El pequeño semental Capitulo 2 (La pregunta)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por adalberto1979.
Ahí estaba yo, sentado como idiota sin saber que contestar; y la verdad que se contestan en esos momentos.
– este… mmm…. No… yo no….
– ay Roberto, mira necesitamos hablar, ahorita te dejo para que lo pienses un poco y luego regreso contigo, ¿Está bien?… No quiero que hagas conjeturas ni conclusiones tu solo ¿de acuerdo?
– Bueno…. Si, si tú quieres.
Yo estaba anonadado, que podía hacer en esos casos, la verdad si estaba muy confundido, por un lado me asustaba y enojaba lo que había visto pero por otro lado, ver a mi madre en su esplendor, desnuda, sudada, sus tetas al aire agitándose al compás de las embestidas me excitaba a mas no poder, pero era mi madre, no podía tener esos pensamientos, que le diría “si madre me encanto y yo también quiero coger contigo”… aja y ella como si nada me diría “si hijo, anda métemela hasta que te arda”…. Así de simple no creo.
Paso toda la mañana y ella ni sus luces, ya por cerca de las 11 am, me arme de valor y salí de mi recamara, en el pasillo me tope a mi hermanita Paola, aun en pijamas, limpiándose los ojos, a su 11 añitos no se veía tan niña, era alta para su edad, delgada y morena como mi madre, tal pareciera un pequeño clon; me llamo la atención como se le marcaba su pantaleta de ositos a través del pijama, como movía sus caderas al andar…. Pero que estaba yo pensando, ¡era mi hermanita! y de ¡11 años! en verdad que me golpee la cabeza, eso no estaba bien. Voltea y me ve, me sonríe
– Hola “Robert”, buenos días jiji
– Hola Pau, ¿descansaste?
– Pues más o menos, tuve como que pesadillas
– ¿Pesadillas?
– Si, soñaba con monstruos que hacían ruidos extraños
– ¿Extraños? ¿Cómo?
– Si, así como ahhhh uhhhh ahhhhh mmmmm…. Bien feo ¡y me correteaban!
Yo me quede sin saber que decir, obviamente ya sabía de donde venían esos ruidos, pero mejor no lo dije.
– No te preocupes, son solo malos sueños…
– ¿si? Pero parecían tan reales, es más me desperté y aun los oía, estuve a punto de ir corriendo a tu cuarto para dormir en tus sabanas— "¡En la madre! que bueno que no se paró, sino la que se arma."
– Bueno bajemos a la cocina, ya huele a almuerzo.
Bajamos y ahí estaba mi madre, aun en la bata azul con la que me fue a visitar, por lo visto ni se había bañado ¿O sí?, bueno que más da, se veía tan sexy y al girar la bata se le habría del escote, esa candencia de tetas me recordó a Kay Parker en Taboo 1 y por lo tanto: erección.
– Hola mis niños como durmieron y mientras dice esto me mira y lanza una mirada picara.
– Bien mama—contesto yo, con voz baja
– No tan bien—decía Paola
– Si, tuvo pesadillas de monstruos “ruidosos”, pero nada grave—inmediatamente dije para bajar la tensión, mi mama vio mi cara, pareció entender y cambio el tema
– Les prepare HotCakes, con mil de maple y malteada de chocolate, espero les guste, porque hoy tenemos muchas cosas por hacer—mientras dice esto me vuelve a mirar y se sonríe
– Siiiii!!!!! Hotcakes, mis favoritos– grito Paola
En eso baja Jazmín ya cambiada, traía una minifalda que le llegaba a medio muslo con una blusa que dejaba ver su ombligo, sus piernas delgadas pero torneadas vibraban cada escalón que bajaba, sus tetas en desarrollo se marcaban en la blusa, por lo delgadita de esta; ohhhh maldita erección, así menos se me iba a bajar, definitivamente algo andaba mal en mí, ahora mi hermana de 12 años me estaba excitando.
– ¿Y tú? ¿Por qué estas cambiada?
– Buenos días, primero se saluda mami. Estoy cambiada porque el abuelo me prometió llevarme al moll a comprar ropa.
