El secreto de mi hermano y mis sobrinos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Después de muchos años de ser un lector fiel de esta página, he decido publicar mi primer relato.
Miles de relatos han sido publicados en esta página, algunos muy buenos, otros no tanto; se ha generado polémica por la temática de ciertos relatos pero sin duda todos los miembros de esta comunidad hemos disfrutado de la libertad que nos brinda SST.
Espero les guste mi relato que puede ser cierto o puede ser ficción, hoy quiero darles la libertad de decidir si es o no real.
Paz!
Mi historia empieza cuando tenía 26 años.
Era estudiante universitario en una universidad estatal del país y después de 5 largos años de estudios, empezaba a llegar al ocaso de mi carrera.
Mi familia era pequeña, estaban mis padres que vivían cerca de la costa, mi hermano mayor Fabio y sus dos nenes, Oscar y Tomás, quienes viven en la capital y finalmente yo.
Por mis estudios tuve que movilizarme a la capital debido a que tardaba mucho tiempo viajando entre la casa de mis padres y mi centro de estudios.
Mis padres decidieron ayudarme con la manutención de un pequeño departamento durante mis estudios pero, debido a que casi terminaba mi plan de estudios, el tiempo que pasaba en el apartamento era muy poco.
Mi hermano me ofreció quedarme con el en su casa para evitar el molesto trafico y los constantes viajes y aliviar un poco la carga económica de nuestros padres.
Nuestra relación era excelente.
Siempre fue muy sobreprotector conmigo y disfrutábamos mucho cuando era un niño a pensar que me superaba en edad por 14 años.
El conoció a su esposa cuando yo tenia 9 años, tuvieron una relación por 4 o 5 años y decidieron casarse.
En ese momento fue que él se mudó a la ciudad para formar su propia familia.
Dos años después tuvieron a su primer nene, Oscar.
Tomás nació 5 años después, sin embargo, su madre murió unas semanas después del parto.
Para Fabio fue un golpe muy fuerte, pasó mucho tiempo en terapia.
Brenda era su vida pero mis dos pequeños sobrinos le dieron la fuerza para continuar.
Mis pequeños sobrinos estaban felices de que su tío viviera con ellos, el día que me mudé a la casa de mi hermano ellos estaban ansiosos al igual que mis padres.
Me ayudaron a trasladar mis pertenencias y Tomás no se despegaba de mi, me seguía por toda la casa; parecía un gatito.
La casa de mi hermano era bastante amplia y espaciosa.
Es de dos pisos, en la planta baja se encontraba la sala, el comedor, la cocina y el cuarto de televisión.
En la segunda planta estaba el cuarto de mi hermano, el cuarto de mis sobrinos y un estudio que mi hermano utilizaba como bodega temporal.
Este estudio fue Fabio me cedió, estaba ubicado al final del pasillo junto al baño.
Los primeros días fueron un poco complicados, tenía que adaptarme a vivir con mi hermano y a sus costumbres.
Lo más complicado era la cocina ya que nunca lograba recordar donde se guardaban las cosas pero poco a poco me fui adaptando.
Mi sueño era muy pesado debido a un medicamento que tomo desde los 20 años para tratar la migraña por herencia familiar, fui el único “premiado” con esta herencia.
Usualmente no me daba cuenta de nada de lo que pasaba una vez que me acostaba, incluso los gritos de mis sobrinos en las mañanas cuando corrían por la casa eran imperceptibles para mi.
Siempre me costó un poco levantarme en la mañanas, mi mamá siempre terminaba regañándome por esto ya que llegaba tarde a mis clases.
Mi hermano solía arropar a mis sobrinos a las 8 de la noche, enviaba a Oscar a bañarse para luego acompañar a Tomás que siempre hacia estragos en la ducha, le encanta jugar con agua.
Una noche particular olvidé mis pastillas.
Fabio baño y arropo los nenes y bajó al cuarto de televisión, estuvimos viendo una película por un rato hasta que no aguanté el sueño y subí a acostarme.
Fabio me dijo que el acomodaría un poco el desastre que dejaron los nenes en la sala y subirla a dormir.
Yo lo dejé y me entregué a los brazos de Morfeo.
Cerca de la media noche desperté, tenia seca la boca lo que me provocó mucha sed.
Salí de la habitación, recorrí el pasillo, pasé por el cuarto de los nenes que se encontraba cerrado, pasé por el cuarto de mi hermano que tenia la puerta abierta pero aún estaba medio dormido así que no noté lo que pasaba adentro, si noté una tenue luego proveniente del TV pero no le di importancia, pensé que quizás Fabio estaba viendo alguna película.
