El Secreto de la Familia 6
Entre eventos sexuales, se sigue manteniendo el secreto de la familia, pero Rob descubriría algo con su tío Candido….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
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No entendía nada de lo que estaba sucediendo Rob, pero no podía quejarse, hace poco había tenido sexo con su prima July, quien era apenas un año mayor a Maty, contrario a lo esperado tuvo una sesión sexual intensa, disfrutó bastante de ese pequeño cuerpo, que escurrió tanto como su hermana mayor, su verga estuvo entrando y saliendo sin problemas de aquel delicioso cuerpo, sus gemidos eran algo escandalosos, pero sentir sus tetas contra su pecho o en sus manos, al final acabó siendo una delicia, tanto que terminó llenándole la vulva hasta que pudo, aparte que su gesto travieso era un encanto, si bien que por segundos quiso metérselo por la boca, pero tendría que esperar, toda esa faena bien valió la pena, lo disfruto hasta que llegó su abuela, realmente algo pasaba, pues con Noriko no hubo problema, incluso parecían contentos con que la tomara, por segundos creyó que lo felicitarían, no obstante se daría cuenta que la situación era diferente con Julianna, pues la anciana no se mostraría contenta con verlo solo con la niña, por segundos creyó que lo iba a regañar, hasta llevaba el bastón listo para darle un golpe, era sospechoso, se daba cuenta que algo sucedía ahí mismo, sin embargo le era difícil enterarse de nada, aunque ese disgusto poco le duraría, pues su padre le daría una buena sorpresa.
Dejaría de lado el misterio de la familia porque Joshua durante la cena dio un aviso algo importante, le ayudaría a conseguir un permiso de conductor (obviamente le enseño a manejar), detalle que le alegró bastante, con eso podría llamar mucho más la atención de las chicas, además que podría salir en carro a distintos lugares, aunque esto lo hacía para que ayudara llevando muebles a distintas partes, por lo que su tiempo libre entre la escuela, el gimnasio y ahora el trabajo se veía reducido, más no se quejaba mucho, porque con lo ultimo le pagarían un poco, lo cual le permitiría darse algunos gustos. Al cabo de un par de semanas todo ese dilema estaba solucionado, y el chico se puso a trabajar moviendo cargas, lo cual le acercó a muchos de los trabajadores de su papá, quienes seguían haciendo juegos de que querían presentarle a hijas o sobrinas, de hecho hasta lo felicitaban por el cambio, pues realmente se evidenciaba su entrenamiento, el cual estaba haciéndole dar un aspecto imponente, si en una ocasión, la hija de uno de estos llegaría, y sería una buena imagen, una chiquilla alocada que se pintó el cabello de rosa, bonita figura, que se quedaría roja ante la presencia de Rob, pero que no llamó la atención del chico, pues comparadas con Noriko o Maty, poco podrían hacer, así empezaría a trabajar para distraerse, siendo algo positivo.
Cierto día que llegaría a su casa con el camioncito de la fábrica, unos chalanes iban a meter las cosas, unas herramientas y materias primas para que no se quedaran en la fábrica, pero eso ya no era su problema, le pagaron un poco, así que pensó en aprovechar que seguía siendo temprano, para irse al cine, y claro esta quería llevarse a su mujercita, así que fue a buscarla a su cuarto, iba muy ansioso, pero ahí no había nadie, incluso la ventana estaba abierta, era raro, Mati casi no salía de la casa por ciertos problemas, los chicos mas grandes la acosaban, parecían buitres, y si no iba con alguien incluso trataban de tocarla, estaba asustada, sin embargo al querer salir de ahí para visitar a su abuela, pensado que podría haber ido con ella por el camino detrás de las casas se toparía con ella, llegaba desde el patio algo agitada, sonrojada, pero al verlo se le abrazó cariñosa, y Rob la tomo entre sus brazos, le encantaba verla vestida aún con su uniforme de escuela, le resultaba tan sensual, casi podría imaginar como todos los chicos alrededor intentarían ver debajo de su faldita, o no dejarían de verle las tetas, detalle que odiaba tanto como disfrutaba pus sabia que eso solo podría disfrutarlo él, de hecho saberla suya le resultaba embriagador, por ello estaba ahí, quería pasar tiempo con ella y al decirle sus planes a la niña se le iluminaron los ojitos aceptando al instante, aunque quería cambiarse antes, pues estaba sudada, sin embargo su hermano le dijo que se fuera así, que le encantaba verla de colegiala, diciéndolo con un tono de voz que le hizo sonrojarse.
