El pueblo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Semana santa de 1987, me llamo Juan tenía 17 años y mi padre me había mandado para el pueblo de mierda de mis abuelos para ayudarlos pues a mi abuelo Rafael le había dado lo que hoy decimos un ictus y estaba jodido, en la casa vivían el mi abuela María 65 años y una sobrina hija de su hermana más pequeña Carmencita de 9 años pero que tenía un retraso intelectual leve, cuando llegue tenía un cabreo de mil pares de cojones pues me sacaban de mi barrio para estar en un pueblo de mala muerte en el que en verano podrían vivir muy bien 200-300 personas pero que en esa época no llegaban a 25-30, yo la verdad es que era un poquito cabrón ni estudiaba ni trabajaba y por eso el bueno de mi padre me mando ahí.
Nada más llegar mi abuela se encargó de decirme las tareas que tenía que hacer que no quiero cansarles con ellas más de lo que me cansaban a mi hacerlas, desde el primer momento Carmencita se me pego como una lapa yendo donde yo iba a todos lados, lo que a mí me tenía de los nervios y la espantaba a cada momento, allí no había ningún niño para que jugara, era flaquita pero tenía un culo la verdad bien desarrollado para la edad que tenía, pero de mentalidad era muy niña, dormíamos en el mismo cuarto pues no había más que dos en la casa, un día cambio todo, estaba en el baño y fuera estaba mi abuela hablando con otra vieja y escuche que esta le preguntaba que como le iba a Carmencita si ya se le había quitado esa manía, mi abuela le dijo que después que su madre la descubriera con el mango del cepillo metido en su verijita metiéndolo y sacándolo como si estuviera haciendo eso, ella después que se la trajeron intentaba no dejar nada con esas formas a su alcance para ver si se olvidaba y no lo hacía más, coño me dije conque a la niña le gusta meterse cosas por su chochito yo que estaba más salido que la punta de un lápiz y me mataba a pajas se me vinieron malas ideas a la cabeza.
Un día que estábamos viendo una película mi abuela dijo que se iba acostar que estaba muy cansada y que cuando acabara la película que nos fuéramos acostar que no estuviéramos hasta tarde viendo la tele, si le conteste y se me vinieron las malas ideas, cuando comprobé que mi abuela estaba ya acostada me senté mejor en el sillón y me acomode bien mi polla tenia puesto el pijama sin calzoncillos, le dije a Carmencita que se sentara sobre de mi para ver mejor la película y ella tan inocente lo hizo, la coloque bien para que abriera bien sus piernitas y que su chochito reposara sobre mi polla (me mide en la actualidad 19 cm y pienso que por ese tiempo me mediría más o menos lo mismo), la deje así a ver que hacía, no tardó mucho en moverse un poquito pues pienso que ella notaba bien el largo y el grueso de mi polla, comenzó a moverse despacito pues se veía que cada vez le gustaba más
Su respiración se le notaba agitada y cada vez se movía más deprisa y le salían algunos gemidos, llego un momento que los dos no hacíamos caso alguno a la tele sino concentrados en movernos para recibir más placer, yo estaba que explotaba pero ella no estaba menos, hasta que comenzó a moverse más rápido y a gemir más hasta que note que se dejó caer hacia mi respirando agitadamente, la muy jodida se había corrido, le di unos besitos en el cuello para que no se asustara, la película había acabado y le dije que nos teníamos que ir a dormir, cuando se levantó me dijo que se había orinado tenía una mancha húmeda en sus pantalones y los míos igual, la niña se había encharcado bien por lo que se veía, le dije que se los cambiara, ella asustada me dijo que la abuela le iba a regañar yo le dije que no se preocupara que yo le diría que se le había caído agua en los pantalones y que así no le diría nada, sonrió y me abrazo, nos fuimos a dormir y yo no paraba de maquinar que podría hacer para pasarlo igual de bien mientras me hacia una lenta paja.
