El Secreto de la Familia 10
Rob después del accidente con el tío candido sabrá la verdad con Matilda, siendo el preámbulo de todo lo que tanto esperaba….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
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No sería agradable, pero no le quedaba de otra, Rob quería saber que pasaba con Matilda, su preciosa niña, por eso se metería al baño cuando ella se limpiaba, de hecho habría disfrutado de verla sobar cada parte de su precioso cuerpo con el jabón, quedando tan limpia, disfrutando de aquellas formas tan seductoras, mientras el sudor iba cayendo, para quedar casi nívea ante sus ojos, estaba tan prendado de aquella pequeña de solo 12 años, casi 13, que no le importó nada, debía recuperarla, así que se metió, bajo el consejo de su padre, debía reclamarla como suya, así que irrumpió para tomarla, prácticamente violo su redondo culito, el cual era carnoso y tan suave, también toco sus tetillas, que hacían juego con sus nalgas, la beso con pasión, deseando cada centímetro de su piel, alterándola un poco, pero no dejando que se marchara, por lo cual la niña se rendía un poco, dejando que este siguiera adelante, pidiéndole una explicación, la cual entre besos cargados de pasión se daba, pero el agua no era el mejor lugar para decir nada, así que en su momento, habiendo aclarado parte del malentendido, Rob tomó a Mati para llevarla como princesa a su cama, donde se besaron un poco más.
La cama ahora era más grande, su padre sabiendo que eran pareja les puso un colchón matrimonial habían acomodado parte de la ropa de ambos en el cuarto de él, y la pequeña era algo pervertida, le encantaba sobarse con las sabanas o las almohadas, pues siendo celosa, quería que su hombre tuviera su marca, en especial porque se daba cuenta que su prima Noriko también le gustaba su hermano, aunque igual que todos los chicos, ignoraba una verdad oculta en su familia. Por desgracia una vez de regreso en la cama estaba nerviosa, Rob se daba cuenta de ello, así que se acomodó para quedar como cucharita, y sin dudarlo penetró el culito de la niña, sacándole un pujido, pero sería lo mejor para que esta empezara a gemir un poco, disfrutando de ese contacto tan intimo, y para el muchacho era lo mejor, realmente estaba cogiéndose a su hermanita, aunque era de forma anal, no le importaba, sentir sus deliciosas nalgas eran un sueño hecho realidad, la niña no se podía resistir, estaba asustada, pero ver como su hermano la deseaba, haciéndole eso, imponerse sobre ella, empezando a penetrarla, la calentaba tanto, así que se dejaba hacer, sintiéndose como su amante, su novia real, nada de juegos, o cosas infantiles, recordando cómo sus amigas apenas se besaban con algunos chicos o se tomaban de la mano con sus primeros noviecitos, pero en este caso su hermano era más maduro, eso le gustaba, le hacía sentir tan especial, así que se dejaba hacer de tal forma que le dominaba su sexualidad, recibiendo las lentas embestidas de su amante, quien duraría un poco de tiempo entre caricias hasta que finalmente se terminaron corriendo, suspirando un poco, pero contentos por estar más unidos que nunca, aunque por desgracia su cansancio les ganaría, y se quedarían dormidos.