Bajé a la cocina a buscar algo de tomar en el refri, estuve ahi al menos unos 15 minutos mientras terminaba de refrescarme, dejé todo en su lugar y me dispuse a volver a mi habitación.
Cuando estaba subiendo las ultimas gradas escuché gemidos provenientes de la habitación de mi hermano, no eran muy fuertes pero si lo suficiente para escucharlos al acercarme a la habitación.
Pensé que mi hermano estaría viendo alguna película y saciando sus ganas pero al acercarme a la puerta lo que vi me dejó sin aliento.
Mi sobrino Oscar estaba acostado boca arriba con su pijama por las rodillas mientras Fabio estaba entre sus piernas chupando su penecito de escasos 10 cms.
La imagen me dejó helado y no sabía que hacer pero la curiosidad me ganó, me agaché un poco y me quedé viendo lo que pasaba.
Al parece Oscar lo estaba disfrutando bastante, tenia sus manos en la cabeza de Fabio apretando su cabeza contra su cadera.
Luego de un tiempo Fabio se separó de el, subió por su cuerpo hasta su cara le dio un beso apasionado.
Volvió a bajar a su entrepierna, bajó su pijama hasta quitárselo y tomó sus piernas colocándolas sobre sus hombros empezando a chupar el pequeño culito de mi sobrino.
Para ese entonces yo estaba a 1000 por hora, no daba crédito a lo que mis ojos veían.
Fabio chupaba y besaba profundamente su cavidad mientras acariciaba su pecho.
Introdujo su dedo medio en su boca y luego empezó a hacer presión en la entrada del culito de Oscar.
Su dedo fue entrando hasta que se desvaneció por completo dentro de él.
En ese momento escuché la voz de Oscar diciendo:
Oscar: Pa… pá… Despacio!
Fabio: Tranquilo bebé, deja que tu culito se acostumbre.
Oscar tenia sus ojos cerrados y respiraba profundamente mientras mi hermano sacaba y metía su dedo de su apretado culito.
En ese momento, empezó a meter otro dedo y así continuó hasta que tenia 3 dedos completos metidos.
Entraban y salían fácilmente.
Fabio bajó las piernas de Oscar de sus hombros, le dio otro beso apasionado, únicamente estaba en boxer por lo que sacó su pene por la abertura, abrió las piernas de Oscar, colocó su pene en la entrada del culito de Oscar y empezó a meterlo.
Oscar gemía y balbuceaba:
Oscar: Despacio… despacio…
Fabio: Ya casi bebé, falta poco
Oscar: Ah… ahhh… aaah…
Fabio: Ya bebé, ya entró toda
La imagen era increíble.
Mi sobrino estaba acostado boca arriba con las piernas abiertas mientras su padre estaba sobre él con su pene metido en su culito, las bolas de mi hermano chocaban con las nalguitas de Oscar mientras Fabio lo abrazaba, le besaba la carita y lo tranquilizaba.
Fabio pasó sus brazos bajo los hombros de Oscar y empezó a sacar su pene para volver a meterlo lentamente.
Oscar seguía con sus ojos cerraditos mientras apretaba fuertemente las sabanas de la cama.
Era increíble ver como entraba y salía ese pedazo de carne del culito de mi sobrino y el sonido que hacían las bolas de mi hermano al chocar con sus nalguitas.
Fabio estuvo penetrando a mi sobrino casi 10 minutos, mi pene estaba que explotaba dentro de mi boxer cuando vi que mi hermano empezó a bombear más rápido a Oscar, Fabio jadeaba y bufaba mientras Oscar gemía:
Fabio: Ohh… Ahhh… Si
Oscar: ahh .
ahhh .
ahhh, papi!
Fabio: Bebé ya viene… ya viene…
Oscar: Si… sigue… sigue!
Fabio: Ahhhhhh… si!!! Te amo… te amo… te amooo… ohhhhh…
Fabio dio tres fuertes embestidas en el culito de Oscar corriendo dentro de él para finalmente caer a su lado.
Oscar seguía con sus piernas abiertas lo que me permitió ver su rojo culito abierto mientras el semen de mi hermano salía de él.
Fue lo más increíble que haya visto.
Oscar se tocaba su culito abierto mientras Fabio tomaba una crema de su mesa de noche y se la aplicaba en el culito a mi sobrino.
