El XV años de mi hermano
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por aslex.
Cuando mi hermano cumplió 15 años noté su existencia. Ese día mamá le hizo fiesta y como me gusta tomar, bebí hasta quedar embrutecida, tanto que tenía que agarrarme de las paredes para no caer. Lo bueno es que estaba con mis amigos en un patiecito medio escondido que hay en casa y además tiene un miadero exterior, así que no nos preocupábamos por hacer el ridículo ya que toda la familia y amigos estaban distribuidos en el resto de la casa y acá pues nomas nosotros. Fumamos mota y todo eso.
Al otro día me desperté con enorme dolor de cabeza, la boca seca, las piernas de hule y para colmo tuve que casi arrastrarme al baño para vomitar. Luego que me compuse un poco me bañé, me puse ropa ligera o sea un pantaloncillo y una playera de tela delgadita, así sin bragas ni sujetador y bajé a la cocina para ver que había de comer. Así soy yo, se me vacía el estomago durante la resaca y de inmediato me da un hambre voraz.
Mamá, algunas de mis tías y un par de amigas de ella estaban en la cocina haciendo comida y chismeando, mamá me vio con ojos reprobatorios pero la presencia de las demás la contuvo, yo bajé sonriendo a todas y dejándome mimar ya que soy la única mujer de todos los primos así que todas me consienten. ¡M’ija! me decían, que bueno que te levantaste y: "ven ayúdanos" y siéntate acá y háganle lugar, etc. Yo me daba gusto entre ellas ya que me preguntaban y me acariciaban el cabello y que bonita estas.
En eso baja mi hermano, miro que se detiene antes de terminar las escaleras, me ve y se queda blanco. Luego continua bajando y todas lo saludan mientras yo empiezo a comer pensando que nunca lo van a mimar como a mí, entonces algo destella en mi mente de pronto, quizá fue a causa de verlo aturdido cuando me miraba. No sabía que era aquello que pugnaba por salir pero si estaba segura que no era algo común, ¿nos peleamos?, ¿le dije algo así muy malo? bueno, pensé, ya me dirá él o al rato le pregunto, le pido perdón y lo vuelvo a molestar. Así estuve toda la tarde con mis tías hasta que se fueron y yo me regresé a mi recamara con intención de dormir, pero me acordé de mi hermano, fui a su habitación y entré sin tocar. Estaba viendo una fotos en su cel y se estaba masturbando ¿pero qué haces cochino? le dije entre bromeando y reclamándole, él me miró asustado y se cubrió con la sábana, "a ver, ¿qué estás viendo?" le dije tratando de sonar conciliadora para allanar el camino antes de pedirle perdón, "nada" dijo escondiendo el celular.
Me le eché encima y comenzamos a pelear hasta que logré quitárselo y mientras estaba encima de él y le sujetaba la cabeza con una mano, con la otra pasaba las fotos y de pronto quedé helada: era yo mamando una verga ¡su verga! me quedé quieta y él se zafó de debajo, y se hizo a un lado, yo miraba las fotos y comencé a recordar, ¡puta! pensé, ahora si la cague todita. No me acordé de todo pero sí que lo vi en el baño orinando y que me sorprendió el tamaño de su verga y que me acerqué, tambaleándome, para vérsela bien;recuerdo que él se quiso cubrir pero yo le dije que me dejará ver y se la sujeté. Luego no me acuerdo que le dije, que estaba muy gorda o gruesa, "ya tienes quince, ya mereces" y mientras me acordaba la sangre me subía a la cara de vergüenza y no quería mirarlo ni siquiera moverme aunque no quitaba la vista de una de las fotos donde se la estaba mamando y miraba directamente a la cámara, ¿qué hago ahora? pensé toda ofuscada, ¿me voy así nomas?, ¿le digo algo?
"No me acordaba de esto" le dije sin mirarlo y sin despegar la vista del celular aunque ahora para esconder mi expresión, él no me contestó, "yo empecé ¿verdad?" y él dijo que si apenas susurrando, "¿las subiste a internet?" le pregunté espantada cuando se me ocurrió esa posibilidad, "no" me dijo firmemente, "ok, las voy a borrar"
"¡No!" me dijo para luego intentar arrebatarme el celular; luego de forcejear en silencio un rato me dijo "ponlas en tu compu, no quiero que se pierdan, cuando las quiera ver te pido permiso"
No supe que contestarle, pero de pronto me surgió una pregunta: ¿qué más hicimos?
