El pequeño semental 8 (El acuerdo)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por adalberto1979.
Llega mi madre acompañada de Jazmín, traían bolsas en las manos, al parecer siempre si habían ido de compras, la casa estaba en silencio y desolada
– Vaya, parece ser que no hay ni un alma en esta casa— en eso baja la abuela recién bañada, oliendo a su loción favorita, una “maja” creo yo, igual olía a abuela— hola mamá, los chicos ¿dónde están?—pregunta mirando a todos lados esperando vernos
– Roberto está en su recamara con Paola
– ¿Te bañaste?
– Si hija, fue una mañana muy ajetreada
– Ah, ok. Bueno Jazmín ve a tu recamara a guardar las cosas y separa lo que le compramos a Paola, yo voy a ver a tus hermanos
– Si mamá
Estaba yo en mi recamara con Paola, los dos acostados en mi cama, yo abrazándola y ella besándome, cuando en eso entra mi mamá, Paola brinca asustada separándose y viendo hacia la puerta, yo solo sonrío
– ¿Qué hacen ustedes dos?
– Nada mamá, solo platicamos—contesto yo con una sonrisa
– Si mamá, nos cansamos de jugar Nintendo y nos pusimos a platicar aquí en la cama—contesto Paola con tono nervioso
– Pero ¿Por qué están bañados?
– El ajetreo mamá, el ajetreo—contesto esperando no haga más preguntas
– Como que últimamente todos se “ajetrean” en esta familia—mi madre ya con sarcasmo— Paola ve con tu hermana, te compramos unas cosas espero te gusten.
– Si mamá—Paola brinca desde donde estaba y corre emocionada a la recamara de Paola
– ¿Roberto?—mi madre levantando la ceja
– ¿Madre?—yo sonriendo mientras pongo mis manos bajo la cabeza
– ¿Qué pasó con tu hermana?
– No, primero cuéntame cómo te fue a ti con Jazmín
– Bien, la verdad mejor de lo que yo esperaba, las cosas se dieron de forma positiva, creo yo, y ahora ya no habrá secretos entre nosotras, me contó todo, tu abuelo ayer en el moll hiso que se la chuparan y que…
– Sí, Paola me lo contó también
– ¿Ah sí? Y ¿Qué más te contó?
– Pues no mucho, la verdad una cosa llevo a la otra y pues me la cogí
– ¡Roberto!— gritó mi mamá con cara de alarma
– Tranquila, todo fue suave, mira el abuelo lo iba a hacer tarde o temprano y la verdad me dio algo de celo y decidí mejor hacerlo yo; además mi verga en más pequeña que la de él, capaz que la lastima
– ¡Lenguaje!
– Ah sí, perdón, ella quiso también y pues ya esta
– ¿Ya está? ¿Tú crees que es así de simple?—preguntó mi madre algo seria mientras se sentaba en la cama a mi lado, yo viendo ventaja la jale hacia mí y la abrace acostándola a mi lado, le tomé la cabeza con ambas manos y la bese en la boca, ella cerró los ojos y me correspondió. La apreté fuerte mientras la besaba y acaricie sus nalgas por encima de la ropa, empezó a gemir quedito. Aproveche eso para separarla y hablar ya más tranquilos
– Mamá yo te amo, pero me gusta coger, me gustan mis hermanas, las deseo, ya me hiciste probar las mieles del sexo, ahora déjame probarla con ellas; tú dijiste que debíamos ser abiertos, que tú no me prohibirías coger con alguien así como yo tampoco te lo prohibiría a ti, pues bien, ahora te lo pido, no me prohíbas coger con Paola y con Jazmín pues… ya el tiempo lo dirá
– Aja y de seguro mañana me pedirás que no te prohíba cogerte a tu abuela ¿Verdad?
– Upss— mi madre vio mi cara de “perdón demasiado tarde”, se sentó nuevamente en la cama
– ¿Qué? No chingues Roberto, ¿Te cogiste a la abuela?
