El pequeño semental 7 (La charla)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Luisa iba caminado con su hija a un lado, las dos en silencio, ensimismadas en sus pensamientos, una recordando al abuelo y la desfloración, la otra pensando como abordaría eso.
– Hija, que te parece si nos metemos a ese restaurante y pedimos algo de comer
– ¿Comer? yo todavía traigo atravesado el café y el pan, la verdad no tengo hambre, además ¿qué íbamos a comprar?—dijo mi hermana con fastidio
– Nada, la verdad solo quería hablar contigo, mira que te parece si vamos al parque y compramos una nieve como cuando eras “pequeña” y platicamos a gusto sin que nadie nos moleste—dijo mi madre señalando al parque central
– Está bien mamá, pero ¿de qué quieres hablar?—pregunto mi hermana, ya sintiendo preocupación al ver la cara seria de mi madre
– De muchas coas hija, de muchas…— fueron al parque y compraron dos conos de nieve, mi madre como siempre de chocolate y mi hermana uno de fresa, se dirigieron a una banca que estaba apartada de las demás y se sentaron; mi madre no sabía cómo empezar la conversación, como cuando vas a la alberca y te quieres meter pero el agua está demasiado fría, así que simplemente te avientas tapándote la nariz, entre más rápido mejor—Jazmín, hija, anoche escuche lo que paso en la recamara del abuelo—Jazmín sintió que la sangre se le iba a los pies y sus labios temblaron inconscientemente, el helado casi se le cae de las manos
– Mamá yo… yo este… es que el abuelo y yo… este…— mi madre vio la cara de susto de mi hermana así que la calmó
– Hija tranquila, no te estoy recriminando, ni estoy enojada, eres una adolescente y por lo que me han dicho ya sabías de esto y más de lo que yo imaginaba, sólo quiero que me cuentes lo que pasó y por qué así—dijo mi madre mientras la tomaba de la mano para tranquilizarla, a Jazmín le volvió el color a la cara, pero aun así no podía hablar. Cómo se empieza una conversación así, la sexualidad siempre se habla con los padres, pero no le platicas como te cogió tu abuelo y sobre todo como lo disfrutaste, eso ya es demasiado— tienes que confiar en mí y contármelo, recuerda que soy tu madre y lo creas o no oí como lo disfrutaste, eso quedo claro, pero necesito que te abras conmigo, que me digas que es lo que piensas, que me digas si estabas de acuerdo o el abusó de ti…
– No mama, no abuso de mí, te lo prometo, el abuelo sería incapaz, es verdad… yo también lo quería—casi grito Jazmín imaginado lo que le podía pasar al abuelo si era llevado a las autoridades.
– Ok, eso ya quedo claro también, ahora dime ¿qué es lo que piensas?
– Mmm no sé, me gustó, no me obligo
– ¿Ya había pasado algo antes?— A Jazmín le vuelve el color rojo a la cara
– Si—dijo con voz temblorosa
– ¿Cuándo y cuantas veces?
– Sólo una vez… ayer… en el moll— dijo agachando la cara
– ¿Qué paso en moll?— pregunto mi madre, a lo que Jazmín le contestó contándole todo tal cual ella lo recordaba, mi madre escucho cada palabra e incluso trato de no poner cara de susto cuando le platico de la intervención de Paola y de lo que pasó en el caprice cuando la quiso desflorar analmente, aclarándole que sólo le había metido la cabeza y que él le había prometido no hacer algo que ella no quisiera; finalmente le contó la desfloración vaginal la noche anterior en la recamara del abuelo y cómo fue que la propia abuela fue quien la llevo ahí—- “Ah maldita vieja”— pensó mi madre, después arrepintiéndose recordando lo que ella misma le había hecho varios años atrás, así que… que más podía exigirle.
– ¿Estas enojada mamá conmigo, con el abuelo… con Paola?— pregunto a mi madre con cara de preocupación
– No hija, no es enojo, es preocupación, ponte en mis zapatos, ¿qué harías tú en mi lugar?
– Mamá, ayer cuando el abuelo me desvirgo, me dijo “Así preciosa tal y como tu madre lo hiso”— dijo Jazmín ahora mirando seria a mi madre y ahora era ella la que se ponía pálida ante el comentario de su hija.— supongo que algo pasó entre ustedes ¿verdad?— la miró directo a los ojos vidriosos de mi madre
– Si hija, algo pasó, de hecho muchas cosas pasaron, yo era un año mayor que tu cuando el abuelo me desfloró, yo lo quiero con toda mi alma y por eso se lo permití, pero ahora tengo que actuar; recuerdo que tu abuela nunca dijo algo, ni positivo ni negativo, simplemente era como si nada pasara, pero yo no voy a actuar igual que ella, yo si tengo que hacer algo… esto que hago ahorita— mi madre la miraba y tomaba de las manos, jalándola para abrazarla— eres mi hija, mi pequeña bebe— Jazmín también la abrazó, la verdad se sentía culpable, doblemente, una por haberse portado “mal” y otra por haberse metido con el “hombre” de su madre
– Mamá dime algo y quiero que seas honesta conmigo, ¿estas tu molesta por haberme metido con el abuelo? o bueno ¿celosa o algo así?