Nada, me dijo con cara de asustado, "no me mientas, dime"
"De veras, nada más, te los comiste y luego te fuiste a tu recamara"
"¡¿Me los comí!?" le grité entre asqueada y sorprendida, "¡si!" dijo él asustado, "dijiste que estaban muy ricos" lo vi con los ojos abiertos y luego me reí a carcajadas y él también se rió. Mamá nos oyó y entró, "¿de qué se ríen?" preguntó sonriente, yo quité las fotos del cel y le dije que de tonterías, luego me regañó por haber bebido tanto.
Le quité la memoria del celular a mi hermano y le dije que fuera por ella en la noche, cuando ya mamá estuviera dormida, "¿pero de verdad no tienes copias?, a ver, préstame tu compu" le dije y puse el buscador de imágenes y no estaban esas, "tienes mucha pornografía cochino, ¿ya te la habían chupado antes?"
"No, nunca" me dijo con timidez; bueno, te espero para darte tu memoria
"¿Pero las vas a borrar?"
"No se" le dije mientras me levantaba para salir, "porfa hermanita, no las borres". No le contesté, pero me iba sonriendo, puse la memoria en mi compu y vi las fotos una y otra vez, tuve que admitir que mi hermano se carga un pedazo grande, "y además bonita la tiene", pensé, es larga y gruesa y su cabeza sobresale, es una verga muy bien formada, como a mí me gustan, y pensando en eso me calenté y me pasaban por la mente ideas muy sucias "que al cabo ya sucedió ¿qué más da otra vez" me decía, "pero sólo una vez" me repetía también, "además casi ni me acuerdo de lo de anoche".
Sí me acordaba ya poquito, que se la estaba chupando y que me estaba tomando fotos, pero de que me había tomado su leche no. Me quedé dormida con el ordenador encendido y las fotos en pantalla sin acordarme que mi hermano iba a ir por la memoria.
Luego de un rato me despertó una cosquilla en la nariz, y cuando abrí los ojos vi su verga en mi cara, me levanté aturdida y luego de comprender me sonreí, "hermanito, ¿quieres más?" y me carcajeé, él se rió picaron; ¿estás seguro que me los comí? le pregunté suspicaz mientras lo tomaba de los hombros y lo acostaba, sí, me dijo algo sorprendido por mi acto, hasta te dio así como asco, como que ibas a vomitar, luego te reíste poquito, te levantaste y te fuiste toda cayéndote para los lados.
"Mh, entonces a lo mejor sí" me moví hacía abajo, le bajé el deportivo y el calzón y le tomé la verga con mi mano, estaba muy dura ya, ¿por qué no me habías enseñado tu palo?" le pregunté mientras la movía de un lado a otro para verla totalmente, "la tienes muy bonita" le dije y luego la metí a mi boca y comencé a chuparla y a darle ritmo de arriba a abajo. Lo miré a los ojos sonriendo y él me devolvió la sonrisa aunque se le veía un poco inseguro y su cara estaba totalmente roja.
Me la saqué: "¿te sorprende todavía que te la chupe?", él no sabía que contestar y sin dejar de mirarlo y sonreírle me la metí otra vez, él dijo, luego de unos segundos de duda, "no, bueno… si, es que anoche andabas peda y ahorita pues…"
"Ahorita ando buena", le dije después de darle una lenta y larga lamida desde la base a la cabeza gruesa y bien definida "te la voy a chupar las veces que yo quiera ¿ok?, si yo te digo ¡ven! tu inmediatamente vas a venir al cuarto y te vas a bajar la ropa ¿ok?, ¡ah! y no quiero que le cuentes a nadie, ni siquiera al enfermo de tu amiguito Mario porque si no, le diré a mama que te sorprendí metiéndote cosas en la cola y ya sabes cómo se pone cuando cree que te estás volviendo gay ¿estamos?"
Él movió la cabeza asintiendo y luego cerró los ojos, estaba sintiendo mucho placer mi hermanito y eso me excitó mucho, se la chupaba despacio y luego con cierta velocidad, usaba la lengua y los labios para saborear el tronco y luego me la metía lo más adentro que me cabía. Luego comenzó a mover su cadera así como los perritos y además su verga brincoteaba en mi boca, era signo de que iba a eyacular y eso me emocionó mucho, pues mis manos en su cintura y dejé que me penetrará en la boca libremente hasta que se chorreó inmensamente.
