Ella y Yo… VIII
La Historia de un Papá y su Hija después de Enviudar.
Pao— ¡¡¡Eres tan bueno cogiendo maxi, Si, Si, ¡¡¡haaaa!!!
Y los tres nos derrumbamos en la cama, para quedar abrazados un largo momento, mientras nuestros cuerpos experimentaban pequeños espasmos al relajarse.
Mi pene todavía permanecía dentro de Pao y lentamente perdía su rigidez, Mili me abrazaba mientras le chupaba las tetas, Pao acariciaba con su lengua la conchita de Mili y lentamente nos dejamos llevar por la somnolencia del cansancio, hasta que darnos dormimos.
Verdaderamente pasamos una noche muy buena, ella de a poco van descubriendo el placer del sexo, se van animando a experimentar nuevas sensaciones y yo estoy volviendo a ser el hombre que una vez fui en la cama, dando y recibiendo sexo y placer casi sin límites…
Amanece el dia viernes, mucha pereza, cansancio, muchas ganas de quedarme en la cama con las chicas, comencé a despertarlas, ellas tienen que ir a la escuela, yo a mi oficina, hay muchas cosas para poner en orden antes de viajar, cerrar un contrato de esa magnitud, no es nada fácil, mucho por hacer en estos dia con respecto a una de las agencias de remises y coches vip de alquiler.
Yo—¡¡¡ Vamos, Vamoss, Vaaaammmoooosss ya a bañarse que la vida continúa, (comencé a gritar sin ser agresivo) … Con mucha gana de no hacer nada, ellas se levantan, y de muy mala ganas van desfilando a la ducha; yo como de costumbre preparo el desayuno y mientras las niñas terminan de arreglarse, utilizo la ducha del quincho, envuelto en un toallon agarrado a la cintura, dejo todo preparado en el desayunador, desocupado ya mi dormitorio y baño, termino de cambiarme. Al regresar a la cocina siento como se ríen, señal que ya están despiertas, me sirvo café, las miro y me parece mentira que yo me estoy cogiendo a estas creaturas tan dulces, ellas me miran y perciben que mi mirada no en la de todos los días.
Las dos preguntas casi a unísono si me sentía bien, a lo que conteste que nunca me había sentido tan bien…
Yo—Pao, sabes que ahora tendremos un lapso de tiempo que no estaremos en la ciudad, solo serán 5 o 6 días a más tardar, sabes que todo lo ocurrido en esta casa, fue para deleite personal y nadie tiene derecho a saber cómo vivimos estos hermosos días, ni a divulgarlo y que después, cuando regresemos, seguramente te invitaremos a “Pasar Un Lindo Fin De Semana” … Ella sonríe, asienta con la cabeza.
Pao— Maxi, Mili, estos días fuero los mejores de mi vida, ustedes vayan tranquilos, yo los esperare una eternidad si es necesario, nada se sabrá que ocurrió en “Este Templo” donde se Predica Sexo, Amor y Paz. . . y no aguantando más la risa, explotamos en carcajadas, nos abrazamos entre los tres.
Salimos de casa, las deje en el Instituto yo a mi oficina a dejar todo marchando, Lili quedo a cargo de todo, cuentas bancarias, chequeras, etc, etc, etc. Si de alguien puedo confiar ciegamente, es de ella.
Llego la tarde, con las valijas preparadas, haciendo el Checklist en el aeropuerto, nerviosamente con Mili esperamos embarcar, mi cabeza a mil revoluciones por minutos, no es fácil comenzar esta sucursal de remises en otra provincia, un nuevo mundo laboral y de posibilidades de mejorar se avecina.
Ya sentados en nuestros asientos, el avión se posesiona en la cabecera de pista, esperando el OK para despegue, los motores se aceleran a pleno, carreteamos por la pista, Mili me agarra fuerte la mano, el miedo que tiene de volar (su primer vuelo) se le nota en la cara, apretando los dientes y cerrando los ojitos; de la nada el avión deja la pista y ya estamos volando, solo son 2 hs. de viaje después de unos minutos las azafatas nos sirven unos refrescos, ya todos estamos mas calmados, acabada la merienda, nos acomodamos y nos dormimos con Mili, la noche fue muy ajetreada.