– Nomás tantito—dije yo poniendo cara de angustiado— y le gusto, o sea pobre de ella, el abuelo hace siglos que no se la co… que no tiene intimidad con ella— corregí yo antes que mi madre gritara “Lenguaje”— es más se me hace que la desvirgue el día de hoy, ya tantos años sin… pues como que se cerró de nuevo—decía yo manoteando al aire tratando de justificarme y explicar las cosas— tuve que usar unas mañas que me comentaron mis amigos, para casos de resequedad vaginal pre coito
– ¿Qué mañas?
– Pues mañas de los chavos cuando las chavas no se mojan lo suficiente o se las van a cog… a meter por el asterisco
– ¿Por el qué?
– Por el ano
– Ah, pero dices que le gustó ¿Verdad?—dijo mi madre mirando al aire con cara de resignación y tratando de ver el vaso “medio lleno”
– Huy si mucho y más lo que le hice después
– ¿Qué le hiciste?
– Lluvia dorada
– ¡No!—dijo mi mamá abriendo los ojos como platos— ¿y se dejó la muy puta?
– ¡Lenguaje madre!— dije yo corrigiendo con autoridad
– Perdón, ¿le gusto a la muy congraciada de tu abuela eso?
– See, hasta me chupó las últimas gotitas—dije yo poniendo cara de “me Salí con la mía”
– No cabe duda que eres un cabrón—decía mi madre mientras se volvía a acostar a mi lado
– Bueno, o sea como que todo el mundo me dice cabrón el día de hoy—dije y madre me voltea a ver a la cara y me besa en los labios, al principio suave después con pasión y lujuria, así estamos como por 2 minutos, se separa de mi
– Entonces, ¿Ahora qué?— pregunta mi madre mientras me acaricia el pecho
– Pues nada, cogemos como conejos hasta que nos ardan las partes privadas, el que lo quiera hacer y el otro esté de acuerdo pues que lo haga—vuelvo a besar a mi madre y a manosearla a mi antojo, un verdadero magreo cachondón, en eso estaba cuando regresa Paola, se queda parada en la puerta viéndonos desconcertada, mi madre esta con los ojos cerrados sintiendo las caricias, la volteo a ver, me separo de mi madre y con una sonrisa en los labios la invito a pasar.
– hola Pao, ven acuéstate aquí a mi lado—mi madre abre los ojos, no parece asustada, tranquila voltea a la puerta expectante a la reacción de Paola, esta se acerca y se acuesta lentamente mientras nos mira estudiándonos— te dije que había cosas que iban a cambiar en esta familia—me pongo boca arriba y la jalo hacia mí, puso algo de resistencia al principio pero finalmente cedió, la bese, era tímida al hacerlo, así que soltando a mi madre empecé a acariciarla para calentarla, no tardo ni un minuto cuando me abraza y me empieza a besar con lengua y fuerte; me separo y volteo hacia mi madre, la tomo con el brazo libre y la vuelvo a besar.
Era hermoso el momento, con mi mano derecha abrazo a mi madre, mientras que con la izquierda acaricio a Paola, después con mi mano izquierda abrazo a Paola, besándola mientras manoseo a mi madre, así estuvimos como por 15 minutos, mi pene ya pedía guerra, sabía que mi madre era más hábil de más experiencia, así que la tomé de la cabeza y la dirigí a mi verga, ella supo que hacer, bajo mi short bermuda y mi bóxer, saco mi verga y la empezó a mamar, primero con lengua, saboreando los olores que, a pesar del baño, aún quedaban… los olores de mi hermana y su propia madre, empezó a chupar y yo con la mano derecha empuje su nuca para que entrara más mientras movia mi cadera de arriba a abajo, ella entendió lo que quería y empezó a mover su cabeza también de arriba a abajo y de vez en cuando metía la verga hasta sus amígdalas dando pequeño arqueos de vomito.