No era para menos, al salir de la casa, dirigiéndose a un cinema cercano, a un par de cuadras en una colonia vecina pero con un centro comercial enorme, al ir caminando muchos chicos miraban a Matilda con un deseo difícil de resistir, pues su cuerpo bonito destacaba en esa ropa, sus tetas parecían a punto de romper la camisa, su falda apenas cubría sus nalgas, con calcetas encima de las rodillas se le veían deliciosas las piernas, su carita infantil era un sueño, la niña era una preciosidad que llamaba la atención de cualquiera y lo mejor es que esta se aferraba a su brazo, como si fuera su novia, detalle que escondían un poco, aunque poco le importaba a Rob, quien casi podía presumirla, incluso le pareció ver a un par de compañeros quienes se sorprenderían de verlo con tan preciosa muchachita, más no se acercarían. Con toda tranquilidad se fueron al cine, donde eligieron una comedia para pasar el rato, se sentaron juntos, y Rob abrazó a Matilda para tenerla cerca, el gesto que hacía la chiquilla era una delicia, era de amor, sin embargo al tenerla cerca se daba cuenta que olía un tanto extraño, no solo a sudor, quizás como a loción de hombre, lo cual le inquietaba, pero ella misma se le aferraba, además que no era mucho, como fuera el caso, estando ahí no pudo resistirse, la película era otro de esos bodrios, así que aprovechó para ponerse juguetón con Maty, empezando a sobar sus deliciosas curvas, quien aceptaba con ansias sus caricias, las cuales llegaban a sus crecientes pechos, o a sus muslos, siendo besuqueada y acariciada, con un buen gusto, empezando a sentir aquellas manos recorrer sus piernas, sabiendo que no le iba a penetrar, las abría de tal manera que podía sentir sus pliegues en total libertad, escurriendo de tal forma que daba gusto, en especial cuando sintiera como un buen orgasmo le empaparía los dedos, los cuales saborearía.
Debido a la ausencia de Noriko, es que Matilda recuperaba un poco su lugar como novia de Rob, pues ella no se dejaba penetrar, sin embargo eran mucho más cercanos, aunque el poder tener sexo con su prima le había hecho darle atenciones especiales a esta, y pese a intentar cubrir esa ausencia con July, en realidad esta no se prestaba mucho para los juegos que hacia su primo, pero se dejaba hacer de todo a escondidas, había algo que no encajaba en todo eso, y lo notaba el chico, mas no sabía cómo reaccionar a todo eso, pues la única persona que creía podría darle explicaciones, era su padre, quien no estaba contento, algo muy serio le molestaba. Era tal como le dijo la otra vez, Claudia era su mujer, aunque estuviera casado con su hermana, ciertamente cada que podía se cogía a su mamá, haciéndole gemir como jamás esperó, siendo verdaderas faenas sexuales donde usaba su cuerpo a placer, penetrándola hasta el fondo, aferrándose a sus preciosos pechos, de hecho una vez vio como su padre levantaba de las piernas a su hembra para perforarla con una fuerza inesperada, mientras ella se aferraba de tal forma que no cayera, dejando sus tetas libres, moviéndose de manera tan erótica, que esa vez, el mismo fue a buscar a Matilda, quien dormía en su cuarto, parecía agotada, pero acabó sacándola de la cama, para llevarla a su cuarto, usando su culito para masturbarse, casi la asusta pensando que iba a penetrarla, pues la sujeto de la misma manera, pero solo usaría ese suave par de nalgas para frotarse, y la niña al verse así en el espejo se sonrojaría mucho, acabando por correrse, realmente se calentó mucho en aquella ocasión.