– ¿Eso te dijo?—pregunto mi madre algo extrañada
– Si es que me fue bien en mi último examen y el abuelo me dijo que me premiaría con un regalo… ropa—dijo ella llena de orgullo
– Yo también quiero ir—grito Paola
– Pero si tú ni has presentado, además la premiada soy yo
En eso baja el abuelo, maldito desgraciado, nunca lo vi con tanto coraje, tras él venia la abuela, que a pesar de su edad se veía bien conservada
– Hola mis amores como amanecieron—preguntaba el abuelo con sus voz siempre “alegre”
– Bien abuelito—Paola
– Bien abu—Jazmín
– Bien papi—mi madre
– Hola—un hola espetante… obvio yo
– Paolita veo que ya te cambiaste, ¿ya lista?
– Si abue, vámonos ya
– Abue yo también quiero ir— grito Paola
– Mmmm, Bueno cámbiate de prisa, para alcanzar menos tráfico—le indico el abuelo
– Oye Cenón también te acompaño, tengo que pagar unos recibos— dijo mi abuela
Algo extraño corrió en mi cerebro, fue como una corriente caliente que paso por el lóbulo occipital y desplazo hacia el frontal, de ida y vuelta, me iba a quedar solo con mi madre, ¿qué le iba a decir?
Bajo Paola, traía un short cortito y una blusita que en a ratos dejaba ver su ombligo, bajo corriendo que casi se cae—ya abuelito, vámonos— lo toma de la mano y lo jala hacia la puerta, tras ellos iba Jazmín, con cara de no muy contenta y mi abuela, revisando sus recibos por pagar, solo el abuelo volteo hacia mi madre y le dijo “al rato regresamos”, guiño el ojo y salió.
Llevaba la mitad de mi plato, mi madre se sienta me mira y dice
– ¿Ya pensaste? ¿Quieres hablarlo ya?
– Si—conteste por mero reflejo
– ¿Y?
– Pues no lo entiendo, ¿Por qué?… ¿Por qué con el abuelo?.. Eso está mal, no debe ser así—decía yo mientras me temblabas los labios, la voz se me quebraba y casi a punto de las lágrimas.
– Si, lo se… es solo que las cosas ocurrieron, yo soy mujer, el hombre, la abuela ya no quiere sexo, yo lo necesito, no era mi primera opción pero así paso…
– ¿Paso? ¿Cómo?
Me tomo de la mano, sentí un escalofrío y ella lo percibió, me miro y dijo
– ¿Quieres que te cuente tal y como pasaron las cosas?
– Si
– Muy bien, pero no aquí, vamos a mi recamara y ahí te cuento, no quiero que lleguen y nos “oigan” hablando cosas que tal vez no deban oír— subimos a su recamara, ella adelante y yo viendo su trasero, como lo movía, me mareaba, tal pareciera que lo hiciera apropósito; entramos se sentó en el borde de la cama y me dijo— siéntate aquí a mi lado. Mira, lo que viste no es la primera vez que pasa, de hecho no empezó este año, yo aún no conocía a tu padre cuando tu abuelo y yo “empezamos…”
– ¿Qué?
– Ok, no interrumpas, te cuento…
********
En aquel entonces tenía yo alrededor de 13 o 14 años, andaba apenas conociendo los que era la pubertad, bueno no conociendo, ya sabía lo que era, pero no la había probado como tal ¿Me entiendes?, un día llegue de la secundaria, en la casa solo estaba tu abuelo y la abuela se había ido a jugar canasta con sus amigas, osea que tardaría como 5 o 6 horas en regresar. El abuelo veía la tele, deje mi mochila, me senté a su lado y le pregunte
– ¿Qué miras papi?
– Nada la verdad estaba encendiendo la tele, a ver que me encuentro
En eso me volteo a ver y clavo sus ojos en mis piernas— hijita, ¿cómo que esa falda te queda corta ya, no?, hay que comprarte una nueva, no quiero que andes enseñando calzones por ahí
– Jajaja, ay papa, pues si es lo que está de moda, además esta me la acabas de comprar, la otra si me quedaba cortita, mira deja me la pongo para que la veas
Subí a mi recamara, la verdad no sabía a donde llegaría esto, me cambie, me puse la falda del año pasado y baje, el abuelo estaba viendo la tele, volteo a verme y abrió los ojos y la boca, se quedó perplejo.
– Ves, esta si esta cortita—la falda me llegaba al tercio superior del muslo y como era de tablones al caminar se levantaba un poco
– Válgame dios, sí que está muy cortita… gírate— lo hice y mi falda se elevó mostrando gentilmente mis pantys—guau
– Gua que, jajaja— reí divertida por ver la cara del abuelo–¿esta corta o no?