Mientras yo abrazaba a Paola y la besaba con verdadera pasión, con mis manos parecía que moldeaba barro, las subía hasta sus subdesarrollados pechos y las bajaba hasta sus nalgas, le acariciaba la raja por encima de su ropa, besaba su cuello, su rostro, sus pechos por encima de su blusa, no quería que un solo milímetro se quedara sin besar; mientras mi madre seguía mamando, acariciaba mis huevos, los chupaba, hacia ruidos extraños cuando los soltaba, abría mis piernas para lengüetear por debajo de ellos hasta mi culo, eso me exitó; yo estaba en la locura, desabotone el short de mi hermana y metí mi mano hasta su raja, no traía pantaleta como se lo había pedido, suspiro al sentir mis dedos hurgando su intimidad
– mmmgmgmgmgmmmmm— gimió mientras me besaba como si la vida le fuera en ello, suspiraba y respiraba cada vez más rápido, yo aumente mi velocidad en el hurgamiento de su raja, ya metía dos dedos, el pulgar en su raja y el medio en su culo, de hecho en este último tenía problemas de lubricación así que separe a mi madre de mi verga y le metí el dedo medio en la boca hasta donde pude, quería lubricante natural, solo basto un pequeño arqueo para que se llenara de moco gástrico, ahora sí, regresé a mi madre a las chupadas y mi mano regreso a la entrepierna de mi hermana; el dedo medio se deslizó suave en su culo y el pulgar también lo hiso en su raja—- aaayyyy aaaahhhhhhhh— casi grito apretando los ojos y abriendo su boca por el placer recibido. Así estuvimos por 5 minutos y ahora era tiempo de cambiar, saque mi mano de la raja de mi hermana y le di los dedos a chupar para que probara el sabor de su raja y su culo juntos, ella lo hiso sin protestar, se los metía y sacaba de la boca, parecía niña golosa con una cuchara embarrada de cajeta, no dejaba un solo milímetro sin chupar
– ¿Te gusta tu sabor putita?
– Si, sabe rico
– ¿quieres mas?
– Si
Volvi a meter mis dedos en sus hollos como queriendo sacar su escencia y le se los dia probar otra vez
– Mmmmmmmm que rico sabe— decía mi hermanita mientras chupaba nuevamente mis dedos con gran deleite a ojos cerrados, una vez que estos quedaron completamente limpios separe a mi madre
– Mamá, le toca a Pao chuparme la verga y tu puta ven a besarme que se me antoja tu boca con sabor a verga— a mi madre le brillaron los ojos con lujuria, ahora no me corregía, se excitaba con mi vocabulario, la jale de los cabellos con mi mano derecha y al mismo tiempo con la mano izquierda bajaba la cabeza de Paola hacia mi babeada verga, y esta empieza a chupar, aprendía rápido, bueno la genética ayudaba mucho— abre tu boca puta—le dije a mi madre, ella lo hiso y escupí dentro de ella—trágatelo—abrió los ojos con lujuria y se trajo mi escupitajo, la acerque más a mí y la bese mientras le quitaba su blusa a tirones hasta dejarla solo en brassier; mi madre se separa para ver a Paola chuparme la verga y yo aproveché para desabotonar su pantalón y empezarlo a bajar, ella ayudo levantando sus caderas, era delgada y el pantalón de tela suave por lo que no tuve problemas en bajarlo, ahora estaba totalmente en ropa interior, su piel morena se veía hermosa con su conjunto negro, su cintura estrecha, sus caderas medianas y sus tetas que invitaban a chuparlas;
Empuje a Paola más hacia mi verga, quería que le entrara más y moví mis caderas fuerte en su boca ella hiso arqueos y yo más la empuje, solté a mi madre y con mis dos manos sujete la cabeza de Paola para hacer más rítmica la chupada, al mismo tiempo volvía a mover mis caderas empujaba mi verga lo más adentro que podía dentro de la boca de Paola hasta dejara sin respirar, ella arqueo con ganas yo la solté y ella sacó la verga de la boca, los mocos gástricos se adherían a mi verga y a su boca, un puente de baba entre los dos, ella lo iba a limpiar y le dije— no, vuélvelo a meter en tu boca con todo y mocos— mi madre sentada a mi lado veía sorprendida mi osadía y mi incansable imaginación para hacer cosas mientras cogía, Paola obedece y mete todos sus mocos absorbiéndolos y metiendo la verga a su boca, regrese a mi madre e intente desabrochar el sostén, no podía, la verdad ni sabía cómo quitarlo, ella lo notó y me ayudo con una sonrisa en su cara, la mire con cara de serio y le di una abofeteada sobre su mejilla izquierda— de que te ríes puta, no he contado ningún chiste— mi madre me miró desconcertada y sin dejarla pensar la volví a jalarla de los cabellos y la bese, la separe de mí y le di otra abofeteada— te ríes cuando yo te lo permita— otra abofeteada— ¿entiendes?