Seria de madrugada, cuando Rob se despertaría, sentía algo delicioso, la conchita de su hermana se restregaba contra su sexo de tal forma que su verga se empezaba a poner muy dura, sentía la necesidad de cogerla, abrir esa conchita de una buena vez, podía oler su aroma de celo, pero no lo lograría, pues la niña al ver que estaba listo, con su tierna boquita le daría una buena mamada, saboreando la verga con un gusto que jamás esperaron, dándole un gusto que era difícil de resistir puesto que lamia de tal forma que casi deliraba de gusto, en minutos lo dejaría descargado, y como toda una puta profesional se lo tragaría, momento en que su hermano la tomaría, para abrazarla, sintiendo ese bonito cuerpo pegado al suyo, sin ganas de salir por culpa del frio, y preguntándole por lo que había pasado:
No sería algo agradable de oír, pero todo comenzó desde aquellas fiestas decembrinas, cuando su tío Candido la encontró, de hecho mencionaría como es que los mecánicos estaban acosándolas, diciéndoles que querían verificar que tanta aceite tenían, juegos morbosos que aseguraban sus intenciones, iban sobre ella igual con July, sin embargo el viejo las defendió, aunque eso es lo que creyeron, en realidad parecían llevarse bien entre esos pervertidos, no sabía porque, pero ver a los malvados mecánicos con el tío le daba una desconfianza que llegaba al miedo, más cuando entre ambos las miraban con una lujuria que no conocían, y es que aparte de todo eso Mati no lo conocía, la última vez que estuvo ahí (Can) en la ciudad, fue cuando la niña nació, apenas Rob lo recordaba, algo pasó con entre los mayores, y este se fue quedando lejos por varios años, hasta esa vez. Como fuera el caso, Matilda le comentaría como es que este trataba de acercársele una vez que se quedó a vivir con ellos, también saludaba July, pero su prima no confiaba tanto (ignoraba que era desagrado porque a Julianna este la acosaba en su casa), y por desgracias nunca se dio cuenta la niña que el tipo no dejaba de verla, casi la vigilaba a cada momento, incluso después se percataría que le tomaba fotos, que al ser descubierto, haría un plan, pues Candido supo como engañarla para que no se asustara, diciéndole que serían para una sorpresa, por desgracia Matilda era demasiado inocente, y se creyó los engaños, de cierta forma le asustaba el hombre, pero por quedar bien debido a las palabras del abuelo, a quien todos recordaban con cariño, y aparte no deseaba causar problemas a los mayores, se dejaba llevar por esos supuestos jueguitos inocentes del viejo mañoso. A escondidas empezarían a hacer algunos encuentros, le hizo seguir sesiones de fotografía donde ella era la modelo, le tomaba fotos que se fueron haciendo obscenas, por lo general usaba revistas para guiarla, pasando de modelos con vestidos bonitos a lencería y finalmente a fotos de revistas de caballeros, que gracias a su edad no descubría el morbo que sentía cuando la hacía casi ofrecerse a sus deseos. Empezaron mientras estaba en su hogar, pero cuando este se mudó fueron a la casa de junto, donde empezarían a hacer sesiones más adultas, así mientras crecía ella se dejaba ver más, haciendo cosas más eróticas, jugando con sus tetillas, las cuales adoraba el viejo, gozaba con hacerla posar de manera pervertida, enseñando las bragas o presumiendo sus pequeños pechos, pero con el tiempo eso no fue suficiente, necesitaba más, incluso empezaba a convencerla de seguir ciertos juegos, al principio usando paletas, pero luego juguetes “raros”, así empezaría a enseñarle como mamar verga, lo cual le fue asustando, porque el hombre le decía cosas cada vez más feas.
Rob estaría sorprendido, pues prácticamente él defendía a su hermanita de los tontos de fuera de su escuela, pero dentro de su casa eso ocurría, su tío la estaba abusando en su propio cuarto o la construcción de al lado, y es que Matilda se dejaba llevar por miedo a que este se enojara, tratando de ser amable o deseando evitar problemas, sin imaginar que la entrenando para ser una putita, no podía creerlo, pero escuchaba como inició con su estadía dentro de su hogar, cuando le sacaron, comenzó a buscarla, ahí fue cuando hizo un trato con Ned para poder abordarla sin problemas, y también fue a cogerse con Nadia, así cada vez que la dejaban sola, el viejo llegaba para emputecerla, haciéndola ver como en fotos otras tipas tragaban verga, o les metían dedos en el culo, las follaban duro, eso lejos de calentarla, pues aparte empezaba a acariciarla, tratando de meterle mano de manera viciosa, pues creía que la iba a convencer, pero lejos de eso la hacía llorar, y en una ocasión que se pasó de vicioso, su padre se daría cuenta que algo sucedió, y golpeo a su hermano, diciéndole que si le desvirgaba a la niña, no le importaría la promesa con el abuelo, le iba a matar, luego de ello le dio otro puñetazo que lo dejó en el suelo, le piso la entrepierna, por lo cual le dejaría en claro a Rob: papá sospechaba algo, y por eso es que el viejo Candido nunca la penetro; pero eso no detuvo al hermano de su padre.
