EL VIDEO DE SEXO DE MAMA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Somos una familia corriente, papa, mama, mi hermana menor y yo que soy bastante inquieto tengo 17 años.
Alguien alguna vez me dijo que yo era muy metido porque me gustaba investigar y conocer los secretos de las personas, eso me da mucho placer, pero solo lo hago por satisfacción personal.
Esto comenzó un día que mama me dio la clave de su teléfono para que atendiera una llamada urgente que estaba esperando y ella había dejado su celular en la casa.
Teniendo la clave y como soy curioso no perdí la oportunidad y me dedique a mirar los videos de su WhatsApp, estando en eso me encontré uno que llamo mi atención duración como seis minutos, pero esto fue suficiente, enviado por un personaje que al consultar el mensaje aparece como Alex y el video tenía una nota que decía… nuestro recuerdo secreto.
En el video estaba mama, desnuda y su amigo Alex teniendo sexo, al parecer desde otro celular se había grabado y durante todo el video pasaron muchas cosas, sexo oral mutuo, caricias y sexo con distintas posiciones.
Viéndolo me di cuenta del maravilloso cuerpo de mama a sus 37 años.
Me reenvié el video a mi celular borrando el envío en el de ella.
Pasaron varios días y cada vez que observaba el video me excitaba tanto que terminaba masturbándome para bajar la exaltación, hasta que llego mi oportunidad de enfrentar a mama, como a ella le gusta tomar vino, aprovechando que papa estaba de viaje le propuse que tomáramos una copa, y me dijo… tu aun eres menos de edad y no puedes tomar licor, le dije, solo falta un mes para mi cumpleaños, invítame y como ella siempre ha sido muy compinche conmigo finalmente acepto.
Tomamos una copa y cuando estábamos terminando, ella se levanto al baño y yo aproveche para reaprovisionar las copas, ella al regreso no lo noto, y siguió tomando sin preguntar, se dio cuenta cuando vio la botella vacía y me pregunto a qué hora nos habíamos tomado todo el vino?.
Yo en broma dije, seguro se evaporo, y ella me dijo… bandido tu estuviste sirviendo a escondidas verdad? y se rio, ella ya estaba bastante alegrona.
Como había puesto música tropical, la invite a que bailáramos y ese baile fue la chispa para ir avanzando en el acercamiento, cada vez que podía buscaba rozar su pelvis y ella no decía nada.
Cuando entramos en más confianza le dije… Te puedo llamar Adriana, si dijo ella ese es mi nombre, pero porque no mama?.
Es que desde que te vi desnuda no dejo de pensar en ti como mujer.
Pero que cosas dices? Si te he visto desnuda y cada vez que lo recuerdo me excito sobremanera.
Ella me dijo… No entiendo de donde sales con esas ideas, le dije… No, no son ideas, es que te he visto desnuda follando con Alex.
Ella enmudeció y pego su cabeza en hombro y no decía nada.
Hasta que me pregunto… Como te enteraste? Le conteste… Mirando los videos de tu celular allí lo he visto.
Y ahora que pretendes al llamarme Adriana y no mama? Le respondí, que así te vería como la mujer hermosa que vi en el video y no como mi mama.
No veo la razón, a fin de cuentas me tienes que respetar como la mama que soy.
Eso es cierto y siempre te respetare y te querré por ser mi mama, pero ahora quiero verte como la mujer maravillosa que me excita.
Y que quieres?.
Estar contigo… le respondí.
Pero ella me replico tu sabes que soy tu madre y eso no está bien, le replique… y tu estas casada y tienes sexo con Alex y eso si está bien? Ella se quedo callada y seguimos bailando.
Yo la apreté contra mi cuerpo para hacerla sentir mi empalme y ella no volvió a decir nada.
A continuación empecé a darle besos en el cuello, en la oreja, en la mejilla y finalmente llegue a sus labios.
Para esos momentos ayudo el licor que habíamos bebido, y por eso su resistencia no fue la misma si hubiera estado sobria, además su pecadito ayudo a que se ablandara su voluntad.
De pronto me dijo… Me siento como si me estuvieras chantajeando.
Le dije… No, solo es que yo te necesito y la caridad empieza por casa.
Además, la culpa la tiene tu precioso cuerpo que no me puedo sacar de la cabeza.
Le propuse abrir otra botella de vino y ella acepto, de manera que a la madrugada los dos estábamos bastante borrachitos y todo fue más fácil.
Ya no hubo ni la menor resistencia y comenzamos a acariciarnos mutuamente como hombre y mujer y me confesó la razón porque se veía con Alex, dijo… yo amo a tu padre pero para el sexo solo existió cuando te procreamos a ti y a tu hermana y de pronto cuando le daba yo mucha motivación.
Y por el contrario yo soy una mujer ardiente aunque demuestre ante los demás todo lo contrario.
Le dije… a me pasa lo mismo, creo que me parezco a ti, dentro de mi hay un volcán que tengo que apaciguar frecuentemente, pero ahora contigo no pude mas.
Y después de estas confesiones mutuas nos fuimos desnudando hasta quedar como vinimos al mundo.
Pude admirar en directo el cuerpo de Adriana y mi polla se irguió tanto que ella exclamo… Huuuuuy que polla más grande tienes.