– No hija, no. Al abuelo hace mucho que aprendí a compartirlo y él aprendió que entre nosotros solo habría sexo, pero cada quien llevaría su vida tal y como la debe llevar, además nunca me enojaría contigo por algo como esto, pero ahora yo tengo una pregunta para ti ¿vas a querer seguir haciéndolo con el abuelo?—
– ¿Te molestaría, lo permitirías?— contesto Jazmín con la mirada en el piso, como si estuviera pidiéndole permiso para hacerlo
– Hija yo te quiero mucho y también a tu abuelo, creo que no me molestaría, pero también creo que no es correcto que lo hagas, sin embargo esa seguiría siendo tu decisión, hay muchos hombres en la vida, o sea no tiene que ser tu abuelo, entiende eso.
– ¿Puedo hacerlo con otros hombres?— pregunto Jazmín con un brillo en sus ojos
– No, bueno si… pero eres muy chica, no quiero que alguien muy maduro y coludo juegue contigo y te lastime física o sentimentalmente
– Pero ahí estarías tú para cuidarme ¿no?
– Sí, siempre estaré ahí para cuidarte, pero entonces ¿va en serio que quieres a otros hombres?
– Si no te molesta mamá… ¡si¡ siempre me han gustado unos amigos de Roberto y pues son algo más grandes que yo así que…
– Momento jovencita, debes ser prudente, no quieras ser la puta fácil de la escuela, debes de darte a respetar y saber con quién te metes, sino la fama que hagas te seguirá hasta cuando no quieras que este ahí. ¿Entendido?— dijo mi madre ya en un tono más serio— además ¿uso el abuelo preservativo cuando te lo hiso anoche?
– No
– Pues sí, ni creo que tenga el canijo— dijo mi madre contestándose ella misma— ¿Cuándo te bajo la regla la última vez?
– Hace una semana terminé
– Bueno, mira primero debes prometerme que tomarás anticonceptivos, no quiero que te embaraces antes de tiempo y arruines tu vida, la vida no solo es tener sexo, hay más cosas allá afuera y quiero que las conozcas y disfrutes todas ¿ok?
– Si mamá—contesto Jazmín ya con una sonrisa en sus labios.
– Y otra cosa… se acabaron los secretitos entre nosotras, todo lo que te pase me lo cuentas
– Si mamá, pero segura que todo— contestó mi hermana con un tono de “puede haber cosas feas”
– Si todo, total que más pesado que te haya cogido tu propio abuelo y que además en su momento me hiso lo mismo a mí— Jazmín se tapó la boca asombrada al escuchar la palabra “cogido” que salía de la boca de mi madre, ella usaba siempre un lenguaje correcto frente a nosotros. Se miraron y rieron cómplices, se levantaron, tiraron lo que quedaba de los helados en un cesto de basura y caminaron ya más relajadas las dos hacia nuestra casa.
***********
En la casa me paseaba yo en mi bata después de haberme cogido a Paola a mis anchas, entro a la cocina y veo a la abuela sentada, con una taza de café frío en sus manos, mirando la nada, la veo y veo su cuerpo que hace mucho nadie usa, sus tetas se ven a través de su escote, siento feo por ella, es solo un mueble más en la casa que nadie toma en cuenta; sale de su trance cuando me ve y pregunta
– Hola hijo ¿Necesitas algo?
– Si abue
– ¿Qué?