El tío se obsesionó aun mas con Matilda, y le decía a manera de juego que si no quería irse con él para que fuera su esposa, lo hacía ver como una broma, diciéndole que era tan linda que se había enamorado, cosa que no le gustaba pero siempre fue insistente, por lo que la niña le confesaría que ya tenía novio, siendo él, Rob, por eso se enojó bastante, pero eso lo aprovecharía a su manera, y le empezó a enseñar cómo debía ser una buena novia, así comenzaría a hacerle las cosas más ruines como hacerle tragar verga, incluso que le agarrara su miembro para masturbarle, nunca penetrándola, siendo lo más lejos que en algunas ocasiones le llego a comer el culito en un beso negro tan intenso hasta sentir que se orinaba, pero nada de eso le gustaba, solo lo aprendía porque pensaba que así le podría hacer feliz a su hermano mayor, pues su tío le decía, aprovechando que ella había visto a sus padres coger, que debía aprender a hacerlo, que debía ser buena hembra para su macho, dejándose tocar, sabiendo moverse para recibir placer o dárselo a su amante, siendo esa la razón por la que supo dar mamadas tan buenas. Sin embargo cuando sus compañeritas empezaron a despertar en el mundo del morbo se fue enterando que el novio era quien debía enseñarle, y no otras personas, lo cual la asustó mucho, no sabiendo como alejarse del viejo Can, sintiéndose tan contenta cada vez que su hermano estaba en casa, y por eso se empezó a meter más al cuarto de este, pues su tío incluso desde la casa contigua llegaba por las noches para llamarla por la ventana, tratando de que saliera, eso la motivó a dormirse más con Rob, sintiendo alegría cuando su padre dijera que como era su mujer, debiendo quedarse en la misma habitación, de seguro lo hizo porque seguía sospechando, sin embargo Ned en un último arranque de vileza, dejó entrar al tío después de lo ocurrido en el campamento, con la escusa que le regalaría la casa, para que la vendiera, si le dejaba llevársela a vivir con él, eso molestaría mucho al hermano mayor, pues aseguraba la peor traición, y lo ultimo lo recodaba Rob, pues fue cuando su Mati fue violada por su culito, la historia no era perfecta, todo se lo conto a grandes rasgo la niña, entre lagrimas, buscando comprensión, la cual encontraría al decirle:
Matilda, tu eres mi novia, aunque seas mi hermanita, no tienes porque buscarte a nadie afuera, olvídate de los idiotas de tu escuela, yo soy tu macho, así que pierde cuidado, desde ahora tu duermes conmigo, yo te voy a enseñar lo que haga falta, para eso eres mi mujercita, la niña más hermosa del mundo, no se hable más – le decía con seguridad, tomándola para besarla, y la chiquilla se ilusionaba con sus palabras, vería a su hermano como un hombre maravilloso, abrazándole, sin imaginar que Josh había escuchado todo, quería hablar con ella, pero Rob le había ganado, detalle que le gusto, se veía que hacían buena pareja, lo sabía perfectamente, los hombres como él buscan chicas iguales a Matilda, dejando eso de lado, la confesión le sirvió para enterarse de todo lo ocurrido, y estaba furioso.
El padre de ambos chicos era de las viejas formas de pensar, no se tentaba el corazón, pensó que podría arreglar algunas cosas con el tiempo, pero lo último fue demasiado, se comunicaría con un primo suyo que vivía en una granja, y mandaría a Ned para allá hasta que terminara la secundaria, estaba furioso con él, y sólo lo enviaba ahí porque no había internados que pudiera pagar o que estuvieran funcionando, su hijo se molestó bastante, pero su padre se veía mucho peor, si poco le faltó para tumbarle los dientes a golpes, no estaba tan feliz Lara, pero al darse cuenta de todo lo que había hecho apoyo a su marido. De igual forma quedando un cuarto libre le preguntaron a Matilda si quería regresar a su habitación, sin embargo para su sorpresa ella quiso quedarse con su amante, lo cual parecía marcar algo como un hecho, detalle que inquieto mucho la madre de la niña, quien vería a su hija con una mezcla de emociones, y en una ocasión cuando Rob volvía de sus actividades, jugar con sus amigos hasta tarde, igual encontraría una escena bastante sugestiva.
Igual que hacía unos meses, al entrar a su casa, pero no sería su padre, sino su madre quien tenía desnuda a Mati, frente a ella en la sala, dejando ver su precioso cuerpo que parecía ganar cada vez más una fuerza seductora, sus tetillas cada vez más sensuales, su vientre pequeño con un ombligo coqueto, una vulva que escurría sus mieles sexuales, todo indicaba que desde hace rato estaba revisando a fondo su cuerpo, manipulando sus partes intimas, desde las tetas, hasta su punto de placer, incluso abría los pliegues de ese sexo lampiño, para revisar que siguiera siendo virgen, lo cual le sorprendió mucho, pues jamás esperó que su nena decidiera quedarse con un hombre y siguiera siendo virgen, aunque al tenerla así se viera tan vulnerable, de cierta forma sensual, capaz de atraer a cualquiera para gozarla.