Además de eso no sabía porque Rob, pero su madre le excitaba un poco, era demasiado seductora su figura, igual que la de su tía, después de lo ocurrido, se ponía a pensar en las situaciones sexuales que había estado viviendo, prácticamente se había cogido a todas las mujeres de la familia materna (excepto Nady y la abuela), de hecho se daba cuenta que algunos de sus amigos le decían la “familia tetona”, detalle que le molestó al principio, sin embargo no podía dejar de aceptar que le quedaba bien, pues ambas mujeres tenían esas formas increíbles, iban causando un impacto sexual en su mente, de ser posible querría volver a hacerlas suyas, aunque eso solo era una fantasía, de hecho era curioso, le hervía la sangre con la mayoría de la familia de esas hembras tetonas, sacaban al macho dentro de él, deseando tenerlas en la cama listas para recibirlo, su padre decía que era el instinto, pues eran buenas hembras, o al menos así lo escuchaba decir, en especial cuando se iba a coger con su madre, todos los días no había momento en que no pensara en hacer alguna locura con aquellas mujeres, soñando en tenerlas con sus piernas abrazando su cintura, mientras las bombeaba con tosa su fuerza, restregándose sus pechos, al ritmo de la pasión y solo escuchando los gemidos de estas, pero de todas las demás mujeres, en especial Maty, le hacían hervir la sangre, ignoraba porque, sin embargo así era.
El tiempo seguía su curso, y repentinamente ocurrirá algo inesperado, debido a unos problemas de mantenimiento Rob vería como el gimnasio cerraba, al menos por unos días, no dieron aviso previo, así que supuso que fue por algo inesperado, por ello volvió a su casa antes de tiempo, o al menos eso pretendía, en el camino se encontraría con algunos amigos, e iban a hacer de las suyas, por lo que le invitaron a seguirle, cosa que no negó, pues los seguía apreciando aunque no tuviera tanto tiempo libre, además muchos estaban contentos de tenerlo de su lado, pues se sentían respaldados por este, con su nuevo aspecto era normal pensar así, sin embargo el muchacho no estaba pensando en meterse en problemas, aunque lo haría cuando viera algo inesperado, pues uno de los mecánicos estaba acosando a July, por lo que fue a defenderla. Las cosas no saldrían bien, aquel tipo parecía hallarse mal, seguro se fumó alguna porquería, dejándolo fuera incluso tuvo que aventarlo porque ya estaba manoseando los pechos de la chica, logrando que chillara sonrojada, pero en cuanto Rob llegó le quiso golpear con una cadena, se armó un pleito muy fuerte, apenase se defendió con la maleta que cargaba, mientras este decía toda clase de cosas como que violaría a la July con la lengua, hasta que encharcara el suelo, y se iba sacando la verga sin pensar en las consecuencias, al final el chico tuvo que huir con su prima, mientras este se burlaba, aunque el gusto le duraría muy poco, uno de los vecinos llamó a la policía, logrando que llegaran para llevárselo, de hecho abría grabado lo que pasó, enseñándoselo al oficial que por faltas y demás lo agarraron, así que se vio metido en un gran problema.
En casa de la abuela, July estaría llorando, aferrándose a su primo, pero contenta de estar libre, tanto así que no perdió su tiempo recordándole lo que le dijo, que cuando la salvara podrían continuar, una promesa que cumplía, sacándose la ropa de manera casi instintiva, cayendo a la cama invitándole a entrar, y tal como lo decía, mientras iba enseñando su menudo cuerpo listo para recibirlo, dejando ver una figura que aunque no estaba a la par de Noriko o Matilda, no dejaba de ser sensual, mas cuando dejaba ver una vulva jugosa casi escurriendo que esperaba por recibirlo, por ello no perdió tiempo, Rob se sacó la ropa dejando ver una buen erección, con la cual se acercó apuntando y tallando un poco su vulva un poco, logrando que esta se calentara un poco, pues iba estimulando esa parte de su cuerpo de manera correcta, logrando que el gesto de July se fuera rindiendo al placer, aunque solo al inicio, pues en segundos acabó penetrándola de una sola embestida, con un gusto inesperado, pues su cuerpo lo recibía demasiado bien, la iba disfrutando con cierta brusquedad, pero ella lo aceptaba con total gusto, gimiendo casi como una gatita, besándose apasionadamente, mientras su cuerpo quedaba debajo del de su primo, quien la sometía a sus deseos, ella lo aceptaba con gusto, incluso se aferraba con brazos y piernas, recibiendo todas sus embestidas, besándose, haciendo el amor como una pareja normal aunque todo parecía tan extraño, no podía comprender que estaba sucediendo, sin embargo disfrutaban de un ritmo lujurioso que los fundía en un encuentro carnal, hasta que ambos se corrieron en un orgasmo mutuo.