– Esto
Digo acercándome y tomándola de su rostro la beso en la boca, ella abre sus ojos asustada, pero no se quita, sigo besándola y empiezo a meter mi lengua enroscándola en la suya, mi pene empieza a cobrar vida, “benditos 13 años” meto una mano en su escote y acarició las tetas que algún momento mamó mi mamá, aprieto sus pezones suavemente, la verdad no quiero ser brusco con ella, ella cierra sus ojos y deja que la manosee, ni si quiera levanta sus manos, abro su bata y admiro su cuerpo, sus lunares… esos lunares que solo un hombre ha visto, son como trofeos que voy acariciando, vuelvo a besarla, esta vez ella cierra los ojos al instante y abre la boca para que meta mi lengua, siento su boca más floja, más relajada; me separo de ella, la levanto y la llevo de la mano a su recamara, ella sin protestar se deja guiar por mi; entramos a la habitación, la misma donde anoche mi hermanita gemía y ella solo lo presenciaba; ya dentro de la recamara cierro la puerta a mis espaldas y en medio de la misma desnudo a mi abuela, que queda solo en su pantaleta horrible “de abuela” (Pues de hecho ella es abuela), me acercó a su boca ella la abre esperándome
Me detengo sonriendo viéndola como se queda con la boca abierta, me mira a los ojos, yo sonrío y la vuelvo a besar, ella otra vez cierra sus ojos, la siento más relajada porque ahora si me abraza, tenemos la misma estatura por lo que mi pene se incrusta directo en su raja solo separados por su pantaleta, acaricio su espalda y voy bajando sintiendo la tibieza de su piel y me detengo en sus nalgas, no están tan aguadas como yo esperaba, tomo el elástico de la pantaleta, la bajo hasta sus muslos, paso una mano a su raja, no está muy mojada, pero qué más puedo exigirle a una mujer de 55 años y con muchos sin “pedalear”, me separo del beso y meto mi dedo medio en su boca para que lo chupe, ella lo hace sin abrir los ojos, lo meto más hasta provocarle un arqueo de vómito y más para provocarle otro, sale algo de moco gástrico el cual uso de lubricante “natural” para introducir mi dedo en su raja, ella gime al sentirlo
– Aaaahhhhhhh—- no abre los ojos, pero aumenta sus gemidos al mismo tiempo que aumento la velocidad de mi mano en su raja—- aaahhhhhh aaaahhhhh ooohhhhhh uuuhhhhhhh
Su pantaleta ha caído sola por mera gravedad, está en sus tobillos, yo ventajoso la empujo haciéndola vacilar y cae por reflejo en la cama, me acerco y le pongo mi pito en su boca, ella no dice nada, sabe lo que quiero, así que solo la abre y empieza a chupar, la tomo por la cabeza y muevo mis caderas, lentamente sintiendo como le cojo la boca, la venganza es dulce, con el dorso de mis dedos acaricio sus ojos cerrados, ella chupa más fuerte, se mete sola más el pito hasta tocar sus amígdalas, arquea, se sale tantito, pero solo para volver a meterlo y empieza a mover su cabeza, así la dejo como por 5 minutos, no la quiero cansar demasiado, la acuesto y acomodo mejor en la cama, me subo y quiero abrirle las piernas, pero su pantaleta sigue enrollada en los tobillos, con uno de mis pies la saco con un movimiento hábil y logro abrirlas, tampoco lo hago demasiado, no quiero fracturarle algo, mi pene aún tiene su mocos gástricos (El mejor lubricante del mundo) pongo el glande en su entrada y empujo…
– ahhhhhhh despacio hijo, tengo años sin hacerlo, creo que ya soy virgen otra vez, ahhhhh aaaaaahhhhhh aaaaaaahhhhhhhh ohhhh
Yo río para mis adentros, dos vírgenes en un día, eso está genial, lentamente voy penetrando sintiendo como sus labios se comienzan a abrir y mi pene se desplaza entre ellos, sus paredes casi adheridas una de otra se vuelven a separar después de tanto tiempo, es como si realmente la estuviera desflorando, mi placer es infinito, ella solo abre su boca y respira más rápido
– aaahhhh aaaahhhh aaaahhhhhh si aaaahhhh aaaaahhhhhh
Finalmente logro meterlo todo, el lubricante natural está dando buenos efectos, pero se está acabando, por lo que lo saco y me subo sobre su pecho y vuelvo a meterlo en la boca, no le di tiempo de protestar o pensarlo, solo se lo metí profundo para sacarle el moco gástrico en un arqueo, mientras me escupo en la mano y se lo unto en la vagina
– mgmgmghgg—- arquea mi abuela liberando el precioso liquido gástrico; babeante saco mi pito y así lo meto en la vagina, ahora entra rápido sin problemas, mi abuela en verdad grita—- aaaahhhhhhhhhhhhh aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhh aaaaaaaaaaaahhhhhhh—- pero ahora sí que es de placer, bombeo lento y voy aumentando la velocidad, le pregunto si le gusta, ella solo asiente con los ojos cerrados y la boca abierta
– ¿quieres que te lo haga más rápido?— y ella solo asiente, no es una mujer de muchas palabras, aumento mi velocidad y ella gime
