Ella y Yo… VI
La Historia de un Papá y su Hija después de Enviudar.
Yo— Pao ¿estás bien, como te sientes…
Pao— Me siento como que estoy volando (decía, mientras llorisqueaba) Esto fue más hermoso de lo que imagine, (y mientras me daba besos en los labios repetía) Gracias, Gracias mi amor, Gracias.
Yo— Digamos que el agradecimiento es mutuo, vos también me hiciste despertar sensaciones que estaban dormidas.
La abrasé fuerte y comencé a besarla, ella reacciono tomándome de la cintura y moviéndose debajo mío se acomodaba, acariciaba mi espalda, sus manos se deslizaron hasta mis nalgas, me apretó contra ella para sentir mi pene que nuevamente estaba deseoso de seguir probando carne nueva con una dura erección.
Yo—¿¿Estas seguras que quieres una vez más, no prefieres descansar un poco más…
Pao— Si, estoy bien, esto fue tan lindo, tu me prometiste que no me iba a doler y fue asi, solo unas pocas molestias y además tu verga es divina, gruesa y grande, por un momento dude que pudiera entran en mí, pero después me gusto sentirla metida toda en mi conchita…
Comencé a frotar la verga por los labios vaginales, ella estaba exultante de deseos, se movía suave en círculos para después deslizarse de arriba abajo, se sincronizaba con mis movimientos, me deslicé hasta llegar a su sexo, rezumaba jugo y mi leche con hilos de sangre, mis dedos jugaban entre sus labios y mi lengua en su clítoris, ella agarrada fuertemente de la sabana pedía más, más, despacio deslicé dos dedos en su chochito, sin esfuerzo entraros hasta que mis nudillos toparon en sus labios genitales, jugando me quede un buen rato dibujando círculos en su interior, entrando y saliendo haciendo que se relaje y dilate, para una buena y mejor penetración.
Pao— ¡¡¡Diosss, Diosss, eres tan bueno! Siiii!!!
Saque mis dedos de su chochito y apoye la cabeza de mi verga, entraba y salía solo la punta, miraba la expresión de su cara, ella estaba gozando, volvía a meterle la cabeza para dejarla un momento quieta en la entrada, ella gemía y a cada empujón de mis cadera soltaba un suspiro sonoro ¡¡¡aaaahhh, siii … comenzó a levantar la pelvis pidiendo más verga, quería sentirla bien adentro, empuje con un poco mas de fuerza y pude metérsela hasta la mitad. Pao— ¡¡¡Empuja más mi amor, (pedía) empuja fuerte sollozaba!!!
Se la saque a toda y de un firme empujón de mi cadera se la metí a toda.
Pao— ¡¡¡ Así, amor Así cojeme fuerte más fuerte, me decía casi a los gritos . . . Sentía como todo su canal vaginal latía, me apretaba y relajaba, parecía que me estaba ordeñando la verga.
Yo— ¿Te gusta, asi, te gusta como se siente mi verga en tu conchita…
Pao— Si, es hermosa, me llena toda, sentir tus movimientos dentro mio … ¡¡¡aaaaahhhggg, por Dios que rico es, que rico, no pares sigue, sigue (pedía).
La tome de la cintura y comencé un mete y ponga, entrar y salir, cada tanto hacia caer saliva en la verga para mantener la lubricación, entraba tan profundo hasta que mis huevos golpeaban en sus nalgas, seguía escuchando sus gemidos en cada movimiento, con una mano atraje una almohada que coloque bajo sus nalgas, eso hizo que su cuerpo se relajara y se pueda mover más libremente, yo seguía haciendo círculos con la verga encajada toda adentro, buscando su punto máximo de placer.
Me incline sobre ella, y le comí la boca de un beso, nuestras lenguas jugaban, fue un beso electrizante, deje sus labios y tome sus tetitas, mamaba sus pezones con fuerza, los apretaba entre mis labios y tiraba de ellos para provocarle un suave dolor; sentí que dos manos se apoyaban en mi espalda, para luego recorrerla desde mis glúteos hasta los hombros, me incline un poco sobre Pao, siento su cuerpo sudoroso y caliente, a mis espaldas otro cuerpo reclama atención, Mili cruzando sus brazos en mi pecho me abraza, rozándome con sus pechos, siento su respiración resoplar cerca de mi oído y gemía, refregaba su sexo en mí, se podría decir que soy como un sándwich MHM.