— la sujete de los cabellos y del cuello y la bese— ¿entiendes?— le dije ya gritando
– Si mi amor… si—dijo mi madre con las pupilas dilatadas y las mejillas rojas a mas no poder, la volví a besar y ella lo hiso abrazándome, baje mis manos hasta su raja, la jale un poco y rompí su pantaleta, era de encaje por lo que no batalle, la verdad en ese momento me daba hueva separar a Paola, levantar a mi madre y sacarle la bombacha, así que mejor la rompí—no es muy cara, ¿por qué la rompis….?— no alcanzo a terminar la frase, otra abofeteada la callo
– Cállate puta y no me cuestiones en estos momentos, yo se mi pedo ¿Oíste?— plaff!!!! Otra abofeteada por si le quedaban dudas; la levante y la senté en mi rostro, comencé a chupar su raja y a meter dedos por el culo y la raja al mismo tiempo, mi madre sujeta mi cabellos y gime
– Mmmggg aaaahhhhh oooohhhhh si mi amor… si sigue… me gusta ahhhhh si—comienza a mover sus caderas de adelante hacia atrás y de vez en cuando hacia los lados; llevamos así 20 minutos, mi madre sudada como una diosa, yo con mi cara empapada de sus jugos y Paola sigue en su tarea de chupar, la separo y bajo a mi Madre
– Anda puta cabálgame como sabes—ella fue desplazándose sobre mi hasta llegar a mis caderas, tomó la verga y se la ensarto en su raja— seee puta muévete— se comenzó a mover como la diosa que era, su cuerpo delgado era todo un poema sexual, veía como vibraban sus tetas a cada movimiento, sus caderas parecían tener vida propia, sus ojos estaban cerrados y su boca abierta, yo la sujetaba por ambas caderas y recordé lo que había visto en una porno y jejeje pues a ponerlo en práctica… comencé a darle cachetadas con mi mano derecha sobre sus tetas y con la izquierda la sujetaba de las caderas; a cada cachetada levantaba mis caderas para penetrarla más profundo.
– Aaaaahhhhh ooohhhhhh si, que me haces? Aaahhhhh—arqueaba su espalda y dirigía su cara hacia el techo resaltando más sus tetas, facilitando mi “tortura” sobre ellas— sí, eres un cabrón si… sigue— “ah ¿soy cabrón? ¿Otra vez?… bueno tal vez sí, pero es genético”, pensaba mientras la seguía abofeteando en sus tetas; solté su cadera y con cada mano apreté cada uno de sus pezones al mismo tiempo, ella puso sus manos sobre mi pecho y volteando hacia mi apretó sus ojos y abrió la boca en su totalidad — aaaaoooohhhhhh si si si si aaahhhhhh si ahhhh aaaahhhh si—sentía sus contracciones vaginales sobre mi verga—“bebe”… “bebe”… “bebe”… “bebe”… que rico ahhhhh si si aaahhhh— su orgasmo era interminable, solté sus pezones la jale hacia mi quería besarla, su rostro estaba sudado, su boca seca de tanto respirar por ahí, abrió los ojos con mirada como mareada y me correspondió el beso— mmmmmggggg “bebe”, eres un cabrón semental, casi me rompo por dentro de la venida que tuve, “bebe” te amo… mgmmmmggmmm— decía recuperando la respiración mientras me besaba, Paola estaba sentada a un lado de nosotros, acariciando su raja mientras nos veía, baje a mi madre y le dije a Paola
– ¿Y tú, que haces aún con ropa?—ella se percató que estaba todavía con su blusa y short, se levantó, bajo su short y después levanto su blusa con sus brazos dejando expuesto su pecho, mi madre abrió los ojos como platos al ver todos los chupetones que le hice
– ¿Roberto, qué es esto?— pregunto mi madre al ver todas las marcas de Paola— ¿no que había sido suave según tú?