Parecía que la mamá era un poco más consciente de la situación, una especie de secreto que ella también guardaba de todos, pero se veía temerosa de lo que podría pasar, además tampoco diría nada, era su marido el que tenía control de todo eso, y se le respetaba, hasta se daría cuenta el mismo Rob que esta se quejaría con su marido, no estaba de acuerdo que los “hermanos” fueran pareja, y como respuesta Josh la metió al baño para cogérsela casi partiéndola en 2 con su verga, logrando que gimiera como pocas veces, aunque el chico no pudo ver directamente, se pudo dar cuenta como le fue sacando la ropa antes de encerrarse, incluso casi pudo intuir por las sombras que la puso contra la pared, le sobaba los pechos con cierta firmeza apasionada, antes de metérsela hasta el fondo, haciendo que la pobre mujer se sobresaltara , estaba siendo más efusivo que otras veces, logrando sacarle fuertes gemidos, mientras iba sintiendo como el cuerpo de Lara empezara a escurrir, más los 3 hijos sólo podían escuchar desde fuera como bombeaban contra las caderas, mientras se hacían evidentes los intentos por ahogar sus gemidos, o las palabras obscenas que decía el hombre a su mujer, quien se perdía entre aquellos movimientos de cadera tan fuertes que resonaban en el baño, llegando así a un clímax sexual como siempre, al acabar, la saco cargando desnuda, apenas consciente, con el coño chorreando semen, de hecho luego le diría a sus hijos que fueran a cenar algo afuera, y que volvieran a dormir después, ya que ambos deberían charlar mucho. Vaya situación, que saldrían a comer unas hamburguesas a un puesto ambulante, pero sabían que sus padres estarían cogiendo como animales, quizás no lo harían en el cuarto como podrían haber imaginado, igual como paso la otra vez, eran bastante salvajes a la hora de hacer de las suyas, si lo pensaban un poco cada vez que no estaban lo hacían donde pudieran, seguro dejaría a la mujer contra la mesa de la sala, para tenerla a gatas y penetrarla a su gusto, haciéndole sentir toda su verga en duras embestidas, hacerla gemir hasta asustar a los vecinos, mientras ellos comían algo fuera, iban los 3, Rob, Nady y Maty, pero curiosamente luego de hacer su pedido se toparon con July y Noriko, quienes parecían ser clientes habituales en el puesto, el dueño al verlas sonrió antes de decir:
Ah, las clientas más lindas, que gusto, veamos, una especial con todo, mucho chile como le gusta a la señorita y a la pequeña un par de salchichas muy largas – decía con cierta irreverencia, pero que era aceptada, haciéndole sonar como un albur que agradó a varios, y no molestó a ninguna.
Aunque Rob no dejaría de pensar en cómo le haría cosas a ambas, en especial a su prima mayor, esa preciosa mujercita que sabía suya, tanto así que sus pechos parecían hincharse con su sola presencia quien al verlo se emocionaba, incluso aprovechando que usaba falda y al sentarse parecía a punto de mostrarle más, por lo que fue acercándose para saludarlo con un beso, dejando oler que traería un perfume nuevo, detalle que molestaba a Matilda, quien se aferraba a este con un gesto adorable, como si fuera una novia celosa, lo cual divertía al señor del puesto, que aprovechando que casi no había gente les diría:
Ah, con que así están las cosas, ya decía yo, Roby, cuida bien a Matilda, esta preciosa la nena, tampoco descuides a Noriko, si saliste igual que tu padre, león con varias hembras, si no es secreto de nadie en la colonia, que las hermanas Claudia y Lara son suyas, por eso nadie le coquetea a tu tía – dijo sonriente el hombre de las hamburguesas dándoles algo de carne extra.
Espere señor, usted sabe lo que pasa – cuestionaba sorprendido Rob al oírle.
Claro que lo sé, cuánto tiempo creen que llevo en esta esquina vendiendo, aparte soy amigo de tu viejo desde hace años, amigos de los buenos, no como los bobos que te seguían, te juro que si hay un muerto yo tengo la pala, pero ese es un asunto de su familia, tu solo esfuérzate mijo, tienes 2 hembritas a tu lado, no es lo habitual, te tendrán envidia muchos perdedores, pero adelante, pásenla bien, jejejeje – se burló el hombre de buena gana.