Tengo dos cuerpos jóvenes disfrutando el sexo, nunca en mi cabeza se cruzo una remota posibilidad que algo asi podía ocurrirme, las miro, son tan jóvenes, tan tiernas y fogosas, con todas las Testosteronas a full, con sed de amar y ser amadas.
Mili busca mi boca y me besa apasionadamente, nuestras lenguas se enredan en un juego excitante, Pao con los ojos cerrados acompaña mis movimientos, mis embestida son mas fuertes y profundas, siento en la cabeza de mi verga que llego hasta la entrada del útero, Mili sigue frotando su cuerpo contra el mio.
Pao—¡¡¡Asi, asi, dame más, dame más mi amor, lléname la conchita con tu leche caliente. . .
Indudablemente estaba llegando al orgasmo, ella aceleraba el movimiento de sus caderas, sus manos se aferran de mi cintura, me empuja contra ella, Mili también está llegando.
Nuestros movimientos ya son descontrolados, la habitación está llena de gemidos, chillido, inspiraciones bruscas y profundas y comenzaron a venirse en convulsivos movimientos orgásmicos, Mili cayo para atrás, abría grande su boca, buscando aire, se quedo inmóvil, Pao temblaba como si tuviera frio, ronroneaba suavemente.
Mili— Papi esto fue terriblemente lindo, pero ya no puedo más ¡¡¡Oooohhhh Ufff!!!! estoy rendida, me voy a dormir mañana me baño, ahora no puedo.
Mili salida del dormitorio, miraba a Pao, ella estaba desparramada sobre la cama, su respiración estaba normalizada, estaba relajada.
Yo estaba con toda la leche en los huevos, me aguante para poder disfrutarla un poco más, pero si Pao ya no quiere sexo por esta noche, tendrá que masturbarme.
Me recosté a su lado, con mis manos comencé acariciarla, mas para que note mi presencia, que, para calentarla, abre los ojitos y una lagrima recorre su mejilla, acerque mis labios a los suyos y la mese muy lentamente.
Yo— ¿Cómo te encontrás Pao, te duele algo, estas bien…
Pao— Nunca pensé estar tan bien, no me duele nada, fuiste muy dulce y cuidadoso, me hiciste disfrutar cada minuto que me amaste, cada caricia, cada beso, solo tengo una duda, quiero hacerte una pregunta, la respuesta es muy importante y se que vas hacer muy sincero y cuidadoso al responderme.
Yo— Si Pao, desde que llegaste a esta casa, ser sincero en todo era la consigna principal, no guardarse nada y mas si es una duda.
Pao— Bueno, estos días que estoy pasando con ustedes, han sido los mejores de mi vida, nunca me sentí tan cuidada, mimada, nunca alguien había prestado tanta atención en mí, vos cuidas cada detalle, haces que las cosas más simples y sencillas se destaquen; y mi duda y miedo es enamorarme de vos, sos todo un caballero romántico, vos podrías ser el Príncipe Azul de cualquier mujer, yo te veo hermoso en todo aspecto… ¿¿¿Qué va a pasar con nosotros después que termine estas minis vacaciones y volvamos a la anterior rutina.
Yo— Bueno, no te enredes y preocupes tanto, esto es mas sencillo de lo que parece, a esta casa podrás venir todas las veces que quieras, las puertas siempre estarán abierta para Mi Otra Princesita; esto durara el tiempo necesario, nadie puede reclamar pertenencia del otro, es sexo por sexo, amistad, compañerismo, compartir momentos, hasta que algún dia, vos encuentres un chico que te enamore, te llene de lindos detalles y te des cuenta que ya es tiempo de alejarse; mientras tanto cada vez que podamos disfrutaremos esto sin vergüenza, estableceremos normas o reglas para preservar la privacidad, cogeremos toda la noche hasta que ya no podamos más… y principalmente guardando nuestro secreto.
