vagina joven; no olía como la de mi madre, su olor era diferente, me encendió aún más, ya llevábamos más de 20 minutos así.
– ahhh sii que rico siento, chúpame en la espalda—no me hice del rogar, me deje caer sobre ella empujando sus caderas hasta pegarlas a la cama, ella las empujaba hacia arriba para permitir más fuerza en la penetración, mire su espalda y comencé a pasar mi lengua por ella—no, chúpamela, ¡fuerte!—fue su grito al sentir mi lengua, yo obediente la chupe con fuerza y ahora le marcaba su tierna espalda, la chupaba mientras la penetraba salvajemente.
– ¡ahórcame! quiero sentir así otra vez… como hace rato, anda hazlo—yo estaba como una moto pase mi mano derecha por su cuello y lo sujete y mi mano izquierda por debajo de sus pechos para sostenerla más, ella puso los ojos en blanco y abrió la boca a mas no poder, al sentir mi mano ahorcando y provocándole esfixia—aagghhh aggghh aaghhhh aggghhhh siigghh maggghhhhsss—no entendía lo que decía… pero si lo que quería, así que aumente mis estocada y la apreté aún más del cuello al mismo tiempo que marcaba su espalda, nuevamente sentí mi descarga que llenaba su conchita con mi fértil leche
– Aahhhggggggg perra, aaghhhhhh– grite yo sintiendo mis chorros de semen saliendo directo a mi hermanita
– Aagggggggghhhh aggggggghhh agggghhhh mgmgmg mmmggmgmgmggmmm— ella hacia ruidos extraños y no la solté hasta sentir que salió la última gota de semen, cuando la solté bufó como un toro—ppuuffffff, esto estuvo más que excitante, de lo que me había perdido—vi su cara toda sudada, lo mismo que su espalda, su respiración se fue normalizando, me baje de ella y me acosté a su lado boca arriba, ella se volteo y me abrazo, me miraba sonriente, feliz, su respiración bajo más, ahora me contemplaba como una enamorada… enamorada de mi—te amo—dijo suavemente cerca de mi oído
– Y yo a ti—le dije mientras la besaba
Fin de la Sexta parte
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