Aquello no le gustó mucho a Matilda, quien vería a su prima con celos, aunque esta le sonreían un poco nerviosa, lo que la enojó más a la niña, incluso comía Noriko con tranquilidad viendo a todos, y de cierta forma hasta le compartía la hamburguesa a Rob en un gesto coqueto que causaba la envidia de alguno por ahí, pues este no se negó, mas cuando al acercarse pudo ver más de ese escote, pero al verla de cerca notaria algo en sus ojos y en un arranque de dudas le diría:
Oye Nori, tú sabes algo ¿verdad? de lo que está pasando en nuestra familia, porque esto suena raro, que todos sepan que eres mía – decía algo inquieto Rob sin saber cómo expresarse bien.
Ah, ya te dije, bueno, yo, que te digo – respondía nerviosa la jovencita.
Si no me dices voy a enojarme – y en acto malicioso, Rob abrazaría a Matilda quien le sacaría la lengua en señal de gusto, esperando que de esta forma ella le dijera algo.
Espera, la verdad si me comentaron cosas, como soy la mayor, y cuando fuimos fuera, a mitad del juicio que conocí a mi padre, me contaron más, porque este quería que me fuera con él, aunque era un puto desgraciado, si hasta creo que el querría que fuera su “hijita adorada”, me molestó mucho, era un cretino, conseguimos que me diera una pensión por el abandono y el junto a su hermano no pueden volver a acercársenos, de hecho estamos viendo, porque pasó algo el pasado fin de semana – señaló Noriko nerviosa.
Entre dudas ambos preguntaron, Matilda y Rob, quienes dejaron roja a su prima, y les comentaría que el pasado fin de semana, cuando llegó tarde su padre del trabajo, fue por culpa de su madre, ya que Claudia antes le dijo que su único amor sería Josh, quien la cuidaba como ninguno otro amante, verdad que ganaría fuerza, pues ese día al salir de la oficina, iba junto con este, y al cerrar la puerta con llave, un carro se acercó para jalar a la mujer, el problema es que antes de poder secuestrarla, su macho la agarró jalándola con tanta potencia que incluso se llevó al secuestrador, haciéndolo caer contra el pavimento, siendo el padre de Noriko, quien luego seria arrastrado dentro de la fábrica de muebles. La cuestión no sería agradable para este infeliz, de hecho el coche se iría, pero volvería minutos después, había dado la vuelta a la manzana, ocultándose dentro de un callejón, donde un llamado del dueño de la fábrica, haría que los trabajadores volvieran para detener a los ocupantes, al chofer le romperían la cara como no esperó igual que al copiloto, mientras que un segundo idiota, el padre de Alicia, sería llevado dentro de la fábrica para recibir su merecido, incluso un policía amigo de Josh apoyaría esto, pues le gustaba ver a su amigo desatarse contra los cretinos, golpearía a ambos tipos hasta un punto que no se recuperarían en meses, y al final, el hombre diría:
Sepan esto, Claudia es mía, cada parte de su cuerpo lo disfruto yo, es carne de primera, no para intentos de hombres como ustedes, pendejos – dijo con furia Joshua antes de actuar.
Lo que iba a ocurrir iba ser terrible, ambos perdedores aun tirados en el suelo, apenas conscientes por la golpiza, serian mudos testigos, Josh desvestiría a la mujer enseñando las tetas, ella se sonrojo, queriendo quejarse, pero el hombre la callaría con un beso, mientras dejaba todo su tórax desnudo, enseñando la suave piel con pezones rosados, que serían alcanzados por esas manos fuertes, que pese a ser ásperas, le tocaban con tanta suavidad que le hacían ruborizarse, la mujer se mordía el labio para no gemir, pues sabía que los trabajadores estaban cerca, escuchándolo todo, pero nunca se resistiría, saber que Joshua se hallaba así de fiero por ella le encantaba, tanto que cuando le bajaron la falda con todo y medias, una baba le escurría desde la tanga evidencian su excitación, luego con una fuerza varonil tan cautivadora fue levantada para enseñar su coño, el cual sería usado por su macho, embistiéndola para entrar de una sola vez, con lo cual se corrió hasta llegar a formar una mancha en el suelo.