– Esta corta pero la verdad no te había visto cuanto has crecido, pronto dejaras de ser la nena de papa y llegara un pelafustán y te llevara
– No papi, yo siempre seré tu nena—me senté en sus piernas, se me olvidó mencionarte que traía una bermuda de tela delgada que al estar sentado se le subió a medio muslo, de manera que al sentarme mis nalgas quedaron en contacto con su muslo, solo separados por mi panty—tu siempre serás mi papi y yo siempre seré tu nena— me abrazo con ternura y le di un piquito en los labios, tal como una hija se los da a un padre, pero en eso sentí algo que crecía en su entrepierna, el me tomo de la cintura con su mano derecha y puso la izquierda sobre mi muslo, me miro como nunca me había mirado.
– Me gusto el piquito, tienes una boca tan suave, dame otro hijita…
– Jijiji– reí yo divertida y le di otro, sus manos al hacerlo, me apretaron, más la que tenía en el muslo
– Muchos—dijo suplicante, yo divertida seguí, un piquito, otro, otro, uno más largo, el subía y bajaba su mano derecha por mi espalda, yo reía nerviosa y seguí con los piquitos, más largo cada vez al mismo tiempo que el subía su mano izquierda, lentamente, suave hacia mi entrepierna, yo continua besándolo y digo besándolo porque ya no eran piquitos, eran besos que un novio le da a su novia, de repente su mano toca mi entrepierna, siento un latigazo que recorre desde mi parte, por toda la columna hasta mi cerebro, abro la boca en un “ahhhhhhhh”, vuelo a besarlo, pero ahora con la boca abierta y por primera vez sentí su lengua, áspera, caliente, pero deliciosa.
– Papa—susurre mientras lo seguí besando, el continuaba con mis caricias sobre mi chocha, movía sus dedos de arriba hacia abajo y viceversa, yo comenzaba a mover mi cadera al compás de sus movimientos, estaba perdiendo la cabeza, porque ni cuenta me di cuando desabrocho mi sostén, saco su mano de mi entrepierna solo para desabrochar mi blusa, quitarla y sacar mi sostén, mis tetas al aire fueron una invitación para él, las lamio, chupo y mordió todo lo que quiso, su mano ya había vuelto a mi entrepierna y la agitaba fuerte; de repente se detiene, me baja de sus piernas yo quedo hincada, veo como baja su bermuda y saca su pene, enorme, lleno de veas, algo salía de su orificio, mis pupilas dilatadas miraban con excitación, la verdad desde hacía rato ya no pensaba; me tomo de la cabeza y me guio hasta el, su glande toco mis labios… supe que hacer, abrí mi boca y se deslizo hacia mi garganta.
– Mmmmmm que rica esta tu boca, chupa con fuerza, así, así, mas maaasssss, ahhhhhhh…mi padre con la cabeza viendo al techo sus ojos en blanco disfrutaba la chupada que le daba su hija de 13 años—me detuvo, aun en mi boca sentía el sabor del líquido pre seminal… me gusto
– ¿Por qué paras papa? ¿No te gusta?
– Me encanta, pero mejor vamos a la recamara, no quiero estar aquí— me cargo tomándome de las nalgas, yo rodee con mis piernas su cintura y besándonos con pasión subimos las escaleras, llegando a la recamara, me tumbo boca arriba, me saco la pantaleta y metió su cabeza entre mis piernas, sentí su lengua en mi raja, la penetraba, chupaba mi clítoris, levantaba mis nalgas y besaba mi culo, volvía a mi raja y mientras chupara mi clítoris metía un dedo en mi raja.
Yo estaba en el cielo, mis ojos en blanco, mi boca abierta, seca por la respiración agitada, mis caderas tenia voluntad propia, se movían a cada chupada y dedeada del abuelo.
– Papa… papi… ahhhhhh… que me haces…. Siiiii… sigue… más fuerte…. Mete más tu dedo…. Siiii…mmmmgmgmgmg ahhhhhhh— el abuelo obediente hacia todo lo que le decía, de repente cuando más mojada y excitada estaba, se levanta y veo su pene erecto, chorreando líquido pre seminal, me mira y dice
– Hija, ya no puedo más, lo voy a hacer
– Si papi, hazlo—con mi mirada lasciva lo invitaba, estaba como posesa, ya no pensaba en nada
Se subió, con maestría dirigió su cabeza a mi raja y empujo, lento hasta sentir mi barrera virginal, volteo a verme y dijo— te amo— y me penetro, sentí que algo se desgarraba, me dolía, grite
– Aahhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!! Duele!!!!!!!!!!!! Papi!!! Duele!!!!!!
