El sexo manda. No se si embarazar a mi esposa o a mi suegra.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Todo comenzó cuando, después de haberme divorciado, en donde perdí la casa donde vivi, solo me quedaron algunas cuentas de banco y mi trabajo.
Me mude a un pueblo, de alrededor de 15,000 habitantes, en donde puse mi empresa de nuevo.
Como he sido muy cachondo toda mi vida, soy casi adicto al sexo y no soy malo para ligar, mido 1.80 mt y no soy gordo, al contrario me considero de buen cuerpo y con buen paquete entre las piernas.
Busqué algun bar en el pueblo para ligar, pero no es igual que la ciudad, en donde mujeres separadas o divorciadas, o bien casadas, buscan alguna aventura, en este pueblo esto no sucede, tal vez por ser pequeño y que todos de alguna forma se conocen.
Asi que mejor busqué en alguna discoteca, este pueblo tiene como tres.
Asi fue que fui a alguna, iba solo esa vez, en eso estaba bebiendo una cerveza, cuando vi a una chica con su novio, ella debía tener unos 18 o 19 años, muy jovencita, de baja estatura, muy delgada, tez blanca, ojos verdes muy llamativos y muy sexy.
Al parecer su novio había bebido de más y discutían mientras bailaban, pero nuestras miradas chocaron varias veces y en la últimas ella me sonreía.
Yo seguí el juego.
En eso ella y su novio se fueron a sentar, estaban con otras dos parejas.
El novio se acomodó sobre la mesa y creo que se quedó dormido.
Las miradas siguieron y le hice señas si podía bailar con ella, ella asintió.
La saqué a bailar y el novio no se dio ni cuenta.
Me dijo que se llamaba Mónica.
Le dije que era muy bonita de entrada.
Luego le pregunté sobre su novio.
Ella lo criticó feo.
Por la música la pegué a mi cuerpo y todo en ella era pequeño, sus senos, su cintura, su trasero, pero de bonitas formas.
Me preguntó sobre mi, le conté que tenía unos meses de haberme mudado.
Me preguntó si era soltero, le dije que si.
Luego vinieron las piezas románticas, la abracé y le dije que me encantaría bailar con ella esas piezas.
Su cuerpecito se pegó al mio.
No se que me pasó, pero tuve una erección tremenda, pegado a su cuerpo, sería las ganas, no había tenido sexo en meses, desde el problema con mi ex.
Traté que ella no se diera cuenta, pero fue muy obvio, pues mis pantalones era de tela delgada y pegada.
Ella me dijo al oido bailando.
-oye como te has puesto!-
yo contesté -no se que me pasó, definitivamente eres muy linda y sexy-, crei que por ese atrevimiento me dejaría plantado alli en la pista.
Pero no sucedió eso.
-tanto te gusto yo?- me preguntó ahora
le tomé la mano y la llevé a mi paquete, -mira como estoy!-
ella se río casi a carcajadas, algo nerviosa.
-y que puedo hacer?- me dijo pegándose a mi
-tengo mi auto afuera, podemos escaparnos a tu novio que está dormido y pasarla bien- le dije
ella entró en un silencio, volteaba a ver a la mesa y luego me dijo -vamos!-
La saqué de la discoteca y abriendo el auto nos colocamos en los asientos de atras.
Comenzamos a besarnos rico, labios y lenguita, suave y húmedo.
Mis manos tomaban sus piernas y apretaba sus pequeños senos redondos sobre su blusa.
Los besos empezaron a ser más intensos, producían ruidos sonoros.
En eso ella se puso sobre mis piernas, seguimos comiéndonos la boca, ahora yo tuve acceso a los botones de su blusa y se la saqué, quedó en un lindo sostén de encaje, se lo quité y sus senos eran pequeñitos pero preciosos, se los mamé, le tomaba sus pezones con los labios hasta que se pusieron erectos.
Ella cerraba los ojos y se notaba que le gustaba.
Ella me quitó mi camisa y luego ella mamó mis tetillas, que rico, pero mi verga estaba tan erecta que me costaba acomodarla en mi pantalón.
Le fui bajando la falda y la saqué también de su cuerpo y solo me quedaba su diminutas bragas.
Tomamos un pequeño tiempo, para quitarme toda la ropa, quedé en cueros y ella para quitarse las bragas y sus zapatos, quedó también en cueros.
Luego volvió a subirse y yo ya la esperaba con mi pene parado, ella se sentó y mi miembro comenzó a entrar en su estrecha rajita, era de verdad cerradita la joven, se quejó y gimió casi al mismo tiempo, luego comenzó a moverse y a dejar caer su cuerpo hasta quedar ensartada.
Luego volvimos a besarnos rico, ya con mi pene en su cavidad vaginal.
Los besos fueron más ardorosos, ella comenzó a mover su pelvis, yo sentí mi verga bien metida en su rajita.
Mientras se movía ella me soltaba los labios para gemir, eran rasgos de un placer intenso.