Mujer, eres fuego entre mis manos, como me gustas, eres igual a tu hermana, una criatura hermosa, tan sensual, que solo responde a mí, ahora diles a estos 2 que no valen nada como hombres, que eres mi hembra, que solo me amas a mí, que jamás irías con ellos – le dijo Josh mientras comenzaba a penetrarla con fuerza tal que la pobre no dejaba de gemir.
Mm, par de tontos, mm, no sirven para nada, ah, esto es un macho, mm, uno de verdad, mírenlo para que aprendan, mm, ahh, esto es lo que quiero, ni sus hijos se comparan, mm, mi Noriko es mucho para cualquiera de sus pestes, mm, ahora lárguense, ahhh – decía obediente Claudia, mientras era penetrada frente a ambos al punto de escurrir.
Resultaba impresionante, pero Josh levantaba a la mujer con toda facilidad para penetrarla con las piernas abiertas, dejándola expuesta mientras le agarraba los pechos que apenas cabían en sus manos, moviéndose con tal fuerza que terminó llenándole la vulva con su leche, la cual escurrió.
No podían creerlo, pero Noriko les contaba eso con toda calma, y el tendero se reiría asegurando que era verdad, pues un par de idiotas fueron arrestados en esos días, incluso no pudieron ser reconocidos por la golpiza que les dieron, y estaban con cargos por intentar secuestrar una mujer, sin embargo Noriko agregó algo que sería más relevante de lo que todos creería.
Acabó diciéndome mamá que, yo soy hija de un bastardo mayor nacido fuera del matrimonio, Alicia del segundo, pero era niño de la esposa, ambos hijos de un magnate idiota, pero aquí entre nos, July es de tu padre Rob, por eso tiene derecho a tratarla como su mujer, y siempre está velando por nosotras, la verdad es que también ha sido protector conmigo, por eso me gustan los hombres como él, y en serio te pareces mucho – eso ultimo lo dijo con un tono lleno de pasión, pero igual las palabras sorprenderían a todos mirándose entre ellos, porque aún había dudas sobre eso, excepto el señor de las hamburguesas que agregaría.
Jajjajajajajajaa, ya lo sabía, si hay apuesta de eso, ya lo confirme, sabía que mi amigo debió tener sus queveres con Claudia, ah, les invito unos tacos, jajajajaja, por cierto, Noriko, Nadia, Julianna, Matilda, la verdad es que todas las mujeres de la familia tetona, así les decíamos cuando nosotros éramos chavos, buscan hombres fuertes, rudos, toscos, por eso siempre están rondado a la familia de Rob, solo con estos se entregan totalmente, lo tienen en la sangre, jejejeje, y no hay excepción – decía el hombre del puesto dejándoles un platito con taquitos dorados en aceite, dándoles ese gusto a todas esas preciosuras.
Luego de eso, la situación seguiría con la extraña naturalidad de siempre, Rob tenía sus dudas, porque le dejaban tener a Matilda en su cama, quien dormía apegada a él todas las noches, les resultaba extraño, pero poco les importaba más que como una duda, aparte de eso Noriko siguió haciéndose cercana a la casa, ahora entrando a esta, comiendo con ellos al lado del chico en medio de juego coquetos, e incluso cuando era fisgoneada, este ya no se quedaba afuera, sino que se metía a verla, e incluso platicaban en un acercamiento sexual, lo cual también sorprendió a Alicia, quien no se acostumbraba. La nueva prima se hacia un esfuerzo para integrarse, pero no le resultaba sencillo, y es que con su llegada se evidenciaba mas lo extraño de la situación, aunque ayudaba que fuera de mente abierta, y de hecho como dijo el señor de las hamburguesas, con los días ella también veía con cierta excitación a Rob, aunque no llegaban a nada, más que una buena convivencia, al menos de momento, aunque aun con todo ella olía a hembra en celo cercas del muchacho. Llegadas las fiestas invernales, de nuevo se haría todo un festival ahí en la colonia, era la tradición, los niños jugando, puestos de comida con toda clase de frituras, algunas parejas pasándolo bien en sus juegos románticos, que inspiraban a varios, era el buen ambiente, Rob iría de un lado a otro, ayudaba a la organización, pues su padre le había puesto a ayudar, aunque llegado el momento este se quedaba con Matilda y July para que no se sintieran solas o agredidas por los chicos bobos, además, por suerte Noriko estaba en una carrera comercial así que duraría poco, sería secretaria en la oficina de Josh, por lo que ahora pasaba tiempo con su madre, siendo una asistente, muchos adoraban el dueto de madre e hija entre los obreros, pues eran tan sensuales que apenas resistían los clientes al verlas juntas, todo iba muy bien, Lara y Nadia ayudaban en uno de los puestos, y la jovencita empezaba a llamar la atención de muchos chicos, quienes casi iban a comprar solo para verle el escote a la muchacha.