– Aguanta hija, estas muy chiquita y mi reata muy gorda, quédate quieta, ya pasara el dolor
Y así estuvo por como 15 min o eso creo yo, el caso es que el dolor cedió, sus besos y caricias me hicieron olvidar
– Siiiiiii… papi…. Ya siento rico otra vez….dame, dame, dame…..más
El abuelo comenzó a moverse, lento, sacaba toda su reata para meterla nuevamente, lentamente, así estuvo hasta que comenzó a aumentar la velocidad, mas, mas y cada vez más, parecía un pistón de motocicleta
– Aaghhh hijita que rica estas– comenzó a bezar mi cuello, mis tetas, las chupaba mordía incluso me hiso varios chupetones en mi tetas, me dolía pero me gustaba
– Papi, aaahhhhhhh ayyyy siiiiii… el cielo, veo el cielo… maaasssssss fuerte
– Toma mi putita— era la primera vez que me llamaría putita— toma putita
– Sí, soy tu puta, cógeme con ganas—decía yo, siendo que nunca decía malas palabras
– Sí, eres mi puta y mi perra— diciendo esto, me la saca, me voltea no sé cómo y quedo en 4 patas, apunta su glande a mi raja y la vuelve a meter— mi perra ahhhhh ssiii como te gozo
– Si, tu puta, tu perra…AHHHH no pares, cógeme, si así….ahhhhhh
– Toma perra— decía mi papa mientras comenzaba a nalguearme, al principio suave, pero conforme aumento la velocidad aumento las fuerza de las nalgadas—toma perra, así te voy a educar, para que seas una buena perra puta
– Si, papi, pégame fuerte, parte me como puta que soy…ahhhhhh—no sé si en otro momento hubiera dicho tantas cosas pero en ese lo hice, lo goce…
– Perra, muévete, demuestra quien es tu amo— y continuaba con las nalgadas—-ahhhhh
– Si. Así me muevo bien—decía yo mientras torpemente movía mi caderas—-
– No, perra, muévete más—y me nalgueo con más fuerza y hasta golpes con la mano cerrada me tiro en la espalda, me hiso ver estrellitas pero me éxito.
– ¿Así, papi?—moviendo como loca— ¿así si papi?
– Si perrita así— de repente me toma de las caderas y dice— ahhhhh maldita perra puta trágate mis mocos— y se vacío dentro de mí, sentí cada uno de sus lechazos y cada uno de ellos fue un espasmo en mi chocha
Cansado se recostó de lado sin sacármela y aun moviéndose. Me giro mi cabeza y me beso con la lengua yo solo le correspondí. Pasaron como 15 minutos en esa posición, su pene flácido fue saliendo de mi raja junto con algunos mocos y sangre, se volteo hacia arriba mirando el techo, yo seguí de lado mirando la pared; él el techo y yo la pared ninguno hablaba, comencé a sentir dolor en mi raja y en mis tetas, miraba las marcas de los chupetones en mis pechos y no se diga el ardor de mis nalgas, dolor de cadera y sobre todo el ardor picante de mi raja
– Hija—dijo mi padre con tono más tranquilo— lo siento, me deje llevar, no debí…
Voltee y solo lo bese—papi yo también lo quise, no sé qué me paso y también me deje llevar
– Hija esto no debe de volver a ocurrir
– Si, lo entiendo
– Deja retiro las sabanas, hay manchas de sangre y semen, por cierto ¿Cómo andas de periodo? Es que acabe dentro y no quiero que tú te embaraces, eso sí sería aún más irresponsable
– Mmm no se
– Rayos, deja le hablo a un amigo que es ginecólogo, a ver que me recomienda, le diré que lo hiciste con un compañero de clases, por si tiene que revisarte, porque de esto ni una palabra a nadie, sino acabare en prisión.
– Está bien papi, no diré nada y si me pregunta diré eso— y agache mi mirada…
********
Yo estaba con mil cosas en mi cabeza, sorprendido y excitado, al contarme con tantos detalles lo sucedido.
Mi madre vio mi erección y dijo— ¿qué pasa Roberto, no me digas que te emociono la historia de tu abuelo y yo?
– Mama, no soy de palo y lo que me has contado, pues…
– Jajajaja, a que mi hijo tan caliente, ¿será herencia familiar?
