EMMA Y SU HIJO ALEX parte 2
Trabajé como mucama y fui desflorada anal y vaginal por mi patrón con consecuencias insospechadas a futuro y así comencé mi carrera de puta .
.Una tarde cuando la señora y las dos niñas salieron a un cumpleaños infantil quedamos solos el señor Tono X y yo, ya que a las dos otras domésticas les dieron día franco Eran las tres de la tarde, yo estaba después de almorzar, descansando en mi cuarto, y él me llamó por celular, me dijo – Vístete para salir, en media hora baja y camina dos cuadras por la avenida y me esperas en la esquina – Y agregó algo anhelante — ¿Te parece bien? – Yo evalué la situación, era evidente yo le gustaba, me iba a penetrar, quizás en un hotel o en algún departamento, que tenía dispuesto para sus queridas. No me interesaba mucho, solo enloquecerlo de placer, no entregarme totalmente sino a cuentagotas, así llegar a hacerme indispensable, lo único que deberíamos acordar era el precio. Al respecto tenía que ser cautelosa, si lo rechazaba podía enojarse y echarme a la calle, y al revés si me entregaba toda él perdería interés y me dejaría pronto como un mueble inservible e inútil.
Empecé a pensar en como comportarme, yo no había tenido hasta entonces una vida sexual activa, menos en Buenos Aires, salvo los escarceos de adolescencia, no había tenido realmente sexo, el señor Tono iba a comer un jugoso caramelo virgen, era posible me iba a doler pero mi deseo y mi afán de complacerlo, mis deseos de ganar dinero extra me hicieron anhelar el encuentro. Me maquillé y pinté cuidadosamente, con bikini rojo sin sujetador, medias negras finas panty, pollera gris a la rodilla y camisa con saco ligero gris. El pelo recogido con cola y zapato aguja tacón medio, anteojos negros, bien perfumada con crema todo el cuerpo y dos enemas para evitar olor desagradable si había sexo anal. Como era la primera vez debía descubrir sus puntos eróticos y sensibles. Una vez lista me miré al espejo, nadie creería era doméstica o prostituta, podía ser más “señora” que la misma Mara X a la que no tenía nada que envidiar. Abrí la puerta del departamento, bajé por el ascensor y salí caminando mezclada con la gente de la calle, al llegar a la esquina indicada llamé al celular, dije — Habla Ame (un diminutivo de Emma que se me ocurrió en ese momento). ¿Tono X? ¿Todo bien?, ya estoy en la esquina y espero —
Entonces, yo sabía a lo que iba (a darle al señor Tono mi vagina y mi culo) pero no tenía experiencia, salvo lo que veía en TV y las páginas porno de la web, tenía miedo me doliera al desvirgarme, pero no tenía otra alternativa, las pobres estamos siempre indefensas ante el poder y el dinero, sólo esperaba hacer un buen papel y conseguir dinero extra y tratar comenzar una relación que dure mucho tiempo, conformarlo y hacerme un pequeño capital. Realmente esa era mi meta y la posibilidad de defraudarlo era lo que me ponía más nerviosa.
Esperé hasta que apareció el lujoso carro o automóvil de Tono X, fue la primera vez de muchas que subí en ese carro. Estaba nerviosa, la verdad era la primera vez tendría sexo en mi vida, también tenía miedo porque yo sabía iba a dolerme. No pegunté nada, al llegar el me miró con aprobación, me dijo vamos y emprendió viaje por un laberinto de calles que después al repetir varias veces, descifré era un hotel donde Tono llevaba a sus mujeres para entrarlas por primera vez, y si le gustaban y repetía el juego y después las llevaba a un departamento estratégico que ni siquiera su esposa conocía. En principio fuimos al hotel, dejamos el auto en la semioscuridad en el garaje, fue mostrador vidriado detrás del que estaba la amable empleada, pagó el turno y por el ascensor, subimos a la habitación que nos indicó la conserje. Al llegar abrió la puerta, y se comenzó a escuchar una melodía tenue e incitante, todo bañado en una luz rosada, tirando naranja, mientras un TV mostraba una película porno, cosa que me pareció medio de mal gusto y la apagué, Fui al baño, oriné me pasé desodorante perfumado en aerosol en todo el cuerpo especialmente en la vagina y la cola, así estar perfumada cuando me chupe la vagina y me haga cosquillas con la lengua en el ano. Yo estaba asustada tenía temor porque era virgen nunca me habían entrado y sabía allí estaba a merced del hombre, así que sentía una mezcla de respeto, curiosidad, deseo y temor todo junto.