Era un buen ambiente, pero en su momento July se iría con unas amigas dejando a Matilda con Rob, quienes seguirían adelante, mas como si fueran novios, ella se le aferraba afectuosa, además que llamaba mucho la atención, como iba usando una falda con medias y un suéter ajustado a su cuerpo, se veía preciosa, varios chicos de su secundaria le llamaban, querían flirtear, buscar sus atenciones, pero ella los ignoraba, prefería estar con su hermano, aunque no pudiera admitir con libertad que era su novio, y en esa ocasión le miraba con cierta ansiedad, perdiéndose largo rato en sus pensamientos, abrazándose porque hacia frio, la noche recaía, pero el ambiente seguía animado, eso hasta que una señora muy bonita, bien vestida, de largo pelo castaño se les acercó, tenía cierto aire familiar, preguntando una dirección a lo que Rob le dijo:
Si, se donde es, pero no encontrara a nadie ahí, mire vaya al puesto de gorditas allá, el que tiene los cuernos de toro encima, la señora de la casa esta amasando, seguro que puede atenderla – fueron las palabras del chico, quien apunto con toda claridad.
Oh, gracias, que amable, mm, que bonita pareja hacen, aunque eres algo viejo para ella no – dijo la señora pero no se quedó a regañar o pareció, solo sonrió y se fue.
Curiosamente buscaba a su abuela, quien al verla pegó un grito de alegría, Lourdes, parecía que eran viejas conocidas, pero eso quedaría en duda por el momento, volvieron a la casa cuando era tarde, y notaron que Nady estaba en la entrada, en llamada telefónica, era Ned, quien quería regresar, no aguantaba su castigo, pero bien se lo había ganado, el festejo estaba cerrando por el momento, sin embargo nada de eso importaba, el frio no dejaba de calar, y querían todos volver a casa, mañana seria otro día, aunque Nadia les diría: entren bajo su riesgo.
Igual que hace años, cuando todo comenzó, Josh estaba sobre Lara cogiéndola con todas sus fuerzas, la penetraba con un instinto casi animal sacudiendo su cuerpo en un frenesí sexual, ella apenas iba vestida con unas medias y zapatillas, mientras se perdía en los mimos de su esposo, quien se veía como una fiera erótica, pero lo más impresionante, es que encima tenía a Claudia, quien parecía escurrir semen de su vulva, de alguna forma ese hombre se había estado cogiendo a ambas, las reclamaba de tal forma que sorprendia, dándose el gusto de su vida mientras estaba descargándose, aunque eso no era todo, pero diría:
Ah, con que ya llegaron, bien, váyanse a dormir, luego hablamos de esto, que pasen bonita noche – diría Josh, y pasa sorpresa de sus hijos, tomaría tanto a su madre como a su tía para llevárselas a su cuarto, lo cual solo indicaba que pensaba seguir cogiéndose a ambas, era una locura total, pero tenían que aceptarla, en especial cuando escucharon como tras un portazo empezaron a gemir una de las 2 dentro del cuarto, pero no iban a averiguarlo.
Una vez dentro, Nady se encerró en su habitación, mientras que Rob cargaba a Mati hasta la cama, igual que su padre pensaba pasar la noche con su mujercita, aunque sabía que debía ser muy cariñoso, estaba celosa, seguro pensaría que querría hacer lo mismo y tenerla junto a Noriko, una idea demasiado excitante, aun que no estaba en sus planes de momento, quizás cuando fueran más grandes, pero eso estaba de más, pues nunca se había acostado con Matilda realmente, si acaso habían tenido sexo anal, que iba incrementando su placer. El chico se estaba desvistiendo, apenas se iba a sacar los calzoncillos cuando al voltear vería a Mati sacarse las medias en un movimiento lento y sensual, era lo único que le quedaba, apenas dejaba su calzoncito, que le pidió que se lo sacara, lo cual obedeció cuando dejó caer el suyo, quedando ambos desnudos, pero a Rob le encantaba, pues esta era una imagen demasiado sensual, realmente quería penetrar ese precioso coñito casi lampiño, apenas le salía una ligera pelusilla, luego de ello se acostaría en la cama, y le dedicaría una mirada muy sugestiva, que era una invitación al placer, aunque notaria algo distinto en su hermanita, quien lo haría evidente cuando dijera:
Vamos Rob, es una noche especial, hoy seré tu regalo – decía muy roja la niña.
