El tio del alfajor
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Yo apretaba fuerte las monedas o billetes y bajaba la vista sabiendo que venía a cambio de esa plata para alfajor.
Dos besitos cortos de mi tío en la boca y de ahí a correr al kiosco del barrio a comprar el deseado alfajor.
Y andaba cerca de los 12 años y era por genética bastante crecidita; mi tío cuarentón gordito, bigotes chiquitos y bastante asquerosito.
Le decían el "chancho" y gozaba de "baboso" en el barrio pero inofensivo.
Así fue por largo tiempo mi sistema para lograr alfajores en el cual noté que sus besos eran algo mas prolongados cada vez más.
Hasta un pequeño abracito que yo rechazaba reculando pero que en el fondo mientras mis amigas hablaban de juegos y muñecas yo pensaba intrigada porqué se sentía eso en la boca.
como un no, pero hacelo.
Llegó un día que aunque papá y mamá le recriminaban que me malcriaba fuí a pedirle para un matineé; no se negó y supe que debía esforzarme más.
No entendí porque cerramos los ojos y su boca fue suave invadiendo la mía; entre el escozor miedo y un incipiente ardor plagado de placer no busqué alejarme de su boca y fue sin dudas el primer y mas intenso beso de boca a boca que hice.
Cuando su lengua empezó a ahogarme me separé; el pensó que no quería más pero lo real es que solo lo hice para tomar aire.
De todas maneras ya debía partir al cine y fui en busca de mis amigas pensando en el sabor que tenía en mi boca.
Algo a favor era que vivíamos cerca y nadie se extrañaría de mis visitas a él o al revés.
Una tarde sin querer comer fui por mi alfajor aunque este elemento solo era una excusa para lo que anhelaba experimentar de nuevo.
Ël supo que yo quería mas y se prendió de mi boca con dulzura mientras sobaba mi espalda y entre los chupeteos decía "tan criatura, tan mujer.
con mis 35 me haces vivir de nuevo.
¡¡que mujer hermosa sos!!!!" y su boca se hundía en mi boca mientras sus manos acariciaron mis muslos para después para después posarse en mis nalgas por arriba del vestido, quería sacarle las manos pero sin dejar de besarlo y escuché su voz rogando "dejame mala.
solo te acaricio.
te disfruto.
esto es amor; demostrame que mujer que sos" y así dejé que metiera sus manos aun por debajo de mi pollera acariciando culo y conchita por arriba de la bombacha mientras su mano llevo la mía para tocar su sexo duro por arriba del pantalón.
Queres verla? preguntó.
No contesté y el supo que era un sí, mirando para otro lado sentí lo áspera dura y gorda que era, lo pajeé y el sin parra de besarme me bajó las bombachitas hasta las rodillas.
Quise subirlas y me pidió que me dejara besar entre las piernas, que solo probara y si no me gustaba el dejaba de hacerlo.
Se arrodilló y su lengua fue increíble, por pudor estuvo por decirle que parara pero empecé a gemir de placer y disparando jugos que el me agradecía.
Fuimos hasta la cama y me depositó bajo la promesa de parar cuando yo lo quisiera.
Me besó los muslos y con mi movimiento le indiqué que mi conchita sana buscaba su lengua la cual metió hasta en la raya del culito tambien, yo mismo me saqué el resto de mi ropita y el chupó mis tetitas que eran mas pezones que otra cosa y ni me dí cuenta que el también se había desvestido y cuando su lengua llegó a mi cuello sentí su pija dura en la puerta de mi vagina.
Tranquila; escuché, todo es hasta donde vos queres.
Y me pasó la pija como si fueras un pincel y me arqueé metiendomela adentro y lo arañé en mi ardor de conchita sangrando y escuché como susurraba gracias amor, mía por siempre y sin penetrarme del todo me cojio mientras yo lloraba de felicidad y ambos ardimos de pasión.
Acabó afuera y vi leche de hombre por primera vez estando orgullosa de mi logro.
Vino otra forma de conocer el sexo, chupada de pija ya que para los besos de lengua me los daba sin nada a cambio, se hizo tragar la leche mientras le saboreé las bolas hasta chuparle el peludo culo y puse en práctica su método de aguantar sin respirar para que la bebida de semen no me asqueara.
El día que me pidió y negué la cola amenazó con dejarme.
Cuando me hizo poner de rodillas pensé que quería que lo mamara.
era para hacerme pedir perdón y escupirme la cara.
Me dió vuelta y quedando en cuatro me escarbó el agujero con el dedo para aplicar vaselina y aunque me pedía que me relajara yo sentí que me explotaban las paredes anales hasta que por la mitad se apiadó y dejó de meterla y sentí como el ambiente se llenaba con el olor de mi caca.
Seguimos esta relación con cuidado y por años, dirigió mi vida a través de sexo; manoseador, era esclava y ama de nuestras cogidas y sin terminar la pubertad casi no tenía nada para probar en la cama.
Casada en el primer embarazo a los 5 meses fué a visitarme, yo estaba sola y al entrar me puse en pelotas pidiéndole pija y leche.
Sonrió orgullosos y empezó a chuparme la afiebrada cajeta para después recorrer el cuerpo con la misma, me dolió por el culo ya que el feta estaba depositado atrás y antes mis lagrimosos gemidos se apiadó para penetrar mi hinchada y ardiente concha mientras le pedí me jurara que el próximo hijo me lo haría él.
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