El Ruido
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Era el sábado a las 10 de la noche cuando les dije a mis amigos que no saldría, debía cuidar la casa, no me preocupaba, a mis 17 años me hervía las hormonas y mas aún que traía en mis manos un nuevo material porno, mis padres habían salido y era seguro que llegarían tarde, mande a mis hermanas a dormir y me dispuse a ocupar la pantalla de la tv, me tome unas cervezas viendo porno hasta mas no dar, masturbándome muy lentamente sin acabar… así, algo mareado escucho un fuerte ruido en las habitaciones, me dirijo a ver que pasa y prendo la luz, mis ojos registran la habitación en segundos y no encuentro nada extraño
-debe haberse caído algún juguete, pensé.
pero esperen, en eso veo un trasero redondo como una esfera dibujado entre las sabanas, era mi hermana, que a sus 12 añitos estaba formando figura, me reí para adentro en mis pensamientos, tan lindo que se veía ese espectacular trasero…
sin tan solo fuera mio…
me acerque sigilosamente hasta su lado y trate de moverla suavemente, tenia la cara de sueño profundo, las palpitaciones empezaron a acelerar, la cara se me puso roja y comencé a sentir un leve mareo del solo hecho de imaginar lo que venia, que borrachera dije, debo salir rápidamente de aquí, en eso me despido suavemente acariciando su trasero por ultima vez y siento que su trasero se levanta en un gesto claro de excitación, eso me despertó de inmediato y me llevo a una excitación espectacular, con mi miembro duro y que solo quería hundirse en la blandura…
corrí la sabana y la acaricie directamente en la piel, estaba tan caliente que sentía que era un macho con una hembra en celo, baje su calzoncito pero me costo por lo abultado que era hacia atrás su trasero y lo ajustado que lo tenia, lo baje difícilmente hasta mas arriba de la rodilla hasta que finalmente lo saque por un pie, me senté en el suelo y me puse a mirarla de perfil, podía ver un trasero en un perfil perfecto, estaba impresionado, la redondez era espectacular la dureza de las carnes tiernas, todo estaba allí, era una pieza de puzzle y yo calzaba perfectamente allí, me desnude en un instante, estaba dispuesto a probarlo, me subo con mucho cuidado y me poso casi sin peso sobre ella, era sentir el calze, el final de su espalda me servia de calze mientras mi miembro erecto se acomodaba apuntando hacia abajo entres sus dos piernas llegando luego hasta sus glúteos acomodándose finalmente hasta topar en la cavidad que ofrecía su sexo, estaba viviendo algo espectacular, suavemente con mis pies y como todo un experto muevo sus tobillos haciendo que sus piernas se separen lentamente, parece que conocía el movimiento desde siempre porque la ansiedad empezó nuevamente a acelerar mi corazón, sentía sus pulsaciones en mis oídos, casi adivinaba lo que ocurriría…
llego el momento esperado, separe sus piernas los suficiente para que mi pene entre en contacto directo con su vagina, sentí de inmediato el calor de bienvenida, mi pene estaba erecto hacia abajo haciendo presión hacia arriba erectándose aún mas a impulsos, mantuve ese ejercicio hasta que sentí los cálidos jugos de mi hermana besar el tronco, automaticamente sus labios se abrieron y permitieron que la erección se manifestara completamente aprovechando de penetrar la punta del glande dentro del anillo que formaba la entrada a su vagina, tragaba saliva, milagrosamente mi pene se había detenido justo en el lugar adecuado ahora era cosa de ver hasta donde llagaba, pero bruscamente mi hermana me sorprendió , levanto ligeramente su colita hizo el movimiento justo, levanto de tal forma su trasero que la punta de mi glande desapareció en su vagina, no tuve que moverme, aun así, sentí hervir la sangre por terminar el recorrido, el llamado para mi en ese instante era claro, consumar la penetración, tenia tal dureza en el pene que pensé que seria fácil, pero error, hice mi mejor movimiento aprovechando los jugos que nos bañaban, pero algo me detuvo al poco empezar, ahí tome en cuenta e imaginando completamente su himen,aspiré aire, su virginidad era lo que pasaba, pero no alcance a reflexionar cuando nuevamente un movimiento de mi hermana me invita a continuar, apreté los dientes y le di…