Pao— ¡¡¡ Ufff… esta respuesta es tan transparente y clara como un vaso de agua, no me queda ninguna duda de esto, somos libres de vivir el sexo Sin Tabúes. ¿¿No te molesta que te llame Amor o Mi Amor…
Yo— Molestarme no; pero prefiero que me llames Maxi, decirme Mi Amor, eso marcaria que soy tuyo y quiero evitar que Mili piense que le estás quitando el Papá, que se ponga celosa o que la marginamos, y esta es una relación entre tres, o sea un trio.
Pao— Si tenes mucha razón, Maxi es mejor…
La vuelvo a besar despacito, solo rozando apenas sus labios con los míos, la recorro con mis manos acariciando sus pechos, su vientre. ¿Quieres que nos bañemos? pregunte ¡¡Si respondió… Bajamos de la cama y de la mano fuimos al baño…
Hice correr el agua, acondicione la temperatura, abrazados no metimos bajo la regadera, puse jabón liquido en las esponjas y nos lavamos uno al otro, como dije antes la bañera es un poco más grande de lo normal, abrazados nos recostamos y dejamos que el agua nos caiga sobre nuestros cuerpos en forma de lluvia, ella se veía satisfecha, feliz, yo le desparramaba jabón líquido y recorrida su suave cuerpo, la sensación de tener un cuerpo desnudo tan joven, aumentaba mi morbo, la excitación se apodero de mi cuerpo, es tan bella, sus pechos desarrollándose, diminutos pezones asomas de su aureola, bellos publico casi inexistente, los labios de su chochito un poco hinchados, sus nalgas redondas y firmes, cerramos la ducha, con apenas centímetros de agua en la bañera, suficiente para relajarnos un momento, Pao trepo sobre mi cuerpo, sus manos me recorrían buscaba mis puntos de excitación, subís hasta mi boca para besarme y luego se dejaba caer hasta mi verga que nuevamente estaba eréctil, dura palpitando, besaba el glande, trataba de meter todo el pene en la boca y chuparlos, después de unos minutos subía por el tronco de mi cuerpo para llegar a mi boca y comenzar el juego.
Yo— ¿Como estas Pao?
Pao—¡Feliz, Muy Feliz Maxi ¡Deseosa de que no amanezca para seguir disfrutando el sexo, que me sigas cogiendo…
Yo— ¿Quieres seguir…
Pao— ¡¡¡TE LO IMPLORO ¡¡¡cogeme hasta que salga el sol…
Despacio me senté, ella se pone de pie frente a mí, con mis manos en su cintura, la atraje hasta que su chochito quedo apoyado en mi boca, comienzo a chuparlo y recorrerlo todo, con los labios atrapo su clítoris, lo succiono, ella emite ronroneos, sus manos atrapan mi cabeza, me aprieta contra ella, de su garganta se escapan ¡¡¡Aaaaahhgggg sus piernas comienzan a temblar, acelero todo el movimiento de mi lengua dentro de su conchita y explota su orgasmo ¡¡¡Siiii, Siiiii, ahora, mas fuerte, Mas… y se derrumba en mis brazos, para quedar exhausta. Como puedo me incorporo con Pao en brazos, la llevo a la cama, se adormece, la dejo que descanse. A pesar de no haber acabado me canso tratando de controlarme. Me asomo a la ventana, la noche esta serena y templada, prendo un cigarrillo y pienso, Tengo Que Dejar Esta Mierda, miro el reloj de la mesa de noche ¡Ya son las 03:00 A.M. en un rato comenzara a amanecer
Me acuesto junto a Pao, está cansada, esta respira muy fuerte, casi emitiendo un ronquido, al acurrucarme a su lado, jira hacia mí, abre los ojos y me dice.
Pao—Estaba esperándote, o ya te cansaste de mí, prometiste algo y estoy esperándote.
