el vecino la familia que bello trio
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Susyalfi.
Esta historia el cuento para que se sepa cuanta dulzura puede encerrar el incesto en una familia.
No hace mucho me nombran en esta localidad en una empresa con un buen cargo, decido mudarme cerca y lo hago a un condominio como hay tantos, en un primer piso, con varios ambientes, pero como el precio era aceptable lo rente.
En el piso debajo del mío vivían una señora con su joven hija, ambas muy lindas, ya que las observaba tomar sol al costado de la pileta común para el barrio, si bien ya terminaba el verano algunos aprovechaban el buen tiempo reinante para seguir tostándose.
Ambas estaban morochas de sol, rubias de pelo largo la madre lacio y la nena de bucles, tendidas de espaldas mostraban cada una su buen culo, debajo de la biquini bastante diminuta.
Los días de semana cada cual en su auto nos íbamos a nuestros trabajos, ellas, la madre al suyo y la hija a cursar en la universidad.
Una mañana al bajar, me encuentro con ambas luchando para cambiar una rueda que se había pinchado, me presento y las ayudo.
La señora me dice no sé como podre retribuirle tanta atención, gracias.
Pensé, bueno sería con un polvito, sobre todo con la nena.
Regreso de mi trabajo y me doy una ducha, cuando finalizo golpean mi puerta, pensé que raro aquí nadie me conoce, quien será, me pongo unos pantalones y abro, la nena!
Señor, mama me encargo lo invitase a cenar esta noche con nosotros, sabe está impaciente para de alguna forma agradecer su ayuda de esta mañana, pero si no puede hoy que sea cuando Ud.
lo decida.
Lo largó todo de corrido, como quien aprende un recitado.
La observé, es preciosa, que carita angelical, que ojos, que labios, que físico, tetas chicas pero pura punta que deseaban romper el diminuto corpiño de la biquini, unas caderitas preciosas, que ombligo tan delicado en medio de una pancita casi inexistente, la malla solo era un diminuto triangulito que cubría su vagina, que piernas, no es alta tendrá 1,60 a lo sumo, absorto con su imagen y su voz, no conteste, hasta que ella, nerviosa me dice, no me va a responder Sr.
?
Si hija, es que eres tan preciosa que me has enamorado, se puso roja como un tomate y bajo la vista.
Si, si, a qué hora es correcto ir?, luego de las 20 así podemos tomar algún aperitivo antes de cenar y conocernos, esto último lo dijo en forma normal, como que le salía de adentro sin apunte previo.
Allí estaré.
Gracias, y se fue.
Cuando baja la escalera lo hace rápido y su culo una belleza sacudía sus cachas con cada escalón, agradecí a la moda hilo la vista que me daba.
Me visto y en la espera, pienso: la vieja quiere agradecerme, pero a mí me gusta la hija, que problema, bueno no debo hacerme ilusiones es muy pendeja para mí.
Tampoco debo ser mal pensado para con la madre.
Bajo y me abre la madre, bienvenido Ricardo, me da su mano, pensé se acordó de mi nombre y yo me olvide el de ella, que cagada.
Gracias por la bienvenida, que hermosa decoración tiene.
Inés, ha llegado Ricardo, bueno al menos ya se el nombre de la hija.
Llega Inés y me besa en la mejilla, la madre dice bueno veo que ya son buenos vecinos.
Mientras lentamente gozaba del inocente beso recibido, la nena nos dice: siéntense yo me ocupo de todo.
La nena llevaba puesto un vestido tipo solera floreado muy discreto con pollerita cortita acampanada, pensé si se agacha me muestra el orto, la mama, también se había arreglado, tenía una blusa blanca escotada donde se veía claramente la raya entre sus tetas que eran bastante voluminosas, buena cintura para su edad ajustada con un cinturón ancho y falda tubo corta, que se ajustaba bastante a un amplio culo redondo bastante parado, su piernas resaltaban por sus medias obscuras, zapatos de plataforma y taco a la moda, así calzada era tan alta como yo 1,80.
Su cara maquillada con discreción resaltaban sus negros ojos y rojos labios, su nariz respingada y pequeña.
Pensar que a la mañana no la vi casi nada.
Tampoco era una carne despreciable a pesar de su madurez que pensé no era tanta.