Una vez que acabaron, charlaron un poco, y era extraño, porque también July se daba cuenta que había un trato especial para su tío Josh, y él mismo, pues en charlas personales, se le dijo a ella que se buscara un buen chico, pero a Noriko, cuando dijo que el mismo Rob le gustaba, no pareció darles una cierta mezcla de emociones, haciéndole preguntar personales, aunque fueran primos, por el contrario le alentaron a que se acercara, buscara su cariño, e intentara seducirle, entregarse a este de manera intima, detalle que jamás pasó con ella, incluso parecía que la incitaran a buscarle como su amante, que se dejara querer, convirtiéndose en su propiedad de manera sensual, y cuando se dieron cuenta de la relación que había, donde mantenían relaciones intimas, se daban platicas más sensuales donde parecía que el morbo reinaba, Claudia contaba cosas muy eróticas donde mencionaba como es que ese hombre la hacía sentir tan bien, incluso parecía que por ello la mujer había buscado a Rob en su momento, deseando saber que tan parecido era a su padre, como si quiera probarlo como digno de su hija Noriko, llegando hasta un punto inesperado ante los ojos de la hija menor, por lo cual todo se volvía más confuso, no comprendía muy bien el asunto, parecía que algo escondían, pero jamás le dijeron nada, como fuera el caso, esa se volvía su pequeña charla de cama, la cual era disfrutada entre caricias sensuales donde sentía cada fragmento de su precioso cuerpo en desarrollo, y se iba a retirar Rob al escuchar a su abuela cerca, platicando con sus amigas, pero antes que se fuera, July agregaría algo inquieta:
Ser parte de nuestra familia no es fácil primo, lo dijo mi abuela, como que tenemos algo que atrae a los hombres, no solo son estas enormes tetas, te gustan ¿cierto? Te has cogido a Noriko, lo sé, nos lo ha contado, gracias por cuidarla, desde la secundaria comenzaron a acosarla, creo que en una de esas veces la violaron, me pasa lo mismo, seguro es igual con Nady y Maty, así que cuídalas, son tus hermanas – fueron las palabras de su prima, quien no se veía muy contenta.
No sabía que pensar, pero al bajar de la planta alta pudo ver a su abuela llegar, y estaba contenta con él, le había llegado el chisme de este defendiendo a su primita, así que quería celebrarlo, e iba a hacer algo, pero no tuvo tiempo para ello, así que solo compró una pizza con uno de los vecinos que tenía restaurante cerca de la casa, este agradeció aquel gesto, y cenarían los 3 juntos, luego de ello se marcharía, pasando por los patios traseros que estaban conectados, e iba muy tranquilo cuando se topo con su tío, quien como de costumbre parecía animal enjaulado. Ese hombre no le terminaba de agradar, tras todos esos años seguía siendo como un extraño, además luego de lo escuchado por su padre, lo problemático que era, le daban razones para tomarlo con cierta desconfianza, pero no dejaba de ser su familia, le saludo con recelo, a lo cual este curiosamente le respondió más amable de lo esperado, acercándose para verlo y decirle algo que jamás esperó escuchar, aunque eso no sería del todo bueno, aunque no lo sabía en ese momento.
Muchacho que bueno que te veo, dile a tu padre que ya conseguí trabajo, aunque será por unos meses, los de invierno, voy a estar fuera porque vigilaré un terreno donde van a construir, para que me cuide la casa, por cierto, estaba pensando en hacer un campamento, solo un fin de semana, antes de que haga frio, para que todos vayan, avísales ¿no? – le dijo el hombre con una gran amabilidad, o al menos eso parecía.
Rob no agradaba tanto de ese familiar, pero no dejaba de ser sangre, aun recordaba al abuelo, quien fue un hombre muy querido por todos, quien le enseño algunas cosas, los valores de su tiempo, así que aceptó darles el mensaje a los suyos, por lo que antes que se fuera aclaró cuándo sería además del lugar, el chico aceptó, y cuando se enteraron de la situación se alegraron en parte, realmente su tío no era una persona grata, sin embargo, le deseaban lo mejor, aunque lo del campamento los dejó pensando un poco, era una buena oportunidad de descansar de todas las penas del trabajo y relajarse en la montaña, al menos eso pensaba Josh, quien querría aceptar, de hecho todos se darían cuenta que fue a hablar con él, quedando esa noche en un misterio.