Mi hermana era tremendamente flexible, acostumbraba hacer piruetas con su cuerpo y a bailar todo el día, pero esto no me lo imaginaba, sentí como su himen se expandía dándome paso y haciéndome mucha presión en el glande, era como meterlo en el anillo que tienen los globos, esto no podía ser, pero si, simplemente dio lugar, su himen en mi glande al terminar el recorrido por la punta siento el golpe de su presión contra el tronco de mi pene, que satisfacción, pude pasar, comencé el recorrido ahora sin piedad pero lentamente, la estrecha cavidad estaba dando cabida a todo lo largo de mi pene mientras su himen intentaba estrangularme, tome un respiro para acomodarme a la estocada final mientras nuevas partes de mi pene toman contacto con los generosos jugos de mi hermana, sentía que el himen se relajaba un poco haciendo menos fricción justo cuando estaba listo para llegar hasta el fondo, me muerdo los labios y continúo, la vagina de mi hermana era un guante, siento como me sumerjo en la blandura separando carnes hasta que llegué al botón, me dio curiosidad, morbo y continué presionando, había llegado al cervix, ahora sabia que no podría llegar mas adentro, puse una mano y medí dos dedos de pene que no pudieron entrar
– que chiquita eres, le susurré, escuche un suspiro.
aún así empuje hasta el fondo empujando el cervix como besando la punta de mi pene,simultáneamente sentía la entrada de su vagina en la base de mi pene, escucho un suspiro entrecortado y suelto, me retiro lentamente y penetro, me retiro lentamente y penetro, el roce me tiene mareado y pronto siento que voy a estallar, comienzo a bombear, cada vez mas rápido y frenéticamente siento el orgasmo llegar,la estrechez en la base de mi pene es algo inaudito y en una jugada magistral me hundo hasta el fondo y siento como el cervix corona mi pene mientras chorros y chorros de semen entran a presión directamente en su pequeño útero, pasara semanas con mi semen, me dije mientras sentía mi vista oscurecer, sonreí satisfecho…
tenia todo mi pene en su interior y la sensibilidad del glande me hizo notar algo que volvió a sorprenderme, el botón del cervix estaba palpitando y besando el glande sincronizado con mis últimos chorros, ella comenzó a mover su trasero y se movió enterrando aun mas mi pene en ella, así supe que estaba teniendo el orgasmo junto a mi, nuestras palpitaciones orgasmicas eran sincronizadas, que hermoso sentí…, mi erección no paraba sentía que podía levantarla con la pura fuerza de mi pene dentro suyo, era un campeón… me retire cuidadosamente y vi saltar mi pene entre esos perfectos gluteos, la imagen era alucinante, me restrege y limpie mis jugos en su glorioso trasero mientras me disponía a retirar, con mi ropa termine de limpiar lo que de adentro no dejaba de salir, le subí sus calzoncitos que de inmediato se mojaron en la zona de la vagina pero solo llegue hasta la mitad de su trasero en la parte de arriba, parecía imposible tremendo trasero, así que lo deje así, me retire hacia el living y sentí asco de la porno tan falsa que veía, me sentía anestesiado así que opte por desarmar todo e irme a acostar.
A la mañana siguiente, me despertó el ruido y el aroma del desayuno recién preparado, fui a ver, era mi hermana que se había levantado temprano y estaba mas risueña que nunca, noté que se había bañado, me abrazo por la espalda y me invitó a tomar desayuno mientras no paraba de mirarme y sonreír.
-mi papas también estaban borrachos anoche, dijo con una voz musical, quedé helado, …ese "también"…
estaba alegre, si hasta saltaba y movía el trasero al ritmo de la música en la tv, ahí vi de nuevo ese trasero y ese movimiento de baile me hipnotizó, circular, sexy, increíble…
-anoche escuche un ruido en tu pieza, le dije mirando al suelo y a ella de reojo pero con la voz ronca que tengo.
-Se rió risueña y a carcajadas mientras movió su trasero juguetonamente al ritmo de la musica e hizo un movimiento que la dejo en una pose mirándome de espalda, -¿así? y botó una caja de cartón de la mesa- me cerró un ojo y saco su lengua… su picardía me espantó… ella hizo el ruido…
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