En efecto ella 40, la nena 20 y yo 30, justo entre ambas,
Al fin no tuve más remedio que preguntarle el nombre, luego de varios señora y de que ella dijo, y si nos tuteamos?.
Raquel, lindo nombre, y ella muy rápido me dice Raquel y Ricardo, que pareja histórica se llamaba así, la nena dice ninguna, pero Ricardo e Inés hay varias en la literatura antigua y moderna.
Bueno por un instante me sentí el jamón del sándwich.
Así me comentaron cosas del vecindario, de la administración y poco de sus vidas, que la mama trabaja, pues hacia dos años había enviudado y si bien cobraba una buena pensión, no hay plata que alcance, que la nena estudia arquitectura, lo aplicada y cariñosa que es, pero lo más importante fue la indagatoria a la que fui sometido, reconozco, con una habilidad inusitada, como ejemplo les comento uno de los diálogos:
Ricardo tu semblante da la imagen de un prófugo.
Como?, yo no tengo nada con la justicia,
No, encanto, prófugo familiar.
No entiendo.
Si, como que huyes de una esposa y varios hijos.
No Raquel soy soltero,
Entonces de una novia o amante que desea casarte.
No, no tengo a nadie, soy libre.
A tu edad, es un milagro, hija aquí tienes un candidato, no lo pierdas.
Raquel no te veo como celestina,
Acaso me ves de otra forma?.
No, no quise decir eso.
Y que quisiste decir, granuja, ya la nena me conto que la recibiste con tu torso al aire y ella quedo prendada de tu estampa varonil.
Jaja y ella estaba en biquini, que problema hay?
Ninguno, para mí pero para la nena….
Mama, no jodas, esta nena cuando busca a alguien lo hace sin preguntarte, no sigas por favor.
Que vieja estoy ya no saben interpretar una de mis malas bromas, un brindis chicos?.
La cena exquisita, y el café con licor mucho mejor pues Raquel puso música y ambas me invitaron a bailar, lentos!!!
Un poco de franela con ambas y a casa, me despidieron ambas con sendos besos y abrazos sacándome una nueva cita a cenar con ellas, pues no tienen ninguna compañía, no se dan con los otros vecinos.
Inés al otro día a la noche me trae de parte de la mama un rico postre, y me dice para endulzar tu vida, la beso y le digo si supieras como podrías llegar a endulzar mi vida, se desliga de mi y se va corriendo.
Esta nena me gusta, a ver si termino enamorándome.
Así varias noches, el domingo, al mediodía, viene y no trae nada en sus manos.
Pensé me van a invitar a cenar.
Me dice me dejas pasar?, si, pasa, me besa en la boca y me dice mama salió, tenemos toda la tarde para que pueda endulzar tu vida y tú la mía.
Nos abrazamos y todavía sin almorzar con la comida servida, nos vamos a la cama, nos acariciamos y desnudamos, ella parecía tener colocada una biquini blanca pues lo único que tenía el mismo color tostado de su piel eran sus pezones.
Que niña tan preciosa, que cariñosa y cuanto sabia de sexo, jugamos a todo lo imaginable, ambos muy lubricados hasta que la penetre encontrando un estuche a mi medida, dentro de un cuerpo que serpenteaba de lujuria una diosa del amor.
Fue una tarde completa donde no quedaron poses ni orificios sin practicar, creo que ella tuvo como diez orgasmos y yo dos, es multiorgasmica e insaciable, luego de cada polvo me pajeaba a mi mientras lo hacía con sí misma, no tenia descanso alguno.
A las 18 nos damos una ducha rápida y se despide, diciéndome, me has hecho muy feliz, gracias y no sabes cuánto deseo tu también lo hayas sido, si fue así debemos repetirlo hasta el cansancio, amor mío.
No me dejo hablar y se fue corriendo.
Días después me invito la mama a cenar, fui con dos ramos de flores, uno para cada una, exactamente iguales.
Cenamos y bailamos un poco mas descaradamente, pero sin consecuencias.
Al otro día al regresar de mi trabajo Inés me esperaba sentada en la escalera, podemos hablar?, si, adelante.
Dos ramos iguales?, también cogiste con mama?
No, por que tanto alboroto.
Tu no le habrás dicho lo nuestro, no todavía no, por?, es que no sé como lo va a tomar.
Y allí me conto su historia sexual, que realmente me impactó.