El campamento sería en 13 días, era algo inesperado, no alcanzarían a arreglárselas, de hecho uno de los detalles por los que Joshua extrañaba a Claudia, no solo era por el excelente sexo que tenia con ella cada que quería, tenerla de asistente con su traje que apenas escondían sus exquisitas formas e irla haciendo suya en sesiones de pasión implacable, era de lo mejor, sino porque de igual forma organizaba la fabrica, ahora sin su ayuda se estaban enredando entre los pedidos, lo cual no le agradaba a nadie, sin embargo no quedaba de otra, a poco de la salida debían responder a 3 encargos que se volvieron 5. Aquello se volvía un enorme problema, lleno de dificultades, todo se volvía un desastre, por lo que Josh no podría ir al campamento, Rob trataba de ayudarle y ahí cavia decir que sus hermanos, los gemelos no estaban deseosos de ir, pero su madre se impuso para que dejaran de estar metidos en los videojuegos, Matilda no tendría problemas, en especial porque su hermano iría, además de Lara, quien no estaba del todo contenta, así que todo estaba arreglado, o casi. Se suponía que irían a una zona forestal con un par de manantiales, unas cabañas, todo era tranquilo, no se suponía que fuera a haber algún problema, estaba en un pequeño valle entre montañas, aunque haría un poco de frio, pero no significaba problema, incluso se podrían ir a dar un baño cerca en el rio, o en unos ojos de agua que eran más calientes, al menos eso aseguró el tío, por lo que serian usados algunos bañadores, o eso pretendía.
Sería casi como un regalo del cielo, pues Maty le pediría a su hermano que la acompañara, quería comprarse un traje de baño nuevo, incluso le mostraría como le quedaba el viejo, una pieza blanca que le dejaba ver todo a la perfección, en especial los pezones que por segundos creía que iban a romper la tela del bañador, mientras que su coñito se apreciaba por completo, casi deseando hacerla suya, si pensaba que en algún momento debía cogerla con esa prenda puesta, aunque eso quedaría de lado porque requería algo nuevo. Era increíble Matilda le dejaba elegir que iba a usar en el campamento, además de pasar un tiempo de calidad único, pues estar con su hermanita, en un lugar público, sabiéndola con tan poca ropa, le daba un cierto deseo pasional, pues conocía demasiadas fantasías eróticas, donde cogían en probadores, y la simple idea de meterse a meterle mano cuando se probara un pequeño bikini, significaba algo demasiado excitante, meterle la verga, hacerla gemir, sobar sus pechos, besarse mientras sentía cada parte de su cuerpo, tanto por fuera como por dentro, fue uno de los momentos más excitantes de su vida, se quedó con la carne tiesa por largo rato, pero no intentó nada, una cosa eran sus fantasías otra la realidad, aunque una señorita del local le felicitó por tener una novia tan linda, lo cual le alegró mucho, porque si supiera que se hallaba esperando a su hermanita, con quien tenía una relación inmoral, otra cosa sería, más no aclaró nada, dejando que Matilda posara con diferentes prendas que le encantaban, y es que la niña hacia uso de cierta coquetería que le salía tan natural, como para sentir de deseos de perder el control, pues las breves telas rosas, blancas o naranjas resaltaban perfectamente sus bellas formas, hasta el punto de hacerlo soñar con cogérsela ahí mismo, pensando en cómo quería verla gemir mientras la empalaba, lamer sus tetas, las cuales adoraba, besarla con pasión mientras se aferraba a su cuerpo, y sus caderas iban al ritmo del amor, un pensamiento que no le dejó pensar con claridad, pero a la niña le encantaba, haciéndola sentir deseada, quien al final se llevaría un bañador de una pieza color azul, que le quedaba muy bien, aunque le diría en el oído: hermanito, compré otro pero es solo para que tú me veas.
Realmente amaba a Maty, seguramente de ser posible irían a otro lado, para que usara esa pieza, quizás finalmente podría cogérsela, hacerla su mujer, y disfrutar del sexo juntos, realmente quería hacerla suya, desvirgar ese coñito virgen, pues estaba seguro que nadie lo había tomado, además ella se lo llegó a prometer, sería solo para él, o al menos eso llegó a decirle en juegos cuando era una niña, pero dadas las circunstancias, estaba puesto a creer que eso seguía vigente, su dulce inocencia le hacía creer aquello, en especial cuando se ponía en ese plan coqueto, el cual adoraba, siendo lo único en lo que le ganaba a Noriko, pues no dejaba de jugar, hacerse desear, quizás no la penetraba, pero en sus formas de actuar, Mati se hacía desear a tal grado que necesitaba hacerlo, quería poseerla, llegar hasta el final dentro de su precioso cuerpo.