Eso se hizo habitual entre nosotros dos y ya era un poquito complicado explicarle a la abuela por qué se le mojaban los pantalones, ya los besos en el cuello eran con más intensidad y la verdad es que lo nuestro ya era un magreo a base de bien yo a veces no me podía controlar y me corría en esas faenas y lo que tenía ganas era de follármela a base de bien y lo deseado llego de una manera inesperada, una noche que estaba lloviendo bastante Carmencita se acercó a mi cama y me dijo que si se podía acostar conmigo pues tenía mucho miedo, le dije que sí y se metió enseguida a la cama yo estaba empalmado a tope y de repente ella me dijo que si se podía poner encima porque le gustaba mucho y así no se asustaba le dije que sí y se acomodó sobre mi polla y enseguida se comenzó a mover como siempre disfrutándolo los dos, me acorde como se mojaba siempre y para ver si colaba le dije que mejor nos quitábamos los pantalones para que no se mojara me dijo que si y se los quito enseguida quedándose solamente con la camisita yo me quite los míos y deje libre la fiera de mi polla que pedía a gritos que la metiera en algún lugar húmedo y calentito
Se puso otra vez encima y yo agarre mi polla para acomodársela a lo largo de su chochito temiendo que se asustara, pero que va ella se acomodó todavía mejor y se empezó a mover lentamente para sentir bien toda mi polla, no paraba de gemir mientras se movía, le dije que si le gustaba y me contesto que mucho, notaba la tibieza de sus juguitos que me tenían empapada mi polla, joder que bueno era todo eso, estuvimos así un ratito hasta que me di cuenta de que ella con su manito agarro mi polla y se la llevo a la entrada de su chochito y comprobé que le entro un poco, ella dio un gemido de placer al sentir que le entraba, yo me quede quieto a ver qué pasaba, ella se siguió moviendo lentamente y al final su chochito se comió toda mi polla, joder con la chiquilla, ya no pude más y le metí mano por todos lados, ella estaba como poseída y no paraba de gemir, le tocaba su pequeño clítoris con un dedo y ella ya estaba fuera de si hasta que note que se movía más rápido y que se empezó a correr y yo aproveche también para hacerlo llenándola toda de mi leche, ella extenuada se dejó caer sobre mi cuerpo, yo no paraba de besarla diciéndole que la quería mucho y ella me decía lo mismo
Le dije que si le había gustado y me dijo que mucho, que le gustaba más que con Andrés (era su tío) le dije que si se lo había hecho mucho y me dijo que no pocas y que cuando su madre los vio la trajo con la abuela, ya decía yo que la niña sabia bastante de esto, la limpie con mi pijama y estando allí echadita a mi lado y desnudita se me volvió a empalmar, me arrime a ella y comencé a besarla y a meterle mano ella respondió enseguida y le di un beso en la boca (antes no lo había hecho nunca), le costó un poco pero se habituó enseguida y literalmente nos comíamos la boca, estábamos igual de cachondos otra vez se iba a poner otra vez encima y le dije que no que ahora era yo quien me iba a poner encima, le separe las piernitas y apuntándole mi polla en su entradita se la fui metiendo despacito sin ningún problema hasta que se la clave toda, te gusta le dije, me contesto que mucho y empezamos a follar, a mí me gustaba pero a ella es que le encantaba estuvimos un buen rato hasta que me vacié otra vez dentro de su chochito.
Se hizo habitual y no había día que no follásemos hasta quedar agotados, éramos como una pareja, yo le decía que ella era mi novia pero que la abuela ni nadie se podían enterar pues sino tendríamos problemas para estar juntos y así ella no decía nada, un día vino su madre y se la llevo unos días porque la tenía que llevar al médico por unas vacunas y una revisión y me paso lo siguiente, cuando estaba acostado vino la abuela y me dijo, que echas de menos a tu mujer? Que dices abuela, sabes muy bien lo que digo, te piensas que yo no sé lo que hacen por la noche? Sé muy bien que todas las noches no paran de follar pues los suelo espiar y veo lo bien que se lo pasan (cometí el error de dejar una lámpara de la mesa de noche encendida pues me gustaba verla mientras me la follaba), tienes que tener cuidado en no hacerle daño pues tú tienes una herramienta muy grande y la puedes dañar, ahora no tienes problema en que se quede preñada pues no ha tenido nunca la regla pero desde que le venga ya hay peligro de que se preñe
Yo no salía del asombro por como mi abuela me decía esas cosas pero aun lo haría más, mira Juan al igual que la niña a una también le dan también necesidades de echar un buen polvo y yo hace como 20 años que no lo hago y la verdad es que viéndolos a ustedes se me ha vuelto a despertar el querer echar uno y por eso quiero (mientras que con su mano me agarro la polla por encima de la sabana) que ahora que no está la niña podamos follar pues como te digo yo también estoy con unas ganas enormes y tu abuelo hace ya mucho tiempo que no está para estos trotes, yo estaba alucinado y solo me atreví a decirle que si a ella no le importaba, que dices si me tienes el chocho encharcado todo el día cada vez que pienso en el tolete que tienes y lo bien que lo pasáis los dos cuando os espió, pues bueno le conteste.