Me limpié los labios porque parte se me salió "te viniste mucho cabrón, me engañaste, anoche no te viniste", él me juró y me perjuró que sí se había venido. "Apaga la luz y vente a acostar aquí conmigo"; él me obedeció de inmediato, nos acostamos de lado y me puse detrás de él, y le comencé a acariciar su pelo, luego su cara y después su cuerpo: "¿ya me deseabas?" le pregunté mientras le besaba y soplaba en su nuca. Le deslizaba ya mi mano por sus nalgas y sus muslos, "si" me dijo enrollándose aún más sobre si mismo, a continuación le tomé la verga flácida, "¿fantaseabas conmigo, te la jalabas?". Movió su cabeza afirmando, me erguí un poco para lamer y besar su mejilla "¿te gusta esto que te estoy haciendo?", me dijo que si con su vocecilla de cordero en el matadero, me enternecía mucho la timidez que mostraba en esos momentos "¿quieres besarme en la boca?" no me contestó pero se giró y me miró asustado; su intención era palpable. Lo miré serena y luego pues mis dos manos en sus mejillas, me acerqué a su boca y lo besé despacito, tratando de ser muy dulce y tierna. Ya se te paró, le dije medio burlona aunque también cerrando un poco los ojos como queriendo verme sensual "¿ya lo has hecho así, todo?"
Él me entendió, o creo que me entendió porque me dijo que no, "¿quieres hacerlo?" si, me dijo con una expresión tan asustada que parecía que estaba cayendo por un precipicio, me aguanté la risa ya que de nuevo me enterneció mucho, "ok, ponte encima de mí"
Se subió y se echó como costal sacándome el aire, espera, le dije, no te eches encima así nomas, apóyate en tus brazos. Me hizo caso y luego abrí mis piernas "métela" le puse las manos en su espalda y comencé a acariciarlo de arriba a abajo, desde su espalda hasta sus nalgas duras. él estaba todo ofuscado, no sabía cómo hacerle, pero luego de un rato sentí la punta de su verga en mi concha, "ya, empuja" le dije, deseaba sentir su verga penetrándome, todo aquello era muy cachondo y ya estaba yo chorreando mucho, su hermosa y gruesa cabeza comenzó a entrarme, la sensación era mejor a la que me había imaginado, sentía milímetro a milímetro como expandía las paredes de mi vagina y la parte de abajo de su cabeza me dolía de manera muy placentera, "ay, está muy rica tu verga, ¿te digo algo? tu verga es la más rica que me ha entrado"
Luego comenzó a meterla y sacarla sin ton ni son, espera, le dije, dale despacio, quiero sentirte rico. "Bésame" y lo enseñé a besarme con calma, "chupa mis orejas". Fue buen alumno, aunque a veces dejaba de moverse allá abajo para besarme o chuparme acá arriba. No me desesperé, me gustaba mucho su verga adentro aunque no se moviera ya que yo la apretaba con mi vagina, acerqué mi boca a su oído y le dije: "muévete" y cuando la sacó tantito tuve el principio de un orgasmo "dale más fuerte" le susurré con energía y entonces comenzó a moverse y todo mi cuerpo a estremecerse a ese ritmo, "ay hermanito" le dije, "ay que rico, dale más" le estaba susurrando-gritando ya que me daba temor que mamá nos oyera, ella dormía en su recamara de la planta baja, pero algunas veces subía por alguna cosa del guardarropa de acá de arriba. Mi hermano me estaba dando fuerte y yo sentía como su cabeza me abría todo el canal de mi concha cada vez que entraba, "dale más cabrón, dale que me gusta mucho" me acuerdo que le decía mientras me aferraba a su cuerpo con mis brazos y manos, "dale, dale, ay, ¿te gusta cogerte a tu hermana cabrón? ¿eh? ¿te gusta? dale, dale más" y es que ya estaba yo fuera de control, su verga gruesa me estaba dando orgasmos continuamente "¿me vas a coger cuando yo te diga? dime ¿me vas a coger?" y él: si, si
Otro orgasmo y él seguía "ya te creo que te viniste anoche" le dije casi sin aire en los pulmones, "ya te creo, ya te creo" y es que pensaba en ese momento que si no hubiera tenido orgasmo, ya se hubiera venido hace mucho rato y estaba pensando en eso cuando su cuerpo se puso rígido y se vino dentro de mí: saboreé su venida con enorme placer abrazándolo con fuerza "que rico hermanito, que rico, cuando quieras cogerme sólo pídemelo ¿te gustó? ¿me vas a coger otra vez?" y me contestaba que si, que si, que me quería coger otra vez, "no le vayas a decir a nadie o ya no te doy ¿ok?", no, no, me dijo, a nadie. Después que estuvo un buen rato encima de mi reponiéndose y yo besándolo y acariciando su cuerpo y cara le dije que se fuera "mañana vienes tontín, me gustó mucho, mucho, no te la vayas a jalar mañana, quiero toda tu leche adentro" y él se rió con timidez y me dijo que si con la cabeza mientras salía de mi cuarto.
Casi excelente; buen estilo, limpio; fuera de lo trillado y tonto.