El secreto del tío Ramón
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por KitaFerDancer.
Mis padres se divorciaron hace aproximadamente 11 años y desde entonces eh pasado las fiestas importantes turnándome con ellos, éste inicio de año me tocó ir con mi papá y su mujer a visitar a su Tío Ramón un señor de 67 años, feúcho, delgado pero con la pancita caída de un hombre de su edad, con arrugas y el pelo canoso, siempre fue muy amable y respetuoso conmigo además de cariñoso, en pocas palabras siempre fue un señor atento y respetable y me causaba ternura.
La noche del 31 de diciembre estábamos en el pueblo y mi mamá me escribió para decirme que quería verme para darme el abrazo de fin de año, le dije que estábamos en casa del Tío Ramón y ella me dijo que me encontraría allá.
La relación entre mis padres después del divorcio fue muy buena, ambos son del mismo pueblo y sus familias siempre fueron cercanas y en la familia de mi papá quieren mucho a mi mamá, no así en la familia de mi mamá que no aceptan bien a mi papá.
Apenas terminando la cena y lo brindis mi mamá llegó a casa de mi tío Ramón quien como dije no es mi tío pero es tío de mi papá aunque siempre me dijeron que también era mi tío.
Mamá traía un abrigo muy grueso y largo ya que hacía demasiado frío afuera.
Al quitarse su abrigo todos nos quedamos sorprendidos de ver el cuerpazo que conserva mi madre enfundado en un vestido rojo muy cortito y escotado, traía unas medias negras de red y tacones altos, algunos tíos y primas de mi papá no se contuvieron en halagarla pues se veía espectacular mi padre disimuladamente la miró sin prestarle mucha atención pero fue mi tío Ramón quien con su lento caminar se le acercó y cariñosamente la saludó con un beso en la mejilla y un abrazo, noté que le dijo algo al oído y mi mamá se sonrojó un poco para luego separarse.
La invitaron a sentarse a la mesa y le dieron de cenar y bebieron y platicaron, yo estaba muy cansada y un tanto aburrida de pláticas de negocios y política y eso que hablan los adultos y me subí a la habitación donde pasaría la noche, cerré mis ojos y me quedé dormida un par de horas.
Unos ruidos inusuales me despertaron, abrí los ojos y pude escuchar gemidos y el rechinar de una cámara vieja y golpes de nalgadas, pensé que mi padre y su mujer estaban en la habitación de junto celebrando Año Nuevo y me dio mucho morbo acercarme a escuchar a su cuarto, me levanté de la cama sigilosamente y salí de la habitación, la siguiente puerta estaba abierta y me acerqué a mirar nerviosa y excitada.
Mi madre estaba en cuatro sobre la cama con su vestido rojo como cinturón, sus medias puestas pero rasgadas liberando sus nalgas y con su tanga roja de lado, estaba siendo penetrada en la vagina por la verga más grande que mis ojos jamás habían visto en persona, era mi tío Ramón, aquel viejecito serio pero simpático tenía un miembro extraordinario, casi del largo de mi antebrazo pero más delgado, las venas en su falo parecían gusanos que se movían dentro de su piel, se veía poderosamente firme a pesar de su edad y unos teticulos bastante colgados, la piel arrugada y los vellos blancos, que rebotaban en un vaivén delicioso chocando con la vulva de mi madre, quien no podía cerrar la boca y ponía su cara contra la almohada para callar sus gemidos y cuando levantaba la cara de la almohada tenía los ojos en blanco y parecía derramar lágrimas, apretaba las cobijas con sus manos, sus senos se bamboleaban de un lado a otro tenia lo siento pezones firmes de lo excitada que estaba y mi tío Ramón la penetraba con tanta fuerza y furia, la nalgueaba y apretaba sus nalgas marcándole sus dedos y uñas, de repente la jalaba del cabello y era cuando mamá soltaba más gemidos.
Yo no podía creer que aquel tío tuviera esa herramienta y su rostro era distinto al del viejito tranquilo con sonrisa tierna.
Mamá le pidió que parara y que se la metiera por el culo, incluso se lo pidió por favor y el tío Ramón con su voz suave le dijo que lo que ella quisiera, mi madre antes de acomodarse de nuevo se dio la vuelta y empezó a mamar la verga del tío Ramón, lo hacía con una maestría y desesperación, la metía hasta su garganta y empezaba a toser y parecía que vomitaría y entonces la sacaba toda y lo masturbaba con ambas manos mientras lamía la cabeza, luego le escupía y masturbaba más fuerte y sacudía la verga en su lengua y la volvía a engullir.
Para ese momento mi vagina soltaba todo lo que había lubricado de lo excitada que estaba al presenciar esa escena tan morbosa, mi tenga tenía esa humedad calientita y empecé a sentir celos, quería ser yo quien fuera penetrada y quería ser yo quien estuviera saboreando ese pene de ensueño.
Mi madre entonces se acomodó en la cama, su pecho y su rostro pegados a la cama, sus rodillas también y solo sus nalgas levantadas, las separaba con sus propias manos mientras mi tío pasaba su lengua sobre el culo de mamá, le escupía y metía sus dedos para dilatarla y de pronto colocó la punta de la verga en la entrada del ano y la clavó fuerte, entraba solo la mitad y mi madre gritó contra la almohada, las piernas de mi madre se veían tensas, sus musculos estaban trabados y mi tío rojo de la cara y sudando, bombeándola con un ritmo rápido, sus estocadas eran rápidas pero profundas, sus dedos parecían perforar la cintura de mami, de pronto mi tío se tensó y se dejó de mover y se dejó caer sobre el cuerpo de mamá, temblando un poco de las piernas, mamá lanzó un gemido ahogado de placer, ambos quedaron así cerca de un minuto sin moverse solo respirando agitados.
Aproveché para alejarme silenciosamente yo estaba demasiado caliente y esa noche me masturbe hasta acabar varias veces y me quedé dormida de cansancio y de satisfacción.
Por la mañana el aroma a café me despertó y bajé a la cocina, estaba silencioso todo, en la cocina mi tío Ramon en pijama preparando el café y me vio y me abrazó, me dio los buenos días y con su suave voz me dijo que seguramente debía tener muchas preguntas de lo que había visto ayer, yo me sorprendí porque pensaba que no se habían dado cuenta de mi presencia, yo me puse roja de vergüenza y no supe qué decir.
Mi tío Ramón me contó que el desvirgó a mi madre cuando ella tenía apenas 15 en una fiesta, mi tío estaba tomado y sacó a bailar a mi mamá, quien mientras bailaba pudo rozar el miembro de mi tío y le dio curiosidad y le preguntó que tenía, jamás se imaginó que era el miembro de mi tío y el le dijo que se lo enseñaría en privado y la llevo a una bodega y se sacó la verga y mi mamá asombrada le preguntó si lo podía tocar y de ahí tuvieron relaciones y hasta la fecha cada que se encontraban buscaban la forma de hacerlo.
Me dijo que yo siempre le recordé a mi madre pues somos casi iguales solo que mi mamá tiene más busto y yo más nalga y que desde que cumplí los 12 le llamé la atención pero nunca intentó nada.
Y me preguntó si se me antojaba probar con el, solo afirmé con la cabeza y me abrazó y me besó la frente y me dijo, ya encontraremos la oportunidad de hacerlo.
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