Y como nadie me había hecho notar el tamaño, le pregunte… en verdad te parece muy grande? Ella dijo… Bastante, nunca vi algo así.
Y estando en confianza, atrevidamente le dije… y es que has visto muchas? Y ella pícaramente me dijo… Bueno, no muchas.
La abrace y mi polla quedo en medio de sus piernas rozando su concha, apenas la sintió se corrió hacia atrás, pero luego nos seguimos besando, yo le acariciaba los senos y su cuerpo y esto le acelero la respiración, sospecha clara que la excitación estaba subiendo.
Luego la hice dar vuelta me acomode a su espalda y le acariciaba los senos, mi polla entre sus piernas rozando sus hermosas nalgas, besos en el cuello y ella de vez en volteaba la cabeza para darnos besos en la boca.
Las caricias en su clítoris dispararon su libido y como yo tenía que aprovechar al máximo esta oportunidad quise hacer lo que vi en el video de ella y en otros tantos de internet, así que la acosté sobre el tapete y separándole las piernas fui directo a su concha, estaba bastante húmeda y mis caricias dispararon una cadena de gemidos, uhmmm, ahhhhh, ahiii, ohmmmm, y movimientos de su cuerpo disfrutando del placer y así seguí hasta que presumí que ella había alcanzado el orgasmo.
Imagine que ella podría tener varios orgasmos a cambio yo no sabía cuánto sería capaz de soportar dada mi inexperiencia, decidí reservarme, y dosificar mis fuerzas.
Mientras ella se reponía la cubrí de caricias, besos y lisonjas sobre su belleza, percibiendo que ella lo disfrutaba y aproveche para hacer lo que tanto deseaba, disfrutar como si fuera un ritual mi primera penetración en ella.
Al estar nuestros sexos enfrentados comencé a bajar mi pelvis hasta que hubo contacto, lubrique mi polla en sus flujos y luego la puse en la entrada de su concha, a continuación la fui metiendo lentamente como quien disfruta un manjar y no alcance a meterla toda cuando ella me dijo… Para, para, estas tocando fondo, allí confirme que era cierto lo del tamaño de mi polla.
Me detuve un momento y luego empecé un mete y saca lento y suave para no maltratarla, pero en la medida que Adriana volvió a excitarse empezó a decir… dame mas, mas, vamos,… le dije… te puede doler.
No, no importa métemela toda y hazme más fuerte y excitado como ya estaba, no lo dude y con tremenda fogosidad aumente la velocidad y fuerza del mete y saca de manera brutal, el choque de nuestros cuerpos y los gemidos de Adriana me excitaban tanto que no pude controlar la ferocidad de mis movimientos, y sentí de inmediato que esto le encantaba, para ella era un placer que la tratara con rudeza, no se quejaba, al contrario veía en su rostro morbo y la excitación, que me excitaron mas.
Finalmente ella alcanzo su segundo orgasmo, y yo pare cuando sentí que estaba por llegar, seguía dudando que después de explotar en su concha no volviera a tener otra erección y yo quería más.
Para recuperarnos serví sendas copas de vino y las bebimos después de tanto esfuerzo, con mucha rapidez saciando la sed,.
Ella me dijo… me has hecho sentir algo que nunca antes experimente.
Una vez que la vi recuperada volví al ataque y ella me pregunto… Y tú no has llegado verdad?.
Le dije… No, quiero estar contigo toda la noche.
Vamos, no seas tan glotón que te puedes atragantar.
Y estando ella acostada boca abajo sobre el tapete, me motivo a acariciar sus precisas nalgas y a recorrer su entrepierna logrando excitarla nuevamente.
En verdad jamás imagine que dentro de Adriana existiera una mujer tan ardiente.
Pero ya era hora de alcanzar mi clímax, me subí sobre su espalda, acomode mi polla entre sus piernas y después de acariciarla y besarla por todas partes aproxime la punta de mi polla a su culito, pero antes aprovechando la abundante lubricación de su concha humedecí mi polla y así empecé a penetrarla, tuve toda la paciencia y suavidad para no hacerle daño y que sintiera gusto.
La demora fue lograr la entrada de la cabeza de mi polla, luego lo demás se deslizo dentro de ella sin ninguna dificultad.
Ella quiso que lo hiciéramos de medio lado para que le acariciara el clítoris y esta vez quien empezó a resoplar de placer fui yo.
Con gusto le hundía toda mi polla hasta la raíz y la presión de las paredes de su culo me generaban una excitación tan grande que al momento de explotar sentí que le dejaba dentro chorros de semen en el culo de Adriana, sin embargo no me detuve en agitar mi mano en su clítoris y ella logro un orgasmo mas.
Luego quedamos inmóviles, rendidos de aquella faena.
Adriana me dijo… me has regalado una noche inolvidable, tengo en el vértice de mis piernas una caldera, has logrado lo nadie ante pudo, gracias, Rafael.
Yo en respuesta le dije que ella era la mujer más linda y maravillosa, que me había entregado todo su cuerpo con mucha generosidad.
Luego nos fuimos a dormir y como estábamos solos dormimos en mi habitación desnudos hasta la mañana siguiente.
Hasta hoy ninguno se ha arrepentido de lo sucedido y hoy estamos más unidos que nunca.
Gracias Adriana.
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