– ¿Por qué?—pregunte yo tontamente
– Como que porque, jajaja… mira toca aquí—sujetando mi mano la lleva a su entrepierna, para sorpresa mía no llevaba pantaleta y sentí su raja húmeda, excitada. Comencé instintivamente a mover mis dedos sobre ella e introduje uno, mi madre solo cerro los ojos y volteo la cabeza hacia arriba.
– Aaahhhhhhh, hijito, no hagas eso que no respondo— ja si es lo que yo quería que no respondiera, así que seguí, con mi mano libre comencé a bajar su bata, cayendo por su espalda hasta el borde se sus nalgas, sus tetas quedaron libres, a pesar de haber tenido y amantado a 3 hijos, se veían hermosas, aun firmes, lo que me llevo a besarlas, primero con miedo, después con pasión, ella guio un pezón a mi boca
– Chúpalo, así hijito de mi alma, si, sigue así— con una mano sujetaba mi cabeza, acariciando mis cabellos, con cariño maternal, yo chupando como un bebe hambriento, mientras mi dedos nadaban en su humedad
– Haber hijo ponte de pie—me dijo y así lo hice— bájate el short, quiero verte— baje torpemente mi short las manos me temblaban y salió mi erección, para mis 13 años pues bastante buena, ella solo dijo— guau es más grande lo que pensaba, es hermosa— y comenzó a chupar, no me aviso solo lo hiso y yo al sentir su caliente boca no pude evitarlo y descargue mi leche, ella ni se inmuto, siguió chupando tragando toda mi leche, limpiándola después y siguiendo chupándola, con su experiencia sabía que conseguiría otra erección fácilmente, pues a los 13 años, parece tener resorte jeje. Y así lo consiguió.
– Bueno ahora toca mami—se acostó boca arriba en la cama y dijo— métela, regresa por donde naciste
– Me acosté sobre ella, y fue ella misma quien guio mi pito a su entrada, se fue deslizando suavemente, sentí la gloria, y comencé a bombear
– Huuuy siii hijito, que bueno eres… que grande…. Que orgullo… si más, mas….—comenzó a gemir, pasaron cerca de 10 minutos y yo bombeando como loco, ella elevando sus gemidos— mmmm…mmmmmm si bebe…. Mas fuerte…con ganas… mas, mas— yo ya no pude evitarlo sintiendo de nuevo la eyaculación
– Me vengo mami… ahhhhhh
– Si ahhhhhh si, lo siento…. ¡Ahhhhhhhh que ricoooo!!! siiiii— apretando con sus piernas mis caderas haciendo que me vaciara en su interior
Y en esa misma posición, me comenzó a besar, con cariño maternalmente, yo sentía la culpabilidad postcoital, no quería abrir los ojos, ella solo me besaba, en mi frente en mis ojos, en mi nariz, hasta que pregunto
– ¿Te gusto?
– Si—dije avergonzado
– Y ¿Por qué no me miras?
– No sé, siento raro
– Haber mírame— abrí los ojos y la vi, transpirada por la agitación con sus cabellos negros como la noche cubriendo parte de su rostro— ¿me quieres?
– Sí, mucho
– Y yo a ti, ya nos demostramos amor de otra manera y no pasa nada, sino quieres que se repita está bien, pero si quieres pues…
– ¿De verdad? ¿Lo podríamos repetir?
– Si bebe, cada que tú quieras y bueno cada que se pueda…
– Pero… ¿Y el abuelo?
– Si tú no le dices yo tampoco
– Ok, pero me refiero a ¿seguirás cogiendo con él?
– Jajaja Mira bebe, tu eres mi hijo yo tu madre, cogemos rico como ahorita y si tienes novia pues… lo haces si tú y ella quieren, yo no me enojo ni me opongo y lo mismo te digo, no puedes prohibirme con quien quiera yo coger, ok ¿estamos de acuerdo?
– Pues sí, no sé qué más pueda hacer, la verdad me caga pensar que el abuelo te lo hace
– Oye jovencito, cuida tu lenguaje que soy tu madre… respeto ehhh
– Perdón— nos miramos en silencio a los ojos y nos reímos a carcajadas por la situación, se acercó y me beso en la boca con pasión
– Bueno bebe ya vete a bañar que no deben de tardar en llegar—
– Si mama, te amo— me pare, ella se sentó al borde de la cama, me acerque a ella la bese en la boca con mi lengua mientras le acariciaba una teta
– Mmmmmm, bebe ya, van a llegar, a bañar y borrar evidencia
– Ok mami— recogí mi short y me fui a mi recamara a bañar
Fin parte 2
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