Yo— No quiero ser descortés, pero tengo que preguntarte ¿Qué prometí…
Pao— ¡Que me cogerías toda la noche y llenarías mi conchita con tu leche caliente…
Yo— ¿Estas Bien, No quiero provocarte algún daño, nada que después te duela mucho o tengas que ir al medio hacerte revisar, recuerda que esta es tu primera vez…
Pao— mi primera vez fue hace como dos Horas… por favor Maxi, sigamos…
La empuje suavemente para que quedara de espalda, me moví hasta sus pies, y empecé a besar y chupar los deditos, seguí por sus piernas, besaba y acariciaba sus muslos, ella cedió a mis caricias e instintivamente abrió sus piernas, ofreciéndome su sexo, con mis manos levante sus piernas para que las flexione hasta su pecho, al acercarme a su chochito olía a flores o solo a sexo, pero era embriagador, esta vez me propuse hacerle el amor, sin guardarme nada, seria con el corazón, con mi alma, con la piel y mi pene, que ya palpitaba erecto, duro como la lanza de un guerrero, ella sumisa, se tomó de las piernas para retenerlas en esa posición, suspiro fuerte al sentir el aliento caliente que emanaba mi boca, entonces comencé a recorrer su ano, la punta de la lengua jugaba, dibujaba círculos dilatando su esfínter, entrando y saliendo, su culito apretaba mi lengua, lo retenía para no dejarlo salir, sentí como latía su esfínter y en cada latidos, de su boca escapaba un ¡¡¡ Si, Si, asi, asi ¡¡¡mmm…
Le chupe el culo varios minutos, notando que ya estaba totalmente relajada y caliente, seguí camino a su conchita, su excitación era tanta que estaba toda empapada con sus flujos vaginales, lentamente pase mi lengua por todo su sexo, varias veces, desde el culo hasta el clítoris, el gusto de su flujo es agridulce, se siente suave y espeso, pegajoso en la boca, mi calentura era tanta que no podía dejar de chuparle la conchita, fueron interminables minutos, ya estábamos en la cúspide de la excitación, ella estaba encendida fuego y yo en la hoguera de su cuerpo me quería quemar, la ayude a estirar sus piernas, que quedaron abiertas, seguí subiendo por su cuerpo no sin antes detenerme a comer de sus pechos el néctar de los minúsculos pezones, que tanto me apasionan, llegue a su boca, ella permanecía con los ojos cerrados, bese dulcemente sus labios, que se abrieron para recibir mi lengua, que aún estaba pegajosa por sus flujos, ella tomo una bocanada de aire que fue exhalando mientras emitía un sonido gutural ¡¡¡Aarrggg, Aarrggg. Sus uñas se clavaban en mi espalda.
Me acomode con movimientos suaves, no quería romper el encanto del momento, la cabeza de mi pene rozaba sus labios vaginales, iba y venía, deslizándose por el canal, de su vagina y sus nalgas, en cada pasada estimulaba el ano, el perineo y su conchita, dejo de clavarme las unas en la espalda y se aferro de las sabanas, yo considere que ya estaba bien estimulada, tomando el pene con la mano lo dirija hacia la entrada al paraíso, por precaucione me puse bastante gel íntimo y comencé a penetrarla lentamente.
La cabeza entro deslizándose, sentí en el glande, el cambio de temperatura, realmente estaba caliente, ardía su conchita afiebrada por coger, mi corazón estaba palpitando a full, parecía que en cualquier momento saldría por mi boca, me faltaba el aire (tenia que relajarme, concentrarme o acabaría es este mismo instante) una buena bocanada de aire y empuje hasta que entro la mitad del pene.
Pao— Me siento increíble, mi conchita está hormigueando y se esparrama por todo el cuerpo esta sensación. Cógeme ahora, ¡por favor! Me gusta como lo haces Maxi.
Y elevo su cintura para sentir como mi verga se desplazaba a su interior, se movía en círculo y empujando hacia mí, unos movimientos mas y sentí como su cuerpo de repente se puco rígido, tenso, me detuve, la miré, estaba con los ojos cerrado
Yo— ¿estás bien…
Pao— ¡¡¡Por Favor no pares estoy acabando, sigue, sigue…
Salí de su chochito, pero no del todo y me sumergí de nuevo hasta estar totalmente dentro de ella. La cogí lento y después más y más rápido, puse mis manos en sus caderas para agarrarme, noté que la respiración de Pao era entrecortada y pesada, solo se le oía decir.
Pao— ¡¡¡Oooohhhh, Siiiii, oh siii… que lindo…que lindo Maxi.