Rápidamente me levanté y me fui a mi cuarto.
Esa noche me hice una paja increíble y me corrí como nunca.
No sabía que pensar así que decidí dormir.
En la mañana, ya descansado no sabía si bajar a tomar el desayuno, pero agarré valor, me puse una pantalonera y bajé.
Mi hermano estaba en la cocina preparando el desayuno, Tomás seguida dormido en la habitación y Oscar estaba comiendo cereal.
me saludó dándome los buenos días, yo lo saludé algo extrañado por lo que vi la noche anterior.
El se veía contento, como si nada hubiese pasado.
En eso, entró mi hermano al comedor, me dio los buenos días y me hizo una pregunta que me dejó helado:
Fabio: ¿Te gustó lo que viste anoche?
Yo no sabía que responder, Oscar me volvió a ver y me dijo:
Oscar: Tio, ayer te vi cuando te levantaste de la puerta del cuarto de papi.
Me puse blanco, no sabía que decir, y mi hermano se acercó, puso su mano en mi hombro y me dijo al oido:
Fabio: Es un pequeño secreto de familia, espero que puedas guardarlo.
Yo seguía mudo.
Terminamos de desayunar, Fabio mandó a Oscar a tomar un baño y yo me fui al cuarto de TV.
Fabio me siguió, se sentó junto a mi en el sofá, y me dijo:
Fabio: Andrés, se que anoche me viste con Oscar.
Me asusté un poco cuando me lo dijo porque yo no te había visto.
Yo: Ayer bajé por algo de tomar y cuando subí pues… era inevitable.
¿Cuanto tiempo llevas haciendo esto Fabio?
Fabio: Con Oscar llevo cerca de dos años, con Tobias estoy empezando.
Cuando Fabio mencionó a Tobias mis ojos casi se salen de sus órbitas.
completamente incrédulo le pregunté:
Yo: Has hecho esto con Tobi?
Fabio: Pues… si.
No puedo hacerlo igual que con Oscar pero ya hemos avanzado.
El silencio reinó la habitación por un tiempo hasta que Fabio rompió el hielo.
Fabio: Se que no se ve bien, tal vez es un completo error, pero todo se dio de forma natural.
Oscar tenia curiosidad y pues tu sabes de desde lo de Brenda no he logrado concebir la idea de estar con otra chica.
Además Oscar empezó con las típicas preguntas de como nacen los bebé y de donde viene, y pues no quise ocultarle la verdad.
Le expliqué las cosas como debe ser y luego surgió el tema de las relaciones entre chicos y pues un día me pidió que le enseñara que se siente.
Yo: ¿Pero no tiene miedo de hacerle daño? ¿No le dolió la primera vez?
Fabio: Pues si, tu sabes como funciona esto Andrés, pero con paciencia todo se logra.
Yo: Debo admitir que me calentaron mucho, jamás pensé que iba a sentir lo que sentí.
Fabio: Se que puedo confiar en ti Andres.
Nunca forcé a los chicos a hacer nada que no quisieran.
Sabes mejor que nadie como te cuidé cuando eras niños y no me gustaría que mis nenes busquen a gente extraña en la calle.
Yo: Lo se Fabio, eres un gran hermano y se que eres un gran padre, pero…
Fabio: Entiendo que tengas dudas, no es fácil aceptar lo que viste.
¿Te gustaría intentarlo? Estuve hablando con Osqui y me dijo que le gustaría probar contigo.
Yo: ¿En serio? Pero… no sé… no estoy seguro.
Fabio: No te preocupes, piénsalo y vemos que pasa en la noche.
Fabio salió de la habitación y yo me quedé pensando.
Luego de un tiempo Fabio me dijo que iría a dejar a los nenes con la mamá de Brenda y luego iría a su trabajo.
Yo subí, me di una ducha, y estuve pensando en que hacer.
No pude concentrarme en todo el día.
Por la tarde, mi hermano llamó y dijo que iría a recoger a los nenes.
ellos llegaron, cenamos vimos televisión un rato y Fabio dijo:
Fabio: bueno nenes, llegó la hora del baño.
Los chicos subieron y Fabio los siguió pero antes me dijo:
Fabio: Andrés, te esperamos arriba si quieres subir…
Yo lo pensé un rato, y luego me animé a subir, pero lo que pasó se los contaré en otra entrega.
Aurum06
Hermoso dónde el segundo relato
Cual es el la continuación?
DELICIOSO