Por desgracia las cosas no salieron nada bien, se suponía que debían salir un viernes al mediodía, sin embargo, el desorden en los trabajos haría que Josh, quien intentara unírseles no pudiera moverse, pues intentó lo posible por arreglarlo todo, siendo peor pues Rod tendría que ayudarle con algunos envíos, todo había salido demasiado mal, incluso despidieron a un encargado por aceptar algunos pedidos demasiado complejos, por lo que Lara, Ned, Nady y Mati tendrían que irse solos con el tío Can, quien parecía muy contento con ello, algo en su mirada lo delataba como si aquello fuera premeditado, aunque nadie lo notó por el desastre, y para Matilda, la situación no le gustaba nada, si por segundos se vio a punto de quedarse, pero cuando el hombre tomó su maleta y la subió a la camioneta, esta no pudo objetar nada. Para Rob eso no era raro, su hermanita le tenía fobia al tío desde siempre, aun recordaba como la asustó aquella navidad, aunque parecía tolerarlo para no causar problemas, así era ella, sin embargo el chico los despidió algo molesto aunque no dijo nada, pues prefería no darle mayor importancia, necesitaba ayudar a su papá, de hecho pensando en acabar más pronto, incluso no fue ese día a la escuela para hacer los encargos, acudiendo a otros lados con prisa, pues quería acabar pronto e ir a la salida, no podía perderse el ver a Matilda con un bikini, algo que le descubrió el otro día, la imagen era realmente sugestiva, pues aquellos escasos triángulos de tela no podrían contener el precioso cuerpo de su niña, realmente quería gozarla, así que se dio una prisa inmensa, haciendo su labor, pero eso no parecía posible, apenas lograron arreglar un par de encargos, y el tiempo se les veían encima, aunque parecían a punto de lograrlo, solo faltaban unos detalles, cuando al atardecer su padre le llamaría a su oficina.
Mijo, tu quería irte con tus hermanos verdad, lo sé, aparte quieres estar con tu hembrita, si bien que eres un buen macho como yo, mira, vete de una vez, toma el carrito de la compañía, ese aunque no lo parezca pasa por donde sea, sabes llegar ¿no? perfecto, si saliste igual de potro que el abuelo, mira nos ayudaste mucho, pero esto es responsabilidad mía, tú debes disfrutar de la vida, aun eres un muchacho, así que salte, nosotros nos encargamos del resto, vete de una vez al campamento y salúdame a tu tío – decía con una mezcla de buena voluntad pero con una malicia desconocida por parte de Joshua.
No esperó, le agradeció su ayuda y decidió irse, quizás pudo esperar a que fuera otro día, la verdad estaba cansado, sin embargo necesitaba ir a encontrarse con los suyos, no sabía porque tenía esa necesidad, algo le quemaba por dentro diciéndole que debía ir antes que fuera más tarde, de hecho miró el reloj, eran las 8, ya estaba oscuro, todos se fueron poco antes de mediodía, en lo que llegaba quizás serían 12 horas fuera, casi se maldecía el no haber estado ahí, porque seguro la estarían pasando bien, era demasiado ingenuo en algunos detalles Rob, aún quería confiar en la honestidad de algunas personas. Avanzaría por la carretera veloz, tratando de llegar al lugar señalado, tras una hora de camino en que sufriría del frio, pero en mal momento vería que no había nada, quizás le dio mal la dirección su tío, lo cual le impaciento, estaba algo nervioso, no quería seguir por ahí solo, pero en buenas llegaría a ver una luz a la distancia, era una estación de servicio, a la cual fue a pedir indicaciones además de comprar un café caliente. Una vez en el lugar llenó el tanque, y compró varias golosinas, sabia las que le gustaban a su madre, sus hermanos, pero en especial a su Matilda, también algo para su tío, aunque estaba enojado por lo que le había dicho, erro en la dirección, lo cual no le gustó nada, ahora se hallaba perdido, y no dudo en preguntar, pero nadie sabría decirle nada de aquello que preguntaba, parecía que en eso también les mintió, lo cual fastidio un poco más al chico hasta que le dijeron.
Espera, dices que venías con tu familia, un viejo con cara de pocos amigos, señora y 3 chicos, y la mujer una belleza de tetas enormes, si, la he visto, pero no fueron a nada de lo que tú dices, nadie ha podido vender ese terreno, aunque si se fueron a unas cabañas acá más adelante, en una zona para acampar, tu sabes, tiene sus cabañas y todo, porque no veo donde más podrían irse, están como a 20km de aquí, mejor busca allá, sigue la carretera, hay un desvió marcado.