Luego soltó mi boca, pues no dejaba de gritar y gemir de gusto, la pequeña en pocos segundos parecía que cabalgaba mi verga, yo la tomaba de la cintura para asirme y mover mi pelvis para que la penetración fuera más intensa y profunda.
Para mi era también un gran placer puesto que ella era muy cerradita y mi verga era apretada por sus paredes vaginales.
Le tomé ahora sus pequeñas, pero de buena forma, nalgas, las apreté y entramos a una follada increiblemente deliciosa, los dos gemimos al compas de nuestros sexos.
Ella comenzó a dar grandes gimoteos, se estaba corriendo en ese momento y yo aceleré, me quería provocar también el mio.
-damelo papi, dámelo, dameloo!!- ella creo que tuvo otro orgasmo pegado al primero y se movía para sacarme la leche.
Y no la defraudé, mi verga empezó a escupir grandes latigazos de leche dentro de su vagina.
Me moví y gemí sacando todo lo que había aguantado en estos meses.
Quedamos abrazados.
De su vagina salía mi leche, podía sentirlo estando abrazados.
En eso ella dio señales de vida, se fue desensartando de mi verga, salió un chorrito de leche cuando salió mi carne semidura.
Me dijo que había estado delicioso, que lo necesitaba y comenzó a ponerse su ropa.
Yo hice igual.
Regresamos a la discoteca y su novio, aún dormido sobre la mesa, pero sus amigos la andaban buscando, la dejé para que ella fuera con ellos, compartimos teléfonos antes.
Alli empezó todo.
Luego un par de días después, comenzamos chatear, al principio por pocos minutos, pero luego tardabamos hasta horas chateando.
Ella me contó que tenia 18 años, y unos pocos meses de haberlos cumplidos, que vivía con sus padres en el pueblo y otras cosas.
Poco a poco llegamos al tema sexual, le pregunté si le había gustado lo de la otra noche, ella me dijo que si.
Le pregunté si le gustaría que nos vieramos y ella dijo que no sabía que estaba por terminar con su novio, pero que le diera tiempo.
Lo cual fue tres días después, en el siguiente fin de semana.
La recogí en un pequeño centro comercial y me la llevé fuera del pueblo, a un motel que esta sobre la carretera.
Entramos directamente a la habitación abrazados y besándonos.
Primero tuvimos una larga sesión de sexo oral, ella mamó mi verga y luego yo le hice los honores a su pequeña rajita, terminamos clamorosamente en una 69, ella se corrió en mi boca y yo en la de ella, aunque se sacó mi verga un momento después de tirar mi leche, asumo que tragó un poco.
Luego la empecé cogiendo con una pose del misionero, la cogí besándonos mucho.
Luego la puse en la posición perruna, no sin antes chuparle las nalgas y el ojete de su culo.
Alli tuvo otro orgasmo.
y Finalizamos la jornada con una cabalgada de verga como del auto, la pequeña Mónica era deliciosa para cabalgar, me sacó la leche de nuevo.
Salimos muy satisfechos de esa segunda vez.
Ella cortó a su novio al siguiente día.
Semanas después, dijo que quería presentarme a sus padres.
Asi que me invitaron a cenar.
Yo estaba nervioso, porque de alguna forma los padres se preocupan cuando el novio de su hija le lleva muchos años, en mi caso le llevaba catorce años a Mónica.
Resultó que el padre de Mónica, un señor de 50 años y la madre, que llamare Rosita de 39 años, la señora era una mujer muy atractiva y como se dice por alli, tuvimos química entre ella y yo, tal vez porque en realidad ella y yo nos llevábamos siete años.
Pero si, ella tenía unas piernas llenas y de buen ver, un trasero en forma de corazón y un buen busto.
Yo vi que me atendió hasta de más esa noche.
En ocasiones Mónica se molestaba de tanta atención.
Mónica y yo seguimos saliendo y seguimos cogiendo, la pequeña era cosa seria, pues bien pudimos coger casi todos los días en el primer mes de novios, aunque sea con palos cortos en algunos casos.
Sin embargo, una noche estaba chateando cuando vi a la mamá de Mónica en el chat.
Le pedí acceso y me lo dio.
Fue una conversación muy cordial al principio, pero luego fue de muucha confianza.
Le expresé que me gustaría hablar con ella, pero en persona, que si podíamos salir un día de estos, yo soy asi de franco cuando quiero obtener algo.
Pensé que me colgaría, pues casi no nos conocíamos, pero no, ella dijo que podía el jueves, faltaban dos días para eso.
Quedé de pasarla a traer a un lugar y llevarla a comer fuera del pueblo, pues la podían ver conmigo algunas personas que la conocían y eso podía darle problemas con su esposo e hija.
Llegó el día, yo iba tan nervioso, que pasé comprando una pastilla de viagra a la farmacia, no vaya a ser que por lo nervioso me pueda fallar mi amigo, pensé.
La recogí sin problemas, la llevé casi unos 30 kms del pueblo, alli vi un hotel y restaurante, y pensé que era lo indicado si sucediera algo.