Mi abuela se quitó la ropa y se metió en la cama, era normalita para su edad, con dos tetas enormes y caídas con dos enormes y puntiagudos pezones negros y con un culo grande solo con esa visión mi polla se puso en todo esplendor, ella se puso acariciarla con sus rudas manos y no paraba de decirme lo grande y hermosa que era, yo me agarre a un pezón y se lo comía literalmente ella gemía como una loca y me pidió que se la metiera que la quería dentro, no me hice esperar y apuntando en su peludo conejo se la fui clavando hasta meterle casi los huevos, aahhhhh que rico volver a tener un buen tolete dentro muévete Juan muévete fuerte y follame bien, no lo había hecho antes pero follarse a una mujer madura con tantas ganas era una delicia, follamos de todas las formas, encima, a cuatro patas, me la chupo un buen rato, hasta el final que acabamos casi al mismo tiempo, hablamos lo bien que lo habíamos pasado y me volvió a decir que tuviese cuidado con la niña, que la pobre tenia fuego en su conejito y por eso tenía tantas ganas de follar y que el problema sería cuando fuera más grande y se pudiera quedar preñada.
Al otro día cuando almorzábamos mi abuela me dijo, Juan te voy a decir una cosa pero no la tomes a mal, mira Doña Lola le pasa lo que a mí que lleva bastante tiempo sin hacer nada y como te decía nosotras también tenemos ganas, por lo que te quería pedir que lo hagas con ella como conmigo que ella es muy buena y siempre lo ha sido con tus padres pues siempre nos ha ayudado, yo alucinaba y le dije que si se lo había contado, mi abuela me dijo que con todo detalle pues lo había pasado mejor que nunca y que le gustaría que su amiga lo disfrutara igual, le comente que lo pensaría y nada por la tarde le dije que si jejeje.
Esa noche fui a hurtadillas hasta la casa de Doña Lola toque en su puerta y cuando abrió entre enseguida no quería que nadie me viera, cuando estuve dentro la señora me dijo que le daba vergüenza pero que mi abuela le había dicho lo bien que lo había pasado, que le dijo que a ella también le gustaría (la señora era más bien bajita era de la edad de mi abuela pero estaba mejor físicamente tenía una cara siempre sonriente que hacía que pareciese una viejita traviesa, era tetona más que mi abuela y con un buen culo) si a mí no me importaba, le dije que no y me llevo hacia su habitación (ella era viuda y vivía sola salvo en el verano que venían a veces sus hijos), cuando entramos se acercó a mí y beso en el cuello, la cara y al final en la boca, joder sabia mover bien la lengua pues solo con eso me empalme al instante, me decía cosas susurrando las palabras mientras me quitaba la camisa y seguía hasta desnudarme por completo, por Dios esto si es un buen tolete decía mientras me agarraba la polla, yo la manoseaba y la ayude a desvestirse, coño tenía unas buenas tetas no tan caídas como las de mi abuela, un chocho canoso bien peludo y un buen culo, me llevo lentamente hasta la cama y me echo, me dijo que si alguna vez me habían comido el tolete a lo que le dije que no, me dijo pues te vas acordar de esta vez toda tu vida (cierto es pues aún me acuerdo)
Comenzó a besarme y a chuparme y morderme suavemente toda la polla y los huevos, cuando me vine a dar cuenta se la había tragado toda pues tenía su nariz pegada a mi vientre, joder que bien la sabia chupar la vieja, la sacaba, la lamia se la volvía a tragar, entonces le dije que si seguía así me iba a correr y me dijo hazlo que hace muchísimo tiempo que no me como esta lechita y estoy deseándolo, no tarde mucho y cuando le fui avisar ya era tarde y me estaba corriendo en su garganta, el placer era inmenso, se encargó de limpiarme hasta la última gota y después se echó a mi lado y me dijo que nunca había chupado una así tan grande, que antes siempre le encantaba chupar toletes pero como este ninguno, mientras hablaba seguía acariciándomela y lo que consiguió fue que al rato estuviera empalmado otra vez
Me dijo, quiero que me folles bien házmela sentir como entra ctm a ctm. despacito despacito y me la sacas rápido y vuelves a repetir lo de antes, así es como se debe follar a una mujer para que disfrute bien, como buen alumno así hice y estuvimos un buen rato y me dijo que se iba a poner a cuatro patas y que la agarrara bien por las caderas y que le diera duro que lo necesitaba eso hice y ella al principio se quejaba pues yo creo que le entraba hasta el alma, le dije que si le molestaba paraba y me dijo que no que siguiera así que la tenía loca, volvimos al inicio y me dijo que le diera fuerte que quería correrse ya y la bombeaba con ganas hasta que se empezó a correr me decía disparates pero yo seguí un poco más hasta que me desparrame por completo dentro de ella, luego estuvimos hablando un rato y me conto sus perrerías con los hombres antes y cuando luego me fui a ir me dio 500 pesetas para que me comprara algo le dije que no pero insistió pidiéndome que volviese otro día que seguro que lo pasaríamos bien, le dije que sí y pensando en todo ello me fui caminando a la casa de mi abuela.
Seguiré contando lo que seguiría pasando en tan divino pueblo
Siento no haberlo contado mejor pero lo he contado como me vienen los recuerdos
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