Esas palabras alegraron a Rob quien saldría a revisar el lugar, todo era diferente, se enojaba, porque parecía que todo había sido un plan, y podía recordar algo, su tío una vez se cogió a su madre, quizás quería hacerlo otra vez, era un extraño presentimiento, pero le resultaba fácil de creerlo, pues Candido no era bien visto, su padre y este siempre estaban peleándose, el mayor era un abusivo, le encantaba aprovecharse, no importaba en que este trataba de sacar provecho, aparte se acordaba de la vez que su tío cogió a su mamá, lo había olvidado, en serio todo era un desastre, y en el trabajo de la fabrica era igual porque este necesitaba cosas, siempre estaba tomando las herramientas de su padre, pero jamás las devolvía, incluso lo sacaron pues quería dar órdenes y lo peor es que no sabía hacer bien las cosas, realmente le desesperaba mucho a su padre, ahora se daba cuenta de la razón. Llegaría cerca de la media noche al lugar, pues la oscuridad no le dejaba ir más rápido, parecía una especie de reserva, había una cerca de madera, y una persona lo recibiría, algo molesto por la hora, ahí Rob explicaría sorprendiendo un poco al encargado, quien diría:
Si, aquí tenemos una reservación por parte de esa familia, fue hecha hace 2 semanas, pero nos dijo que vendrían solo el hombre, mujer y 3 hijos, por eso la cabaña era solo para ese número de personas, si alguien más se queda habrá un cargo extra, de hecho este es el registro – decía el encargado sacando el papel, con la firma de su tío.
No le gustó nada eso, así que hizo una llamada a su padre, quien contesto milagrosamente parecía que apenas llegó del trabajo a la casa, y este habló con la persona, diciéndole lo que pasaba, parecía que su hermano Candido había pagado ese viaje con el dinero de la fabrica, de hecho por eso halló un desastre en los pedidos, así que Joshua se arregló con el encargado, quien para su suerte tenía las llaves de la camioneta del hombre, pues lo dejaban en un estacionamiento aparte, y arreglaron una ligera venganza, que a todos les agradaría, excepto al abusivo tío. Así pues llegó el joven, quien tras quedar con su padre, arregló que le cobraran un recargo por su llegada, pagando un extra, encontraría la cabaña la cual estaba algo apartada, y con suerte había luces, pese a la hora, aunque no muchas, parecían estar viendo una película, o algo así, todo estaba silencioso, cuando escuchó un chillido, junto con una queja que decía: cálmate, ya eres niña grande; como fuera el caso en ese momento tocó la puerta con unos fuertes golpes, asustando dentro, y muy para la desgracia de Candido, vería a su sobrino llegar con su maleta, este se quedaría desconcertado, pero diría: mi papá no quería arruinarme el fin de semana, así que me dejó salir, tío, que mala onda, llegué a donde dijo y no había nada; el hombre se puso nervioso y mencionó que se echaron para atrás los compradores, lo cual fastidio al chico sabiendo que era mentira, además agregó que luego tuvieron que buscar donde quedarse para no arruinar el viaje, seguía mintiendo, se daba cuenta Rob, quien no confiaba ya en ese tipo, todo rastro de familiaridad que pudo haber guardado se esfumaba, algo escondía, pero no sabía que, no le dio importancia, así que se fue a meter, arruinándole los planes a este, de hecho no veía a su madre, tampoco a los gemelos, seguramente ya estaban dormidos, solo a Matilda, quien estaba frente a la televisión, con una película de terror, se veía incomoda, pero al notar que él llegaba, se le abrazaba efusiva dándole unos besitos, pero este no se quería quedar a ver nada así que se iría a dormir, casi alegrando a su tío, quien sin dudarlo diría:
Bien, a dormir, yo seguiré viendo la película, vamos chiquita – dijo el tío Candido cuando.