– aaaaaahhhhhhh oooohhhhhh aaaaahhhhhhh ohhhhhhh si si si ahhhhhhh— me abraza con timidez y yo vuelvo a besar su boca con lengua suelta, por primera vez ella usa la suya sobre la mía, la mueve lento, viendo si me gusta, cosa que le confirmo aumentando mis embestidas—- ahhhhh aaaahhhh aaaaahhhhhhhhh aaaaahhhhhhhhhhh ooooohhhhhhhhhhhh, hijito hace mucho que no sentía esto—– mi abuela se separa de mi beso para decírmelo— aaaahhhhh aahhhhhhh ahhhh ahhh ahhhh ahhhh— da gemidos cortos y rápidos, pues mi velocidad ya es de pistón de auto de carreras, llevamos cerca de 20 minutos cogiendo, siento mi eyaculación, bombeo más rápido, ya no me importa si se fracrura o le safo algún hueso, ella recibe las bombeadas con gritos de placer
– aaaaahhhhh aaaaaaaaaahhhhhhhhh aaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh—- grita mas al escuchar mis quejidos de inminente eyaculación—– aaaaahhhhhh aaaaaaahhhhhh me estoy vaciando…. Me estoy vaciando… ¿vaciando? Ese nunca lo había escuchado, debe ser algúna expresión de la vieja escuela para decir que se estaba “viniendo”, que importa siento la salida de mis mocos y me descargo dentro de ella y ella me responde abrazándome más fuerte con un orgasmo de los de antaño, o vaciada como diría ella
– Oooouuuuuffffffff… seeeee…. Me vengo abuela, me vengo rico
– Oooooohhhhhhhh oooooohhhhhhh oooohhhhhhhh aaaaaaaaaahhhhhhhh… me estoy vaicando en serio, hijo no pares que me vacio toda aaaaahhhhh aaaaaahhhhhhh— la sigo penetrando con furia y mi descarga parece no querer acabar
– Abuela te mueves como una puta, me gusta, muévete puta muevete si aaaaahhhhhh, a mis huevos no les va a quedar leche, sseeee ¡puta! Seee
Mi semen salen en su totalidad, de verdad que hasta veo estrellitas del placer que sentí voy bajando el ritmo hasta detenerme, siento como mi abuela se estremece con mi verga aun dentro, como escalofrío que da cuando estas terminado de orinar, se ve tan puta moviéndose así debajo de mí. Sin sacarla la comienzo a besar tomándola de la cara, le beso los ojos, su frente, su nariz, abro mi boca y le meto la lengua en su boca y ella ya sin tapujos me responde el beso con pasión, mi pene sigue medio erecto y el café hace su efecto… mi vejiga está llena, una idea se me viene a la mente, la levanto, la llevo al baño, la meto en la bañera, ella desconcertada lo hace, solo le digo
– abuela no te muevas ni te salgas
Ella asiente desconcertada y ve un chorro de orina que sale de mi pito directo a su cuerpo, la baño toda, su cara sus pechos su raja, cuando le paso el chorro por la cara acerco mi pene a su boca y le digo
– abre tu boca puta y trágalo todo, — ella me mira desconcertada pero lo hace sin protestar— si así… así puta, eres deliciosa aaaahhhh
Detengo el chorro, hago un gran esfuerzo por detenerlo, tengo más ideas en la cabeza, mi pene sigue medio erecto, la levanto, la volteo y la hago que ponga las manos sobre la pared y que abra las piernas, lo hace cual sumisa que es, pongo mi pito en su raja y se lo meto hasta el fondo, ella gime nuevamente, cree que me la voy a coger de nuevo pero me quedo quieto, ahora me concentro al doble y logro relajar el esfínter y liberar un chorro de orina directo a su atrofiado cérvix
– aaaaahhhhhhhh— grito yo sintiendo como me orino dentro de ella
– Aaaahhhhhh— ahora grita ella al sentir mi orina en su interior, está llena la vagina de orina y esta empieza a salirse por donde puede— aaaaahhhhhhh oooohhhhhhh hijo que haces aaaahhhhhh
Yo con mis ojos en blanco le sigo orinado hasta que siento que ya sale el último chorrito, ese que te da un escalofrío, pero en este caso fue una verdadera descarga eléctrica que estremece todo mi cuerpo y me hace vibrar; se la saco, la volteo, la pongo en cuclillas y se la meto por la boca
– Chupa las últimas gotitas cual puta que eres— toma mi verga con sus manos con artrosis, la mete a su boca, cierra los ojos y chupa con deleite, yo le acaricio la cabeza y la cara hasta que me canso, se la saco de la boca, voltea a verme desde donde está, le sonrío, le doy una cachetadita leve de cariño y le digo— eres una perra divina abue, te amo— ella sonríe y agacha la vista, salgo de su baño, tomo mi bata tirada en medio de la recamara, me la pongo y me dirijo al mío, mientras escucho como abre la llave de la regadera y empieza a bañarse.
En el pasillo me topo a Paola, me mira seria y me dice— eres un cabrón ¿lo sabias?— me acerco a ella, la beso en la boca, ella siente el sabor diferente en la mía, pero me responde el beso sin chistar
– Van a cambiar muchas cosas en esta casa— le digo al separarme, ella me ve como estudiándome y me vuelve a besar. La separo la tomo de la mano y la llevo a mi recámara.
Fin de la séptima parte
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