Siempre lo has sido, y con eso soy feliz – le respondía, pero en eso notaria que algo era diferente.
La niña abría sus piernas y rozaba su coñito, era como si le dijera que era el momento, le permitiría entrar en ella, por lo que Rob ante la idea se pondría muy tieso, no podía creerlo, era lo que más deseaba, y no iba a desaprovechar, finalmente, nunca quiso presionarla, quería que ella se entregara sola, y toda su espera había valido la pena, su vulvita tenía un olor suave pero tan cargado de sensualidad que no pudo evitarlo, se iría acomodando sobre ella, rozando su punta sobre ese sensual coño, y solo pudo tener una idea en la cabeza, hacerla feliz, necesitaba ser cuidadoso, para que Matilda fuera totalmente suya, aunque antes que se diera cuenta, su cuerpo le traicionó, penetrándola de una sola embestida, que le haría sangrar, pero al darse cuenta se detuvo, cuando tenía media verga dentro, le había dolido mucho a la niña, por ello la beso con pasión y le dijo: lo siento, quería hacerlo desde siempre, no quise lastimarte, te amo, te deseo, no sabes cuánto, voy a hacerte la mujer más feliz del mundo; decía asustado, pero contento, pues el interior de Maty era un sueño hecho realidad, parecía estar sobando cada parte de su verga, en un contacto tan cálido, no podía contenerse, y sintió como la sangre empezaba a fluir, manchando las sabanas de rojo, pero al menos su primera vez había sido con el hombre que amaba, por ello le diría: tranquilo hermanito, mamá me lo advirtió, siempre duele, para que no se olvide, pero quería que tú fueras el primero y único, sigue.
Apenas diría eso y las caderas de Rob comenzarían a moverse por sí solas, empezando un juego sexual bastante intenso, mientras se besaban apasionadamente, Rob habría aprendido de su prima, y este le enseñaba a su hermanita, quien se dejaba entregar por completo a esa caricia interna tan intensa, que le haría perderse en ese encuentro sensual, donde finalmente se estaban volviendo uno solo, sintiéndose mutuamente, en medio de besos y caricias, mientras sus cuerpos se iban reconociendo de una manera más intima, dejando que sus sexos despidieran sus aromas personales, la cama rechinaba un poco, mientras ella recibía las embestidas con un gesto de amor, y las manos del chico no se contentaban con sentir una sola parte, iba redescubriendo cada centímetro para disfrutar de aquel encuentro.
Mm, había soñado con esto desde siempre, ahora eres toda mía Maty – decía con ánimos cargados de pasión el muchacho, sin dejar de penetrar la vulva de la niña.
Ah, me gusta, mm, duele pero me gusta – aseguraba la niña mientras era penetrada usando sus piernas para aferrarse al cuerpo de su hermano, encajándole las uñas para sentir mejor como sus tetillas se pegaban al pecho de este.
Sus cuerpos se fundían en ese momento, atrapados en el placer, vibraban en una especie de contacto sexual casi eléctrico que iba haciendo que ambos ardieran de lujuria, les estaba gustando demasiado, la niña jamás creyó que eso se sintiera de tal forma, su amante la tenía controlada, siendo movida por esa verga tan dura que se imponía con potencia que iban abriendo los pliegues internos para darle su forma, mientras la sangre y la miel de pasión iban escurriendo, todo en un ritmo constante que no dejaba nada a la imaginación, pues la cama rechinaba dejando en claro afuera lo que sucedía, los besos detenían los gemidos, las caricias eran totales, se iban perdiendo en medio de la noche, el cuarto se llenaba de la esencia de la lujuria, creando un erotismo tan intenso, el primero de muchas noches, pues se iban perdiendo en el erotismo, pegados uno a otro en el vaivén del amor, restregándose en una marejada de calor sin límites que los conectaba a través de sus sexos, hasta que súbitamente Rob se terminó corriendo en el interior de Matilda hasta llenarle la vulva de leche, creando un orgasmo tan especial que se miraron con cariño, como si todo eso fuera solo el comienzo.
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