La Azafata nos avisa que estamos a minutos de aterrizar, poner los asiento en posición y abrocharnos los cinturones.
En el Hall del aeropuerto un cartel nos anuncia que esperan por nosotros, en Juan Carlos, un viejo amigo de la infancia y de la universidad.
Yo— Hola Juanca ¿Cómo este viejo amigo?
Juanca— Hola maxi, todo muy bien, gracias a dios. Cuando recibir tu primera llamada, comentándome la apertura de la agencia de coches de alquiler, me pareció una expelente idea.
Yo—A mi la propuesta me llego por otro lado, o sea que el 30% ya estaba diseñado, solo tengo que ver los lugares donde instalar la oficina, las cocheras, y personal y cerrar el contrato.
Juanca— Vamos yendo al Hotel Plaza donde reservaste alojamiento, yo tengo preparado la reunión con dos de los propietarios de lugares como me encargaste. La primera mañana a las 09:30 Hs. en el mismo local y la segunda a las 13:00 Hs. pero el local esta mas retirado y el propietario no recibirá en su casa.
Yo— ¡¡¡Buenísimo Juanca, ya mañana tendremos el panorama abierto, después tenemos que hablar de tu puesto en La Agencia, nos conocemos de muchos años y me gustaría contar con tu capacidad y honestidad en los números contables, porque yo soy bastante duro con eso… Y reímos los tres.
Sentados en el auto de mi amigo nos hizo un pequeño tour recorrimos el casco centrisco para pasar por los Tribunales Federales, la ciudad es hermosa y bastante tranquila, Recorrimos algunos lugares mas y emprendimos rumbo al hotel que como todos los hoteles llamados Plaza están frente a una.
Descendimos del vehículo y con Juanca quedamos que a las 09:00Hs. pasaría por mí.
En la recepción nos atiende el conserje, un muchacho joven, que no le sacaba los ojos de encima a Mili, nos mira, pido la habitación reservada y me dice.
Conserje— Sr Maximiliano, usted se aloja con una menos ¿no tiene compañía femenina mayor de edad? Nos Mira como dudando…
Yo— No caballero, la señorita es mi hija y no tengo otra compañía mayor. ¡cual seria el inconveniente que un papá se aloje en el hotel con su hija, ¿O acaso usted esta tratando de insinuarme algo?
Conserje— Sucede que el Gran Hotel Plaza, trata de conservar la moral y las buenas costumbres entre los pasajeros.
Yo— No me gusto el comportamiento y la insinuación del muchacho; me apoyo en el mostrador y mirándolo fijo a los ojos, le digo. ¡¡¡Escucháme pendejo insolente, si no queres pasar la noche en el hospital con los ojos en compota y con varios dientes menos, dame ya la tarjeta de ingreso a la Suites ya, en este mismo momento!!!
Conserje— No, discúlpeme Sr Maximiliano, creo que me expresé mal, no fui para nada educado, le pido disculpa y ….
Yo— ¡¡¡Cállate dame las tarjetas pelotudo…
Hasta Mili se había puesto nerviosa, mis ánimos se caldearon y creo que no tenia que dar ninguna explicación de mi accionar.
Un Camarero nos acompaña al 9° piso, con las pocas valijas con las que viajamos, llegamos y al entrar Mili miraba como sorprendida al ver tanto lujo en una habitación…
*BUENO, HASTA ACA LLEGA ESTA PARTE DE LA HISTORIA DE MI HIJA Y YO.
ES QUE ESTOS DIAS QUE VAMOS A VIVIR EN EL HOTEL Y LA NUEVA CIODAD, NOS DEJARA MARCADOS PARA TODA LA VIDA.
Buen relato donde están la demás parte de esa historia
Estoy trabajando en redactar la otra parte de la historia.
Muy buena historia. Solo espero que la otra parte no pierda el morbo de la relación padre-hija y la amiga. Ojalá que este viaje sirva para que el padre haga de su hija su mujer amante, y termine embarazandola. Y no se le ocurra la participación de terceros, cómo otras historias con padres idiotas hacen. Espero que la historia siga con los 3 personajes y talvez explorar y añadir a Lili la secretaria para aumentar el morbo. Sería excitante, más aún considerando que es casada. Esta historia tiene mucho potencial.