De hecho con una mirada prácticamente dejaba ver sus intenciones, arrancarle la ropa, traía una playera que no podía ocultar el volumen de sus tetas, además de un short muy cortito que dejaba ver sus preciosas piernas, de ser diferente le destrozaría las prendas en una furia casi salvajes para chuparle esas bolas de carne, incluso sería posible que quisiera meter su verga entre ambas masas, hacerle tragar toda su erección hasta llenarle la boca de su semen, para después empalarla, romperle el coño en una brutal cogida, verla chillar mientras movía sus caderas, si por algo intuía que estaban tan alejados, no quería que nadie les oyera cuando la estaba haciendo cosas, y claro está que le rompería el ano de una cogida brutal, no teniendo compasión de nada aunque la niña suplicara, todo eso y más demostraba con esa mirada, sin embargo el muchacho le cortaría sus avances
Nada de eso, a ella no le gustan las películas de horror, siempre ha sido miedosa, luego no puede dormir, y papá se las tiene prohibidas, vámonos Mati, ya es tarde, o quieres que Josh se enoje contigo después – sentenció muy serio Rob.
Casi como si mandara, el chico se llevó a Matilda al cuarto donde estaba su madre, quien dormía totalmente, solo vestía un camisón semi transparente que dejaba ver sus pechos con cierta facilidad, igual que una tanga que apenas cubría su coño o se encajaba en su culo precioso dando la impresión de desnudes, por alguna razón no se despertaba, aunque este la llamó, seguro Candido le había hecho algo, una pastilla, no era tan extraño, empezaba a notar una especie de similitud en las cosas que pasaban, como cuando cogió con su madre hace tiempo. No le dio mayor importancia, cerró la puerta con seguro, sintiendo como intentaban abrirla casi al instante, Rob estaba irritado, no le dio tiempo a su tío de replicar ni nada, de hecho este le miraba descontento, y sin dúdalo se desvestiría, dejando ver su cuerpo a Matilda con todo lujo, quedando solo en calzoncillos, luego se acostaría a lado de su madre, esta se hallaba perdida en el sueño.
Luego de eso le tendió la mano a su niña hermosa dejándola en medio, tomando el lugar que su mañoso tío quería ocupar, supuso, pero también aprovecharía, para algo más, empezar a acariciar ese precioso cuerpo, mientras Mati le daba tiernos besos a su hermano menor, mas como una amante cariñosa, dejando ver un contacto más intenso en cuestión de segundos, dejando que este sintiera mejor su cuerpo a través de sus manos, que iban palpándola con sumo cuidado, pues la preciosa criatura se entregaba rendida.
Obviamente su tío tendría que dormir en el sofá, dejando que Rob se acostara en la cama, todos dormirían bastante bien, aunque por alguna razón que no esperaba, la misma Mati antes de la madrugada, como otras veces, buscaría un poco de placer, apenas entre dormido y despierto a pesar de estar su madre al lado, ella no se contuvo, el muchacho vería a su hermanita restregar su sexo desnudo en el cuerpo de este, como si quisiera marcarlo, tallaba con un gusto quizás exagerado, pero tan placentero, que no podía resistirse, quería seguir disfrutando de aquello por siempre, pues la delicada vulva de la niña daba el mejor masaje de su vida al sexo de este, bañándolo en un aroma seductor, tan cargado de lujuria que no era posible resistirlo, pese a tener a Lara acostada, su cercanía solo hacia más intenso todo, y sin poder resistirse Rob tomaría a la niña para ponerse sobre ella, empezando a fingir una cogida, besándola con pasión, metiendo su verga entre las piernas hasta casi penetrarla, ayudaba la diferencia de tamaños, mientras sus pechos chocaban entre sí, la chiquilla se aferraba con total gusto, mientras sus manos se aferraban a su espalda, todo en un beso tan intenso, moviéndose en un ritmo tan natural, como si fueran amantes consumados, que iban tan bien que al cabo de unos minutos acabaron en un orgasmo, se besaron, siendo tan excitante, porque aparte su madre seguía dormida a un lado de ellos, apenas usando una prenda que la hacía ver demasiado sensual, una verdadera tortura al menos eso creyó Rob, pero teniendo a Matilda, quien al terminar se volvería a acomodar encima, se guardaría cualquier queja, solo existía su delicioso coñito jugoso, bañando su verga hinchada y su leche empapándola, eso era lo único que le bastaba en ese momento, además de su gesto de placer mientras se mordía los labios para no gemir, quedando unidos como si fueran amantes.
Excelente muy excitante con morbo e intriga, mucho amor pero estás tardando con Maty.
gracias por el comentario, lo agradezco, ciertamente quería causar intriga, y por esta es que todavía no se cogen a Maty, pero aguanta un poco, la historia la tengo hecha, pero no se encuentra pulida, espero que en esta semana pueda continuarla, perdón la tardanza…