Durante la cena charlamos, me dijo que tenía como dos horas nada mas.
Asi que traté de intimar con ella, le tomaba las manos y en ocasiones le acariciaba la espalda.
Ella llevaba un vestido corto de una pieza, se miraba lindisima.
En eso, ella dijo algo y yo me acerqué y le besé el cuello, ella se sorprendio y se quitó, pero no me dijo nada.
Asi que lo volví a hacer y ahora ella se dejó, le besé el cuello y me fui a la boca, ella estaba incomoda asi que le dije si pedía una habitación, ella me dijo que sería mejor.
Nos asignaron una.
Me la llevé a la habitación, desde la entrada la puse contra la pared y comencé a besarla, le bajé los tirantes del vestido y luego el sostén sin quitarlo, salieron a mi vista un par de grandes y lindas tetas, se las mamé rico, sus pezones parecían tornillos, largos, gruesos y duros, los mamé sin piedad, ella gemía y me decía -despacio, que no me voy a ir-, trate de controlarme, pero le dejé quitado el vestido antes de ir a la cama.
La coloqué en ella y me quite los pantalones y la camisa rápidamente.
Me fui colocando entre sus piernas y besé mucho sus muslos, hasta llegar a la "tierra prometida", hice a un lado su diminuto panty, salieron sus labios vaginales largos y vi su clitoris grueso, comencé a comerme su fruta prohibida, lamiendo y chupando todo a mi paso, tomé su clitoris entre mis labios y lo chupé todo, ella comenzó a dar de gritos y gemidos, me animaba a seguirle chupando su raja.
-Asi cariño, asi, asi, qué rico!!-.
De pronto comienzo a sentir algo ácido en mi lengua, Rosita se estaba corriendo y ponía sus ojos en blanco.
Era hora de cogerla.
Me fui colocando entre sus piernas, tomé mi verga con la mano y la coloqué en la entrada de su raja mojada, mi verga se fue deslizando dentro de su vagina y ella me abrazó para hundirsela más profundo.
Le mamé las tetas de nuevo mientras comenzaba a cogerla, ella me abrazó con sus piernas por los costados, comenzamos a follar de lo lindo.
Yo entraba y salía de su raja mojada, ella gemía y todo era riquisimo.
Luego la puse en cuatro solo para degustar la vista de su bien formado culo, lo besé, lo lamí y chupé lo que quise.
Lamí su ojo del culo, le metí un dedo dentro de su ano y dos dentro de su vagina y la masturbé hasta que se corrió de nuevo.
Luego me puse atras y la penetré por la raja.
Le dedie el culo mientras la cogía.
Ella seguía animándome a darle más y más, -siii qué rico, qué ricos tus dedos, ahhh!!-.
Los dos nos corrimos y le llené de leche la raja, mi verga daba latigazos dentro de su raja.
Pero como me había tomada la viagra, mi verga apenas perdió dureza.
-Te voy a dar por atras- le anuncié y sacando mi verga se la puse en su culo dilatado.
Su ano se fue abriendo para dar paso a mi verga, ella se quejó pero no me dijo nada.
Segui empujando mi verga dentro de su recto y esta fue avanzando hasta que fue desapareciendo dentro de sus entrañas.
Cuando fue suficiente, comencé a moverme adentro, me apretaba mucho la verga, eso me daba mucho placer.
La culie rico por varios minutos.
Ella empezó por fin a responder con gemidos y a animarme a seguirle cogiendo el orto.
Segui cogiéndola con un vaiven profundo y lo apretado de su culito por fin me llevó a correrme de nuevo, esta vez le llené de leche su recto, mi leché salió por las comisuras de su ano.
Cuando nos zafamos, ya había pasado casi las dos horas que Rosita había dicho.
Ella vió su reloj y me dijo que apenas le daba tiempo.
No me quiso decir para que, pero se vistió rápidamente y salimos de alli.
En el camino me abrazó y me dio las gracias por tan excelente encuentro sexual.
Mi relación con Rosita prosiguió.
Nos encontrábamos cada dos o tres semanas y cogemos en el mismo hotel.
Cada vez son más intensas nuestras relaciones sexuales, ella me besa todo el cuerpo y cuando la penetro por su orto, me dice que ese hoyito es solo para mi, que ahora ni a su marido se lo daba.
¨Por supuesto que seguí de novio con Mónica, también la follaba con más frecuencia que a su mamá.
Meses después, me casé con Mónica y ahora me pide que la embarace,quiere ya tener un bebé.
Casi al mismo tiempo después de una jornada de intenso sexo con Rosita, me dijo, con lagrimas en los ojos, que ella aún era fértil, que ovulaba, pero estaba cerca de menopausa y sabía que lo nuestro se iba a acabar en cualquier momento, por mi boda con su hija.
Rosita quiere que la embarace, quiero tener algo de ti, me dijo que esta locamente enamorada de mi, que no necesita que yo reconozca a la criatura, se la meterá a su marido.
Ahora no sé que hacer.
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