– Fue suave, ¿Verdad putita?—dije mirando a Paola y acariciando las marca hechas por mí—el pinche abuelo le hiso ayer una marca sobre el pecho izquierdo y no me quise quedar atrás, y te gustaron más las mías ¿verdad putita?
– Si mami, me gusto con Roberto, me excitó mucho—decía Paola hincada en la cama, yo me levante y quedé hincado frente a ella, la jale y la bese, mi verga aún con los jugos vaginales de mi madre, se deslizo entre las piernas rosando la raja, yo movía mis caderas suave, como si me la estuviera cogiendo y ella no se queda atrás, mi madre solo nos contemplaba, voltee a verla la jale y quedó hincada cerca de nosotros, la abrace y bese, después a Paola y así alternativamente, en un beso las deje con la cara junta y las hice voltear una a la otra, yo ya había estado acariciando ambas rajas al mismo tiempo, a Paola con mi verga y a mi madre con la mano, así que ya estaban calientes, las fui juntando hasta que se empezaron a besar, les acariciaba las rajas, las tetas, sobaba sus nalgas, frotaba mis dedos sobre sus culos, todo esto mientras ellas ya se abrazaban y besaban.
Me coloqué atrás de Paola, la empuje un poco hacia adelante para que se empinara un poquito y la comencé penetrar, estaba más que mojada y recibió mi pene con facilidad—- mmmgmgmgmgg— fue el gemido de Paola mientras la penetraba y ella besaba a mi madre quien ya estaba sentada sobre sus piernas para estar a la altura de una Paola semiempinada; yo la sujetaba por sus caderas y empezaba un mete y saca cada vez más rápido y fuerte— mmmggmmgmgmgmg mmmmggg mmmmggg mgmgmgmgmg mmgmgmgmgmg— eran los sonidos guturales que emitía a ojos cerrados mientras besaba intensamente a mi madre; en cierto punto empuje a mi madre para que se acostara mientras sostenía a Paola para después acomodarla a que estuviera a la altura de la raja materna
– Chupa la raja de tu madre puta— Paola me volteo a ver con duda y un puñetazo en su espalda al mismo tiempo que una estocada profundo le aclaro cualquier duda— ¡chúpala puta te digo!!!— lo hiso, torpemente, no sabía cómo hacerlo—métele un dedo mientras le chupas la raja—dije yo dándole ideas, mi madre acostada recargada sobre sus codos me miraba excitada mientras yo penetraba a Paola, abría la boca cuando sentía que los dedos de su hija invadiendo el lugar por el que una vez salió y sentir los movimientos de ella al ser penetrada por mi— Puta que ricas nalgas tienes— decía yo mientras las apretaba con ganas
– Es una niña mala– dijo mi madre con un brillo diferente en los ojos, yo entendí el mensaje, levante mi mano derecha y plafff!!