Cuando niña mas o menos de ocho años, escucho lamentarse sollozando a mama y voy a su dormitorio, la puerta estaba entornada la abro y entro, veo el culo y los huevos peludos de papa, sacudiéndose contra las piernas levantadas de mama, mientras ella se quejaba, no se dieron cuenta de mi presencia y a mí eso me gusto y me quede viendo, con ganas de acariciar esos huevotes peludos pero me contuve, seguro se iban a enojar.
Luego mas fuertes gritos y bufidos de papa, el se retira hacia atrás mientras las piernas de mama caen y cuelgan de la cama, papa se incorpora gira como para ir al baño y me ve, yo le veo su poronga colgando un chorizo rojo babeante, que me pareció hermoso.
Me dice, hija que haces aquí?, nada miraba, el se va y mama en pelotas me sube la cama, me abraza, diciéndome, hijita perdónanos estábamos amándonos.
No entendí nada, pues según lo que sabia hasta ese entonces de lo aprendido con los chicos, estaban cogiendo.
Se lo digo a mama y me dice: si claro así es pero con amor es la forma que tenemos de amarnos entre hombres y mujeres.
Además así nacen los hijitos, yo también? Si, tu también, y sufrías tanto, no sufría gozaba, que es distinto aun cuando los sonidos puedan ser parecidos.
Esa noche comenzó mi verdadera educación sexual.
Cada vez más seguido les pedía contemplarlos, no se negaron nunca, yo me excitaba y con el tiempo comencé a pajearme a sufrir de gozo, a sollozar yo también, hasta que me venían unos buenos orgasmos que me calmaban igual que les pasaba a ellos.
También lo hacía en soledad o con los videos porno de la pc.
De lo que veía le preguntaba a mama y ella siempre tuvo una explicación que mejoraba mi educación.
Llegue a acariciarlos al hacerlo, a chupar las tetas de mama, las partes de ellos, que me iban enseñando con amor.
Ya con 13 años, no aguante mas y le pido a mama me deje coger a papa, dudaron ambos, pero al final accedieron, fue una experiencia maravillosa, tanto me habían comentado que se rompía el himen que dolía, que sangraba, yo lo encaré con muchas ganas pero con algo de temor, no nada de dolor, solo sentí como se estiraba mi concha para recibir su cabeza, y lentamente el resto de su pija hasta sentir sus huevos tocar mi culo, con un placer nunca imaginado, lo hizo tan suavemente que cada milímetro de avance y retroceso era una nueva sensación, que gloria, pero impaciente pedí mas movimiento pues mi vientre se hinchaba como para explotar y acabe, regando sus huevos con mis jugos, como si hubiesen destapado una botella de espumante, me sacudía como loca, descargas eléctricas que partían de mi nuca recorrían mi espalda, mi culo y explotaban en mi concha, nunca podre olvidar ese orgasmo el más sublime que persona alguna pueda gozar.
Cuando estalla su pija inundándome otro orgasmo ahora distinto pero menos intenso me desmayo por unos instantes, despertándome para ver como papa sacaba su rojo chorizo con un gran baba y mama se la comía.
Las sabanas un desastre, sangre, flujo, semen, de todo había y por fin sentí que salía de mi interior ese olor a pescado que identifican a las hembras, mi sueño hecho realidad.
Desde ese día fuimos los tres mosqueteros sin Dartagnan, uno para todos y todos para uno.
Pero un día papa, nos dejo, y ese vacio nunca lo hemos podido llenar, allí fuimos solo dos mosqueteros que nos consolamos como hembras, sin un macho, solo con el auxilio de aparatos.
Y un milagro llega desde el cielo, apareces tu mi amor y yo vuelvo a ser feliz, pero mama, sé que no lo es al menos completamente.
Sin pensarlo estábamos desnudos y listos para el amor.
Eran ya las 21, suena su teléfono, es su madre preguntando donde esta, que ya esta la comida.
Bueno en un rato llego, le contesta.
Me dice, y?
Y, que?
Vamos a cenar y si realmente piensas que estas enamorado de mi, le cuentas lo nuestro, sino yo te comprenderé y seguiremos como hasta hoy hasta que te canses de mi.
Amor, como me dices eso.
Llama:; mami, si en dos minutos llego con un invitado pone un plato mas, escucho protestas y ella corta.