Y se desplomo agitada, abría la boca buscando mas aire. Yo seguía encajado dentro de ella, su canal vaginal palpitaba, apretaba mi verga desde la cabeza hasta la base con movimientos rítmicos, como si estuviera masturbando con sus músculos.
Entonces pensé que ya era tiempo de vaciar mis huevos, tenia que sacar toda la leche acumulada…
Sin dejar que se reponga totalmente del orgasmo, comencé a moverme otra vez, Pao me mira, su sonrisa ilumino la habitación, puso sus manos en mi pecho para alejarme un poco de ella.
Pao— ¿Vas a seguir Maxi…
Yo— Si, te prometí que te cogería toda la noche, creo que falta un poco para que amanezca ¿quieres intentarlo…
Pao— ¡¡¡ Si todas las veces que vos quieras…
Ella aparto sus manos de mi pecho, me acerque a su boca y la bese con sed, con ganas. Mis caderas se movían adelante y atrás, sentía como mis huevos golpeaban sus nalgas, ella solo ronroneaba a cada envestida que mi verga daba, por momentos creía que su frágil cuerpo no estaba preparado para tanto sexo ¡¡¡ Que ingenuo fui… Ella saboreaba cada centímetro de verga que le daba, mordía sus labios inferiores, sus ojos se ponían en blanco, gemía sollozaba, estaba totalmente compenetrada en sentir y gozar sexo hasta el último momento, me detuve un momento y retire toda mi verga de su conchita, solo la cabeza acariciaba el clítoris, ella me miro y dijo…
Pao— Maxi, por favor, metémela a toda, quiero sentirla bien adentro.
Entonces, empujó hacia adelante y la cabeza de mi verga desapareció entre los labios sexuales, escuché Pao dar un gruñido bajo, seguido de un largo suspiro. Ahora si realmente comencé a cogerla, empujaba a un ritmo constante, mientras Pao se quedaba quieta con las piernas bien abiertas, yo seguía moviéndome largas y lentas, saboreando la sensación de su conchita caliente.
Me incline hacia adelante para alcanzar sus labios que estaban entreabiertos, la bese largo y tendido, después pase mi lengua por el lóbulo de su oreja, lamí su cuello y al llegar a sus pechos, se los mame con fuerza, a cada chupada que le daba a sus pezones Pao se estremecía, su cuerpo se arqueaba, buscaba una penetración más profunda.
Ya comencé a sentir los calambres en la ingle y dolor en los huevos, la cabeza de la verga latía muy fuerte, el cuerpo de ella estaba sonrojado, yo no podía soportar más, acelere el ritmo con embestida fuertes y más profundas ella comenzó a retorcerse, se agarró fuerte de las sábanas con los puños apretando, gimió fuerte…
Pao— ¡¡¡ Sigue, sigue, Soy toda tuya, Siii, siii, más fuerte…
Y comienzo a convulsionar, arqueó la espalda, empujando su chochito contra mí pelvis se sacudió con las contracciones del orgasmo, mi verga escupía calientes chorros de esperma que inundaban su útero, mi cuerpo sentía como si millones de volteos de electricidad lo recorrieran…
Nos quedamos abrazados, jadeando, todos transpirados, sus manos recorrían mi espalda, mi pene todavía encajado en el canal vaginal, sus contriciones aprietan el pene con una hermosa sensación.
Pao— Esto fue verdaderamente una cogida celestial, Maxi. Ahora necesito reponerme, estoy muy agotada y me arde un poco mi conchita… ¿Vos estas bien?
Yo— Estoy bien, agotado al igual que vos, me sacaste toda la leche que había juntado ¿¿Te gusto Pao??
Pao— ¡¡¡ Siii, es hermoso hacer el amo con vos, sos muy dulce y apasionado.
Nos acurrucamos uno contra el otro, quise sali de adentro de Pao, pero ella me lo impidió.
Pao— Por Fa dejala adentro un poco más, se siente tan rico…
Nos tapamos con una sábana y nos dormimos…
A lo lejos siento que alguien me llama… ¡¡¡Papá, Papá, ya son las 8 de la mañana…
Pegue el salto de la cama ¡¡¡¡Queeeee…
Mili— Son las 8 de la mañana Pá, todos nos quedamos dormidos…
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