Mientras Tono X me miraba, me comencé a desnudar, lentamente, para incitar su deseo, me saqué primero la pollera y quedó al descubierto mi vientre y mis caderas perfectas no demasiado anchas y mis largas piernas, me saqué los zapatos y las medias pantys trasparentes de lycra lo que le comenzó a enloquecer y me di cuenta era un hombre muy sexual, pero delicado y educado. Ya desnuda me senté en el costado de la cama, levanté los brazos, abrí las piernas y le invité a lamerme y besarme la vagina o coño, él no se hizo esperar, se desnudó, apareció su enorme pene o polla, que miré sorprendida, era largo y grueso y pensé y le dije — ¿Tengo que comer todo esto? – Lo dije en un susurro – Soy virgen, por favor ten cuidado no me hagas doler – No contestó pero vi en su rostro una sonrisa de satisfacción libidinosa, se arrodilló en el piso y enterró sus labios y su lengua en mi intimidad mientras lloraba y gemía quedamente, era claro, tenía una fuerte fijación maternal, complejo de Edipo, que yo había leído las mujeres deben aprender a explotar a los varones que dependen sentimentalmente de sus madres. Me siguió besando las piernas, el vientre mientras yo le acariciaba el pelo, las mejillas, las tetillas, se invirtieron los papeles yo era la dueña y él mi esclavo por unas breves horas, pero lo que yo quería era llegar a serle necesaria, y así asegurarme un sustento a largo plazo, una vez lograda mi meta ya vería como seguía la historieta. Así pensaba era complicado tanto que fui a baño para ganar tiempo y ordenar mis ideas.
Al volver yo al cuarto, Tono X estaba sentado en el borde de la cama con su enorme pene parado tanto que al mirarlo me asusté, listo para entrarme por adelante y por atrás y romperme la vagina o coño y el ano, entonces me tiré en la cama boca arriba, se colocó sobre mí y puso su pene muy erecto en la abertura de mi vagina, jugó un poco con ella, sonriendo me dijo – No va a doler — y empujó hacia abajo con fuerza y sin contemplaciones y lo hizo entrar hasta el fondo y me besó violentamente en la boca. Di un alarido, levanté la cabeza y lo agarre tan fuerte de los brazos que lo rasguñé y él comenzó a bombear y me dijo – Ay, ay, me enloqueces putita mía eres una yegua caliente ¡¡Voy a explotar!! – Y largó dentro de mi vagina un chorro de leche caliente tan fuerte que sentí el golpe dentro mío que me estremeció y me provocó un orgasmo fulminante e interminable, tanto que cuando terminó caí en un dolor interminable dentro de mi vientre producido por mis tejidos desgarrados por el impulso varonil, tanto que el pene se retiró con hilos de sangre que mojaron de rojo la sábana.
Después, agotados física y mentalmente, quedamos en la cama tumbados boca arriba, yo con mi vagina abierta y él con su pene colgando fláccido e informe, tanto me hizo sonreír su orfandad. Le comencé a mamar el pene caído suavemente llevando su cabeza dentro de mi boca y succionando firmemente, como había visto en los films porno, tanto que pronto se endureció mientras él boca arriba me acariciaba la cabeza y ensortijaba mi cabellera dulcemente. Cuando estaba bien dura y exudando líquido seminal me subí sobre él arrodillada con mis piernas abiertas, mirando hacia el frente, tomé su pene con mi mano y puse su cabeza a la entrada de mi vagina o coño e hice fuerza bajando mi culo lentamente e iba sintiendo como su pija iba entrando dulce y profundamente dentro de mi conducto vaginal, cuando estuvo todo adentro, moví enérgicamente mis caderas e instantáneamente un chorro líquido, violento y viscoso penetró dentro de mí. Y grité de placer ¡¡Ay amor que delicioso, como te siento!! Y después que acabamos o corrimos, me bajé y acosté a su lado apretando fuerte su mano. Quedamos exhaustos por largos minutos hasta que recobramos fuerzas.