El teléfono llama y ella no contesta.
Higienicémonos y vamos, seguro desea saber con quién caigo a cenar, si no fueras tu, me caga a palos, yo la conozco bien.
Llegamos y Raquel, me abraza, besa y me dice esta pendeja me tenia en ascuas, gracias que eras tú sino te juro que le daba una buena tunda, le digo: y si era una chica, lo mismo.
Ella toma la palabra y dice cuenten que hacían juntos?,
Que te cuente él.
Bueno ocurre que hace un tiempo que nos hemos enamorado y… e Inés le dice estuvimos cogiendo, yo no sabía que cara poner, y remata también hoy le he contado de nuestra versión de los tres mosqueteros.
Pobre Ricardo, que pensara de nosotros, que vergüenza.
Sirve fideos, cambiando la conversación, a ver que te parecen, no son, lo mas nutritivo para dejar conforme a mi niña pero al menos llenan la panza.
Ya se ha hecho muy tarde, cada uno a su cama, que mañana hay que trabajar, dice Raquel.
Vete hijo y créeme me alaga que ames a mi niña.
Para festejar nuestro noviazgo deseo invitarlas a cenar yo el sábado a la noche, les telefoneo a ambas.
Cuando las paso a buscar ambas estaban vestidas para una velada de ensueño, cenamos, bailamos franeleando con ambas y tomamos quizá un poco de mas.
Al regresar Raquel dice, un último cafecito así luego seguro querrán ir a dormir juntos, porque lo dices Raquel?, porque mientras bailábamos sentí tu pija sobre mi panza y en algún lado debes vaciarla o revientas, cierto?.
Ambas se quitan los zapatos e Inés dice yo hago el café, tu entretienes a mama, bueno será un placer.
Ella se queja, ya estoy vieja para estos zapatos, si me caigo de ellos me enyesan, son una cagada, pero te quedan bien, te hacen unas preciosas piernas, me hacen?, mira acaso sin zapatos no son lindas y se levanta la pollera hasta la cintura, no llevaba nada debajo, solo el liguero, mostraba sus gruesos labios bien depilados de los que asomaban unas rojas y arrugadas carnes anunciando que pertenecían a esa concha, y sobre la comisura superior un pezoncito rojo sangre mostraba un clítoris ávido de una buen lengua.
Le digo, mamita!!!, que tanto te gustan mis piernas?.
Llega Inés, le dice vieja puta le estas mostrando la concha y tus calzones?, ho!, los tire.
Como? Si luego de bailar este macho tuyo me calentó tanto que me chorrie toda, fui al baño me seque y así mojados opte por tirarlos.
Se cubrió rápido, nunca supe si fue espontaneo o un acto preparado, en ambos casos felicitaciones.
Allí me lance, le digo, porque me dices que debo irme con Inés, porque no nos invitas a ambos a tu cama?.
Raquel la mira a Inés y luego a mí, diciendo, sería lindo, no?.
Volveríamos ser los mosqueteros, no digas eso ,mami, por?, porque papa ya no está?, pero si Ricardo es como era el.
Como lo sabes?
Bueno tiene su estampa, segura que solo eso?.
Por? No te entiendo.
Si mami porque su pija también es como la de papa, mas cabezona pero riquísima.
Raquel dice: a ver muéstramela.
La saco y se me prende con su boca de forma desesperada, Inés comenta, pobre hace tanto no tenía una, creo que esta noche me han robado al macho.
Raquel en bolas era otra mujer con biquini color carne, y sus pezones grandísimos del mismo color al tostado del resto de su piel, su ojete es rojo fuego y por allí parecía necesitar algo mas grande, es que su consolador es descomunal.
Su lengüeta es un poema que con Inés devoramos a diario.
Entre nosotros hacemos un trió ideal, ambas me hacen feliz y ellas dicen que también se sienten felices conmigo, yo sospecho que les está faltando algo más.
Te animas?
Me encanta que los papis nunca se ocultan al saber que la nena los ve cogiendo y que aparte la sumaron a su cama, cosa que comparto para cuando tenga hijos ademas de ver porno juntos, por educacion y obvio por morbo, sin disimular.
Quiero mostrarme y que vean todo sin censura, paja, penetración, orales y lo que surja, en pantallas y en casa como familia.