– Aaahhhhhhhh—- fue el quejido que lanzo Paola al sentir mi mano nalgueándola
– Toma por puta—decía mientras la seguía nalgueando, con mi mano izquierda la sujete de los cabellos y empuje más hacia la raja de mi madre quien ya sonreía y abría la boca de placer al escuchar los gritos que daba Paola, ahogados en la raja de ella
– Aaahuugggg aaaahhhhgggg aaauuuuhhhgggg
Yo seguía en mi tarea de “educar” niñas malas, a cada nalgada era una estocada profunda, hasta que me canse, sus nalgas estaban rojas del castigo lo mismo que algunas partes de su espalda por uno que otro puñetazo que le di, suave no quería lastimarla tanto; ella seguía con la cara hundida en la raja de mi madre, decidí dejarme caer sobre ella, su raja era un mar de agua, estaba totalmente acostada boca abajo y yo sobre ella la seguía penetrando, voltee su cabeza para besarla y vi su rostro desencajado por la lujuria, me beso sacando su lengua, sentí el sabor de mi madre, mis caderas de movían sin piedad; me dijo algo quedito que solo yo escuche
– Bbsbsbsbsss
ja era lo que ella quería y pues no me haría del rogar, mi madre miraba como testigo del evento; vio cuando pase mi mano derecha por el cuello de Paola y empecé a apretarlo, ahorcándola, mis estocada aumentaron en velocidad en intensidad, igual que la fuerza de mi mano sobre su cuello, baje y le chupe la espalada sobre las marcas ya hechas, no quería hacerle más, solo las que ya tenía
– ggghghhhghgggmmmgmg mmmggghhhgggg mmmgmgmgmmgggggg— era lo que emitía Paola, yo la jalaba hacia atrás por lo que le veía su rostro, el cual estaba todo rojo, sus ojos también rojos con mirada perdida, su boca abierta babeante; mi madre nos veía algo alarmada pero no intervenía, veía mi cadera como pistón, yo estaba en el cielo con mi placer a todo lo que da y sentí mi eyaculación, por lo que con ambas manos apreté el cuello de mi hermana y presioné su rostro sobre la raja de mama para provocarle más asfixia, mi semen salió disparado hacia su vagina
– Aaaahhhh toma puta toma ahhhhhh aaaahhhh aaaaaaahhhhhhhh—puse mis ojos en blanco y no la solté hasta sentir que todo había salido
– Mmmmgggg mmmmggg mgmgmgmg ggggmmmmmggg— se escuchaban los gemidos ahogados de Paola— Puffff!!!!!— fue el bufido de mi hermana al recuperar su respiración— eso estuvo riquísimo—caí a su lado y ella se acercó y me beso intensamente, como si nadie más estuviera ahí— te amo hermano, te amo—decía mientras me besaba con verdadera pasión
Tome a mi madre que ya se había colocado a un lado de mí y la guie a mi verga
– Límpiala puta, límpiala bien— decía mientras le movía la cabeza de arriba abajo con una mano y con la otra abrazaba a Paola mientras la besaba: Mi madre obedientemente lo hiso hasta que limpio todos mis mocos combinados con los de Paola y una vez terminado se levanto
– Roberto ¿según tu eso es algo suave?—pregunto mi madre aun no saliendo de su asombro
– Hay mama se siente riquísimo—decía Paola sin dejar de besarme— mmmmmm — suspiraba al sentir dos de mis dedos introduciéndose en su culo, quería empezar a dilatarlo para una sesión posterior
– Ustedes nunca acabarán de sorprenderme
– Entonces mamá ¿tenemos un acuerdo?— le pregunte a mamá que se levantaba tomando su ropa, voltea a vernos desnudos, sudados, mi hermana recuperando el color y las pupilas, aún con lágrimas escurriendo, por sus mejillas, por la asfixia recibida, se encoje de hombros
– Pues ya que… tenemos un acuerdo, pero habrá que hablar de algunas reglas— se puso el pantalón y los jirones de blusa que le quedaron, saliendo de la recamara volteo a vernos por última vez, mientras nosotros nos seguíamos besando, dijo—báñense, el ajetreo nunca acaba en esta familia… — Saliendo vio a Jazmín recargada de espaldas a un lado de la puerta
– ¿Yo también entro en ese acuerdo?—pregunto mirándola directo a los ojos, mi madre se le acerco, la tomo de la cabeza y la beso en la boca lamiendo un poco sus labios
– Sólo si tú quieres hijas… sólo si tú quieres
Fin de la octava parte
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