El último encuentro sexual
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por lovelittlegirls.
Acostado en el sofá con mi amada Sofía, veíamos una película erótica mientras yo la abrazaba besando su cuello y apretando mi erección contra sus nalgas.
No pasó mucho tiempo para que Sofía respondiera moviendo sus caderas y soltando un suspiro se voltea y me besa apasionadamente, nuestras bocas fundidas entre sí la desvisto lentamente hasta que su trémula desnudes me invita a probarla y de un salto voy de su boca al rico sabor de su ya húmeda vagina.
Sofía me rodea con sus piernas y gime en respuesta al dedicado frote de mi lengua, aquella era la vagina más deliciosa que había probado en mi vida, nuestros constantes encuentros me habían hecho lograr llevarla rápidamente al orgasmo y ese día no fue la excepción; acelerando sus gemidos y con gestos de descontrolado placer me mira fijamente susurrando: “Ya viene! Ya viene! Ohhhhhh” entregándose a un rico e intenso orgasmo.
Sabiendo que no teníamos mucho tiempo disponible, me desnudo y sentado en el sofá ella sobre mi busca besarme mientras lentamente baja apuntando mi erección a su cosita hasta meterlo todo.
Mis manos recorren su cuerpo acariciándola mientras sus caderas en un lento y rico ritmo me hacen sentir que estoy en la gloria; sus brazos rodean mi cuello y aumentando la intensidad de su sensual danza me mira excitada, sus hermosos pezones son embestidos por mi boca, los chupo y muerdo suavemente como a ella le gusta.
Quita mi mano derecha de su nalga y chupando mis dedos hasta llenarlos de mucha saliva, ella misma busca meter mi dedo del medio en su culito; en cada ir y venir de sus caderas mi dedo entra hasta quedar totalmente apretado en su interior.
Entregados al intenso sentir de nuestros cuerpos unidos en el divino acto del sexo, Sofía me cabalga hasta que jadeando me da libertad de poder hacer lo que yo quiera; sin chistar paso mis brazos por debajo de sus piernas y sosteniendo firme su rico culo me levanto y de pie comienzo a embestirla con fuerza, abrazada a mi cuello y gimiendo intensamente, Sofía me besa como si su vida dependiera de ello.
Aquella era su posición preferida así que por varios minutos balanceándose contra mí, me besa gimiendo hasta tener otro rico orgasmo.
La dejo para que recupere el aliento pero ella se arrodilla sobre el sofá y levantando las caderas voltea a mí y dulcemente dice: Te toca.
Tomándola por las caderas mi pene entra de un solo golpe hasta el fondo de su cosita y comienzo a penetrarla con fuerza; sus hermosas nalgas chocaban contra mi pelvis produciendo un rico sonido que era acompañado por intensos gemidos pidiéndome más.
No pude resistir mucho y todo mi semen llena el interior de su rica vagina.
Por unos minutos nos besamos acostados en el sofá deliciosamente, fuimos a ducharnos y como de costumbre me hizo el mejor sexo oral que un hombre pueda disfrutar, ella se queda dormida y yo voy por un bocadillo a la cocina.
Allí me encuentro a Carla justo sentándose en la mesa y acompañada de un té.
Tomo una cerveza del refrigerador y me siento frente a ella preguntándole:
– Carla no te escuché, ¿acabas de llegar?-
Enciende un cigarrillo, le da una fuerte bocanada, mirando al techo dice:
– No, llegué hace rato, justo para ver lo que hacías con Sofía y que claramente no es la primera vez- baja la mirada para clavarla en mí y en sereno tono interrogante- Carlos, hoy tuve un día de mierda, tanto así que decidí salir temprano del trabajo, ¿para qué? Pues la cereza del pastel de este día de mierda es llegar a casa y encontrarme con la sorprendente escena de ver a mi esposo que no me toca desde hace 2 meses, teniendo sexo con mi hija, TU HIJA, de apenas 10 años-
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