En un momento me mostró una especie de cama de madera acolchada que estaba, al lado de la cama principal, yo miré intrigada sin saber que era, él sonrió y sin decir nada me tomó las manos, me colocó boca abajo en ella y con unas sogas me ató las muñecas y los tobillos a cada pata del armazón de tal forma que mi culo quedaba abierto y yo no podía moverme salvo subir y bajarlo; acto seguido se colocó detrás mío, y con sus manos fue recorriendo mi espalda y mis nalgas lenta y sensualmente, me puso un chorro de lubricante desodorante en mi ano y me introdujo su lengua en mi agujero con mucha delicadeza, mis gemidos fueron clara muestra de su placer y el mío, cuando descubría un punto erótico sus gemidos se hacían más sonoros, yo sonreía y anotaba en mi memoria para la próxima vez. Me abrió las piernas, y subí un poco la cola, tenía el pene lleno de leche viscosa y gel y me embocó de improviso su cabeza en mi agujero anal virgen, y con lujuria empujó y puso todo su cuerpo sobre mi cola, mi esfínter resistió y protestó, el dolor fue intenso lo sentí tan fuerte que grité y me brotaron lágrimas, — ¡¡Ay, no por favor, me duele mucho, ay me duele, por favor, me duele!! — Pero luego cedió a la presión y la enorme cabeza entró en mi intestino haciéndome doler tanto que di un alarido, él quedó quieto un momento, le dije — ¡¡Me duele horriblemente!! – Me moví desesperada moviendo la cadera y tratando inútilmente de liberarme sollozando y soltando lágrimas pero no me hizo caso, al contrario mis gritos lo estimulaban para seguir entrando, emitiendo sonidos sordos traté de salir pero al estar atada fue imposible, hasta que finalmente se calmó cuando su pene estuvo todo dentro mío, me dolió horriblemente pero no me soltó, de pronto sentí que su cuerpo sobre el mío se contrajo, como epiléptico y un chorro de leche entró en mi intestino y como estaba ocupado por su pene el líquido trató de salir y me mojó las piernas y las suyas, Tono X quedó un momento quieto, se levantó con una gran sonrisa, me desató y respiré aliviada, todavía boca abajo miré mi culo en el espejo, me toqué y por primera vez y vi el ano tenía un enorme agujero oscuro. Vi lo dilatado que estaba, mi agujero anal estaba enorme,¡¡No lo podía creer, estaba grande gracias a la pija de Tono X!!
Así descubrí en carne propia y dolorosamente el sexo anal, que penes o pijas me entren y me acaben o se corran dentro de mi culo, que me dejen en el culo ríos de leche que después salían y corrían por mis piernas y caían al suelo con el resultado que a veces no me podía sentar ni caminar por una semana, a decir verdad no le sentí gusto, no me interesó hacerlo pero de inmediato comprendí era un arma poderosa que fascinaba a los hombres y me serviría para tenerlos agarrados como a un perro con bozal.
De pronto Me agarraron ganas incontenibles de defecar (cagar), fui apresurada al baño y defequé brutalmente con mi culo ardiendo doliéndome horriblemente, quedé sentada en el inodoro mientras trataba de recomponer mi vientre, tardé una eternidad y aproveché para enjuagar mis lágrimas. Y esa fue mi primera experiencia de coito anal. Y la verdad no me gustó para nada aunque descubrí la fascinación y el poder que el culo de la mujer tiene sobre los hombres. Y desde entonces comencé a pedir a los hombres me entren por el culo, así rompí el hielo en cualquier relación y me dediqué a hacer mucha gimnasia furiosamente para tener duros los músculos de la vagina y especialmente del culo, las nalgas, el esfínter, el vientre y los otros relacionados, contraté un gym entrenador para ejercitarme, pues en mi profesión de puta era vital tener vagina y ano estrechos para complacer al cliente.
Una vez que terminamos mi dolor ventral decreció y pude moverme aunque con dificultad, nos duchamos juntos, yo lo jaboné suavemente los testículos, la cola la glándula seminal próstata y lo iba besando suavemente en las tetillas, en el cuello y finalmente nos vestimos y salimos, yo caminando dolorida y mee apoyé en su brazo, entramos en el auto, viajamos cinco minutos, con los vidrios polarizados, al bajar caminando lento por el dolor pude darle un beso en los labios, me pagó el taxi hasta la casa y volví de nuevo a mi papel de doméstica y a representar mi rol de mosquita muerta frente a doña Mara X, sus hijas y el mismo señor Tono X en su papel de dueño de casa.
Así fui desflorada por mi patrón, el señor Tono X, mi vida en adelante ya no sería igual, dejé de ser niña y me volví mujer lista para recibir la semilla masculina, eso lo descubrí con mucho dolor, tanto que no pude caminar bien ni sentarme por lo menos por una semana pues mi culo y mi vagina me lo recordaban. Pero me alegré pues me saqué de encima un tabú que en lo íntimo me perseguía. Y la vida fue pasando, fui acumulando experiencia sexual que después fue muy importante para mi vida profesional y fui intimando con el señor Tono llegando casi a convertirme en su querida, en su segunda mujer y teníamos encuentros muy apasionados casi feroces, cuando iba a convenciones en el interior y el exterior que duraban uno dos días, me llevaba con él y conocí a cantidad de personas hombres y mujeres por lo que pude ir mejorando mis modales, mi educación y mi roce social, que unida a mis orígenes humildes me hicieron ver mi realidad personal, por la cual debía en algún momento salir de ser una simple mucama, a buscar ganarme la vida por mí misma.
Autor Roberto — FIN DE EMMA Y SU HIJO ALEX parte 2
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